COVID-19 ( y las dudas colaterales)

Si yo hubiera querido hacer una buena limpia entre las gentes más pobres que sobreviven hacinadas y dependen de los servicios sociales…

Si yo hubiera intentado reducir el número de pensionistas y ancianos improductivos por la vía rápida…

Si yo hubiera querido establecer unas nuevas bases económicas de productividad para los trabajadores activos por medio de un ajuste general de salarios a la baja…

Si yo hubiera decidido que la cultura, en todas sus manifestaciones, fuera considerada un asunto peregrino e insustancial del que se podría prescindir sin mayores problemas…

Si yo hubiera ansiado que La Ciencia sustituyera a la Ciencia Política en la toma de decisiones…

Si yo hubiera querido potenciar la presencia cotidiana de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad en las calles y plazas…

Si yo hubiera querido disciplinar al conjunto de los grupos sociales de una manera fácil y evidente por transparente…

Si yo hubiera deseado que se instaurará sin discusión alguna un régimen de trabajo y educación online

Si yo, en fin ,hubiera pretendido que de manera definitiva se instaurará un régimen de vigilancia electrónica global…

Si yo hubiera querido todo esto no hay la menor duda de que me hubiera parecido bien que en algún laboratorio , por supuesto militar, se fabricará un virus como el COVID-19…

Pero yo no he querido nada de todo esto, aunque sí han llegado noticias de que el COVID-19 no es precisamente «un virus zoonótico natural»…

Y sin suscribir ninguna teoría conspiranoica, y aceptando obedientemente las recomendaciones sanitarias, pero no pudiendo mirar para otra parte sino más bien intentando dar cuenta de lo que hay, me quedan las dudas , unas dudas sin duda colaterales ,pero tan metódicas como las del amigo Descartes…

LA MEMORIA TRAUMÁTICA ( una tesis de Sabin Egilior

«La Memoria Colectiva comienza allá donde termina la Historia». He recordado esta frase del sociólogo francés Maurice Halbwachs, al citársele en el marco teórico de la tesis doctoral presentada ayer por Sabin Egilior Mancisidor en la Universidad del País Vasco.

La tesis, titulada «El relato de una tragedia ausente», brillantemente defendida y que recibió la máxima calificación, es una hábil presentación de la operatividad del testimonio audiovisual para la representación de la memoria en las investigaciones de los desaparecidos durante la represión en la guerra civil de 1936-39.

El texto, de singular interés y que debería ser publicado, recoge una amplia base empírica articulada en un extenso dispositivo audiovisual para el que su autor ha contado con la experiencia previa de hasta cinco producciones fílmicas propias ( como Tras un largo silencio -2007- o El largo viaje– 2009), y el asesoramiento permanente de expertos en la materia, como el antropólogo forente Francisco Etxebarria, recientemente nombrado asesor del gobierno español para la aplicación de la nueva Ley de Memoria Democrática.

Asimismo, la tesis ofrece una primera parte de carácter teórico que supone una buena recopilación crítica acerca de la construcción de la Memoria que sería también susceptible de una publicación separada ya que incide de manera ordenada en el gran debate que desde hace cien años perdura acerca de los relatos , a veces coincidentes y a veces contradictorios, entre lo que se ha denominado Memoria Colectiva y lo que tradicionalmente se ha concebido como Historia, así como sobre extrapolaciones más recientes como «Memoria histórica» o «Memoria traumática».

Una gran aportación, en fin, que renombra a su autor como nuevo doctor con todas las de la ley y renueva a la universidad como foco de interés.

SE(P)TIEMBRE

Dice mi quiosquero- todavía suelo leer prensa en papel – que septiembre y enero son los dos meses más flojos en ventas, pero que el primero siempre le gana al segundo por la mano.

Arguye que en enero queda la resaca navideña, pero que no es comparable a los efectos del dispendio veraniego , que suele ser el más importante del año.

Para el micro- sociólogo que habita palpitante en mi arqueocerebro, los datos y valoraciones anteriores son limitados pero suficientes , pues la posición del informante es la de una sólida observación participante – esto lo debo corregir pues hay mucha rima en consonante.

Habría así un a modo de «cuesta de septiembre» oculta y, por lo visto ( y oído), en este año I de la Pandemia COVID-19, el gasto estival ha sido mucho mayor del esperado, pues quien ha podido se ha dejado en las terrazas omnipresentes lo que pensaba gastarse en los chiringitos lejanos, lo cual que, al parecer, no ha conjurado la crisis global de la hostelería.

Y a esto hay que añadir que la rentrée escolar, a fuer de complicada y enigmática, está saliendo mucho más cara a cuenta del surtido de geles y mascarillas, por no hablar de los ordenadores y tablets ( que van a ahondar , por defecto ,la denominada «brecha digital» que, en realidad, diría Pierre Bourdieu,es una «brecha social».

Es de esperar que todo esto sea tenido en cuenta por nuestros próceres ( y próceras )para que se pongan de acuerdo en las cuentas más pronto que tarde , y de esta forma y manera se pueda remontar organizadamente esta particular cuesta, ya puerto de primera categoría, de septiembre ( así, con p, que yo soy de los antiguos…

CRÓNICAS PANDÉMICAS.29.PIB.

( para Josebi, mi historiador económico de referencia)

Previendo las duras condiciones de la rentrée laboral y para abonar el esfuerzo colectivo que se espera , se vienen repitiendo cifras que pretenden ilustrar las dimensiones del desastre económico que ha acompañado a estos meses de pandemia.

Así, se ha mentado una y otra vez que la bajada del PIB ( Producto Interno Bruto) español ha sido del 18,5% y que el paro se ha incrementado en un 17%.

Pero se obvia que , como apuntó el presidente de la CEOE Antonio Garamendi, el PIB industrial no llega al 14% ( 16%, si se incluyen las eléctricas), lo cual supone una gravísima debilidad estructural. Y tanto más si , por otro lado, se tiene en cuenta que todavía una parte relevante del empleo es temporal y de muy deficientes condiciones.

Ni que decir tiene que la distribucion de los guarismos anteriores es muy diferente en el conjunto de la piel de toro – en Euskadi el PIB industrial es del 24,2 %-, pero la triste conclusión es que los servicios y sobre todo el turismo continúan siendo la aportación fundamental al PIB – un 70%.

Y depender del turismo convencional de sol y playa no solo manifiesta la persistencia del diseño productivo franquista – ya en su día bien analizado por Manuel Vázquez Montalbán en su La penetracion americana en España – sino una incapacidad básica para satisfacer las necesidades propias.

Ante esto, se proclama la alternativa última de la digitalización, una vez más vicaria de tecnologías ajenas, sin replantearse la deslocalización oportunista de muchas empresas, ni reflexionar sobre la importancia de la investigación – y no solo de la aplicable inmediatamente a la máquina-herramienta – ni reconsiderar, por ejemplo, la apología cashera de la Formación Profesional que no genera sino meros operadores de tecnologías «made in…».

Otro sí, ofrecer una copia descafeinada del modelo turístico carpetovetónico disfrazándolo de «gastronómico» o «cultural» donde no hay tanto sol y la playa presenta mucho farallón, es incurrir a la vez en el pecado y en la penitencia, sobre todo cuando se hace a expensas de multinacionales ajenas y lejanas.

«Hay que hacer un histórico esfuerzo mancomunado para recuperar el PIB», se dice. Bien, pero, ¿qué PIB?

CRÓNICAS PANDÉMICAS.28.Miguel Bosé.

«No aguardar a ser Sol que se pone» dice Baltasar Gracián en el aquí tantas veces comentado ( y recomendado) Oráculo manual y arte de prudencia.

He recordado estas palabras al enterarme de que Miguel Bosé ha desaparecido como por ensalmo – según se decía antes- de las redes sociales tras sus últimas apariciones tan siniestras como escatológicas.

Este Bosé había sido chico de buena familia y mejor apariencia, y desde su infancia había dado muestras de vocación por la farándula variopinta. Figuró como cantante y como actor durante muchos años, aupado sin duda , como tantos otros y otras, por sus apellidos y también, sin duda , por su saber hacer , por aquello de que «de casta le viene al galgo».

Triunfó editando veinte álbumes de música y vendiendo más de treinta millones de copias en todo el mundo,y se consagró como uno de los personajes permanentes de las revistas del corazón por motivos propios y ajenos.

A partir de 2018, Bosé llamó la atención por su demacrado estado de salud dando lugar a rumores diversos relacionados con su vida privada. Muerta su madre, Lucía Bosé, en marzo de 2020, a consecuencia del coronavirus, desde junio comenzó a manifestar opiniones negacionistas sobre la pandemia a través de las redes sociales, defendiendo una teoría conspiratoria que relacionando a Bill Gates con la vacuna para el COVID-19 y el desarrollo de la tecnología 5G, denunciaba un pretendido «plan macabro y supremacista» para conseguir el control de la población mundial.

Sus opiniones potenciaron notablemente el controvertido y ambivalente movimiento negacionista y lo que hubiera sido considerado el punto de vista de un perturbado fue tomado como referencia indiscutible para algunos, debido a su condición de figura pública.

La relevancia de su presencia en las redes sociales – como ahora su ausencia – puede dar mucho que pensar sobre lo que estas transmiten a pesar , o no, de sí mismas, pero no deja de suponer un patético final,el patético final de quien ha pretendido ser un Sol cuando ya en vez de iluminar, oscurecía.Una buena lección para muchos ( y muchas, of course).Pues …»Máxima es de cuerdos ,dexar las cosas antes de que los dexen»…

CRÓNICAS PANDÉMICAS.27.¿Y la universidad?

A las puertas del curso 2020-21, mientras la Ministra de Educación, Isabel Celaá, aparece una y otra vez en los medios de comunicación escoltada por el Ministro de Sanidad , Salvador Illa, el responsable del ramo universitario, también con rango de ministro, Manuel Castells, ni está ni se le espera.

Parece como si la universidad no formara parte del sistema educativo y no estuviera implicada en las adaptaciones de todo género que se están adoptando para combatir la pandemia del COVID-19.

Pero , ciertamente no es así: la universidad forma parte del sistema educativo y probablemente en su mayor expresión pues articula la docencia con la investigación y la enseñanza con los puestos laborales más cualificados.

Esta ausencia insólita de Manuel Castells puede deberse más bien a otra razón que no es sino que la universidad no cumple la función social de estabulación del alumnado, es decir que no sirve de guardería (también matutina), comedor y entretenimiento supuestamente formativo ( las variopintas extra-escolares,)pues, por lo general, los universitarios y universitarias son lo suficientemente autónomos como para no interrumpir la dinámica laboral de padres y madres.

Si a esto se añade que el Ministro en cuestión ha sido y es un firme partidario de la educación on line, su ausencia no manifiesta sino la presencia de la alternativa que defiende y que en este caso evitaría todas las complicaciones organizativas, académicas y sanitarias que supone la pandemia realmente existente, pues en esta tesitura habría que preocuparse , como mucho, de los virus…informáticos.

Aun así, lo sorprendente está siendo el sordo seguidismo de muchas autoridades políticas y educativas que dan por bueno un a modo de laisser faire, en el que, salvo excepciones, la autonomía universitaria se vuelve arbitrariedad, la discusión sobre los modelos pedagógicos, obsoleta, e, incluso, los requerimientos para dotarse de más presupuesto, medios y personal, «incomprensibles en medio de esta crisis»( sic)…

Pero como se ha comentado, el Ministro de Universidades ni está ni se le espera…¿Hay alguien más por ahí?


CRÓNICAS PANDÉMICAS. 26. Tele-trabajo.

Uno de los efectos colaterales de la pandemia del COVID-19 ha sido la extensión imprevista del tele-trabajo.

Anticipado desde los parámetros futuribles , es muy probable que el tele-trabajo se vaya a implantar fundamentalmente en el sector terciario, de gran importancia en nuestra sociedad incluso por su vinculación digital con los sectores agropecuarios e industriales.

Pero , asimismo, el tele- trabajo va a servir de punta de lanza en la instauración de una relación laboral que ya no se va a sustentar en la articulación espacio- temporal disciplinaria ( tan acertadamente caracterizada en su momento por Michel Foucault), sino en un criterio algorítmico de productividad. Todo ello en consonancia con la nueva figura de individuación psico- social – el zoon elektronikón– que ha generado la revolución de las TIC`s y las redes sociales.

Por todo ello, será inevitable una profunda discusión sobre esta nueva variedad de relación laboral, pues, más allá del criterio de productividad consensuado, será complicado definir las circunstancias productivas, el desglose y cobertura de los gastos que se aduzcan -¿ quién debe pagar el hardware, software o la conectividad? – así como las coberturas socio-sanitarias.

La prueba de la necesidad de abordar estas cuestiones reside en el debate social que ya se ha comenzado y que probablemente deberá tener su reflejo en los correspondientes convenios colectivos habituales.

CRÓNICAS PANDÉMICAS. 25.Conciliacion familiar.

Si, como parece previsible, la vuelta a la actividad docente puede suponer a medio plazo el regreso a casa algorítmico del alumnado, un problema anunciado va a ser el de la conciliacion familiar.

Pues, como ya se expuso anteriormente, la estancia, cuidado y alimentación de niños y adolescentes ya no será mayormente gestionada por el Sistema Educativo en aplicación de una de sus funciones sociales, y por lo tanto se retrotraerá al ámbito familiar.

Y si bien es muy posible que esta vuelta al hogar signifique por defecto que las mujeres ( madres, tías, abuelas, interinas) retomen su tradicional rol de cuidadoras y hasta que algunas renuncien al trabajo asalariado externo, no sería este trasvase una operación muy adecuada a la posmodernidad en la que estamos viviendo, caracterizada particularmente por la mayor presencia social de las mujeres fuera del hogar .

Y así, si a partir de un momento no muy lejano, el Estado fue admitiendo que el Sistema Educativo asumiera funciones ajenas , como el servicio de guardería matutino, el comedor y las actividades extraescolares para facilitar el trabajo productivo de padres y madres, debería ser ahora el mismo Estado , en sus diferentes niveles administrativo- politicos, quien retomara la iniciativa, facilitando por medio de ayudas específicas y exenciones definidas la conciliacion familiar.

Y hacerlo sin distinción de género, o incluso incorporando una discriminación positiva hacia las mujeres, en función de lo señalado…Si no se procede así, la pandemia se habrá convertido además tout court en la ocasión para una tormenta perfecta de despidos y reajustes laborales…

CRÓNICAS PANDÉMICAS. 24.On line.

El catedrático de Sociología de la Educación Mariano Fernández Enguita se quejaba recientemente de que no se hubiera preparado con suficiente antelación la utilización de los sistemas telemáticos en la educación.

La objeción es sin duda muy atinada y más viniendo de uno de los mayores expertos en cuestiones de enseñanza . Probablemente esta falta de preparación se ha debido a muchas razones entre las que se pueden destacar la heterogénea difusión del mundo electrónico entre la población, la escasa visión estratégica de una política educativa global imposible de acordar, y, en particular las reticencias de una gran parte del profesorado ante este nuevo medio así como la frivolidad concomitante que ha suscitado en muchos ámbitos estudiantiles.

No obstante y a pesar de la larga serie de investigaciones que se vienen haciendo desde hace muchos años tanto acerca de la irrupción de lo electrónico en la sociedad como particularmente en la educación, es cierto que a partir de ahora se va a tener una oportunidad excepcional para hacer una gran prueba en toda regla.

Pues en efecto, la alternativa electrónica se ha presentado como una de las consecuencias necesarias del distanciamiento profiláctico ocasionado por la pandemia. Y como decía Baltasar Gracián con un acento oriental, «todas las cosas se han de saber tomar no por el corte que ofendan, sino por la empuñadura que defiendan», y sin duda el corte de la pandemia está acabando con muchas vidas y con muchas economías.

De manera que sea cual sea el origen del COVID-19, que algún día se descubrirá, lo cierto es que nos ha colocado en varios puntos de inflexión, uno de los cuales remite a una apuesta global técnica, económica, social y formativa a favor de la utilización de los recursos on line.

Así que si la implantación de la educación on line es ya inevitable -y sin obviar los trastornos de conciliación laboral y familiar que va a desatar – habría que hacer un gran esfuerzo de documentación para tener la suficiente base empírica como para llevar a cabo un análisis sopesado de sus ventajas e inconvenientes .

Solo de esta manera podremos evaluar si nuestros miedos eran justificados y nuestras respectivas tan halagüeñas y lo podremos hacer precisamente ante la inevitabilidad de lo que se nos ha venido encima… Y, chi lo sa, acaso estaremos probando un modelo de enseñanza tan disruptor como novedoso que quizás nos haga adelantarnos a nuestro propio futuro…

CRÓNICAS PANDÉMICAS. 23. Pensionistas.

Tras el confinamiento y la desescalada, cuando la atención de la opinión pública está siendo dirigida hacia el control puntual de la pandemia y el problemático comienzo del curso escolar, el movimiento de pensionistas ha irrumpido de nuevo en la calle ordenadamente.

Según sus portavoces, han vuelto para insistir en sus reivindicaciones – y sobre todo en la de la pensión mínima de 1080 €- pero también para reclamar que se estudie a largo plazo todo lo relativo a las prestaciones a la tercera edad ,bien sean económicas, sociales o sanitarias.

Este último aspecto, ya apuntado desde el principio, ha tomado cuerpo ante los rumores catastrofistas, las vacilaciones presupuestarias y la crisis de mortandad surgida en las residencias.

Que un movimiento como este vuelva a desplegarse por las calles en una situación en la que llegan continuas noticias de EREs – que no ERTEs – despidos masivos y propuestas de rebajas salariales, y que lo haga con una perspectiva estratégica y no desde el tacticismo carpetovetónico de la cuenta de la vieja, es una buena noticia para cualquier demócrata que sabe que la democracia tiene muchos niveles de expresión y no los únicamente políticos que tanto gustan a los tecnócratas.

Y que lo hagan gentes de largo recorrido laboral y muy curtidas en la lucha social desde finales del franquismo, es una buena muestra de que la memoria histórica, si es que existe como tal, no es una mera reivindicación por el reconocimiento de algunos muertos y muertas del pasado, sino una apuesta permanente por quienes están muy vivos y con un futuro por delante.