CRÓNICAS PANDÉMICAS. 21.Mujeres perdedoras.

Las previsiones de vuelta a las aulas apuntan a que de los tres escenarios programados ( presencial / presencial – on line / on line) es muy posible que a medio plazo acabe por imponerse el último.

Este escenario, más allá de discriminar al alumnado en función de su acceso a los recursos electrónicos ( que ya forman parte de lo que el sociólogo Pierre Bourdieu denominó «capital cultural») pone en la picota una de las funciones sociales de la escuela , que no es sino la estabulación , o sea la guarda y vigilancia de niños y adolescentes para permitir fundamentalmente el trabajo de padres y madres ( La escuela a examen, Fernández Enguita, M. )

Si esta función no es cumplimentada institucionalmente, lo más probable es que recaiga de nuevo en el núcleo familiar ( ampliado hasta los abuelos y abuelas) y, por defecto, en el ámbito femenino, al que se supone tradicionalmente más preparado para ello.

Por otro lado, si la salida a la crisis económica que se ha generado al calor de la crisis sanitaria, se vincula a reestructuraciones de plantilla, es previsible que quienes hasta hace poco no eran contratadas si había perpectivas de maternidad o incluso despedidas si la potencia se convertía en acto, serán las primeras en salir del ámbito laboral. Y asimismo, si, como se apuntaba recientemente, la alternativa es una bajada generalizada de salarios para que salgan las cuentas de la productividad, es previsible que quienes ya obtenían los salarios más bajos,lleguen a cobrar tan poco que abandonen voluntariamente los puestos de trabajo, para potenciar los de sus compañeros varones.

Y si ambas circunstancias se suman, es decir , la necesidad de cubrir la función de guardería y vigilancia en los domicilios familiares y la salida de este importante sector de la población del ámbito productivo , un colectivo, el de las mujeres – a pesar de que algunas de ellas por su estatus profesional puedan permitirse pagar las labores de cuidado y vigilancia para que las realicen… otras mujeres – puede convertise en uno de los grandes perdedores de esta pandemia al retroceder a posiciones sociales ya supuestamente periclitadas.

CRÓNICAS PANDÉMICAS. 20.El barrio como utopía.

El confinamiento tuvo como efecto colateral insospechado el renacimiento de la vida de barrio.

Al principio hubo un reconocimiento sumario de rostros de ventana a ventana, sobre todo durante la cita diaria de las ocho de la tarde para aplaudir el esfuerzo de sanitarios y sanitarias.

También durante las breves salidas cotidianas para hacer las compras de primera necesidad, comenzaron los saludos de muchos reconocidos que pasaron a ser conocidos debido a los inevitables encuentros en unos itinerarios muy reducidos.

La desescalada llenó de pronto los bares y las terrazas invadieron el espacio público sin duda para permitir la reactivación económica de este sector tan golpeado por la crisis económica que se ha sumado a la sanitaria, y , a pesar de muchos peros, las gentes del barrio se fueron reencontrando y los saludos se convirtieron en algún caso en breves charlas. En algunas de ellas nos enteramos de las pequeñas solidaridades que habían ido surgiendo a lo largo de los días de encierro; cuidado de niños ajenos, repartos de comida, compras para quienes no podían salir de casa…

De todo lo dicho se podría sacar la conclusión de que durante algunos días, y con altibajos, se fue creando un sentimiento colectivo un tanto novedoso que no respondía a fines u objetivos de altos vuelos, sino a la mera supervivencia de un grupo en un tiempo y un espacio muy concretos.

Algo, en fin, que evocaba a la «comunidad» primigenia de la cual hablaba Ferdinand Tönnies en su célebre obra Comunidad y Asociación , una evocación hacia la utopía en medio de la distopía que estábamos viviendo ( y que continuamos viviendo)…Y que sería muy positivo que no se perdiera…

CRÓNICAS PANDÉMICAS. 19.La Cina é vicina.

De China vino el COVID-19, de China también la mayor parte de las mascarillas y respiradores y de China llegará probablemente la tan ansiada vacuna.

Pues China, desde la crisis de 2008 se ha convertido en la potencia mundial hegemónica, tanto en lo relativo a su crecimiento económico, como a su poderío militar, desbancando a USA y marginando a la UE, como señalaba recientemente Lourdes Casanova , de la Universidad de Cornell .

Se habrá llegado así a la confirmación de que el Socialismo realmente existente, más que un desenlace hegeliano del Capitalismo desarrollado, ha sido un gran acelerador del tránsito del Antiguo Régimen al Neo- Capitalismo ,sobre todo cuando ha contado , como en este caso, con la ayuda de un Estado muy burocratizado y de una base ideológica popular disciplinaria tal que el Confucianismo.

Esta cuestión debería ser una más que tener en cuenta en el futuro post-pandémico, y a fuer de sus implicaciones económicas y sociales, que ya las hay y que las habrá, sería conveniente, por ejemplo, incluir en los programas educativos nociones de cultura china y de mandarín para adecuarse a las nuevas circunstancias.

«Cuando China despierte, el mundo se echará a temblar», dijo Napoleón, y así lo recordó Alain Peyrefitte en 1973 en un famoso libro del mismo título.Ahora el Imperio del Centro está emergiendo y como en aquella pelicula de Marco Bellocchio( 1968) La Cina é vicina

CRÓNICAS PANDÉMICAS.18. La zanahoria y el palo.

Decía Blaise Pascal que «toda la desdicha de los hombres se debe a una sola cosa, la de no saber permanecer en reposo en una habitación».

Puede ser, pero lo cierto es que en el puré cultural que ha alimentado Occidente y sus colonias, la figura del éxodo judío, la de un pueblo en perpetuo camino hacia no se sabe donde, ha podido más que la imagen del ágora griega, la de una ciudanía reunida tranquilamente para hablar de sus cosas.

Y si el confinamiento ha detenido la movilidad física de cuajo- que no la electrónica- la desescalada, en un movimiento pendular, la ha acelerado y , a pesar de las limitaciones, muchos y muchas han viajado a los pueblos vaciados o semivaciados ante la imposibilidad de arribar a territorios exóticos. Y otros tantos y tantas se han dejado llevar compulsivamente a mover el cuerpo o a hacerlo moverse con diversas prótesis , con el resultado de lesiones varias en tobillos, rodillas y caderas, escasamente preparados para tanto trabajo,según comentan algunos traumatólogos,

Indudablemente esta movilidad física lo ha sido también social, pues somos seres sociales, a no ser que nos creamos dioses o vivamos como bestias- como bien apuntó Aristóteles- pero la incontenible movilidad ha dado ocasión a que el virus del COVID-19 escale con mayor velocidad por las vías y puentes que le hemos facilitado.

Así que ahora se nos pide prudencia como se le enseña al burro la zanahoria para que vaya por el buen camino, pero se nos avisa del palo por si nos desacarriamos.

Probablemente si en el puré arriba mencionado hubiera habido más ágora y menos éxodo, más ciudadanía y menos pueblo, más movilidad mental y menos física, lo tendríamos más fácil.

Y sin que fuera necesario coincidir con Pascal, habríamos descubierto hace tiempo que hay otros mundos pero que están en este, y no necesariamente en Vietnam, ni haciendo barranquismo, ni en una playa del Caribe…sino en la habitación en la que nos encontramos …o en la de al lado.

CRÓNICAS PANDÉMICAS. 17 bis.¡ Cuidar la parroquia!

Con el comienzo de la desescalada se fueron ocupando grandes espacios de calles y avenidas para extender las terrazas de bares y tabernas.

Más allá del problema que estas nuevas instalaciones han ocasionado al disminuir notablemente las plazas de aparcamiento, ha habido un consenso soterrado y afirmativo, asumiendo que se trataba de dar mayores oportunidades a la hostelería, seriamente dañada durante el confinamiento.

Sin embargo, poco a poco las nuevas terrazas han sido sometidas a singulares normas, como su disfrute durante un periodo ( a veces muy) limitado de tiempo y la suspensión de toda actividad de refresco entre las doce de mediodia y las cuatro y a partir de las ocho de la tarde.

Esta última condición ha desvelado el sumo interés de algunos hosteleros ,reconvertidos en restauradores, en atender primordialmente al turista extranjero, que suele comenzar a comer y a cenar a esa hora.

Y como por un lado la ola turística ha decrecido, a pesar del verano, por la pandemia del COVID-19, y por otro, los autóctonos no se han movido tanto como en otras ocasiones , se está dando la singular paradoja de terrazas vacías preparadas para el plato, y gentes deambulantes que no acaban de encontrar un sitio para tomar sentados un café o unas cañas.

Se corre así el riesgo de que la crisis de la hostelería no remonte, pues no pudiendo obtener grandes ingresos de los ajenos, puede ir perdiendo los de los propios por el mero hartazgo de la falta de atención.

Visto lo visto, parece que ,una vez más, se va a continuar practicando la carpetovetónica costumbre de hacer la cuenta de la vieja , del «pan para hoy y hambre para mañana»? Esa tan propia y de tan escasa perspectiva, de un lugar que, como afirmó Manuel Vázquez Montalbán ( Milenio Carvalho, 2004) no asumió en su momento la revolución industrial ni las revoluciones que la acompañaban…¿ No sería mucho mejor atender a la propia parroquia antes de que se pierda?

CRÓNICAS PANDÉMICAS.17. ¡Control!

El magnate y presidente de Open Society Foundations, George Soros comentaba en una reciente entrevista que los instrumentos de supervisión producidos mediante la inteligencia artificial son muy útiles para controlar el COVID-19, pero también que se vuelven a su vez muy aceptables como instrumentos de control en general.

Así, la aplicación Radar Covid ,impulsada por el gobierno español, cuenta ya con medio millón de descargas voluntarias .Esta aplicación detecta a sus usuarios si están al menos 15 minutos a una distancia inferior a 2 metros , intercambia ficheros a través de bluetooth y los almacena. Si a un usuario se le diagnostica como positivo en COVID-19 , el médico le suministra un código alfanumérico aleatorio y cuando otros usuarios de la app tengan contacto con él, recibirán una alerta al respecto.Se dice que si Radar Covid se la descargara el 20% de la población, la pandemia podría reducirse en un 30 %, y a partir de ahí su contribución sería lineal.

Es indudable que las cuentas estadísticas salen perfectamente, pero aun así la implantación de esta u otras apps de similares características plantea un problema global. Y ese problema es la gestión de los datos que proporcionan y no ya solo por parte de las instituciones que deberían garantizar que se utilizan exclusivamente para los fines previstos, sino también de la seguridad que los salvaguardaría de posibles hackers y explotadores de la información.

De que se trata de una difícil cuestión no hay ninguna duda pero de que se puede aplicar aquí aquel viejo dicho que afirmaba «… aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid», tampoco. Y en este sentido los temores de Miguel Bosé de que los sistemas de control llegarían en unos micro-chips que se infiltarían en toda la población a través de las vacunas para el COVID-19 quedarían ya en la trastienda de las ocurrencias célebres, sobre todo ante la aceptación un tanto inocente a fuerte inconsciente de que es la misma población la que está dando datos una y otra vez a través de las redes sociales.

Mucho tendría que tener en cuenta hoy Michel Foucault si tuviera que reescribir aquel su famoso libro Vigilar y castigar ,pues el panóptico de cemento diseñado por el Poder para vigilarnos habría dado paso a un panóptico desdoblado y electrónico construido por nosotros mismos (y nosotras) tan alegremente y tan con buenas intenciones…

CRÓNICAS PANDÉMICAS.16.Una oportunidad para otra Historia.

( para Alberto Santana y su innovadora Una Historia de Vasconia)

En un lugar de la costa vasca en el que se asienta un precioso pueblo pesquero ,se reconstruyó hace ya muchos años un ballenero tradicional. El navío ha permanecido atracado en el puerto como atracción turística si bien su mantenimiento ha ido resultando cada vez más cuantioso.

Recientemente el ayuntamiento de dicho pueblo, en cuyo escudo figura precisamente una ballena, ha decidido no invertir más en el barco ya que se encontraba en una situación de franco deterioro. Se ha argumentado al respecto que la anterior reconstrucción se había realizado con madera de muy baja calidad y que los diferentes tratamientos a que había sido posteriormente sometida la habían perjudicado notablemente ; y que ,por otro lado, vistas las necesidades sociales del pueblo, no había suficientes fondos para destinarlos a este fin.

Sin duda es loable y mucho la decisión de este ayuntamiento, pero lo ocurrido es una buena metáfora de asuntos varios.

Así, lo es de cierta manera de reconstruir lo histórico utilizando para hacer coherente la Historia materiales de escasa calidad; y también de hacerlo con la pretensión de una proyección más turística que otra cosa; y también de que cumplida su función o caduca por obsoleta , se deshace lo construido, desapareciendo como si nunca hubiera existido.

Otro sí es una metáfora – y acaso algo más – de la variabilidad de los intereses creados , y de como estos pueden someter en su ímpetu algorítmico la reposada y lenta investigación sobre el pasado que es lo que al cabo permite la existencia de la Historia como ciencia humana, un estudio siempre en revisión.

Y ,por fin, en estos tiempos en los que la pandemia del COVID-19 ha devuelto la mirada hacia lo más cercano, lo ocurrido apunta a que no se puede evitar una reflexión a fondo sobre la forma y manera de reflejar el pasado para propios y ajenos, lejos de apriorismos identitarios, pero afirmando y resaltando aquello que fue precisamente diferente, pues, sin connotaciones ideológicas, lo diferente es la raíz de lo histórico que no es sino una continuación de discontinuidades.

Y ahora que vivimos y sobrevivimos en una gran discontinuidad que nos ha colocado en la frontera de la distopía, esa última reflexión puede terminar por ser un tema más para encarar en el futuro, un tema en su sentido originario, es decir, como insistencia, tan obsesiva como deliberada…

CRÓNICAS PANDÉMICAS. 15.Agosto: la sanidad y la educación.

Alguien dijo o escribió una vez que agosto era como un largo domingo de sol y de calor. En estos lares, según salga vencedor el viento del noroeste o el viento sur, solemos tener calles vacías y playas llenas o playas vacías y calles llenas.

Sin embargo ,este mes de agosto de 2020 ,el COVID-19 lo ha llenado todo a cuenta de quienes han tenido que renunciar a los viajes exóticos y a quienes por fin se han visto libres de la presión del confinamiento.

Y así ,agosto ,por lo general un tanto anodino, ha tomado en esta ocasión un singular protagonismo al no cesar sino más bien incrementarse la actividad económica, social y hasta política respecto de los meses anteriores, pero también a causa de los rebrotes de la pandemia que han surgido aquí y allá ,sin que se sepan muy bien sus causas.

De manera que la rentrée ,que antes de la discontinuidad histórica en que vivimos, era el punto de referencia para el reinicio de la vida colectiva, ha trastocado nuestras marcas temporales , disolviéndonos , como dijo el sociólogo Georges Gurvitch ,en un tiempo «adelantado sobre sí mismo».

Pues bien,en esta rentrée adelantada hay dos colectivos a los que se les está exigiendo a priori una particular iniciativa : por un lado está el profesorado de todos los niveles educativos al que se le está indicando que se prepare para impartir la docencia según escenarios tan diferentes como la presencialidad esterilizada o el remoto puro on line; por otro lado se sitúa el personal sanitario, a quien se le anuncian unos meses de trabajo a destajo no muy diferentes a los que se vivieron durante el segundo trimestre del año.

Curiosamente estos dos colectivos están coincidiendo en las mismas reivindicaciones: hacen falta más profesionales y muchos más medios.

De manera que teniendo en cuenta que estos dos colectivos van a ser los protagonistas de los próximos meses (y no sabe si con la participación meritoria de los militares y la policía ), sería bueno que los gobernantes asumieran el papel de las antiguas gobernantas y evaluarán adecuadamente las necesidades – escuchando directamente a quienes las tienen delante : esto es muy importante- ,y proporcionaran con decisión los medios oportunos…Dejando, de paso, de echarse la culpa de la situación unos a otros ( y menos a la despistada ciudadania )para obtener un rédito político que a estas alturas ya parece un tanto delirante.

¡Agosto, la sanidad y la educación!

CRÓNICAS PANDÉMICAS. 14.Anamnesis.

(Para A.)

«La historia se escribe a partir de la amnesia», afirma el doctor Erik Davidsen, protagonista de la inteligente Elegía para un americano, de Siri Hustvedt.

Probablemente, se debería haber escrito «Historia», con mayúscula, para resaltar que se trata de un relato y no del devenir de la «historia» como acontecimiento, y para evitar dar lugar a confusiones del tipo «la historia me absolverá», siempre ( y ahora más) tan en boga y que valen tanto para un barrido como para un fregado.

Pero Davidsen hace bien en contraponer el relato a la amnesia, es decir , a la falta de memoria ( a-mnesia), sea la memoria individual o colectiva, como distinguió muy bien el sociólogo Maurice Halbwachs en su momento.

Viene todo lo anterior a que, al cabo, la Historia es una reconstrucción de la historia y que,por mucho que se pretenda objetiva ,siempre será vicaria de un punto de vista o una ideología, sobre todo si la investigación en que se basa se resuelve en una metodología arbitraria y en unas fuentes parciales.

Y , a su vez, viene todo lo anterior, en órbitas sucesivas, a que la pandemia del COVID-19 que ahora nos ocupa está haciendo historia y que algún día será relatada como Historia.

Decía Cicerón aquello de «Historia, magistra vitae», y aunque a las alturas de nuestro siglo, su vigencia no está nada clara, sí lo esta en su sentido original, esto es ,concibiendo la Historia como indagación ( istoríe).

Y como toda indagación , en este caso sobre la memoria , un trabajo paralelo a la resolucion de la crisis sanitaria y a sus consecuencias económicas y sociales , debería ser la recopilación exhaustiva de todo género de testimonios antes de que se pierdan para siempre.

Sólo así la a-mnesia social que sin duda surgirá para olvidar cuanto antes este trágico periodo histórico podrá recuperarse como Historia, como recordatorio (an-a-mnesis.)..Y se verá si sirve para algo…

CRÓNICAS PANDÉMICAS. 13. Una falsa «Nueva Normalidad»

«¡Más falso que un amadeo
(M.S-O)

Por fin, algunos responsables políticos han reconocido públicamente que no hay condiciones para lo que denominaron Nueva Normalidad.

Lo han hecho después de estar dando la murga durante casi dos meses en los que, además, han confundido, interesadamente o no, la normalidad social con sus usos y costumbres , con los ritos de la realidad institucional, constituída esta en el eje fundamental de su argumentación: pues , en efecto, nada articula más la normalidad política en una democracia que unas elecciones a fuer de realizadas contra viento y marea, y probablemente con buenas intenciones.

Pero, así como el hábito no hace al monje,la normalidad institucional no implica la análoga social, y tanto más cuando se materializa en el periodo más anormal del año cual es el verano, con sus fiestas patronales, sus viajes y sus vacaciones.

La falta de constatacion de esta empiría social , sumada a las exigencias económicas de la Vieja Normalidad ,y multiplicada por la presión colectiva acumulada durante el confinamiento, ha convertido la desescalada en una ocasión para el desmadre , un desmadre legitimado por una educación mayormente dirigida por tecnócratas para quienes valores como la «responsabilidad individual» resultan obsoletos.

Y así parece que nuestros gobernantes han apostado sin mucha estrategia por la táctica del «ensayo y error», exigiendo de la ciudadanía lo que nunca se le había inculcado, y culpándola después de no merecerse una Nueva Normalidad.

Consecuentemente, ante esta muestra de indisciplina social es más que probable que vuelva a sonar el cornetín y que, como ya se ha adelantado, se decrete un toque de queda . Quizá ya no hay otra alternativa para que la situación no se deteriore más. Pero sería muy conveniente no olvidar lo ocurrido y tenerlo en cuenta cuando se alcance algún tipo de Normalidad.

Una Normalidad que no sea como esta Nueva Normalidad que , como suele decir el escritor navarro Miguel Sánchez- Ostiz, ha sido más falsa que un amadeo