AMANECE ( que no es poco)

La aurora toca los húmedos tejados con sus dedos rosados. Abro la ventana y una breve racha de viento norte me golpea el rostro. Cierro los ojos. Aspiro y expiro profundamente. A lo lejos suena una campana perdida y abro los ojos. Desde el bar de abajo me llega el olor a cafe recién hecho. Me asomo a la ventana.Un joven con los cascos de música puestos está repartiendo algunas barras de pan y unas bandejas de croissants. Por una esquina aparece una joven embutida en un largo abrigo paseando un perro melancólico. Al final de la calle se enciende una luz. Veo al quiosquero metiendo los atillos de periódicos. Un señor mayor, pitillo en mano, sale del quiosco con un periódico doblado bajo el brazo. Comienzan a pasar los primeros coches, lentamente, como si no quisieran hacer ruido.Sus luces blancas y rojas aparecen y desaparecen rítmicamente combinándose con el rojo , verde y ambar de los semáforos. La torre de Iberdrola se ilumina de pronto opacando el fulgor de las últimas estrellas. Las farolas de la calle se van apagando. Desde atrás me llega el estruendo de un camión de la basura que está vaciando varios contenedores, uno tras otro. Por fin lo veo pasar , grande y pesado, como si fuera un monstruo que estuviera desperezándose. Le sigue, al paso, una escuálida y alargada camioneta de limpieza que va repartiendo sigilosamente agua a diestro y siniestro. Alguien pone la radio en el piso de arriba. De entre la cantinela matutina, se repiten las palabras PCR, positivo, confinamiento y , sobre todo, mascarilla. Cierro la ventana y pienso aquello de «Amanece que no es poco…»

ORZUELOS( físicos y metafísicos)

En La Estafeta Literaria, uno de los reductos de tibia libertad cultural del tardofranquismo que a la muerte del dictador se convirtió en Nueva Estafeta, había una sección titulada «Con el estilo de…» en el que un novel imitaba a un consagrado.

Ayer recibí esta nota de un buen amigo que podría sucribirse, con limitaciones, a un «Con el estilo de…Quim Monzó» y que reproduzco a continuación:

«A finales de este extraño verano me salió un orzuelo en el ojo derecho. Como quiera que mi oculista de cabecera se encontraba de vacaciones en Sitges, acudí a un famoso Centro Oftalmológico Integral.

Hace ahora un par de semanas me llegó la nota correspondiente al pago de esta prestación médica de urgencia que estaba vehiculizada a través de un reconocido Igualatorio Médico. En la nota se añadían dos pruebas diagnósticas que, según yo recordaba, no se habían llevado a cabo y a resultas de las cuales se duplicaba el copago. Aunque la cantidad final no era de gran entidad, me presenté en el mentado centro oftalmológico para recabar información al respecto. La persona que me atendió, tras una prolija consulta en su ordenador, me indicó que efectivamente aquellas pruebas se habían realizado.

Ante mi sorpresa volví a preguntar por las mismas y la susodicha me respondió que se habían llevado a cabo por decisión del oftalmólogo de guardia que me había atendido.

Dado que ya he entrado en la edad provecta y que pertenezco a lo que ahora denominan un «grupo de riesgo», tras un breve pero intenso esfuerzo , recordé que el citado especialista me había sugerido la realización de las susodichas con la frase de «Ya que estamos aquí…» (sic). Como a mí entender todo aquello estaba fuera de lugar pues se trataba de una revisión oftalmológica añadida, mostré mi sorpresa a la administrativa que me atendía, la cual puso cara de póker y no dijo ni . Me despedí dejando claro que me había sentido engañado y que no volvería nunca más al establecimiento. Para mi nueva sorpresa la ya tantas veces mentada no solo no intentó disculparse por el posible equívoco sino que me indicó la puerta con un «muy bien» helador.

Es ya muy común que quienes acudimos a los servicios médicos así como quienes acuden a los correspondientes educativos sean tratados no como pacientes o estudiantes sino como clientes, pero el grado de manifiesto y rápido beneficio económico a costa de lo que sea, raya en muchos casos en la mala educación.

Mi orzuelo,creo, se ha curado y sin duda el tratamiento que recibí fue adecuado , más allá de su esotérica ampliación terapéutica, pero el engaño solapado y pueril me ha evocado que aunque unos tenemos orzuelos físicos otros los tienen…¡metafísicos! «

En fin, que no sé si este texto hubiera pasado el filtro de Luis Rosales o de Juan Emilio Aragonés…

PATRIA ( todo por la )

Mi última columna referida a la serie de HBO Patria – y por elevación del best-seller de Fernando Aramburu – ha generado una esperada polémica. Y como esa era mi intención y, supongo, la de cualquiera que se manifieste públicamente acerca de cualquier tema- en su sentido etimológico de «insistencia»- no puedo eludir mi satisfacción.

Pues más allá de los consabidos insultos, generalmente firmados por nicks apocalípticos cuando no barriobajeros – y que , como es mi costumbre, no he reproducido ni reproduciré – por lo menos ha habido quienes han reflexionado unos minutos tanto sobre la serie como sobre la tesis que en ella se defiende.

Cierto es , no obstante, que sobre la serie como artefacto fílmico ha habido pocas observaciones «técnicas», lo cual hubiera sido muy interesante pues el argumento, los personajes y las localizaciones juegan en clave realista, cuando hoy en día ya es sabido y conocido ( y hasta analizado académicamente) que el realismo, en su pretensión de dar cuenta de lo real, acaba por resultar inconsciente y puerilmente surrealista.

Esta percepción roma de Patria- HBO – más constatable que en la novela- ha privado consecuentemente de la autoconciencia del efecto catártico de la misma que, no se olvide, ya Aristóteles describía como la facultad de redimir al espectador de sus propias bajas pasiones, al verlas proyectadas en los personajes de la obra.

Han sido más, y con más tino, quienes han ido al fondo de la cuestión y en este punto la discusión ha sido más equilibrada, pues apartada metodológicamente la postulación de la «linea invisible» que tirios y troyanos cruzaron en su momento, y suspendiendo en un a modo de epojé el militarismo autorregulado de que hicieron gala, ha quedado simple y llanamente el debate sobre qué pueda ser una patria, qué el patriotismo y cuáles las armas para defenderlo, sin olvidar que, como decía un viejo dirigente político, de «terrorista» y «asesino» se puede pasar a «embajador» según hayan ido las tornas.

Y, por supuesto, que hablando de patrias, cualquiera puede recordar sobre las puertas de qué lugares se podía y se puede leer, y sin duda también legítimamente, «TODO POR LA PATRIA»…



EL PASADO (de una ilusión)

para Zubi

En su célebre libro La memoria colectiva, dice el sociólogo Maurice Halbwachs que «el espacio en razón de su estabilidad, nos da la ilusión de no cambiar en absoluto a través del tiempo y poder durar sin envejecer ni perder ninguna de sus partes».

Por otro lado, ya advirtió Stendhal que no es muy convenientemente volver a los lugares que tuvieron importancia años atrás, porque su significado profundo se puede perder fácilmente.

Ayer, impulsado por la nostalgia, se me ocurrió recorrer algunas plazas y calles que solía frecuentar hace ya más de dos décadas por las tardes y sobre todo por las noches. Lo cierto que apenas si reconocí las tabernas, bares y establecimientos para mí entonces tan habituales : casi todos habían desaparecido y donde antes estaban ubicados aparecían otros, por lo general bajo el amparo alguna multinacional. Este recorrido casi arqueológico fue poco a poco derivando en un itinerario funerario pues iba comprobando que la mayor parte de los recuerdos que me unían a aquellos lugares estaban puenteados por las presencias fantasmales de amigos y amigas que también habían desaparecido por el exceso de alcohol, el SIDA, o , luego, por un infarto o un cáncer inesperado.

Y así ,en la última vuelta de aquel camino, deseé por un momento convertirme en uno de aquellos begardos alumbrados que, poseídos por algo o por alguien, se disolvían en la nada cósmica del olvido de sí mismos.

Pero cuando volví a mi barrio habitual, y a pesar de tener el corazón contrito, sentí una profunda alegría al reconocerme en otras calles, en otras plazas, entre otras gentes, y me dí cuenta de que el paseo había merecido la pena porque había rememorado en mi interior muchas marcas de las cuales soy ahora una consecuencia inevitable, mal que me pesé… y con moderado orgullo…

PATRIA ( ni lo que fue ni lo que pudo ser)

Decía a Aristóteles en su Poética que la diferencia entre El Drama y La Historia residía en que esta última relata lo que fue mientras que el primero, lo que pudo ser.

Pero ya sabemos hoy en día que , salvo disponer de un guardaespaldas metafísico que respalde la Verdad Única, no hay ningún «fue» que no sea un «pudo ser», aun avalado rigurosamente, como defendía el historiador Paul Veyne, por toda clase de testimonios, pues al cabo La Historia no deja de ser un subgénero narrativo.

Viene todo esto a que entre gentes varias y de capital cultural diverso (añadiría el sociólogo Pierre Bourdieu) se está recibiendo la serie de HBO Patria – síntesis fílmica de la novela análoga- como un relato de «lo que fue», y no de «lo que pudo ser», obviando las distinciones y matices anteriores.

Bien es cierto que se está recibiendo escasamente, a la vista del fracaso estadístico de audiencia, y que cualitativamente las reacciones que se han manifestado – sobre todo en las redes sociales- han dado cuenta, sobre todo, del efecto catártico que ha generado.

Y también Aristóteles escribió sobre este último aspecto, puesto que en la obra mencionada confirma el efecto depurador y salvífico de la khátharsis producida por la contemplación del Drama. Pero, el Drama…relata «lo que pudo ser» y no, como se ha dicho, «lo que fue».

Y así, en este clima de confusión y catarsis, algunos y algunas se sienten golpeados por una ficción que igualmente les llevaría a buscar esotéricos secretos ocultos en antiguas catedrales , mientras otros y otras aprovechan para intentar ganar en la ficción dramática una guerra de la que pueden quedar muchas batallas…Sobre todo por no haber alimentado la capacidad de comprender el conflicto que continúa latiendo desde hace muchos años.

Así que, y desgraciadamente, Patria: ni lo que fue ni lo que pudo ser…

JAVIER PAGOLA ( o aquellos tiempos de «Batzarre» )

Javier Pagola (1946-2020)

El periodista y escritor Javier Pagola ha muerto a los 74 años.Para quienes vivimos durante los años finales del franquismo y de la Transición en la Negra Provincia que Miguel Sánchez-Ostiz ha descrito tan acertadamente, Pagola fue la voz luminosa que ,a través de las ondas, ampliaba muchas de las nuevas voces que en aquellos momentos estaban surgiendo.

Pues, en efecto, jugando siempre con la mayor o menor permisividad de cada día desde su programa Batzarre, de la entonces Radio Requeté, vinculaba a gentes diversas apuntando siempre hacia los nuevos tiempos que se avecinaban.

Una vez que la Transición dio paso al régimen del 78, Javier , en su condición de creyente, progresista y euskaltzale, herencias acaso del nuevo carlismo que se abrió camino en los años setenta,continuó con su compromiso social y cultural participando en las actividades de las Comunidades de Cristianos de Base y en numerosas iniciativas como el Foro Gogoa, y desde 2000 hasta su jubilación laboral, dirigiendo la comunicación y gestión de la conocida ONG Medicus Mundi.

Asimismo, publicó varios libros de tono misceláneo como Llegar a viejo (1980) sobre la ancianidad en la Comunidad Foral de Navarra, Quesos de Navarra (1989) o Recorrer y contemplar los paisajes de Navarra – Nafarroako Paisaiak oinez eta begiz.


En el año 2017, el Ayuntamiento de Pamplona le otorgó el II Iruñeko Zapia-Pañuelo de Pamplona, como reconocimiento a la labor de toda su vida.

Javier Pagola, en fin, se ha ido y con él una parte muy importante del espíritu de aquellos años difíciles y , por otro lado, tan ilusionantes, pero siempre se recordará aquella voz que día tras día proclamaba la esperanza de un mundo mejor, una utopía acaso muy necesaria en estos tiempos distópicos que estamos viviendo…

CON EL DEBIDO RESPETO…

«No se meta con los ediles de su querido Bilbao, don Vicente, que le echan»…me ha escrito un corresponsal fiel y amable.

Y yo le he respondido: «Como se diría en términos militares y aceptando la jerarquía que les han otorgado las urnas…Con el debido respeto«

Pues claro que con el debido respeto, pero , ya se sabe , lo cortés no quita lo valiente.

Recuerdo al efecto que en un Acto de Inauguración de Curso Académico en el cual operaba yo como Secretario ad hoc, el encargado de dar la Lección Magistral, un conocido y reconocido gestor cultural, aprovechó la ocasión para hacer una crítica razonada de la política del ramo en presencia de varias autoridades a las que no les gustó mucho el tenor de sus palabras.

Pasado el trago, y en la recepción social subsiguiente , requerido el protagonista de la tarde de alguna explicación por una de las autoridades máximas allí presentes, reivindicó su «condición de funcionario» y su disposición permanente al servicio de la Institución que le pagaba y no a la de los políticos que la gobernaban por turnos, sancionados , eso sí, democráticamente.

El político en cuestión murió hace algún tiempo y desgraciadamente dejó tras de sí un último recuerdo impregnado de triste corrupción. El funcionario dejó de serlo y continúa ofreciendo sus servicios allá donde por su altura profesional es requerido, por lo general lejos de estos lares.

El que suscribe no es ya funcionario de ninguna Institución, de hecho está , según algunas fuentes, «fuera del sistema» ,y tampoco ha sido ni apocalíptico ni integrado ni ambos dos oficios a la vez ( que dijo Umberto Eco) ,pero el ejemplo mentado ha sido siempre para él un modelo de ciudadanía crítica, tal que lo fue el de Sócrates quien no se calló, pero aceptó la cicuta por mor del respeto a la autoridad.

Aun así, ganas de callar no faltan ante la impotencia frente a la estupidez, la incultura, la incompetencia, la ingratitud y los malos modos…Osease, que me lo pensaré…Y tanto más puesto que nadie me paga por esto…

TERRAZAS (entre la utopía y la distopía)

Desde los idus de julio resulta muy difícil, por no decir imposible, sentarse en una de las múltiples y largas terrazas que se han habilitado con gran generosidad municipal en las calles de la Villa donde asiento mis reales ( con perdón).

La situación suele llegar a ser tan crítica que, tras un deambuleo por el barrio y por los barrios adyacentes, y entre el cansancio muscular y el desasosiego mental, encontrar una mesa adquiere una dimensión más trascendental de lo que podría suponerse.

Así que cuando el milagro se produce, cuando el dedo de un dios ( siempre absconditus) por fin ya nos ha señalado, un regocijo inusual recorre nuestro cuerpo, por haber triunfado sobre las limitaciones físicas y también sobre las metafísicas- esos empeños del personal hostelero que pretende que se coma a partir de las doce y se cene a partir de las ocho en dichas sean las terrazas.

Encontrada pues la plaza adjudicada por la divinidad y aun con la perspectiva de que ningún camarero o camarera se acerque hasta la mesa- ¡ Ah, viejas constumbres de nuestros antepasados!- el gozo puede acabar en un pozo si se ha salido en solitario y se ha de combinar la presencia sentado y junto al borde de la barra petitoria desde el mismo punto de vista y en el mismo momento – que diría el listo Parménides- pues la mentada divinidad todavía no nos ha otorgado el don de la ubicuidad hiperespacial.

Visto lo visto, no sería de extrañar que desde el pulpo electrónico surja la consiguiente aplicación terrázica para «gestionar» , como se dice ahora, nuestra cerveza o nuestro txakolí, sentados/as of course.

Y ya puestos ( y puestas, of course too) no estaría de más invitar a nuestros ediles a que tomen la iniciativa al respecto. Al fin y al cabo si por algo se está posicionando nuestro municipio en el mundo mundial es por iniciativas tan singulares como, por ejemplo, reducir la circulación de automóviles a menos de 30 km/h generando más atascos y más polución.

En fin, y para que no me saquen cantares, que me identifico y mucho con aquella frase de Josep Pla en su libro Humor, candor : “Som uns conformistes d´adhesió incompleta” . Y es que no me puedo adherir al régimen de terrazas distópicas habiéndolas conocido utópicas ( en tantos y graves sentidos).

TEORÍA Y PRÁCTICA DE LOS RECURSOS ELECTRÓNICOS ( o de la BAK a IZENPE y otras vueltas)

Como ya comenté anteriormente la semana pasada participé en el IX Encuentro Internacional del CIES, que en esta ocasión intentaba dilucidar algunas transformaciones sociales que se habían generado durante la pandemia del COVID-19.

Mi intervención tomó como punto de referencia el notable incremento en el uso de los recursos electrónicos tanto en el mundo del trabajo, de la educación, del comercio y ,como no, en las relaciones sociales (por ejemplo a través de Facebook, WhatsApp, Instagram o Twitter). Para ello desarrollé brevemente la propuesta de un nuevo modelo de individuación que se ajusta a este modo electrónico de relacionarnos y que se resume en lo que se ha venido en denominar «zoon elektronikón» ( puede verse en https://www.facebook.com/ciesportal/videos/1278137035872298, a partir del minuto 22)

Dado que la investigación a que se refería mi ponencia era y es un work-in-progress, con sus aspectos teóricos pero también empíricos, no deja de resultarme divertido reseñar hoy una anécdota personal que en gran parte contradice mi exposición, pero a la que también le quiero dar la trascendencia oportuna.

Y es tal que, animado y estimulado por la Diputación Foral a la cual contribuyo religiosamente ,como se decía antes, con mis impuestos, para obtener una herramienta electrónica denominada BAK, llevo un mes intentando configurarla y activarla sin que hasta ahora me haya sido posible. De hecho,cada vez que he logrado contactar con el servicio ad hoc se me ha redirigido hacía otro denominado IZENPE que ha resultado asimismo inaccesible incluso a través del correo electrónico al que también y de nuevo se me redirigía. Y todo ello , por supuesto , tras escuchar la cantinela de que mi «llamada podía ser grabada por motivos de seguridad y calidad», para después sumirme en la subsiguiente y desasosegante de que «todos los operadores están ocupados».

Por lo que puedo concluir provisional y puntualmente que a algunas instituciones que parecen mostrarse al día en la vehiculización de muchas de las gestiones por medio de recursos electrónicos, todavía les falta un gran trecho que cumplimentar probablemente por carecer de la tecnología adecuada o de los recursos humanos necesarios…O de algo que no me atrevo sino a dejar en la imaginación de los lectores y lectoras…Quien quiera entender que entienda…

XX JORNADAS EUROPEAS DE PATRIMONIO

He de confesar que espero siempre con gran expectación la celebración anual de las Jornadas Europeas de Patrimonio, por lo que tienen tanto de novedoso en su temática como de innovador en sus propuestas.

Suelen ser unas Jornadas excelentes que permiten acercarse a lugares tan próximos como desconocidos, comprender mejor las dicotomías de género, o, como es mayormente mi caso, observar calles, plazas y edificios con una nueva mirada.

En este sentido hay que destacar las Jornadas Europeas de Patrimonio de la Diputación de Bizkaia de este año que cumplen ya su vigésima edición y van a desarrollar a lo largo de todo el mes de octubre una amplia gama de actividades en torno al tema «Patrimonio y Educación».

Unas Jornadas que, como ya es habitual, buscan el rigor en los contenidos pero también la accesibilidad a todos los públicos a través de una gran variedad de formatos que invitan a la participación.

Unas Jornadas, en fin, que más allá y más acá de cierto carácter recreativo, no renuncian a ser «una actividad educativa que pretende revelar significados e interrelaciones a través del uso de objetos originales, por un contacto directo con el recurso o por medios ilustrativos, no limitándose a dar una mera información de los hechos», como señaló Freeman Tilden ,uno de los primeros impulsores de la difusión y la interpretación del patrimonio.

Una ocasión, fiel transcripción del kairós griego, para reconocernos críticamente , para objetivarnos entre los testimonios hasta ahora mudos que ,desde hace mucho tiempo, nos han rodeado y nos rodean…