Compré, en cuanto salió, Bajo el signo de la melancolía. Cine, desencanto y aflicción, última obra, por ahora, del catedrático – ya emérito – Santos Zunzunegui. Disfruté y mucho de sus páginas, tan exactas y depuradas como sólo se pueden escribir tras muchos años de atención, reflexión y erudición.
Ahora le han dado a ese libro el Premio Euskadi de Ensayo, merecidísimo reconocimiento a una obra que es culmen de un largo recorrido por el mundo audiovisual y particularmente cinematográfico.
En una entrevista reciente, Zunzunegui señalaba que el modelo de ver cine está en plena transformación pues hasta hace poco se iba al cine y ahora el cine viene a nosotros ya simplemente a través del móvil. Al régimen que se está evaporando, Zunzunegui lo denomina » modelo Lumière» e implica(ba) acudir a una sala – sólo o más frecuentemente en compañía- y, por lo general, tomar algo a la salida comentando la película sin el rigor de un cine-club. La nueva manera de ver cine , que se sostiene en una terminal electrónica a veces de tamaño mínimo, y en la visión individual aleatoria, es denominada como » modelo Edison» ya que fue el propuesto por el célebre inventor en su proyecto de kinetoscopio, que era algo así como un espectáculo a demanda.
El cambio, que si duda está en consonancia horizontal con tantos otros que se están produciendo en nuestra sociedad , supondrá también un modo diferente de apreciar lo que el cine puede ya ofrecer, pues a más de ser entretenimiento y/o industria , sería bueno que continuara siendo , como afirma el mismo Santos Zunzunegui, un medio que haga ver algo que todavía no parece haberse evidenciado…Al cabo, una obra de arte.