El Reino De Don Quijote, es un proyecto inmobiliario que a decir de sus promotores, integra en un entorno natural, ofertas de ocio, negocio, comercio y bienestar junto con un desarrollo residencial de máxima categoría, ofreciendo todo aquello que ha otorgado renombre internacional a España: cultura, gastronomía, patrimonio histórico y una excelente calidad de vida. Para resumir: un parque temático typical spanish.
Al margen de mi particular opinión negativa sobre los auténticos objetivos de estas materializaciones de nuestras más nobles fantasías colectivas de las que sin pago alguno de derechos de autor se apropian los empresarios del entretenimiento de masas, hemos de reconocer, que de tener que consumir basura intelectual, mejor la autóctona que la importada. Es más, para ser coherentes con eso que todos hemos exclamado alguna vez junto a las cuevas de Altamira o el Castillo de Olite, “Si estuviéramos en América, hace tiempo que aquí habría un Parque temático”, hasta deberíamos aplaudir que inversores y autoridades, por una vez, hayan creído en la viabilidad económica de motivos arraigados a la idiosincrasia mediterránea.
Sin embargo, la crisis económica ha obligado a su Junta Directiva a declarar el Concurso de Acreedores y con ello, el sueño de un Parque temático español, para el que se habían anunciado inversiones de 6.500 millones de euros en 15 años, no se hará realidad, al menos esa realidad a base de luces, cemento y decorados al que se accede con entrada y que está científicamente diseñada para el consumo de las familias durante los fines de semana como cara opción al burrimiento.
Lo sucedido, me ha servido para meditar, no ya sobre la verdadera causa de que este quijotesco proyecto haya fracasado cuando otros de su especie, trufados de simbología foránea con animalitos que menguan la inteligencia y autoestima de nuestros pequeños han echado con fuerza sus tentáculos entre nosotros…sino por las condiciones que hacen que estos proyectos ni se planteen entre nosotros, cuando como ya he adelantado, no nos faltan escenarios, personajes, rutas, leyendas y mucho menos imaginación para llevarlos a cabo.
Al principio consideré la posibilidad de que los Parques Temáticos están tan fuertemente asociados a los dibujos animados nacidos con Disney, que a ojos de la ciudadanía europea, como que no parece serio hacer un complejo de estas características para ubicar las batallas de Corocotta, las aventuras del Cid, la resistencia de Numancia…lo propio con nuestra cultura es enclaustrarla en Museos que nadie visita por no estar en ellos permitido correr, gritar y tocar, sólo se permite, ver, oír y callar, como sucede en los museos de cera. En un segundo momento, achaqué nuestra incapacidad para hacer negocio con la cultura a aquella diferencia que Weber apuntara en su celebrado ensayo sobre “La ética protestante y el espíritu del capitalismo” pero como quiera que recientemente hasta nuestra querida Santa Madre Iglesia haya empezado a practicar el marketing o el merchandising modernos y que el gentío gusta de la fiesta y el jolgorio perpetuos, como que no me parecen muy convincentes ninguna de las dos anteriores especulaciones para dar razón suficiente de este curioso fenómeno, cuál es, el de no sacar partido económico de nuestras ventajas, más allá del turismo tradicional de Sol y playa, entorno a los cuales, si que hemos sabido montar toda una industria. Por fuerza ha de existir otra variable explicativa.
No deja de ser curioso que una tierra que ha dado tantos genios que supieron materializar la fantasía universal en pintura, escultura o teatro, en la actualidad sea incapaz de construir soportes de cartón piedra que recreen el imaginario colectivo para que el público pueda vivenciar las más famosas escenas literarias, o experimentar en propia carne, antiguas leyendas, más allá de lo que le ofrece el cine subvencionado del Ministerio.
Pensando sobre este detalle, a lo mejor, la clave deberíamos buscarla en que nuestra sensibilidad se viera del todo satisfecha con dicha representación visual de su lectura, pintura, pero sin necesidad de construirla en 3D. Podía ser…pero entonces ¿Cómo explicar la tradición de las procesiones, las representaciones de Moros y Cristianos, etc? El límite entonces se circunscribiría no tanto a su materialización en la tercera dimensión, cosa de la que participa la danza, el teatro y la escultura, cuanto por su permanencia en la realidad imitando precisamente la realidad de algo que sabemos es ficción o perdido en el pasado. Me explico:
Es posible que nuestra forma de entender el mundo sólo disfruta de la fantasía y del pasado histórico dejándolo como tal, para no confundir precisamente sus límites, de modo que su furtiva aparición sea sólo una recreación fugaz que mientras dura nos engatusa los sentidos pero que luego por bien que esté realizada su representación, precise de nuestra memoria, recuerdo e imaginación, pues como dijera nuestro señor Jesucristo, “Mi Reino no es de este mundo” y parece ser que el del Quijote…tampoco.
Categoría: Arte
Mierda y representación
Aunque sólo sea una vez cada cuatro años, pareciéndome del todo desequilibrada la proporción entre el tramo del calendario dedicado al atolondramiento general por medio de estímulos visuales, acoso constante mediante megafonía, anuncios sorpresivos que interrumpen la programación, propaganda partidista disfrazada de información en los Tontodiarios y misas mitinales exacerbando la más abyecta de las adhesiones a las que puede aspirar la voluntad humana, la Democracia dedica un día a la reflexión, que aunque en sus inicios pudiera resultar escaso margen para tomar una decisión tan importante como lo es decidir quién nos va a representar, según se suceden los distintos planes de estudios, observamos con admiración que el tiempo otorgado empieza a ser adecuado a las necesidades neuronales de la población educada fuera del espíritu crítico y en la total obediencia.
Dependiendo de la idea que uno tenga del Arte, este deberá representar la realidad tal cual es, mostrar su ideal corrigiendo sus defectos, servir de vehículo de ideas, surtir de ejemplos gráficos de la Verdad, la Amistad, la Fe, retratar cuanta belleza hay en la Naturaleza, el Hombre y la Sociedad, hacer de vanguardia estética ensanchando horizontes mentales…si bien está muy arraigada la impresión de que el Arte ha de gustar, cuando a mi modo de entender, bastaría con que precisamente se limitara a impresionar, es decir, a causar y transmitir impresiones, mal que estas causaran disgusto, desagrado y hasta repugnancia.
Los primeros humanos con nociones de representación y cánones estéticos, no dudaron en utilizar sus propios excrementos, entre otros fluidos cual natural pigmento. En la actualidad, no son pocos los artistas que han recuperado tan ancestral costumbre de contar con su propia materia prima como sangre, mucosidades, orines, sudor, semen, cera, saliva, heces y hasta lágrimas al objeto de implicarse en su obra más allá de la mera creatividad intelectual, dejando algo de si en ella a parte de su intención. La idea me pareció genial dentro de la esfera estética. Sin embargo, pronto comprendí la enorme fuerza simbólica que podía seguirse de este otro Arte Real Escatológico, de emplear su pringosa técnica para denunciar a los poderosos.
Yo, hasta este momento, tengo mi pequeña pinacoteca secreta, de la que ya dejé pista escrita en mi ensayo “Memorias de un retrete y otros escritos cochinos” donde en cada obra aparece retratada al mejor estilo de los “Grabados” de Goya, las distintas personalidades e Instituciones de nuestro tiempo que para evitarme querellas, las envío derechitas al excusado, pues aunque no veo delito en pintar a Reyes, Presidentes, Banqueros, Generales, Ministros…como diría Fernando Fernán Gómez ¡A la mierda! como tampoco lo es hacerles un retrato al oleo o a acuarela, como quiera que mi particular visión de lo que debería ser la función primordial del Arte, no participe la mayoría, creo comprensible que para espíritus tan nobles y delicados como los mencionados que han olvidado del todo que son mortales, no les haría ninguna gracia que se les representase con mierda y menos todavía que además de mortales, ¡son cagones! Porque quién más quien menos, todos producimos mierda.
Pensando sobre ello, sobre si tenía derecho o no a representar y retratar a las distintas autoridades y dignatarios con mierda y hacer una exposición pública de mis lienzos producidos en mi oculto taller donde por caballete tengo una taza y asiento un humilde bidé, tomé la terrible decisión para un artista de mantener mi obra desconocida para el gran público. No tanto por un falso respeto que esta gente de ningún modo merece, o porque me avergüence yo mismo de mis fechorías marrones. ¡Para nada! Lo que contra mis más enérgicos impulsos ha motivado que mi obra Escatológica no haya visto la luz en este cuarto de siglo, obedece nada más a que simpatizo con el derecho que toda persona tiene a ser retratada y representada con su propia mierda y no con mierda ajena, porque como bien saben ustedes, sólo huele mal la mierda de los otros.
Caí en la cuenta de esta terrible limitación moral, cuando estando estudiando en Florencia a comienzos de los noventa, rodeado como estaba de los espíritus de Da Vinci, Miguel Ángel, Brunelleschi, Giotto y demás genios de los Uffizi y alrededores, dieron comienzo los juicios contra varios amigos insumisos bajo los auspicios de aquel Biministro de Justicia e Interior que tenía cara de bellaco. Desde la patria de mi querido Maquiavelo, le dirigí una carta solicitándole que tuviera a bien reservarme un poco de su mierda y la delicadeza de enviármela por servicio urgente a la Residencia de Estudiantes donde me encontraba dispuesto ha hacerle un retrato. ¡Hasta hoy!
Su silencio, frustró mi carrera como pintor Institucional y ya ni les cuento de la Corte. Pero aprovechando la ocasión que me brinda el Estado de poder reflexionar sobre la representación, mientras ustedes piensan a quién van a votar, yo me empiezo a cuestionar si a caso cuando la mierda es general, pública, circulando por doquier sin la menor consideración e impudicia, estoy haciendo bien en ocultar por más tiempo mi talento e inclinaciones estéticas, por unos caducos principios que ya nadie respeta empezando por esta gentuza que nos hace elegir y comulgar con su mierda cuando bastante tenemos con la nuestra, y debería de dejar de tener escrúpulos en representarles a todos ellos en pública exposición retratados con mi propia mierda, pues, a fin de cuentas, toda la vida es mierda, y la mierda, mierda es.
Comentario al cuadro de Malévich «Blanco sobre blanco»
Pintura: Cuadrado blanco sobre blanco
Autor: K. Malévich
Estilo: Suprematismo
Año: 1918
Medidas: 78,7 x 78,7 cm
Técnica: Óleo sobre tela
Elementos: Cuadrado y color blanco
A) ¡Ecce Opus! ¡He aquí la Obra! Nos enfrentamos al cuadro de Malévich “Cuadrado blanco sobre blanco” al que califico de culminación del arte por confluir en el dos historias paralelas pero no distintas, a saber, por un lado, la abstracción frente a la figuración y por otra “Mi lucha” la del color blanco, por recuperar el prestigio y relevancia social que me corresponde, en estos tiempos postmodernos en los que soy el blanco de mofas publicitarias que dicen siempre lavar más blanco; que me asocian a la mafia para blanquear dinero sucio; que se acuerdan de mi para decir que están sin blanca; que se han quedado en blanco; Etc
B) La historia empieza, al menos para los occidentales, con lo que se cuenta en la Biblia donde se nos dice que en el primer día de la creación se hizo la luz. ¡Luz blanca
C) El blanco que siempre representa la pureza, lo virginal, la paz, debe este prestigio a que desde el principio de los tiempos estuve asociado a esa luz primigenia que todo lo inunda dando sentido y vida al mundo; pero también ligada a las estrellas de la noche, a las nubes en el cielo azul, a la nieve en las cumbres de las altas montañas, a los cisnes en el lago, etc.
D) Al igual que mis compañeros, el verde, el rojo, el azul… el blanco campaba a sus anchas por el mundo, libre, sin ataduras de ningún tipo.
E) Pero no se sabe muy bien, como ni por qué, de pronto todos los colores se vieron atrapados, enjaulados, encadenados en lo que se denomina líneas, trazos y dibujos, prisioneros de mentes sádicas que solo disfrutan haciendo suyo cual propiedad lo que sin embargo se les concede gratuitamente por naturaleza, cuales son, las sensaciones con las que todo animal se conforma, salvo el Hombre.
F) Todos los colores salvo dos, desde entonces enemigos antagónicos irreconciliables: el blanco y el negro. El blanco pasó a ser ninguneado, avergonzado, apartado, marginado, proscrito. Muy distinto al negro colaborador necesario del trazo y la línea para confinar en las jaulas del dibujo a sus otrora compañeros naturales y ahora prisioneros de la estética.
G) Sinceramente no se que ha sido peor, si vivir enjaulado en los dibujos o haber pasado desapercibido junto al color invisible. Sea como fuere ahí quedé al margen de la historia y a lo mejor por ello, tuve la oportunidad de erguirme mucho después en el salvador y recapitulador de toda ella.
H) Así estaban las cosas en la prehistoria y aún en la edad de los metales. Pero antes de proseguir permitidme que no hable solo de mi, para que comprendáis toda la historia es necesario que también os diga algo de la abstracción, sin cuya constante presencia difícilmente yo podría haber aspirado algún día a recuperar mi posición.
1- La abstracción ha estado presente a lo largo de toda la historia de la humanidad, desde el paleolítico superior, AURIÑACIENSE, GRAVETIENSE, MAGDALENIENSE… Pintura neolítica, la cultura megalítica…
2- Se mantiene vigoroso durante toda la edad de los metales.
3- Pero con el acontecer de la antigüedad la figuración va adquiriendo cada vez más peso, sin embargo, siempre consigue colarse entre las figuras apolíneas y de corte realista, si bien, hemos de reconocerlo únicamente con función ornamental en las culturas egipcias grecolatinas.
4- No obstante, a través de la geometría, la superposición del plano y la mitología, la abstracción sobrevive en las culturas celtas, visigoda, escitas, ostrogoda, merovingia, anglosajona y vikinga, que constituyen el cordón umbilical que lo mantiene vivo desde la prehistoria a nuestros días. Si bien, fue el arte cristiano irlandés heredero de la oculta tradición egipcia-copta la que triunfa con la ayuda de los monasterios continentales donde San Bernardo contrario a la figuración la hará renacer en claustros, pilastras y capiteles durante el románico.
5- Capítulo a parte, merece el arte islámico y su pujanza e influencia dejó profunda huella con su estilo geométrico abstracto dándose la mano con las corrientes iconoclastas del imperio oriental de Bizancio.
6- De todo lo anterior emergió verticalmente suntuoso el dinamismo gótico proyectando en su ascensión geométrica y colorista los modelos cósmicos ancestrales ya vislumbrados por el hombre en Stonehenge.
7- Durante todo el XVIII y XIX los artistas bebieron de este pequeño acuífero soterrado entre ellos el propio Goya, y alumbraron el camino para que la abstracción ocupara su lugar preponderante en el arte contemporáneo del siglo XX.
I) La prehistoria pasó a la historia, pero ello en vez de mejorar la situación de mis compañeros los colores, la empeoró aún más sin cabe. Tanto en oriente como en occidente, los dibujos atraparon a los colores, así puede observarse desde la China hasta Roma, Egipto y Grecia de por medio.
I) Por culpa de una adaptación genética en occidente para beber leche, y también por culpa de la ganadería ovina, lanar y la industria del lino, mi presencia entre los humanos se hizo mas familiar y ello a la postre condujo a mis familiares crema, nata, blanquecino, etc, a ser enjaulados ellos también en dibujos generalmente de vestimenta. Con todo a mi no me pudieron atrapa todavía.
J) Durante toda la edad media, la cosa no fue mejor salvo por un detalle: se precisaba del color para hacer de fondo y dar sensación de perspectiva. De este modo los colores empezaron a desempeñar un papel más importante que el de meros figurantes. Pero no quedó ahí la cosa, aunque encerrados y amordazados entre gruesas líneas, los colores empezaron a gritar desde sus jaulas significados concretos de corte simbólico, llegando incluso a reconocerse los personajes por el color con el que eran pintados.
K) Yo por mi parte, empecé a aparecer con mayor asiduidad gracias al Nazareno y a los hábitos de los monjes y por supuesto con la proliferación de retratos en el blanco de los ojos.
L) Fue gracias al gran Leonardo, que mis colegas empezaron a gozar de mayores cotas de libertad por medio del sfumato. En cuanto a mi, se empezó a contar conmigo en aspectos de mantelería y en elementos de arquitectura con la aparición de la perspectiva y edificios renacentistas.
M) Y llegó Newton, que descubriría con el experimento del prisma, mi más íntimo secreto: que yo, el blanco soy todos los colores juntos.
N) Todos sospechábamos que Leonardo contaba con máquinas capaces de retratar la realidad, de hecho fue uno de sus discípulos el que se adjudico la Cámara Oscura… pero no fue hasta la aparición de las sales de plata, que el mundo pudo imprimirse en placas de dicha sustancia. La primera fotografía en color de la historia, la hizo Maxwell. De pronto los pintores se vieron libres, también ellos, del dibujo y hasta de la forma y empezaron a utilizar los colores con la libertad que estos aparecen en la naturaleza. Por supuesto los estudios de óptica, tratamiento del color y fundamento último de la realidad, influyeron no poco en la percepción de la conciencia pasándose así de la rigorista figuración realista, naturalista, materialista, al impresionismo, puntillismo, fauvismo, expresionismo y un sin fin de ismos que podríamos recoger en el arte abstracto contemporáneo.
Ñ) Y es aquí donde los colores y la abstracción se entrelazan en mutua solidaridad para que nunca mas se repita la historia que acabo de contar.
Salida
Un bañista, 1911
Hombre llevando un saco, hacia 1911-1912
Campesina con cubos y niño, hacia 1912
La mujer de los cubos, 1912
Instrumento musical / Lámpara, 1913
Retrato perfeccionado de Iván Vasilievich Kliunkov, 1913
Un inglés en Moscú, 1914
Cuadrángulo, 1915
Aeroplano en vuelo, 1915
Suprematismo de la pintura. Masas pictóricas en movimiento, 1916
Blanco sobre blanco, 1917
O) Yo estoy muy orgulloso de haber aparecido en este cuadrado blanco sobre blanco, que lo considero una de las cumbres del arte, si bien Nicola tiene algo más que decir.
Comentario de “Cuadrado blanco sobre blanco”
Como ya se ha dicho, en esta obra confluyen por un lado la culminación de un proceso dialógico entre la abstracción y la figuración, y de otro, el resultado de las distintas especulaciones en torno al color desde sus vertientes simbólico-filosóficas hasta el estudio científico del comportamiento de la luz y sus consecuencias físico-sensoriales.
Malévich llegó a este cuadro tras un serio y profundo esfuerzo técnico-filosófico. Este autor dominaba la técnica pictórica como cualquier otro maestro anterior, Rafael, Velásquez, Monet, etc. Pero su sensibilidad, fruto de la época y del empuje de la tradición, le llevó una vez dominadas las técnicas anteriores, a buscar algo más y conectar con las corrientes científico-espirituales de principios del siglo XX. Por ello, animo a todos a contemplar éste cuadrado blanco sobre blanco, no como una broma —que podría serlo— sino como una sincera concreción materializada de una sutil reflexión que necesariamente obligó a su creador a mostrarla al mundo, teniendo valor para hacerlo.
El proceso de sublimación de los distintos elementos que aparecen en éste cuadro, son la cúspide selecta, escogida y depurada de una trasgresión de los límites pictóricos del momento en que la vieron nacer, creándose un antes y un después de su aparición pública en 1918. La frontera figurativa en la que hasta entonces aún el arte abstracto inaugurado por Kandinsky se veía atrapado, fue traspasada en “Cuadro blanco sobre blanco”. Estos elementos a los que debemos prestar atención en la obra, son la superficie-plano, la percepción del movimiento, la figura del cuadrado, y el color blanco, en un tratamiento totalmente distinto a como hasta entonces se había imaginado y se había podido imaginar. Tanto es así, que el propio autor, creador, en íntima relación auténtica y genuina con su obra, no tuvo más remedio que inventarse un nuevo término para poder expresar con palabras lo que su pintura trasmitía, naciendo así, el conocido “Suprematismo” al que no se le puede encontrar significado etimológico y que precisa todavía un apostillado de “no objetivo” ilustrando en su propio nombre la ruptura o hiato intelectual con lo hecho hasta entonces, si bien, interpelado por una pujante tradición que la eclosiona, de las distintas sensibilidades, exploró la potencia encarnada de un E=mc2 artístico, traduciendo la pintura en pensamiento y el pensamiento en pintura; cosa que por cierto, también hacen los grandes científicos que como Einstein materializaba sus genialidades en imágenes y decía necesitar pensar con ellas para poder comprender mejor los distintos detalles y aspectos de su teoría.
En “Cuadrado Blanco sobre Blanco” tenemos una obra mística, donde el autor por medio del color blanco, busca ahondar en la problemática de la Nada y su infinitud. Pero no se trata de una Nada estática o parmenídea, se trata de una Nada heraclitiana, que fluye en el devenir espacio-temporal de una superficie-plano relativista sin arriba ni abajo, ni adelante ni atrás, sin objetos que den sensación de profundidad, haciendo de todos sus puntos un todo nadificado en su mismidad. De igual modo que Einstein, prescindió del éter para explicar el movimiento de la luz en el espacio, así Malévich prescinde de la perspectiva del fondo, del aquí y ahora, para situar al espectador en una trascendencia superior al firmamento de la bóveda celeste trazada por el azul o el rojo del atardecer. La conciencia en esta superficie-plano sin referencias, donde el espacio-tiempo confluyen con el movimiento simbolizado por la inclinación del lado del cuadrado, presiente su pureza y grandiosidad sin verse depositada en los objetos de una realidad que la ata a sus sentidos, pudiendo navegar sin cadenas intuitivas en la profundidad de la obra donde se encuentra así misma a través del goce estético y sublime coincidiendo el yo con el no-yo del idealismo trascendental fichtiano.
No obstante, aunque esta obra y este autor me encantan, después de haberla mirado atentamente y estudiado con detenimiento, debo reconocer cierto grado de insatisfacción pues esperaba mucho más de lo que aparece. En mi opinión, queda un recorrido por hacer y es el que me dispongo a mostraros en lo que sigue:
1º paso que trasciende la obra de Cuadrado blanco sobre blanco: en primer lugar, creo que el cuadrado sobra, porque querámoslo o no, deja un poso de forma y donde hay forma, hay materia.
2º paso que trasciende la obra de Cuadrado blanco sobre blanco: creo que el blanco que se ha escogido no es el más representativo del blanco, claro que puede ser un defecto óptico de la cámara que lo recoge. Si fuera así, este paso no tiene porqué darse. Pero sospecho que no se pintó el cuadro con el blanco más puro que cabe expresar, en cuyo caso sería necesario realizar también esta modificación.
3º paso que trasciende la obra de Cuadro blanco sobre blanco: hay dos formas de afrontar el asunto:
Camino a) Si se desea culminar el recorrido expresivo material sobre el blanco entonces antes de un cuadrado blanco sobre blanco, habríamos de preguntarnos si antes no sería más simple colocar un triángulo blanco sobre blanco, acaso más perfecto un círculo blanco sobre blanco, seguramente más sutil punto blanco sobre blanco, si se quiere mayor espontaneidad, pincelada blanca sobre blanco, etc. De hecho, este es el recorrido histórico que yo he realizado a lo largo de estos veinte años que me separan desde la primera vez que contemplé el cuadro en tercero de filosofía, durante las clases de estética. Cuando aquello, sólo me atreví a disertar sobre la obra de P. Mondrian “Composición en rojo, amarillo y azul” pero siempre me quedó la insatisfacción de acometer el comentario de ésta obra con mayor profundidad, que por la brevedad estoy realizando aquí. Sin embargo, en estos años, he escrito cómo se puede trascender al cuadrado blanco sobre blanco.
Camino b) Si se desea prescindir de toda materialidad y culminar el verdadero proceso al que lleva toda la reflexión, empezaríamos preguntándonos que más puro y sublime que “Cuadrado blanco sobre blanco” o “X sobre blanco”, sería sencillamente una obra blanca, sin más titulada “Cuadro blanco” con todo, ello no sería la culminación total y absoluta del proceso, porque en verdad el blanco no es en sí mismo la realidad espacio-temporal. Cierto es que, ante un espacio en blanco, la mente humana siempre ha buscado rellenarla con mayor o menor profusión, desde el esquematismo japonés, al barroco o churrigueresco. Pero esto no solo le ha acontecido al color blanco, como digo, esto le ha ocurrido a todo espacio vacío, indistintamente de sus características, desde la pared de una cueva, hasta las grandes estancias aterciopeladas de los palacios de Madrid o Versalles. Por ello, la obra cumbre que he ideado consiste en una sencilla etiqueta portátil en la que sólo figura el nombre de la obra y el autor, que se puede colocar allí donde a uno le apetezca, sin por ello estropear, tocar o modificar superficie-plano alguno.
Poema para Instinto básico en homenaje a Jarry Goldsmith
Soy. Soy. Soy. ¡¡Soyyyyy!!…
pero soy mortal.
Preferiría no haber sido.
No haber existido.
No tener entidad.
No estar en la realidad.
Quedarme en la más absoluta de las nadas…
nada a la que fatalmente voy a terminar.
No hay escapatoria.
No hay alternativa. No hay solución.
No hay salvación.
Muerte y destrucción es lo que me espera.
Me exaspera y desespera saberme para la corrupción,
putrefacción, disolución, aniquilación y desaparición.
Todo está perdido y no hay nada que hacer.
Maldigo mi presente.
Maldigo mi existencia.
Maldigo mi estado y condición.
Maldigo mi ser….
¿De qué sirve la conciencia si no evita el sufrimiento?
¿De qué sirve el conocimiento si no ahuyenta al miedo,
al pánico, al pavor, al horror y al terror que yo siento?
Todo esto padezco.
¿A qué tanta libertad?
¿A qué tanta voluntad, si somos reos de muerte
que no podemos siquiera vislumbrar la eternidad?…
¿Qué identidad es esa que se borra con el tiempo,
es fugaz, falaz, efímera, volátil, toda ella vanidad.?
Soy capaz de admirar la armonía,
de gozar la simetría, sublimar la belleza,
de escuchar poesía, música y sinfonía
de un firmamento sin igual,
soy capaz de pensar,
soy capaz de pensar pensamientos,
de sentir sentimientos, soy capaz de respetar,
de amar, de soñar, de creer y de rezar
y aun así, elegiría ser inerte,
quieto, inanimado, antes de conocer mi estado
y mi destino
pues aunque soy heredero de la evolución de mi especie,
de cultura, historia y civilización…
aunque estoy dotado de ciencia, religión,
técnica y filosofía,
aunque conduzca mis pasos con ética costumbre,
tradición y moral
nada de ello evita que sea hombre limitado y contingente,
fenómeno natural que obedece las leyes de la física
viendo pasar los días hacia su trágico final,
su total ausencia
sin la menor trascendencia
ni físico
ni psíquica
ni conceptual
ni espiritual.
¡Bravísimo Sierra!
Santiago Sierra, acaba de rechazar el Premio Nacional de Artes Plásticas apelando a su libertad como artista. Agradece al jurado su gesto, pero en su opinión «los premios se conceden a quien ha realizado un servicio, como por ejemplo, a un empleado del mes».
Sierra denuncia que «Este premio instrumentaliza en beneficio del Estado el prestigio del premiado. Un Estado que pide a gritos legitimación ante un desacato sobre el mandato de trabajar por el bien común sin importar qué partido ocupe el puesto. Un Estado que participa en guerras dementes alineado con un imperio criminal. Un Estado que dona alegremente el dinero común a la Banca. Un Estado empeñado en el desmontaje del Estado de bienestar en beneficio de una minoría internacional y local» muy en consonancia con otra de sus libertarias advertencias como la de que «El estado… no somos todos. El Estado son ustedes y sus amigos. Por lo tanto no me cuenten entre ellos, pues yo soy un artista serio.” En cualquier caso, aunque en esta ocasión desprecie los 30.000 euracos que comporta aceptar el galardón, en su opinión, esta política de premios y subvenciones es toda una trampa para artistas e intelectuales, pues como muy bien dice,»quienes busquen en los bolsillos del Estado tendrán cada día menos futuro porque el Estado mismo ya es privado».
Algunos chupaculos ya se han apresurado a catalogar tan valiente desplante de mera pose publicitaria o para quienes desconozcan el castellano de simple Marketing, dado que con ello la imagen del artista se ha visto acrecentada varios enteros en su cotización mundial. A colación, según fuentes ministeriales Ángeles González-Sinde, le llamó para comunicarle su nominación y este se mostró «encantador y agradecidísimo» lo que no es óbice desde mi punto de vista para restarle ni un ápice de genuinidad a su bravería, pues es comprensible que el acto reflejo de un espíritu sensible y educado como lo es este Genio, sea mostrarse cortés cuando le hacen saber sin aviso de algo tan aparentemente bueno como que te reconozcan en tu patria con lo difícil que es…mas recompuesto de la emoción lógica, dueño de su momento lúcido, en mitad de la noche del Jueves al Viernes, camino de Australia, tomó su decisión, libre, voluntaria y meditada, que es la que vale, y la que el resto hasta ahora no se han atrevido a tomar. ¡Ole tus cojones!
Por su parte, Ángeles Albert, Directora General de Bellas Artes, reconoció que «es la primera vez que un artista renuncia al premio, por lo que habrá que estudiar los pasos a seguir «jurídicamente, (…) porque, es una pena que este reconocimiento a la trayectoria de un creador quede vacante habiendo tan buenos artistas». Pero ahora el público sabedor de lo que se cuece, tendrá ocasión de juzgar si el artista premiado es bueno en su arte, o sólo en su comportamiento respecto al Poder que le agasaja, según lo rechace, o corra agradecido a la voz de su amo.