La imagen de violencia continua, inseguridad ciudadana y caos social que transmiten los medios adscritos a la propaganda para mantenernos en la ilusión de vivir en el mejor de los mundos posibles, contrasta abiertamente con la impresión que de esos países se traen cuantos venciendo juicios y prejuicios propios del aldeanismo etnocentrista militante entre nosotros, se atrevieron a cruzar el charco aunque fuera sólo como turistas. Como no podía ser de otro modo, hablan de gentes sumamente agradables, bien educadas y de una cortesía perdida por estos lares que se nos hace como empalagosa a quienes ya nos hemos acostumbrado a no darnos ni los buenos días por no salirnos rentable el saludar a gente desconocida.
Esta, es una más de las consecuencias directas de recibir la propaganda Hollywoodiense en forma de noticias que no de información, propiciada por la lucha contra el tráfico de droga que los Estados Unidos han decidido combatir fuera de sus fronteras y no dentro como sería lo suyo con el falaz argumento de que la raíz del problema está allí donde se produce la droga y no donde se consume…Pero hay que ser ciudadano USA para creérselo:
Pongamos que fuera cierto el argumento de que hay que atajar el problema de la droga allí donde se produce. ¿A que esperan para aplicarse el cuento y cierran el grifo a las industrias de armamento de medio mundo para que el otro medio deje de utilizarlas? ¡Vaya! Ahora resulta que los productos no son ni buenos ni malos, sino que depende del modo en como se usen…Por ejemplo, España sólo produce armas inofensivas que casi ni sirven para disuadir aunque por nuestras minas, bombas de racimo, fusiles y pistolas mueran miles de inocentes todos los años en esas zonas del planeta a las que gozosamente enviamos ayuda y voluntarios de las Oenegés, como si con nuestro ejército humanitario en misión de paz no fuera suficiente.
Pero el argumento choca frontalmente con la doctrina neoliberal de que “la ley de la oferta y la demanda” corregirá por si sola el mercado, que preconiza tanto el FMI como la NATO tentáculos intelectuales del Pentágono que regula toda la geoestrategia de este gendarme mundial, pues en tal caso lo apropiado sería reducir el consumo interno de droga en territorio de los EEUU para de seguido ver disminuir drásticamente su producción en el resto de América; De seguirse por el camino actual, nada se va a conseguir, pues por cada hectárea dedicada al cultivo de la coca eliminada, la creciente demanda – que no ha hecho otra cosa que crecer desde que la DEA pisara la selva colombiana, como en Afganistán ha crecido considerablemente la producción de heroína desde que se iniciara la invasión – anima a que se cultiven otras diez, con lo que me atrevería a aventurar que dichas naciones suministradoras corren el riesgo de caer de nuevo en la técnica colonial del monocultivo, aunque ya no sea el del antiguo algodón, cacao, café, té, o mas recientemente el de la soja como le pasó a Argentina.
El Narco-Terrorismo estadounidense no es más que una escusa para saquear las riquezas naturales de estos países, no dejarles levantar cabeza, azuzando tensiones vecinales, fomentando la guerra civil, mermando su capacidad económica y sobre todo imposibilitando la unidad latinoamericana que por juventud de su población, recursos naturales y nivel educativo, sería un enemigo a temer por el endeble, miedoso y pérfido espíritu anglosajón sabedor de que está llamado en breve a ser borrada su infesta memoria de la historia y herencia genética de la faz de la tierra.
Una sociedad pragmática como la gringa, regida por el Business, antes de dar muerte a la gallina con cuyos huevos de oro se han precocinado tan exquisitas tortillas contra los negros y enemigos de la patria, la secuestrarían para hacerse con todo el negocio; Esta lógica parece más acorde con quien es el primer consumidor de droga y quien da cobijo legal y financiero a las mayores tramas del trafico de drogas internacional. En consecuencia, tanto México, como Colombia que soportan socialmente la resolución de un problema que no es el suyo, si de verdad desean combatir el tráfico de drogas en su territorio, lo primero que deberían hacer, sería impedir que en su suelo se establezcan bases Yankees cuya no presencia incidirá positivamente en la disminución de desapariciones de menores, violaciones, enfermedades venéreas, toda clase de vicios y por supuesto, la demanda de sustancias estupefacientes en sus alrededores, por ende, su producción y cultivo. Y segundo, han de ponerse en contacto con la Industria criminal Monsanto al objeto de regalarles – antes de que se la apropien por medio de alguna patente – el cultivo en monopolio de la coca para ver si de ese modo, con todo el negocio en sus manos, el ave de rapiña americana, se relaja un poco y deja de rasgar con sus afiladas garras las sangrantes venas abiertas de América Latina viéndose de una vez se cumplida en su integridad la Doctrina Monroe de ¡América para los americanos! y no sólo para los gringos.
En efecto, hay más cortesía ,hablando en general, en Colombia o Méjico que en esta esta tierra nuestra. Ya en el siglo XVI se decía de alguien con buenos modales que era “cortés como un indio mejicano”.
En cuanto a los problemas de América latina, su origen no creo que se encuentre en la presencia del coloso del norte. Su falta de unidad no es otra cosa que una herencia de nuestra tendencia al cantonalismo y de otros vicios trasmitidos desde la época colonial. Entre los que no es el más pequeño el exceso de retórica política y el caudillismo, que ha producido ejemplares como Trujillo, Chavez o Castro.
Por desgracia para los pueblos hispanoamericanos, su comportamiento no ha sido igual al que tuvo Japón cuando en 1853 el almirante Perry apareció en la bahía de Tokyo con una escuadra de acorazados exigiendo el libre comercio. El emperador, haciendo de la necesidad virtud, agachó las orejas y, acto seguido, lanzó a su pueblo hacia la industrialización.
Tengo todavía en la memoria esas huchas que reproducían la figura de un chinito, donde se nos invitaba a depositar un óbolo para los niños hambrientos de Asía. En China, tras olvidar las fantasías de Mao, se han puesto las pilas (Cegasa ya está allí), y pronto serán la primera potencia económica mundial; a pesar de haber sido también víctimas de las ambiciones imperialistas anglosajonas.
Amigo Jesús, como siempre eres un equilibrio a mi sesgada mirada del mundo; más al equilibrar date por sesgado igualmente, pues no les falta retórica a Reagan, Bush, Clinton, etc. Tines parte de razón en lo que dices respecto a la culpa autóctona, pero es inegable que las metrópolis precisamente potencian las desavenencias para mantenerse como tales – ejemplos hay para dar y tomar. Por ello, no comparto tu afirmación de que no tenga nada que ver el Imperialismo Gringo. El Plan Condor no era un proyecto ecologista, como tampoco lo son las Iglesias Evangélicas en Brasil y todo el cono sur. ¡Viva Zapata!
Tengo entendido que el cultivo de opio en México, fue promovido por el Estado Norteamericano, para surtirse de calmantes destinados a los combatientes de Vietnam.
Cultivar en EEUU era ilegal, gracias a Dios, pero en casa del vecino había un clima muy propicio y allí las leyes eran más abiertas, como en la película «La Ley de Herodes».
Recientemente las Instituciones Norteamericanas realizaron un estudio sobre las vías de solución al fallido estado mexicano y concluyeron que más bien es algo irremediable.
Recomiendo a la población hacer lo posible para que encima no se sientan culpables de su miseria, sino capaces de levantar la falda a la globalización, para verla en ropa interior y hacer chistes con su zafiedad y demás virtudes.
Echar la culpa a los guineanos del poco dinero que ingresan, es un sofisma que no merece ser discutido.
Los guineanos no merecen que les echemos la culpa de su situación, cuando si se repartiera el producto nacional entre sus habitantes, tocarían a mil quinientos euros al mes.
En conclusión: hay quien necesita descubrir América, y pa mañana es tarde. Espero no arraigar sentimiento de culpa entre quienes hayan llegado a esta pantalla.
Y éso, que total, nada tan preocupante que vaya a privarnos de unos días de asueto, porque nos lo hemos currado, así que quedan en libertad con Carlos.