A propósito de las últimas columnas, algunos amigos- y una amiga- me han preguntado porqué me empeño en militar a favor de causas de difícil resolución . Antes respondía larga y ordenadamente, ahora apenas si sonrío, pero me gustaría recomendarles una vieja película: Tal como éramos, estrenada en 1973 .
En este film de Sidney Pollack, Hubbell Gardiner ( Robert Redford) y Katie Morowsy ( Barbra Streisand) aparecen como dos estudiantes universitarios de los años treinta, con caracteres muy diferentes. Hubbell es un WASP ( White Anglo-Saxon Protestant), atleta universitario famoso y aspirante a escritor. Katie, judía, es miembro de la Liga Comunista Universitaria, y habitual de mítines y manifestaciones.Ambos se enamoran y se casan, pero su vida conyugal tropieza con muchas dificultades por sus diferentes expectativas de futuro, y , al final, aunque continúan enamorados,se separan.
La película resume , en mi opinión,una alternativa muy conocida y entreverada, pues los dos protagonistas intentan, por diferentes vías, influir en el mundo que les ha tocado vivir.
Algunos ( y algunas ) hemos intentado hacer compatibles las dos vías apuntadas, pero, más allá del panem lucrandum universitario, yo, particularmente, me he empeñado mayormente en la de Katie ( aun sabiendo no ser precisamente Barbra Streisand ) hasta tal punto que, en mi caso, es una marca de fábrica, un elan introyectado ya desde mi infancia y que no ha cesado de transformarse con los años.
Pues ya mencioné tiempo atrás que fue un jesuita quien reviró mi judeo-critianismo general básico hacia el marxismo y otro quien vinculó el marxismo al nacionalismo resiliente, ideologías ambas de vocación científica y colectiva- como luego otras varias progresistas terminadas en -ismo . Y aunque siempre dí por buena, e incluso por excelente, aquella sentencia de Émile Durkheim en Las formas elementales de la vida religiosa que decía -y dice- : «El pensamiento científico no es más que una forma más perfeccionada del pensamiento religioso”, no puedo ni he podido renegar de sus consecuencias.
Y así, soy tal como éramos, aunque algunos ( y algunas) lo hayan olvidado o hayan querido olvidarlo…¿Me comprenderán mejor ahora esos amigos – y esa amiga?
Buah, txabal: lo has clavado.
Gracias.
Vicente, me permito discrepar de Durkheim, pero gracias por mencionar su libro porque lo leeré.
También el nazismo, todos los racismos y supremacistas culturales tienen vocación científica, según ellos…
Gracias por el comentario…
Sin duda…Gracias por el comentario.