Cézanne y la montaña Sainte-Victoire

A mediados de los años 80, el artista Paul Cézanne, eligió esta montaña como musa para sus pinturas y la repitió en numerosas ocasiones.
El resultado de repetir esta montaña tantas veces, es clave para entender después el desarrollo del arte cubista.
Cézanne observa la montaña y la va dividiendo en cubos pequeños y grandes que el abstrae de la realidad, va disociando volúmenes y creando sus propias estructuras, para agruparlas finalmente en una masa con la que crea la imagen única.
Estas son las reglas que distinguieron claramente al arte cubista, el observar y pintar distintas partes de un objeto y juntarlas después en un mismo plano, para crear todo tipo de puntos de vista sobre un tema.
Con su particular empleo del color y su geometrización, el artista consigue imágenes emotivas.
En todos estos paisajes, el color va perdiendo importancia progresivamente, en favor de la forma geométrica, reconociéndose cada vez más la pincelada.
Cézanne hereda del impresionismo la costumbre de pintar paisajes, pero sus puntos de partida son diferentes, los impresionistas estaban interesados en el espacio y los cambios de luz y color, sin embargo Cézannne ve los paisajes como en un plano sólido y denso, saturado de color.
Es la articulación de esos planos de color lo que va determinando sus formas y organizando los volúmenes en el espacio.
Cada uno de sus cuadros es fruto de muchísima reflexión ya que no deja nada al azar.

«Llegará el día en que una sola zanahoria, observada con los ojos nuevos, desencadenará una revolución»
Paul Cezanne

Colocar cuadros

Para colgar cuadros en nuestra casa, no es necesario tener una gran colección de arte.
Podemos hacer composiciones con fotos, láminas de una temática que nos guste y hasta dibujos de nuestros hijos.
Es muy importante la altura en la que coloquemos los cuadros. Lo mejor es calcular la altura de los ojos para que esta línea imaginaria, sea el centro de la composición.
Los cuadros de formato grande o que tengan una especial importancia para nosotros es mejor colocarlos solos, sin ningún elemento que despiste la atención.
Un cuadro colocado encima de un mueble nunca debe de ser más ancho que este.
Los cuadros deben de tener un orden predeterminado, sino el resultado sería caótico, hay que generar áreas visuales definidas.
No hay que tener miedo de mezclar estilos, marcos y tamaños, por molesto que sea le dará estilo propio a la casa.
La afinidad y el valor sentimental de los cuadros es algo a tener muy en cuenta
También es muy creativo el dejarlos apoyados en un mueble.
Para no fallar en la composición y dejar la pared llena de agujeros lo mejor es cortar papel Kraft del mismo tamaño que los cuadros, e irlos colocando hasta conseguir un equilibrio.
Por lo general las obras más clásicas combinan muy bien con paredes de tonos oscuros, mientras que los cuadros contemporáneos lucen mejor con fondos claros, si vamos a mezclar estilos lo mejor es un fondo neutro.

Camas con dosel y mosquiteras

En estos momentos del año en el que el calor y la humedad atraen a nuestras casas a un sin fin de molestos insectos, lo mejor para asegurar un buen descanso puede ser una cama con dosel o una mosquitera.
Todos hemos escuchado esos zumbidos por la noche, cuando un ejército de mosquitos se disponen al ataque.
Las camas con dosel son perfectas para aislarnos con un suave visillo de color blanco para que deje pasar La Luz.
Las mosquiteras también son una buena opción. Hoy en día podemos encontrar desde, las más sencillas, a modelos mucho más sofisticados, además son muy fáciles de instalar.
Solo puedo desearos un feliz y tranquilo descanso.

El balneario de Urberuaga

El balneario de Urberuaga, situado en la localidad de Markina (Bizkaia), comenzó su construcción en el año 1869, aunque las aguas se habían descubierto como termales en el año 1802.
El balneario, construyó en un principio, un solo edificio, pero debido a la cantidad de clientes que acudían, se tuvieron que construir dos edificios más.
Las habitaciones ubicadas en las plantas superiores, eran muy lujosas, ya que las personas que acudían a beneficiarse de las aguas del balneario, eran de clase adinerada.
En la primera planta, se encontraban dos espaciosos comedores y otro particular.
También contaba con un casino para poder entretenerse.
Al final de su construcción, el balneario contaba con tres edificios, conectados entre sí por medio de galerías acristaladas y 190 habitaciones, para albergar a sus ilustres visitantes.
En el año 1983, hubo unas tremendas inundaciones que arruinaron todas las instalaciones del balneario, aunque siguieron embotellando agua hasta el año 1993.
El lugar cayó en quiebra y pasó a ser propiedad del Banco Santander, después, un particular compró el edificio y estuvo negociando subvenciones, para rehabilitar un hotelito de 40 habitaciones, al final, nada de llevó a cabo y se abandonó el edificio, a día de hoy, el lugar permanece abandonado e invadido por la maleza.

Si yo tuviera una casa cerca del mar…

Si yo tuviera una casa cerca del mar, intentaría llevármelo dentro.
El mar como absoluto protagonista, las barreras se difuminarían, permitiendo una comunicación fluida.
Apostaría por la libertad, eliminando todos los tabiques posibles.
Madera reciclada, también lavada por el mar, conchas, estrellas de mar y el color azul, el arena y el blanco como elementos principales.
Las ventanas vestidas con unos sencillos visillos blancos, que al abrirlas puedan volar para dejar entrar el olor del salitre.
El mar es bello y sereno, a la vez que bravo y poderoso, la casa sería robusta y fuerte, a la vez que cálida y confortable.
Si yo tuviera una casa cerca del mar….