Partidos radiactivos

Lo sucedido en la central de Fukushima y sus vecinas japonesas cuya realidad los medios esbirros de manipulación se atreven a adjetivar de “accidente” cuando el termino que mejor lo describe a la conciencia es el de previsible, ha dejado con el culo al aire a los partidos radiactivos que trabajan en contra del bien común, sea de carácter económico, educativo o como en este caso sanitario, cuales son, aquellos que hace apenas un mes, aprobaron en contra de del sentir general que sin necesidad de referéndum queda de manifiesto cuando nadie quiere en su municipio ni una central ni un cementerio nuclear, prorrogar la vida útil de las centrales más allá de los 40 años previstos cuando fueron diseñadas. Por supuesto, para el Gobierno Sociópata del PSOE, no es el momento de abordar con seriedad el debate de la energía nuclear, opinión que parecen compartir sus cómplices parlamentarios del PP, PNV y CiU que dan la callada por respuesta a la lógica preocupación civil por la situación de riesgo real en la que se encuentran nuestras instalaciones franquistas construidas con la misma nostálgica tecnología del simpático Seiscientos, como si el zapateril optimismo del que hace gala nuestro Presidente, pudiera tranquilizarnos. ¡Antes al contrario! Basta oírle decir que nuestras centrales nucleares son seguras, para temernos un percance inminente, dados los precedentes sobre la crisis y la T4.

Y aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, deseo condenar a ETA setenta y siete veces siete, que es mucho más de lo que nadie la ha condenado hasta ahora, incluido Mayor Oreja, para poder decir sin ser tachado de violento que, me gustaría verles a todos ellos, con sus familias y sus hijos viviendo junto a una Central Nuclear, cerca de una planta incineradora, al lado de una Refinería o bajo una antena de telefonía móvil…para que también ellos puedan disfrutar con tranquilidad y sosiego, la enorme seguridad que irradian sus instalaciones y podamos aseverarles que los tumores, cánceres y leucemias que les empiezan a afectar, describen la típica lectura estadística poblacional y que el elevado porcentaje de fallecidos entre los suyos, sólo obedece a la casualidad. Porque, desde que la banda de malhechores que tanto mal ha causado a la clase trabajadora – no me refiero al Gobierno – atentara en su día contra Lemoniz, cualquier discurso Anti-nuclear puede ser confundido con posiciones Proetarras, cuando en todo caso de ser confundidos con algo, deseamos que se nos tome por partidarios de Pro-vida.

Un 22,6% preocupante

La misma semana que hemos conocido la segunda condena a España del Tribunal Europeo de los Derechos Humanos y que el Tribunal Constitucional anima a los jueces a tomar en consideración las quejas de los presos, resulta que los medios de comunicación, presentan como relevantes los datos aparecidos en el último estudio del CIS, pero leídos de un modo incorrecto desde un punto de vista periodístico, pues destacan que el 77,4% de los españoles no percibe que para la Administración de Justicia, todos seamos iguales ante la Ley. Concretamente, para el 48,6% de los encuestados, los ricos son los más beneficiados seguidos de los políticos para el 26%; y de los poderosos para un 13,3%. En este sentido, un 60% aprecia que los tribunales no protegen a los ciudadanos de los poderosos y un 82,6% cree que la Justicia no dispensa igual trato a un político que a un ciudadano corriente…Mas, en las facultades de periodismo, dejan muy claro desde el principio que, la noticia no se halla en un perro que muerde a un policía, sino en un policía que muerde a un perro y en consecuencia, lo suyo sería que se resaltara en titulares ¡Todavía un 22,6% de la población cree en nuestro sistema judicial! asunto verdaderamente preocupante.
El modo estúpido de presentar la interpretación de este tipo de estudios pseudocientíficos queda evidenciado con el mismo método con el que se recomienda atender el discurso de cualquier político en campaña, cuál es, el de ponerlo en negativo para apreciar lo superfluo de su mensaje dado que decir lo contrario de ¡Vamos a hacer lo posible por erradicar la droga de nuestras calles! O ¡Vamos a luchar contra el paro y crear empleo! sería absurdo, que en el caso que nos ocupa quedaría tal que así: el 77,4 de los españoles cree que los Tribunales tratan con equidad a todos los ciudadanos; Es más, para el 48,6 de los ciudadanos, los ricos son los más perjudicados, seguidos de los políticos y poderosos etc.
Paradójicamente, del nuevo informe del CIS se desprende que, los profesionales son los únicos en salvarse de la mala opinión que tienen los españoles del sistema judicial. Jueces, abogados, fiscales, policía judicial y personal administrativo de los juzgados aprueban, superando todos ellos el cinco, quizá porque el Jurado Popular les aplica la atenuante de falta de medios, pues el 61,6% de los encuestados los considera insuficientes, casi un 40% estima que hacen falta más jueces, un 28% más y mejores medios informáticos y un 21,4% más personal auxiliar. Por el contrario, las más importantes entidades jurídicas del Estado como son el Consejo General del Poder Judicial, el Tribunal Constitucional o la Audiencia Nacional, no cuentan con la misma confianza de los ciudadanos quienes pese a todo, sin llegar a aprobarles, les valoran mejor que a las Cortes y al Gobierno. Este último dato, unido a que los números son sensiblemente mejores respecto a un idéntico estudio de 2005 en el que hasta un 84,1% de los encuestados percibía un trato desigual, anima a tener esperanzas. Y es que el que no se consuela, es porque no quiere.
Pero no deja de sorprenderme el hecho de que, mientras en la política personalizamos la corrupción con nombres y apellidos para no privarnos de votar una y otra vez a los partidos que los amparan sistemáticamente, aplicamos la operación inversa en el aparato judicial, o sea, eximimos de culpa a quienes integran su maquinaria y no tenemos empacho en suspender a las entidades que sin su concurso no serían posibles. Pero ahí están los bancos para mostrar la lógica que rige entre nosotros y ayudarnos a comprender estos resultados, pues es evidente que los bancos no tratan por igual a los ciudadanos, que son los que más discriminan, las entidades menos democráticas, opacas y oscuras de cuantas nos gobiernan, que nos prejuzgan, juzgan, condenan y ejecutan sin derecho a réplica ni impugnación y sin embargo, les confiamos todo nuestro dinero.

Euro-Diputada Socia-Lista

La eurodiputada y euroescéptica británica, Nikki Sinclaire, denunció en el diario News of the World que, algunos eurodiputados llegan al Parlamento Europeo, fichan y en menos de media hora se plantan en el aeropuerto para coger un vuelo, triquiñuela que les permite cobrar los 305 euros de dietas. Uno de estos casos es el de la socialista española Eider Gardiazabal Rubial, nieta del histórico y verdadero Socialista Ramón Rubial.

Desde el PSOE a modo de justificación, se asegura que la parlamentaria pillada in fraganti, tuvo reuniones esa mañana en Bruselas viéndose obligada, por motivos de agenda, a volver a Bilbao para llegar a tiempo a otra cita ineludible. Lo que no obsta para que como reconociera la socialista implicada al diario ABC que su proceder “es algo legal y totalmente generalizado”. Sin embargo, corrige Sinclair, no hay reuniones en Estrasburgo el viernes, y mucho menos a las siete de la mañana.

Los Europarlamentarios tienen un sueldo base que ronda los 100.000 euros anuales, a parte dietas, gastos de viaje, de representación, etc. Si cada una de sus señorías ficharan 40 viernes adicionales, ganarían más de 12.000 euros extras al año por cabeza. Cantidad tentadora que explicaría por si sola la total generalización de dicho comportamiento entre los Eurodiputados a la que apunta con naturalidad la intercepta, actitud cándida la suya que recuerda a la manifestada en su día por el también socio listo Roldán quien mantuvo en todo momento que él se limitó únicamente a hacer lo que hacían los demás.

Casualmente, Eider Gardiazabal Rubial comentaba hace unos meses en un Chat de El Mundo que, lo que cuesta la UE, unos 235 euros por ciudadano al año, no representa una cifra elevada si se toma en consideración el buen destino que se le da, para acto seguido explicar que su motivación para ir en las listas europeas del PSOE era una «cuestión de valores”. Cosa que, visto lo visto en el reportaje, no dudamos, pero deberá tratarse de los valores que circulan por el IBEX 35 y ciertamente, a ella, socialista de la escuela Pajinética Zapateril, seguramente le salga a cuenta las idas y venidas del IVA al recuperar en un solo Finde la parte contributiva que le toca que para ella, evidentemente es un buen destino. Todo un ejemplo de Euro-Parlamentaria y de socia lista.

La esclavitud femenina

http://www.youtube.com/watch?v=5d6bDfn1OaU

Suele, por éstas fechas, según se acerca y se aleja el ocho de Marzo, el imperante machismo, advertirnos por distintos procedimientos mafiosos subliminales de que, somos más mujeres que nunca y que además de continuar siéndolo, hemos de exclamar que nos gusta.
El primero de éstos sutiles métodos de persuasión, procura hacernos presente los tiempos de Aristóteles, en los que el estagirita, nos tenía por poco más que la incubadora de la simiente masculina, con el insano propósito, como digo, de que su mera evocación cale hondo en nuestro amedrentado entendimiento e inserte, la del todo inadecuada y falaz comparación confusa, de aquella y ésta época, para que así, con su recuerdo, aparezca en nosotras el cómodo conformismo que disuelva y disipe nuestras histéricas, sofocadas y recurrentes reivindicaciones al objeto de que contemplemos complacientes, nuestra actual condición, como el producto último y más desarrollado de nuestras aspiraciones a la igualdad con el varón.
Tampoco por verdadera, resulta menos sibilina la segunda de éstas tretas, consistente en un sistemático bombardeo mediático en el que se nos muestra la penosa y flagrante situación que padecemos las mujeres en el resto del mundo, porque como les sucede a los obreros cuando les hablan de las condiciones laborales de los coreanos y filipinos, lejos de despertar en nosotras el valor ardiente y necesario que solidario en actitud altruista nos empuje juntas en socorro y auxilio de su emancipación… nos acoquina -por no decir acojona- de tal manera que prestas y dispuestas nos hallamos para aceptar por bueno cuanto aquí nos suceda, sin ver en ello agravio alguno.
Y en tercer y último lugar, tenemos al más ruin y mezquino de estos procedimientos que con la excusa de nuestra noble causa, encuentran la vía abierta para, de modo encubierto pero eficaz, continuar perpetuando lo que hasta hace bien poco se impartía en la escuela, se legislaba en las cortes, se santificaba en la Iglesia, y te daban de mamar en casa: el debido y natural sometimiento de la mujer en todos los órdenes de la vida, sea en la esfera privada, sea en la pública. Me estoy refiriendo a la embriagadora imagen que alude al fenómeno occidental de las últimas décadas, bajo el eufemismo de la emancipación femenina.
Porque para nuestra desgracia, el machismo no es sólo cosa de hombres –como tampoco el feminismo debería serlo sólo de mujeres- nosotras también hemos contribuido de manera decidida entusiasta e inconsciente a la difusión y extensión de tan magno bulo como lo es la infeliz expresión “la liberación de la mujer”, pues convencida estoy de que a nada que una investigue y reflexione con seriedad y sin demagogia sobre lo que verdaderamente se ha logrado y el modo en cómo se ha conseguido, más pronto que tarde habrá de asentir con resignación que aún hoy seguiría vigente y con pleno sentido, el escrito que en defensa nuestra publicara a mediados del XIX, el ilustre John Stuart Mill, con el título “La esclavitud femenina”.
Perdonadme si me equivoco, queridas amigas, en mis apreciaciones, pero con toda sinceridad, os digo que la libertad de la que gozamos, es una libertad condicional con la vida como fianza en el mejor de los casos, cuando no se parece más a la de los presos en tercer grado que pueden entrar y salir de la cárcel para trabajar, mientras su comportamiento sea adecuado. Cierto es, que en la actualidad podemos llevar pantalones, se nos permite fumar, se nos deja conducir –incluso conducir y fumar al mismo tiempo-. Se nos da cabida en el ejército profesional, podemos abortar, y si lo deseamos y nos empeñamos, no es raro que lleguemos a estudiar una carrera o trabajar fuera de casa. ¡Pero decidme! ¡Por favor! ¿Es eso libertad? ¡Venga Segismundo y lo vea! Puede que me digáis retrógrada y reaccionaria, pero bajo mi personal perspectiva en todo ello, lejos de ver la liberación de la mujer, veo a la mujer más esclava que nunca, por haber sucumbido a los cantos del dragón del espíritu machista que rige a toda la sociedad. Me creería más dicha liberación, si el hombre pudiera llevar faldas en lugar de la mujer pantalones, si el hombre hiciese punto, en vez de que la mujer fume, si el macho aprendiera a cocinar, en lugar de la mujer conducir; si el hombre no tuviera ejército, ni la mujer se sumara a ellos, si él se pusiera el preservativo y yo no me tomara la píldora; si ellos asumieran su paternidad y nosotras no nos vieramos en la necesidad traumática y nada deseable de escoger abortar y si ellos trabajasen más dentro de casa, en vez de que nosotras trabajemos el doble, dentro y fuera de ella.
La ilusa liberación femenina es fenómeno y consecuencia única y exclusivamente de la casual conjunción de la trayectoria paralela del desarrollo de dos hechos, como lo son, la invención de los electrodomésticos y las dos guerras mundiales, que han tenido lugar a lo largo y ancho del siglo XX: la aparición de la lavadora liberó a la mujer el tiempo suficiente como para que pudiera dedicarse al estudio y a trabajar fuera de casa, cosa que no sucedería hasta que los varones dejaran los puestos de trabajo vacantes, debido a las dos conflagraciones citadas, momento en el que encontramos entonces el modo de hacernos un hueco en la sociedad civil, que hasta entonces nos estaba negado. En consecuencia, al no haber sido nuestra libertad de movimientos fruto de la lucha sino más bien de la paciente espera, no sería de extrañar que en el futuro próximo la misma desapareciera si nos andamos por las ramas y nos dormimos en los laureles.
Advertidas pues de la situación sin mirar el pasado con alivio, sin atender al presente circundante con miedo, y sin creernos nuestras propias mentiras elaboradas por un feminismo mal entendido, os invito a todas a liberarnos de todo ello y como primer paso para conquistar nuestra verdadera libertad, os animo a ser conscientes de que todavía hoy, somos esclavas.

Brigadas vecinales de observación de los DDHH

http://www.youtube.com/watch?v=kAmlJdnoLtQ

Desde que saltara la polémica durante el 2009, cuando se filtró a los medios una honrosa circular de la propia Policía denunciando lo discriminatorio de las redadas contra los inmigrantes que sus superiores les mandan ejecutar, el Ministerio del Interior ha negado sistemáticamente la existencia de dicha práctica en nuestro territorio. Al objeto de poner en evidencia su desmentida realidad, en todas las ciudades donde hay al menos un reducido grupo de personas bienacidas, se han constituido desde hace año y medio, las denominadas Brigadas Vecinales de Observación de los DDHH integradas por lo más selecto de la sociedad, quienes dedican su tiempo libre a hacer patrullas dos o tres veces por semana por las zonas con altas tasas de extranjeros, denunciando públicamente la presencia de estos controles policiales, provistos unicamnete con chalecos reflectantes para “vigilar al vigilante”.
Pues bien, la hipocresía del Gobierno criminal de Zapatero, parece haber llegado a su fin o cuando menos su zorril Rubalcaba paciencia, dado que la pasada semana ¡Por fin! los españoles podemos enorgullecernos de contar entre nosotros, por primera vez desde la aplicación de la inhumana Ley anti-inmigrantes, con cuatro personas multadas con 301 euros cada una, por ayudar cristianamente al perseguido, encarcelado, torturado, vejado, denigrado y estigmatizado, cuando los pasados 21 y 22 de Diciembre mientras los demás nos felicitábamos las Navidades e íbamos de compras al Puto Inglés, ellos hicieron su noble cometido en los barrios madrileños de Lavapiés y Carabanchel advirtiendo a los viandantes de la presencia de estos – secretos que no discretos – controles “Caza inmigrantes” La cosa es que, a raíz del informe que realizaron los agentes implicados, la Delegada del Gobierno, María Amparo Valcarce, cómplice que llena de ignominia al fruto de su vientre y de vergüenza a sus progenitores,, les acusó de cometer una falta grave según la Ley de Protección de la Seguridad Ciudadana: «Provocar reacciones en el público que alteren o puedan alterar la seguridad ciudadana», según versa la denuncia contra uno de ellos.
Seguramente, usted sea una de esas almas bienintencionadas que disfruta sentadita en su sillón frente a mamá televisión comiendo patatas fritas y bebiendo Coca Trola ejerciendo de buena persona llena de nobles sentimientos, dispuesta al auxilio de desamparados, cuando en una de romanos, aparecen en la arena del circo inocentes e indefensos cristianos amenazados por fieros leones y hasta se avergüenza de aquellas gentes capaces de regocijarse con tan sangriento espectáculo; Su inteligente mente se pondrá siempre de parte del débil permitiéndole a su conciencia encarnarse e identificarse en todo momento con el héroe justo y valiente del relato; Fluirán entonces todos los ¡Yo haría! ¡Yo no haría! que cabe imaginar, tantos como lágrimas que inundarán sus ojos viendo en el cine la vida cruel que debieron soportar los esclavos negros en las plantaciones americanas, situación que le hace asentir internamente su apuesta por la libertad diciéndose para sí una y otra vez ¡Yo no aceptaría eso! ¡Yo lo denunciaría! ¡Yo jamás tendría esclavos! ¡ Yo lucharía por su liberación! ¡Yo sería abolicionista! Elogiable Yoísmo que nada tiene que envidiar al propuesto por el idealismo de Fichte y que aflora interrogativamente espeluznado cuando se nos presenta en la gran pantalla cualquier escena del Holocausto de Gitanos y Judíos a manos de los malos Nazis bajo las fórmulas ¿Cómo pudieron? ¿Cómo lo consintieron? ¿ Cómo nadie se rebeló contra tan magna barbarie?…en cuyo caso, permítame avisarle de que usted, ¡Sí! el majete sentadito en su sillón al que aludían los Celtas Cortos, es el villano de la trama aquí expuesta en nuestras calles y aceras: el Pilatos que se lava las manos después de condenar a la cruz a uno que sabe inocente, el cortesano que ríe las gracias salvajes de un Calígula en palacio, el capataz que chasquea el látigo sobre la desnuda espalda de los esclavos, el miembro de las SS que conduce a los niños a la cámara de gas, el Gobernador de Texas que firma la pena de muerte de un deficiente menor de edad de 14 años ejecutado en silla eléctrica al cumplir los 18…Pero como no es tiempo de tragedia, usted también está a tiempo de volverse bueno como Schindler y figurar en la lista de los justos uniéndose a estas Brigadas Vecinales de Observación por el cumplimiento de los DDHH en su ciudad y al tiempo, salvará el buen nombre de su ciudad, pues en estos tiempos de crisis, hasta nuestro indignado Dios, hace rebajas, de modo que, a diferencia de Lot que precisaba de diez justos para preservar a Sodoma y Gomorra de la destrucción, a nosotros, nos bastan cuatro personas decentes por localidad para aplacar su ira y las ciudades que no cuenten con una de estas Brigadas, serán reconocidas como nidos de víboras y estercoleros morales por inhumanidad.