PÍO BAROJA (de la mano de Eduardo Mendoza)

Ayer por la tarde, al calor de un deslumbrante sol de febrero, estuve leyendo Por qué nos quisimos tanto de Eduardo Mendoza, volumen número 20 de la colección BAROJA & YO dirigida por Joaquín Ciáurriz, de IPSO Ediciones.

El escritor catalán, esta vez en su vertiente más seria – pues , como es conocido la tiene también muy humorística- desglosa en este ensayo de toque lógicamente autobiográfico, su vínculo particular con la obra de Pío Baroja, sobre todo en la medida en que, según comenta, fue decisivo para apartarle del experimentalismo en boga de los años setenta y encaminarle hacia un realismo de nuevo cuño , pero nunca de índole costumbrista , que acaso intuitivamente había ido construyendo el vasco.

De todo lo cual, Mendoza no sólo no se arrepiente, como otros se arrepintieron de su seguidismo del nouveau roman francés, sino que se enorgullece por cuanto que , como afirma , » no sólo me atrajo su forma de novelar en la medida en que se ajustaba a mis posibilidades, sino porque se ajustaba , asimismo, a mis limitaciones «.

En este sentido, la visión particular de Pío Baroja que Eduardo Mendoza ofrece en este libro, sugiere una reconsideración reposada en relación a quienes siempre le vieron , le han visto y todavía le ven como un anarquista de derechas perdido en el laberinto balzacquiano del siglo XIX . Gentes y particularmente animales de pluma que “ a fuerza de leer y no vivir, han perdido la noción de la realidad” ( La vida es ansí, 1912) y desean además hacer de la vida literaria la vida misma, a pesar de que, en el fondo de sus corazones, no le perdonan al primer solterón de Itzea que , en su momento, vendiera más ejemplares de uno cualquiera de sus libros que todas las novedades juntas que inundan las librerías de hogaño.

Una pequeña obra , en fin, cuya lectura bien merece la pena , en el contexto de una colección tan original en su planteamiento como plural en sus autores.

«EL JUICIO» ( o el juez Marchena)

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Entre los paseo matutinos y vespertinos, sigo con mucha atención las sesiones en las que se juzga a los independentistas catalanes, consciente de que será algo más de lo que podré dar testimonio a mis nietos ( y nietas, of course.

Mi interés al respecto no es estrictamente político, aunque de entrada discrepo de que se esté juzgando algo así como » un golpe de Estado» – ya viví uno de verdad cuando el teniente coronel Antonio Tejero intentó emular al general Manuel Pavía en 1981- o incluso de que se trate de una causa de rebelión o sedición, no digo ya de «organización criminal», como apunta con cierto tono delirante la Acusación Popular.

No, para todo lo anterior, ya están los expertos de verdad y los sabios de pacotilla. Mi atención, como casi siempre, se centra en aspectos menores, más relacionados con el lenguaje hablado que se está utilizando – siguiendo en el análisis las pautas de Javier Sampedro que comentaba ayer – y con el lenguaje no-verbal que muy lúcidamente ordenaba Silvia Hinojosa hace poco en La Vanguardia – sí, también leo La Vanguardia, en papel, los sábados, por el magnífico suplemento cultural que le acompaña.

Desde este punto de vista, creo que frente al tono pulcro y técnico hasta la extenuación de la argumentación la Fiscalía, se puede constatar cierta torpeza verbal en la representación de la Abogacía del Estado, acaso porque le cayó de sorpresa el encargo, al negarse el anterior abogado a asumir las directrices gubernamentales. Ambos, por cierto, muestran una rigidez de estípites. En cuanto a la Acusación Popular, por ahora ni está ni se le espera.

Los encausados varían en su discurso según se apunten más al razonamiento político o a la defensa legal, pero por lo general han mostrado hasta ahora una firmeza gestual, cuyo rasgo más característico ha sido la comodidad manifiesta a pesar de la gravedad de las acusaciones.

Pero si alguien merece una nota a parte es el Presidente del Tribunal, magistrado Manuel Marchena, juez conservador – muy conocido por haber llevado los casos de ilegalización de ANV y PCTV, el proceso contra el también juez Baltasar Garzón o el enjuiciamento al mismo Presidente del Parlamento Vasco Juan Mari Atutxa- quien ( diz que quizá bajo el síndrome de la observación internacional) se ha mostrado hasta ahora preciso, exacto y ágil en sus palabras, con una actitud un tanto desenfadada tanto hacia las acusaciones como hacia las defensas, manifestando un » in dubio pro reo » a priori que , independientemente del veredicto final, parece querer recuperar de la ciudadanía cierta confianza en la Justicia… On verrá…

LA POLÍTICA ( a la luz de la razón lingüística)

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Para conjurar la zafia viscosidad – ¡ Caramba que burdos se vuelven algunos periodistas cuando se les va la olla! – en la que he chapoteado durante las últimas jornadas ante un lectorado , por cierto, impertérrito, he releído algunos recortes de prensa que tenía seleccionados.

Así, me he encontrado con uno publicado por Javier Sampedro en EL PAÍS,  titulado » La estupidez política: un enfoque científico «, en el que daba cuenta de ciertos estudios de  las universidades de Austin y Princeton  en los que , habiendo llevado a cabo un análisis  científico- lingüístico de un buen número de discursos políticos, habían llegado a la conclusión de que cuantos más artículos y preposiciones, el pensamiento es más analítico; cuantos más adverbios y verbos auxiliares, es más intuitivo, y cuantos más pronombres personales, intentan mostrar más autoconfianza, influencia y poder. Además, se añadía que «en la política, el pensamiento analítico decrece continuamente desde hace un siglo, y va siendo sustituido inexorablemente por el discurso silvestre del liderazgo, la autoconfianza y el pronombre personal».

Este denominado discurso «silvestre», que evoca sin demasiadas dudas aquello que Max Weber denominaba el tipo de autoridad carismática, hoy  se puede ver  muy bien reflejado en algunos líderes prepotentes que recuerdan , bajo diferentes banderas y condiciones ideológicas, a aquello de «Franco, caudillo de España por la gracia de Dios» ,y que desde luego se presentan como los más alejados de la autoridad racional, basada en el consenso, la división de poderes y un adecuado sistema garantista de contrapesos y equilibrios.

Las cuentas  de las universidades norteamericanas salían bastante bien en inglés y Sampedro se preguntaba cómo saldrían en castellano…Y yo, de paso,  me pregunto  qué  resultados se obtendrían en euskera o en catalá.Las inmediatas  elecciones de todo tipo que se atisban en el horizonte serán un buen test para probar la operativodad de estos análisis.

En fin, que , en medio de la berrea previsible, será cuestión de comenzar a contar verbos auxiliares, adverbios y pronombres personales, procurando, por cierto,  no hacer mucho caso de tantas esdrújulas forzadas de las que tiran todos lo que se  precian de rimbombantes…

IÑAKI EZKERRA ( ya sólo Torrente)

Para distracción del aburrido lector ( o lectora, of course) que tiene a bien solazarse con la lecturilla de estas columnillas, no puedo dejar de reproducir la continuación de la polémica iniciada con el Sr. D. Iñaki Ezkerra, a la que me he referido recientemente.

Pues dase el caso de que el Sr.D. Iñaki Ezkerra ha respondido y quiero dar cuenta de ello: «Mire, Huici, usted fue a mi presentación como los policías secretas del franquismo iban a las asambleas universitarias: dando el cante de lejos. Quien está en campaña electoral es usted, que escribe en un periódico de partido. Y gracias por perdonarme la vida pero no lo necesito.»

Y yo he hecho lo propio, en dando por finiquitada la polémica y en diciéndole por las electrónicas redes : «La mala fe la pone usted, por lo que si quiere seguir con la berrea, tan típica y tópica de su condición, adelante.Yo me retiro porque ya no estoy para atender a rabietas infantiles. Por cierto, no le recuerdo en ninguna » asamblea» con o sin secretas dando el cante… «

Aun así, el Sr. D. Iñaki Ezkerra , a quien acaso habría ya que llamarle «El Empecinado», ha continuado tirando del hilo de su aquilatada prosa, en una que no sé si será su última respuesta , pero que merece la pena transcribir por su equilibrado dominio del concepto y su alto nivel argumentativo: «Lo peor de los correveidiles del sabinismo como usted es que no van nunca de frente. Siempre en oblicuo, con insinuaciones insidiosas y viscosas. Ese estilo inconfundible y curil les delata. Y encima quieren quedar como buenas personas. Así han hecho el País Vasco que han hecho. «

Enfin, si hay novedades, no duden ustedes de que se tendrá noticia porque no siempre se puede asistir a un tan delicado litigio.

N. B. Las ha habido. Otra muestra más de delicada prosa de hoy mismo :«Pero ¿no quedamos en que usted se retiraba de este tostón al que es usted quien ha dado comienzo? Usted no tiene palabra y además es un pesado.»

IÑAKI EZKERRA (o entre Torrente y Juanita Calamidad)

A propósito de una breve crónica sobre la presentación de un libro del periodista Iñaki Ezkerra (1 ), el susodicho ha publicado en Twitter el siguiente comentario, cuya reproducción no creo que atente a ninguna confidencialidad: «O sea que usted habla de una presentación de un libro a la que no pudo quedarse porque le sonó el móvil. Para una cosa que le mandaron en su periódico, la hace mal. Y encima lo cuenta con orgullo. Por lo que veo, es usted una especie de Torrente del periodismo, una calamidad.» 

En un primer momento, se me ocurrió una respuesta a vuelta de correo, pero, luego, dadas las implicaciones de sus palabras, me ha parecido mejor hacerlo a través de estas líneas.

Pues bien, antes de nada me parece que puedo decir que de la lectura de la tal crónica se puede deducir que mi tono fue en conjunto respetuoso, sobre todo dadas las circunstancias que se describían.

Y pasando al comentario, quiero dejar claro que nadie me mandó de ningún periódico- y menos del que amablemente acoge mi blog, por el que , por supuesto, no obtengo ninguna renta , ni si acaso algo de capital simbólico que diría Pierre Bourdieu. Acudo a todo tipo de actos- como es fácilmente comprobable- y doy cuenta de ellos según me parece: si lo hago bien o mal, peor o mejor, lo voy comprobando día a día por los índices de lectura y las reflexiones de los lectores. Es cierto que, en algunos momentos me puedo mostrar más o menos irónico, pero como demuestra el señor Ezkerra al citar la anécdota del móvil, en esto parece faltarle cierta formación retórica: a lo mejor le ocurre como a aquel personaje de Moliére, M. Jourdain, que hablaba en prosa sin saberlo.

Y no, no soy periodista, sin que la profesión me desmerezca en absoluto, sino lo que los anglosajones llaman un «Former Professor of Sociology», expresión que Mr. Ezkerra supongo que comprenderá ya que en una ocasión se hizo una fotografía con el Financial Times en la mano.

Y, como todo hay que decirlo, la mentada croniquilla de marras se desencadenó porque, habiendo acudido a la presentación de un libro sobre Pío Baroja en la sede local de la prestigiosa cadena FNAC, me encontré con un acto pre-electoral del Partido Popular, bastante torpe por cierto, lo cual que debería hacer reflexionar también a quien, a sabiendas o no, le dio hospedaje.

A la vista de todo lo anterior, no sé yo quién ha desempeñado aquí el rol del impetuoso Torrente…o el de una Juanita Calamidad cuando era bailarina de salón y no la experta tiradora que luego fue…

(1) REIVINDICACIÓN DE PÍO BAROJA( entre Iñaki Ezkerra, Joaquín Ciáurriz y el PP…) :https://blogs.deia.eus/el-paseante/2019/02/14/reivindicacion-de-pio-baroja-entre-inaki-ezkerra-joaquin-ciaurriz-y-el-pp/

CARLOS CÁNOVAS ( o la apología de la fotografía urbana)

He de confesar que soy un urbanita. De hecho, mis paseos, cuando no son metafísicos- cada vez  más frecuentes –  lo son ciudadanos y cuando lo pueden ser , muy largos, y por grandes ciudades, en un a modo de kin-hin zen , como le venía a ocurrir a uno de los protagonistas de la Trilogía de Nueva York de Paul Auster.

Consecuentemente, me interesa y mucho cualquier expresión artística que rememore las ciudades y en este sentido no puedo dejar de mencionar la  interesantísima exposición que el fotógrafo Carlos Cánovas acaba de inagurar en la Sala Rekalde de Bilbao bajo el título «En el tiempo».

Cánovas es un fotógrafo de largo y denso recorrido profesional  y académico. La lista de sus exposiciones  individuales daría para muchas páginas, pero también sus comisariados, sus conferencias y publicaciones  y quien desee tener más información puede consultar su página web ( 1).

Lo más sugerente , para mí, es que su fotografía no  da cuenta de lo bello urbano, últimamente tan rediseñado a partir de la operatividad electrónica – sobre esto ya publiqué un articulillo del que luego me arrepentí, en parte (2)- sino sobre todo  de lo que está en el límite de lo sublime,  de las afueras  y los alfoces de la ciudad,  que no es sino lo que habitualmente se esconde a la mirada del turista adocenado pero que  casi siempre ve el viajero atento o el lento paseante.

La exposición es una magnífica muestra antológica,  de la que yo me quedo con su serie en blanco y negro sobre el Gran Bilbao industrial  de principios de los años noventa,  y particularmente con una foto sobre Olabeaga   que resume  muy bien su certera mirada.

La exposición  de Carlos Cánovas se va a mantener hasta el 15 de mayo y bien merece una tranquila visita.

-.-

(1)http://carloscanovas.com/

(2)“Reflexiones sociológicas sobre la transformación urbana de Bilbao”, in Inguruak, núm 53-54, pp: 517-20

REIVINDICACIÓN DE PÍO BAROJA ( entre Iñaki Ezkerra, Joaquín Ciáurriz y el PP…)

Me acerqué el martes por la tarde hasta la librería FNAC para asistir a la presentación de La voz de la intemperie, de Iñaki Ezkerra, toda vez que la obra formaba parte de la sugerente colección que lleva publicando el editor navarro Joaquín Ciáurriz bajo el título Baroja & Yo y que cuenta ya casi con una veintena  de firmas, como Soledad Puértolas, Eduardo Laporte, Jon Juaristi ,Luis Antonio de Villena o Bernardo Atxaga.

El acto, sin embargo, estuvo plagado de sorpresas. La primera , y la más agradable, fue la breve conversación con el editor Ciáurriz, recordando nuestro pasado pamplonica – vivíamos a pocos metros entre las calles de Sancho III el Mayor y García Ximénez .

La segunda, y la más hilarante, fue comprobar que  la tenida estaba organizada  por  una tal Fundación Popular que enseguida se mostró como una extensión del Partido Popular- salvo drásticas diferencias nada tengo contra esta organización política, es más, el-auto-exilado Antonio Basagoiti siempre me pareció un liberal de los de verdad, de los que reivindicaba Germán Yanke . Pero, en fin, este patrocinio fue aprovechado por quien intervino en su nombre para aludir a la presencia en la sala de los candidatos de dicho partido a las próximas ( y ya no se sabe muy bien cuáles) elecciones, en un insólito mini-acto pre-electoral.  Por lo demás, el aludido interviniente despistó un poco al respetable calificando sucesivamente la obra de Ezkerra de “novela”, “ensayo” y , por fin, de ” libro que se puede leer en dos horas”- lo cual que , por cierto, no parecía una gran proeza dado que venía imprensa en octavo y cuenta con 96  páginas.

Habló luego el editor, con palabras mesuradas y de ocasión, destacando que la colección estaba impulsada por un romántico  amor  a la obra de Pío Baroja y no precisamente por un espíritu comercial, lo cual  era evidente pero no menoscababa para nada el valor de la edición que era – es – muy cuidadosa.

Tomó la palabra después Cesar Coca, pero una llamada inesperada- ¡ah teléfonos demasiado inteligentes! – me llevó a la calle sin poder escuchar al autor, Iñaki Ezkerra, columnista  que no llega al gracejo de Federico Jiménez Los Santos , ni a los cabreos metafísicos de Gabriel Albiac, ni, por supuesto , a la ironía cada vez más seria de Jon Juaristi, y a  quien no veía desde una cena compartida con motivo de la presentación de un libro de mi viejo amigo Jesús Ferrero y que terminó en conversaciones diluidas y diluyentes en el viejo Whisky Viejo.

Es de suponer, como lo era el honor del soldado en el antiguo servicio militar, que La voz de la intemperie será interesante. Sobre todo si nos encamina de nuevo hacia Pío Baroja, a quien retorno con fruición, una y otra vez , sobre todo a sus largas y polifacéticas Memorias ( Desde la última vuelta del camino) , lo mejor que escribió según aquel japonés del Ampurdán que fue  Josep Pla, y uno de los hitos de la literatura contemporánea para el cultísimo y listísimo Manuel Vázquez Montalbán…

JULIO LLAMAZARES ( o reflexiones a partir de una conversación sobre las catedrales)

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Presentó ayer en estos lares el escritor leonés Julio Llamazares su último libro , Las rosas del sur, segunda parte de la crónica de sus viajes iniciada en 2008 con Las rosas de piedra  , que constituyen, en conjunto, uno de los proyectos culminados más ambiciosos y curiosos de la literatura española de los últimos años.

Pues la tal  y densa crónica  lo es de un largo recorrido realizado a lo largo de casi dieciocho años visitando catedrales  , desde Galicia al País Vasco  pasando  por Asturias y Castilla-León, hasta las islas Canarias, pasando por Extremadura, Castilla-La Mancha, Levante, Andalucía y las Baleares.

Con voz trémula y entrecortada, Llamazares dio cuenta de los motivos y resultados de sus idas y venidas, intercalando anécdotas muy divertidas – como la referida a las dificultades que tuvo para renovar su DNI pues el pueblo donde nació , Vegamián , está bajo las aguas de un pantano y ya no es » computable»- y destilando unos principios de escritura claros y distintos, algo que ya era evidente desde aquel su poemario La lentitud de lo bueyes (1979) , luego corroborrado ejemplarmente en La lluvia amarilla ( 1988) y en obras posteriores.

Reiterando el valor de las catedrales- más allá de ser la excusa última de sus periplos- como depositarias de marcas de poder, de arte y de evolución histórica y social, a la pregunta sobre su vigencia actual ,  respondió que, despojadas mayormente de sus funciones de culto, se han convertido en hitos del turismo adocenado en el concierto general que a modo de un parque temático exprime – previo pago – hasta la última gota del patrimonio.

Y en fin,  no sé si esto que ya  ha ocurrido en estos  lugares antes  bendecidos por benditos, no estará ocurriendo en los nuevos templos de las nuevas religiones ( entre ellas, el arte)  despojándolos  hasta de su supuesto fin acaso catártico: no hay más que observar el ambiente en torno a la severa escultura Maman – vulgalmente, la «araña» – de Louise Bourgeois sita junto al Museo Guggenheim que, en principio debería provocar » pavor y miedo » o ,como  poco, mostrar «una vulnerabilidad casi conmovedora»- según los expertos- , y que sin embargo tan sólo parece ser motivo de un I was there en un  divertido jolgorio fotográfico…

Y tampoco sé que parte de responsabilidad deberán asumir en el futuro todos esos políticos ( y políticas, of course) que , seducidos por cantamañanas tecnocráticos aleatorios, se empeñan  en «posicionar» nuestras ciudades como parques temáticos polivalentes sin otros criterios que el número de visitantes y un sinnúmero beneficio económico basado en la cuenta de la vieja…

SEIS TOROS SEIS ( o el diestro tomó el olivo)

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¡Monumentales corridas! ¿Corridas de qué…? ¡De toros de qué va a ser! Pues no, tampoco. Pues que se va  a hacer crónica taurina , sí, pero de empeños, para precisar más, de los relativos a este blog que un día comencé a escribir pensando en tí, mi hipócrita lector ( o lectora, of course).

Para ello he seleccionado seis toros-toros de la ganadería  navarra Carriquiri que lidiados recientemente por la mano de este que suscribe  al que se le supone diestro, pero que en su momento fue,  dicen , siniestro. Bien , ahí va la crónica:

1.Toro. Nombre: Pantalón («Faldas y pantalones», 30 de enero). Negro bragado. Peso: 356 palabras. Entrada : 240. Suertes: Silencio / Silencio/ Tímidos aplausos. La Cátedra: Silente con muestras de aprobación. Faena sencilla.

2.Toro. Nombre: Alemán («El triunfo de la incultura», 31 de enero). Peso: 317 palabras. Rabón.Entrada : 200. Suertes: Silencio / Tímidos aplausos /Silencio. La Cátedra: Silente con muestras leves de aprobación.Cumplió.

3.Toro. Nombre: Futbolero («Fútbol y femenino», 1 de febrero). Peso: 374 palabras. Bravucón.Entrada : 174. Suertes: Silencio / Silencio/ Silencio. La Cátedra: Silente sin más. No dió mucho juego.

4.Toro. Nombre: Monaguillo («Zorrozaurre Dei», 2  de febrero). Peso: 440 palabras. Avacado .Entrada : 130. Suertes: Silencio / Silencio/ Silencio. La Cátedra: Cabeceante. Devuelto a toriles.

5.Toro. Nombre: Juguetón («HAL», 3  de febrero). Peso: 522 palabras. Retinto.Entrada : 112.  Suertes: Silencio / Palmas/ Jaleo. La Cátedra: Muestras de aprobación.  Indultado. Un cuarto de vuelta al ruedo.

6.Toro. Nombre: Acaramelado («Carmen y Lola», 4  de febrero). Peso: 501 palabras. Astifino.Entrada : 80.  Suertes: Silencio /Aviso / Dos avisos. La Cátedra: Pañuelo negro. Descabello mal resuelto.

Y el diestro tomó el olivo…

 

PATRIA ( o «¡Va a estallar el obús!»)

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Un periódico local  da cuenta de que las colas para participar como figurantes en la serie de HBO titulada Patria , basada en la novela homónima de Fernando Aramburu, han sido muy  largas .

Con este rito publicitado y pre-cinematográfico se consuma el efecto boomerang que ya apunté hace algún tiempo, cuando el camino que se inició con el famoso programa “Vaya semanita” , se implementó con aquel engendro que se tituló 8 apellidos vascos, y fue continuado con  cerril insistencia en unos programillas de ETB dedicados a “ir pal sur” y a traer a otros “pal norte” en alegre biribilketa…Y todo para intentar  desdramatizar el drama de la diferencia y sobre todo el drama terrible de la diferencia armada que significaba ETA.

Así que la idiotez  pertinaz y cortoplacista- no se sabe si avalada por algún descerebrado think tank  vasco con nombre en inglés – impidió atisbar el comienzo del movimiento de retorno, iniciado a partir de la exhibición por parte de las cadenas generalistas de una serie de series en las que se glosaba la vida de varios reyes y reinas que coadyudaron a que España sea lo que hoy es ( sea lo que sea) a pesar de sus limitaciones personales y de sus frustraciones políticas , eso sí, en un tono muy dramático , incluso podría decirse que excesivamente dramático : el boomerang ( ese artilugio que vuelve con fuerza al lugar  desde donde ha sido arrojado si no impacta) había tomado velocidad .

Ahora el boomerang, convertido en un misil de crucero  bajo la forma de la serie “Patria” , está a punto de impactar en  nuestros lares y en los ajenos. Por aquí  sumará a la adoración babeante de quienes parecen haberse enterado de todo antes de ayer,  el  grito inequívoco- y  justo- de las víctimas. Por allá se convertirá en el ariete que juntando churras con merinas, exigirá una aceptación incondicional al relato que en su momento se  propuso «la derrota literaria de ETA» (sic)

Y entre tanto,  nada se podrá comprender  en el sentido weberiano de la palabra, es decir, de sus condiciones históricas y contextos, porque  la plusvalía política que se intentó obtener con la risa tonta habrá vuelto como una gravosa hipoteca con muchos gastos…Así que, atentos  ( y atentas, of course) porque  ¡ Va a estallar el obús! – como se cantaba  a principios de los ochenta- …Y una vez más los actores y actrices, y los figurantes, los vamos a poner nosotros…