Nunca he llegado a entender muy bien qué es eso del Tercer Mundo. En un principio, me esforcé por comprender lo que nos enseñaron en la escuela y el Telediario, a saber: Hay un primer mundo desarrollado, donde vivimos nosotros; un segundo mundo que está en vías de desarrollo y un tercer mundo, subdesarrollado. Pero al igual que se le dice a la novia, que hay otras chicas, pero están en ti, es verdad que hay otros mundos, ¡pero están en éste!. No deja de ser curioso que el Tercer mundo en el Sistema Solar, sea precisamente el Planeta Tierra: Mercurio, Venus y nosotros. Y no hay lugar en la tierra en el que no podamos ver y contemplar al famoso Tercer Mundo… Claro que entonces, para alejarlos de nuestro entorno mental, se ha acuñado la expresión Cuarto Mundo, que alude a esos pobres de solemnidad a los que también se llaman Sin techo. Así, vagabundos, marginados y toda suerte de gentes adscritas a los vergonzantes dejan de ser nuestros vecinos, nuestros conciudadanos y pasan a convertirse poco menos que en marcianos o extraterrestres, que pasean entre nosotros sin ser vistos, ni oídos, ni atendidos, como sucede en las novelas de Ciencia ficción, donde amenazan con invadir todo el planeta Tierra.
Con sólo escucharlo por la radio, me he puesto a temblar. De nuevo la ONU se empeña sádicamente en darle Fin a la pobreza. En esta ocasión, según su Presidente Ban ki Moon, en menos de cinco años. Mucho más realista me pareció la propuesta de Jeffrey D. Sachs, defendida en su célebre obra “El fin de la pobreza” máxime, cunado los ocho objetivos del Milenio anunciados a bombo y platillo por esta organización intergubernamental a comienzos del 2000, pasada una década, parecen perseguir lo contrario si atendemos únicamente a los resultados y no a la propaganda.
Claro que, cuando esta gente se pone a hablar de “El Fin de la pobreza”, me temo que traten la cuestión en un sentido muy distinto al que le damos el resto de los mortales. Me explico: cuando cualquiera de nosotros nos referimos coloquialmente al Fin de la pobreza, lo hacemos pensando en su erradicación de la faz de la Tierra, en cambio, es posible que en estos foros intergubernamentales, el significado de la expresión “El Fin de la pobreza” indique veladamente cuál es el objetivo o la finalidad de la pobreza en un mundo global y cómo ha de redefinirse su condición, ahora que los pobres tienen ordenador y antenas parabólicas en sus chabolas.
Así entendido, el Fin de la pobreza, no puede ser otro que el de tener subyugada a la baja clase media en extinción por temor a caer en la pobreza, y a los pobres rendidos ante su situación, pues mal que bien sobreviven a los dramas del Telediario que les reafirma en su convicción ¡Pobres pero honrados! Y sobre todo les recuerda que todavía hay algo peor como la miseria.
Si alguna vez la ONU, la UE, los EEUU, la OTAN, y demás organismos intergubernamentales llegaran a plantearse el Fin de la pobreza en el sentido de acabar con ella, seguramente no emplearían esta fórmula idiomática, sino la de “Cómo acabar con los pobres” que ya habrán adivinado, gurda estrecha similitud con la “Solución final” dada a judíos y gitanos por el Tercer Reich.
Mucho se ha escrito acerca del origen del beso: desde que apareció como prolongación del acto mamario, hasta la acción maternal Cro-magnona de masticar los alimentos a sus bebés, pasando por los olisqueos mutuos entre extraños para reconocerse. Mi parecer al respecto va también en esta línea, situando la acción de besar dentro del marco del despioje, más que nada, porque éste empezó dándose entre los más cercanos, generalmente parientes, explicación que comporta el plus de salubridad que se requiere para evolucionar como lo ha hecho hasta convertirse en saludo que amenaza a la humanidad con extenderse más allá de los límites cursis -que no románticos- de la familia, por cuanto ello supone un riesgo superior para la especie que el que se calcula puede sobrevenirnos de los cielos en forma de meteorito, haciendo bueno con mil años de retraso la Edad del Espíritu santo anunciada por Joaquín de Fiore, en la que el Amor Universal acabará triunfando, entendiendo por triunfo, El Final de los Tiempos que suena mejor que El Fin del Mundo. Porque si para algo ha servido la fantasmagórica Gripe A, ha sido para poner de manifiesto lo insano de esta práctica del besuqueo…
Así, de la sana acción de despiojarnos unos a otros, se llegó por error muy recientemente en la historia de la humanidad a saludarnos con besitos más falsos que los de Judas, pues si el saludo es a la salud lo que el salario a la sal, más nos hubiera valido salarnos, que todavía ni por estas llegaría yo a preferir asalariarme, por mucho que deteste que me babeen la cara en el mejor de los casos, que por lo general el asco suele ser recíproco sólo alcanzando a rozar las mejillas. Y digo recientemente, porque hasta bien entrado el Siglo XX, únicamente se besaba en la cara a los iguales; a las personas distinguidas se les hacía reverencia o como mucho, besaba en la mano como a los obispos o incluso la zapatilla como al Papa; Besar a una Dama en público en la mejilla era un atrevimiento tal, que en algunas culturas el chico estaba obligado a casarse, y todavía hoy, en un país tan culto como Irán, puede suponer pena de cárcel, legislación avanzada que deberíamos aplicar aquí de inmediato para evitar el contagio de esta repugnante moda.
Mis investigaciones antropológicas del beso, ponen de manifiesto una correlación directa entre la malsana costumbre de besarse y el desarrollo de una sociedad: Mientras Europa supo mantener el beso en la esfera privada, pudo competir de igual a igual con todo el Mundo y gracias a su tecnología y las armas de fuego, dominarlo, pese a lo reducido de su tamaño geodemográfico; Mas tan pronto como su práctica se expandió tras el Mayo del 68, vamos en caída libre. Los dos besitos que nos damos los europeos, pueden salirnos carísimos, como caros les saldrán a los americanos aunque sólo se den uno, pues los asiáticos saben de su perniciosidad debido a su masificación y lo evitan elegantemente sin necesidad de darse la mano –otra fea costumbre- con una inclinación de cabeza. Un morrocotudo escarmiento, fue el colapso de la Unión Soviética y todo el Pacto de Varsovia, poco después de verles morrearse a Erich Honecker y Gorbachov junto al Muro de Berlín, que se vino abajo como las murallas de Jericó.
De nuevo, una inquieta Esperanza Aguirre, seguramente excitada tras masturbarse mentalmente todas las noches al escuchar Intereconomía, pornográficamente escandaliza la escena pública, no dejando una brizna de erotismo a la imaginación de mentes mediocres acostumbradas a panfletos bienquedantes de la centralidad y lo políticamente correcto, mostrando a los cuatro vientos sus sonrosados pétalos liberales henchidos de confianza, bien lubricados con los jugos orgásmicos de saber que está acariciando la fibra sensible de un músculo languideciente, cuál es, el órgano social demócrata, debido a su libidinoso comportamiento durante el Estado del bien estar.
Sus zorriles proclamas a la salvaguarda de los derechos fundamentales de los trabajadores, garantizando el íntegro cumplimiento de la legalidad laboral vigente, no han logrado calmar el desasosiego de todos aquellos que acostumbrados a vivir del cuento, sin dar palo al agua, a diferencia de sus compañeros que ven siempre el futuro incierto, a ellos se les dibuja delante de sus narices la nada saludable perspectiva de tener que trabajar, con solo darse noticia de las taciturnas intenciones de la Presidenta de Madrid.
Yo les comprendo muy bien, porque soy un vago convencido. Ello no es óbice, para comprender que, si la derecha más recalcitrante ha podido dar la estocada al toro sindical cantándole 20 en espadas y un buen garrotazo a toda la clase obrera catándoles las 40 en bastos, es porque dichas bazas le han sido entregadas tras muchos años pasándose las horas muertas jugando a las cartas en los comités de empresa por los sindicatos amarillos, cuya verticalidad no les ha librado de caer como las Torres Gemelas, pues su oquedad estructural ofrece la misma resistencia que un gigante con los pies de barro, aunque parezca lo contrario ahora que pasean por los barrios obreros aireando la convocatoria de una huelguita general que bien podría ser anunciada por Ned Flanders.
Cada vez que pienso en la decena de miles de liberados sindicales, me viene a la memoria la pregunta que me hacía cada vez que entraba en manada a la Universidad de Deusto, ¿Con tanta gente que estudia cómo el mundo continúa igual? Solo que en esta ocasión la cuestión es, ¿Cómo con tanto liberado sindical estamos como estamos? Acaso las respuestas a dichos interrogantes estén contenidas en las mismas preguntas: precisamente esa tanta gente que estudia perpetua el statu quo y esos mismos liberados se ocupan de degradar las condiciones laborales pactando con la Patronal, Gobiernos títere y dando motivo de reproche con su comportamiento para que la Reacción recupere terreno en la lucha política…Porque, ¡hay que reconocerlo!, nuestros liberados sindicales parecen más, liberales sindicados, que gente luchadora representando a los trabajadores.
Así las cosas, contemplo con buenos ojos la medida emprendida por esta castiza señora, con la esperanza de que, fagocitada la cizaña, podamos sembrar nuevo trigo del que germine un anarcosindicalismo autogestionario en el que los trabajadores sean dueños de su destino y no como ahora que está en manos de sus capataces.
Yo soy aquel negrito del África Tropical que ahora os llevaré zingando todo mi ....Cola Cao.
Aquella ocurrencia atribuida equivocadamente a Alejandro Dumas (Padre) al que dio tiempo en vida de negar ser su artífice por considerarla una afrenta -no sabemos muy bien a quién- en la que se trastocaba algo la geografía, contemplada con retrospectiva, más bien se me antoja el típico desahogo chovinista de nuestros vecinos gabachos algo despechados por verse rechazados en lo más sublime que su cultura ha parido al mundo, cuál es, la Revolución Francesa, corrida a gorrazos de nuestro territorio cañí, al tiempo que nos quedábamos con lo peor de su inmundicia que no es otra que la tradición borbona que cuya nociva presencia supieron afeitar de su Imperio. ¡No era para menos! Sólo de imaginar que, deseando aquí librarnos de Zapatero fueran allí en Paris a perpetuar su especie para poner en riesgo nuestra salud social…se les disculpa tan provocativa ocurrencia.
En cualquier caso, si por una cuestión política todavía hoy África no empieza en los Pirineos, bien podrá decirse dentro de poco que si lo hace el Sáhara gracias al cambio climático, y es posible que para entonces, el Plan Baker sea innecesario por gobernar la colonia y metrópoli los Borbones marroquíes que nos pondrán a todos mirando a la Meca. No obstante, España, como Turquía, es un anfibio continentalmente hablando, pues si la República de Atatürk opta a ser miembro de la Unión Europea cuando menos del 5% de su territorio lo es por un trocito de su capital Ankara, con más derecho nuestra querida España debería apresurarse a solicitar de inmediato el ingreso en la OUA, la Organización para la Unidad Africana, pues a parte de Ceuta, Melilla, Chafarinas e islotes ribereños como El Peñón de Vélez o Perejil, están las Islas Canarias incluida La Graciosa y sobre todo nuestra historia trufada de idas y venidas africanas desde Cartago, cuyo rastro genético cultural indeleble, seguramente tenga que ver con nuestros éxitos deportivos y gusto por el cante, que el famoso Plan ADO de Lissavetzky o el programa OT de la televisión.
La población, que para esto tiene más olfato que sus representantes democráticos, hace tiempo que inició el proceso de africanización social dado que los puestos de trabajo en precario, la flexibilidad laboral, el recorte de los derechos de los trabajadores, los accidentes laborales etc, pronto en nada se diferenciarán de las características de las que disfrutan los congoleños en su democrática República, mientras la corrupción triunfa en todos los órdenes de la vida desde la construcción, hasta la política, pasando por la policía, la industria, la banca…por ello, en cuanto pueden, todo el mundo corre a ponerse morenito para no desentonar cuando los genes recesivos sean barridos por los dominantes, en toda fiesta que se precie no faltan los ritmos tribales al son de tantanes urbanos mañana tarde y noche, la gente empieza a ir como Dios le trajo al mundo por la calle, sin necesidad de reclamar el nudismo y sin tantas pajas mentales, literalmente nos hemos pasado cantando y bailando primero el Weke Weke y luego Waka Waka de Shakira donde se dice sin miramientos ¡Porque esto es África!
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