En España, la Ley castiga el metrimonio de conveniencia. ¡Genial! Sólo se permite el enlace cuando es inconveniente.
Autor: Nicola Lococo
Caída y auge de las Oenegés
Todo negocio, quien sabe si por conservar la ancestral senda del calendario agrícola que le precediera, suele describir ciclos ascendentes y decrecientes cual estrella solar, cuya trayectoria equinoccial podría identificarse con los distintos motivos sobre los que se asientan materialmente, si bien, su entera órbita estaría regida por sus solsticios que nada tienen que ver con aquella, salvo la de adecuarse a las circunstancias para aprovechar al máximo el cambio de signo en los acontecimientos.
Llevamos milenios en los que el negocio dibuja una elipse entre la guerra y la paz: hay momentos en los que la paz genera gran cantidad de beneficios; pero la bonanza llega a un extremo en que no puede dar más de si; en ese momento la guerra empieza a ser rentable; durante un tiempo hay cierto equilibrio e incertidumbre sobre por cuál apostar, es el periodo equinoccial; en ese instante, el negocio de la guerra se impone alcanzando su punto fuerte, precisamente cuando por agotamiento de sus fuerzas empieza a ser de nuevo rentable hacer la paz; Ahora se repite el camino pero de vuelta….
Pues bien, hace dos décadas cuando me enteré de que en una sola de nuestras provincias operaban a la vez más de quinientas ONGs, empecé a sospechar que detrás de toda esa solidaridad subvencionada, tras todos esos cooperantes a sueldo, era imposible que el altruismo personal estuviera al frente de tan magna empresa como lo es hacer el bien a los demás sin empezar y acabar por uno mismo. Fue así como inicié el estudio de su ciclo de negocio como ya lo había hecho en su día con el de los Partidos Políticos que pivotaba entre la rentabilidad de la Democracia y los beneficios de la Dictadura.
De estudiante, todas las mañanas a la entrada a la Universidad de Deusto, entre la docta manada que inundaba el campus, me preguntaba ingenuo de mi ¿Cómo con tanta gente que estudia el mundo continua igual? La respuesta me llegó antes de finalizar la carrera: la gente que se permite el lujo de estudiar, no lo hace para cambiar las cosas, sino para mantener el statu quo y a lo sumo, mejorar el suyo particular. Algo parecido podríamos aducir respecto al fenómeno de las Oenegés ¿Cómo con tantas Oenegés operando en el mundo, el mundo continua igual? ¡Efectivamente! Si mal está que el fin justifique los medios, peor estará que los medios se justifiquen a si mismos como sucede en el caso que nos ocupa.
Todos sabemos que si a un padre le nace un hijo espabilado sin escrúpulos, pronto le inicia en el negocio familiar; Cuando este sin embargo genera dudas sólo respecto a su inteligencia, entonces se le encamina hacia la política. Ahora bien, cuando por motivos desconocidos, el sujeto en cuestión da muestras inequívocas de pusilanimidad que le incapacitan para defender sus intereses frente a los demás, se le permite si lo desea, estudiar alguna carrera de letras, dedicarse al deporte o el arte. Pues bien, cuando estos desdichados pese a no haber creado un banco, no haber organizado un Partido, ni siquiera un Sindicato, desean reclamar su valía ante los suyos, no dudan en crear una ONG desde donde, a imagen y semejanza de las entidades anteriores, demuestran que es posible vivir de los demás con un discurso amable. Y a Fe mía que se han ganado el reconocimiento, al extremo de que los propios bancos hoy publicitan su labor social.
El ciclo de negocio de toda ONG transcurre del Solsticio emisor de solidaridad, al Solsticio receptor de solidaridad, me explico: Hay momentos en una sociedad, donde el Cooperante obtiene más beneficio exportando solidaridad para terceros países que recibiendo ayuda para el suyo, es la situación deseable por cuanto el detraimiento de la subvención de origen permite mayor margen de beneficio que de recibir la parte restante ya detraída la anterior del montante. Ahora bien, ¿qué sucede cuando una ONG acostumbrada a trabajar en un país emisor de solidaridad, de pronto, por la crisis, las donaciones merman y ya no es posible tanto detraimiento? Es entonces, cuando se inicia el camino hacia el Solsticio receptor, aquel donde el detraimiento acontece sobre el montante menor destinado al reparto entre la población autóctona.
Creo que a las Oenegés españolas, si es que desean evitar un ERE cooperante, han de atender al cambio de ciclo que supone la campaña noruega “Adopta un niño español” porque es aquí, en la gestión de la ayuda proveniente del exterior, donde ahora se va a hallar el negocio de la solidaridad y no ya en las subvenciones recibidas por parte de los gobiernos de los que se decían no depender.
Sobre Jesús. Ocurrencia
Siendo Jesús Dios, lo dificil no era que resucitase, sino que muriese.
De la Infancia. Ocurrencia
Los niños vienen al mundo con curiosidad, ganas de aprender, gran imaginación, creatividad, en definitiva, todas esas cualidades innatas que desaparecen con su ingreso en la escuela.
Fuga de capital educativo
Según cuentan los expertos en economía y no se cansan de repetir los voceros del Régimen “Democrático, supongo” que diría Stanley, la crisis es una oportunidad para los espíritus emprendedores ¡que los hay! en nuestra sociedad, capaces de afrontar la adversidad con el mismo ímpetu con el que en su día los navegantes no vieron en rios y mares algo que separaba a los pueblos, sino aquello que les unía.
Atendiendo a este cínico mensaje, a caso engañados por programas como “Españoles en el mundo” que sólo presenta a un escogido grupo de elegantes, guapos, triunfadores, toda vez se ha purgado la poco atractiva presencia de los miles de desgraciados que se quedaron por el camino varados sus sueños de prosperar lavando platos en restaurantes, limpiando culos de ancianos en las residencias o lustrando la porcelana de los W.C. de los hoteles de cinco estrellas mientras aprendían inglés, no son pocos los jóvenes que formados en nuestros colegios, en nuestros institutos, en nuestras Universidades públicas, viendo como aquí no tienen la oportunidad de hacer fortuna en las carreras u oficios para los que se han formado con el sacrificio de sus familias y – no lo perdamos de vista – a expensas del colectivo esfuerzo por medio de nuestros impuestos que soportan la entera infraestructura educativa desde preescolar hasta Postgrado, deciden emigrar como en su día hicieran sus abuelos, para ofrecerse como mano de obra barata graduada y especializada a aquellos países que sí saben apreciar en lo que vale, que les llegue como caídos del cielo investigadores, ingenieros, enfermeras o profesores en distintas áreas de conocimiento sin necesidad de haber invertido en ellos como lo ha hecho la tonta España y sus replicantes asociadas en tan magno despilfarro como son las Comunidades Autónomas.
Durante las últimas décadas, hasta apenas un lustro, este paradójico trasvase de capital educativo, más conocido mediáticamente como “Fuga de cerebros” consistente en que, los países empobrecidos en vías de subdesarrollo formaban a cargo de sus maltrechas economías, médicos, matemáticos, geólogos, etc, para acto seguido, exportarlos gratuitamente a potencias desarrolladas que de inmediato los empleaban en sus universidades y empresas sin haberse gastado un dólar en su educación, circunstancia, por otra parte, que corre en paralelo a lo que viene sucediendo en el mundo del deporte, donde basta agitar un pasaporte determinado para que los mejores deportistas del Tercer Mundo presten su valía bajo el pabellón de quien le saca de la miseria dejando a un lado honor, patria y bandera… nos afectaba casi exclusivamente como parte receptora y no emisora como sucede ahora.
Demasiado bien sabemos que este dato a la mayoría de este país ¡se la refanflinfla! por cuanto su capacidad mental es limitada para relacionar causas y efectos, más allá de dar la patada a un balón y saber cuándo cantar ¡Goool! de modo que, lejos de llevarse las manos a al bolsillo asustados del despilfarro que supone para la comunidad prescindir de miles de personas jóvenes, preparadas durante años por nuestra cuenta, con ganas de trabajar rara avis entre nosotros, con agallas para abandonar a su familia, amigos y la farra acostumbrada, con tal de salir adelante y convertirse en profeta fuera de su tierra…se las llevan a la cabeza si por un azar del viento, aquella da en el larguero durante un penalti. Y en consecuencia, mientras España se desangra, la hinchada aplaude los logros de “La Roja”.
Más no debieran descuidar lo aquí denunciado porque, si bien de momento la inercia del Plan ADO – lo único para lo que las autoridades han tenido a bien hacer un plan a largo plazo sin distinción de Partidos – parece describir una correlación inversamente proporcional en logros deportivos respecto al cuadro macroeconómico, en breve, ocurrirá que a los jóvenes universitarios, les seguirán los mejores deportistas, quienes en breve se verían en la necesidad de ondear otras insignias en sus mayores logros y nosotros contemplarlo. Lo de pagar impuestos fuera de nuestras fronteras, me ahorro el comentario por irrelevante.