Louise Bourgeois y su escultura “MAMÁ”

Pocas personas saben que la impresionante araña, en la parte trasera del museo Guggenheim Bilbao, cuenta una historia real, la de la artista franco-estadounidense, Louise Bourgeois.

En realidad es un homenaje a su madre, que como todas las arañas era tejedora. La escultora mantuvo una afectuosa pero complicada relación con sus padres.

El padre, contradictorio, engreído, cruel y autoritario, al caer su mujer enferma, introdujo a su amante en el hogar como institutriz de Bourgeois y sus hermanos. Sobre aquellos lamentables hechos, la artista hablaba así «De niña, me daba mucho miedo cuando en la mesa del comedor mi padre no dejaba de alardear y se jactaba una y otra vez de sus logros. Cuanto más grande quería volver su figura, más insignificantes nos sentíamos sus hijos. Mi fantasía era que le agarrábamos entre todos mis hermanos, le poníamos sobre la mesa, le troceábamos y le devorábamos…»

Para Louise, que adoraba a su madre, fue un episodio traumático que influyó en su obra. Su madre aunque era cariñosa, también era posesiva y controladora con su hija, esto se percibe en su escultura “MAMÁ”.

La maternidad es el tema central de la obra y pone de manifiesto la duplicidad y ambigüedad: la madre es protectora y depredadora al mismo tiempo, teje la seda tanto para fabricar el capullo como para defenderse de los depredadores.
La maternidad puede ser frágil y fuerte al mismo tiempo, sentimientos complicados que presenta la madre hacia sus hijos y los hijos hacia la madre y la protección que les terminará debilitando para defenderse en la vida.

Las patas arqueadas de la araña simulan una jaula, y también la guarida protectora de una bolsa con huevos, que se encuentran adheridos a su vientre de una manera un tanto peligrosa.
La araña provoca en el espectador miedo y pavor, pero debido a la altura de sus patas y lo frágiles que parecen proyecta una conmovedora ternura.

Cuando preguntaban a Louise el significado de su obra está respondía: “Es una Oda a mi madre, era ella mi mejor amiga”
La MAMÁ envuelta en sedosas conjeturas, hila, teje, cuida, protege secretos… y nos inquieta.
La madre de Louise Bourgeois nunca pudo ver su obra, ella empezó a estudiar arte después de que esta falleciera.

“Mis obras son una reconstrucción del pasado. En ellas el pasado se ha vuelto tangible; pero al mismo tiempo están creadas con el fin de olvidar el pasado, para derrotarlo, para revivirlo en la memoria y posibilitar su olvido”

El Ultra Violet, el color elegido por Pantone para el año 2018

Pantone es una compañía fundada en Nueva Jersey en 1962, que comercializa muestras de color estandarizadas . Pero también es la empresa que desde el año 2000 predice cuál va a ser el color del año.
El color elegido suele tener consecuencias en la industria de la moda y la decoración, para este año 2918, el color elegido ha sido el Ultra Violet, concretamente el Ultra Violet 18-3838.
Quiere evocar un estilo de contracultura, que transmite originalidad, ingenio y un pensamiento visionario que nos dirige hacia el futuro.
Tiene cualidades como para despertar a la rebelión, y a la par, transmitir la Paz de la Provenza y sus campos de lavanda.
Dentro de este color podemos tener una amplia gama, que va desde los más claros a los más oscuros.
El Ultra Violet se consigue mezclando el azul y el rojo.
En decoración se puede utilizar de varias maneras: para los más atrevidos, más intensamente, incluso pintando todas las paredes de la estancia.
El Ultra Violet no es un color fácil de combinar, es un color eléctrico, con mucha fuerza, yo aconsejaría utilizarlo en pequeñas dosis, pinceladas dentro de un conjunto de tonos neutros, aunque queda genial al lado de tonos amarillos, turquesa s o rojos, según el estilo de decoración que elijas, puedes conseguir un ambiente “boho chic” de lo más estimulante.
También puedes crear un efecto fantástico añadiendo alguna pieza de este tono en un fondo neutro, una cómoda, una consola, un armario, una puerta…
Utilizar cojines, o tapizar un asiento en terciopelo es otra de las opciones, también los complementos y las flores.
El Ultra Violet es un tono de morado enigmático, que evoca el espíritu inventivo y el pensamiento imaginativo que desafía el status quo. Un matiz espiritual, cósmico. Ultra Violet empuja los límites de lo que nos inspira hacia delante y hacia el futuro”, explican desde Pantone.
Los colores púrpuras han sido siempre símbolo de no convencionalidad y brillantez artistica.
Los iconos musicales Prince, David Bowie y Jimi Hendrix llevaron los tonos de “Ultra Violet” a la vanguardia de la cultura pop.
También fue un color fetiche para Andy Warhol.
Es un color que estimula a las personas a imaginar, a imaginar una casa diferente, un mundo distinto.

“Nueve discursos sobre Comodo”, la fantástica obra de Cy Twombly en el museo Guggenheim Bilbao

El museo Guggenheim Bilbao adquirió en el año 2006, una fantástica obra del artista norteamericano Cy Twombly .

Esta obra está compuesta por nueve cuadros que son parte de una sola composición, su nombre: “nueve discursos sobre Comodo”.

Cy Twombly perteneció al movimiento artístico llamado expresionismo abstracto, que se desarrolló en los Estados Unidos a mediados del siglo XX, otros pintores sobresalientes en esta corriente fueron de kooning y pollock entre otros..

Durante los años 1962 y 1963, las pinturas de Twombly adquirieron un tono más sombrío y angustiado, ya que tomó como punto de partida una serie de asesinatos históricos.

Después del asesinato de Kennedy, fue cuando el pintor comenzó a pensar en esta obra “nueve discursos sobre cómodo”, en realidad esta serie de pinturas cuentan una historia, la del emperador Romano Aurelio Comodo, a cuya inestabilidad psicológica se atribuyó el comienzo de la decadencia del imperio.

Su excentricidad le llevó a creer que era la reencarnación de Hercules, el ciclo se basa en la inestabilidad y la crueldad de Comodo y su asesinato final, es en esto en lo que se basa la obra de Twombly

El contenido emocional va cambiando desde las estructuras serenas y similares a las nubes, hasta las heridas sangrantes que culminan en una gran apoteosis final.

Todos los cuadros de la serie estan pintados sobre un fondo gris, la pintura roja se filtra en cada lienzo, y va degenerando hasta convertirse en una masa retorcida de manchas, gotas y salpicaduras, que relatan la violencia y el derramamiento de sangre, que caracterizó el reinado de Comodo.

Si tenéis ocasión de visitar el Guggenheim, no os perdáis esta interesante obra, os puedo asegurar que no os dejará indiferentes.

Idoia Goiti, pasión y sensibilidad

Muchísimas gracias a Fernando Soria por dedicarme este maravilloso artículo!

Conocí a Idoia Goiti por mera casualidad. Acababa de comprar mi nueva casa y me puse a curiosear por los blogs de interiorismo. Buscaba inspirarme a través de la creatividad de los profesionales de este apasionante sector.

En nuestra vivienda pasamos muchas horas al día (en mi caso más de lo habitual porque una parte de mi trabajo lo realizo en mi propio despacho) y, considerando que puede ser para toda la vida, es muy importante que nos sintamos bien y deseosos de disfrutarla.

Lo primero que me impresionó (he de reconocerlo) fue la imagen jovial y estilosa de Idoia. Pero ésta pasó a un segundo plano cuando me fui sumergiendo en la lectura de sus artículos y en las propuestas de decoración, más detalladas en su página de Facebook. Mi vista, ansiosa, Iba recorriendo cada una de las fotografías, aunque algunas no tuviesen relación directa con su profesión. Pero sí con su forma de concebir las cosas, donde la armonía convive con un controlado desorden.

Algún tiempo después tuve la fortuna de conocerla personalmente a través de una amistad común. Fue en Madrid, con ocasión de una de esas visitas que tanto le motivan por la luminosidad y la calidez que el sol transmite a la ciudad. Es lo único que echa en falta en Durango, donde tiene su prestigioso estudio (Iaba) con Amaia Asategi, que complementa su vasta experiencia con la impronta y la fuerza de la juventud.

Gracias a ese inesperado, pero absolutamente revelador encuentro, comprobé que el arte, en todas sus expresiones, constituye la fuerza de energía que da sentido a su vida. Su rostro se ilumina por completo cuando la conversación gira en torno a cualquier tema relacionado con la creatividad humana y le fluyen las palabras a borbotones, impregnadas de la pasión y el conocimiento que residen en su corazón y mente.

He sido testigo de largas conversaciones con compañeros de su profesión, donde el tiempo parece detenerse por largos momentos y el contraste de pareceres y experiencias, atropelladas por un constante aluvión de propuestas al respecto, parece no tener fin.

De pronto te encuentras como mudo testigo de una situación que te resulta imprevisible, pero que te sorprende gratamente por la profundidad y la vehemencia de sus protagonistas. Algo maravilloso e inolvidable.

Semanas después volvimos a cruzarnos en Bilbao, donde se ofreció como generosa guia en la que resultaba mi primera visita al Guggenheim. De nuevo tuve la oportunidad de comprobar la amplitud de sus conocimientos sobre cualquier versión del arte. Su personal visión de cada una de las obras del museo me obligó (y utilizo conscientemente la palabra “obligó”, porque sus planteamientos son irrefutables) a contemplarlas desde una óptica diametralmente opuesta a mí débil concepcion sobre dónde reside el verdadero valor de una obra de arte.

Si se están preguntando si Idoia me asesoró en la decoración de mi nueva casa, la respuesta es la que seguramente esperaban: Por supuesto que si. No se me hubiese ocurrido nadie más adecuado para ello, que presume de haber asumido aquello que su más querido profesor le recomendó: “nunca olvides que estás decorando la casa para tu cliente, no para ti”. Ello ha supuesto que solo ha conseguido que aceptara el 90% de sus propuestas.
Pero es en esa flexibilidad donde radica su éxito, porque nunca antepone sus directrices.
Dicen los sabios que el mundo evoluciona gracias a los creadores. En todas las facetas. E Idoia Goiti es una de esas personas privilegiadas. Gracias por convulsionar mi visión sobre el arte!

Fernando Soria
Periodista

NO, NO ME GUSTA LA NAVIDAD

Es imposible zafarse de ella. Los anuncios de la tele, los escaparates, las luces en las calles… todo es un presagio de que llega otra vez. Y no, a mí no me gusta la Navidad…

Creo que hay cada vez más personas en mi situación. Tal vez la perdida de un ser querido, la soledad, la añoranza y bastantes más sentimientos relacionados con la tristeza, hagan que algunos tengamos pensamientos como: “ojalá me duerma y me despierte cuando haya terminado”…”tengo que gastarme una pasta en regalos para personas que casi nunca veo” o “esto me parece una autentica horterada, además de un gasto innecesario”… Y un montón de reflexiones más…

Que puedo hacer? Un viaje? Imposible,
no tengo dinero y me sentiría igual de sola y con la etiqueta de “rarita”, a la que estoy bastante acostumbrada.
Por tanto, he decidido agarrar el “toro por los cuernos” y salir airosa de este momento del año. Eso si, a mi manera, porque además de ser un poco “rarita” también soy un poco “mandona”.

Lo primero que haré es decorar la casa. Pero sin utilizar o utilizando lo menos posible, materiales de plástico o que sean nocivos para el medio ambiente. Y me daré un buen paseo por el bosque, donde
podré hacerme con una buena cantidad de elementos decorativos como: piñas, ramas de ciprés, muérdago, (el acebo es una especie protegida, ósea que… ni tocarlo!), hiedras y todo tipo de elementos que puedan servirme para esta navidad, y además, pasarla “con nota”.

Después compraré un montón de velas que seguramente serán de color blanco, y también alguna roja, y flores, muchísimas flores, frescas, siempre!

Si las composiciones me resultan un poco oscuras, le añadiré color, utilizando algunas frutas como manzanas o granadas…

Todos estos elementos me servirán para decorar la casa y, sobre todo, la mesa, nochebuena, navidad, nochevieja, año nuevo y reyes,…..Madrededios!

Estoy segura de que con una buena dosis de paciencia, iré montando la decoración con todos los objetos que haya podido conseguir, y, además, todo esto me irá ayudando a cambiar mi actitud. Ver y sentir que todo está bonito, me motivará, y estaré bien y contenta,…..Daré lo mejor de mi, y al final de las fiestas pensaré que, tal vez, (y solo tal vez), el próximo año estaré feliz de disfrutar de la navidad, porque lo importante es la actitud, la voluntad que tengamos de disfrutar de las cosas que la vida pone a nuestro alcance…

Os pongo algunos ejemplos, por si pueden serviros