La evidencia no se demuestra. Se muestra.
Etiqueta: Derecho
Cuatro vanguardistas morales
Hace más de un mes, que se dice pronto en Democracia, tras las comprensibles protestas ciudadanas ante los abusos del Poder durante la jornada de lucha de la Huelga General del 29-M, la juez Carmen García Martínez, en el ejercicio de su intrínseca maldad, envió a prisión sin fianza a tres jóvenes vanguardistas morales imputados de “actuaciones criminales para alterar la convivencia en la ciudad y producir el máximo deterioro de la convivencia democrática” acusándoles del delito de desórdenes, penado con hasta tres años de cárcel, motivo por el cual, esta indigna magistrada justificó tan desproporcionada medida ante la proximidad de actos en Barcelona como la cumbre del Banco Central Europeo o el partido de fútbol entre los dos equipos de la ciudad, ganándose con ello que desde hoy, hasta que estas personas sean puestas en libertad, rece todos los días para que nuestro Señor Jesucristo, se la lleve consigo a su Gloria.
Para que tan abyecto comportamiento judicial cometido por esta sin vergüenza de juez, permitido por el canallesco sistema legal, no corregido ¡Todavía! por nuestras criminales instituciones, no se quede en anónimos datos, paso a comentar brevemente algo sobre estos cuatro Héroes civiles cuyo compromiso social por nosotros les está costando muy caro en sus vidas particulares, como ha de ser cuando uno se sacrifica de verdad, dicho sea de paso:
Ismael y Daniel, aparte de buenos hijos, de excelentes ciudadanos sin antecedentes y cotidianos pagadores de impuestos, gente pacífica, sana y de buenas costumbres, son dos estudiantes brillantes de física que no superan los 20 años de edad. Tampoco Javier, un chaval íntegro, idealista, inteligente y genial que simultanea las carreras de física y matemática, sin embargo, él ya dio muestras de su compromiso para con los más desfavorecidos del Sistema al arriesgarlo todo durante el magnífico asalto al Parlamento Catalán del 15 de Junio en el que fuera detenido por las fuerzas represoras del Régimen Democrático. Junto a estos tres ejemplos de esfuerzo personal y compromiso cívico a seguir por la juventud libre, también se encuentra encarcelada por “los Malditos” la Señora Doña Laura, una buena madre de familia de 43 años, trabajadora, de espíritu quijotesco, acusada únicamente de hacer una fogata de nada delante de la Bolsa de Barcelona.
A la vista de estos recorridos vitales donde se puede apreciar que estas cuatro bellas personas no andan metidas en centros de corrupción como lo son los grandes Partidos del PP o del PSOE (cuya militancia cómplice merece ser escupida por donde pasa) ni trabajan en puestos de riesgo para hacer el mal como puede ser la dirección de un Banco o mismamente, ser juez del actual sistema legal, no se explica, salvo por la maldad que aflora cuando a una persona se le concede poder, que mientras Urdangarín anda suelto en tratos con la fiscalía, los perversos Rajoy, De Guindos y Montoro sonríen antes durante y después de anunciar medidas criminales contra el Pueblo, por no recordar a Zapatero que seguramente se esté regodeando en su dorado retiro…estos auténticos ciudadanos que dedican sus vidas al estudio, a la investigación y como en el caso de Laura al cuidado de su familia, hayan pasado siquiera un sólo día en la cárcel cuando son personas queridas por su gente, por ser buenos hijos, buenos vecinos, buenos compañeros y ciudadanos que lejos de ser motivo de oprobio, detención, juicio o condena, deberían ser condecorados por su altruismo, agasajados por su ciudad por dar testimonio moral por toda ella y de todo nuestro más caluroso agradecimiento.
Pero como siempre sucede en la Historia real, que no en la académica, son pocos los afortunados de hacer lo que tienen que hacer cuando toca romper moldes poniendo en peligro sus propias vidas para impulsar con su singular sacrificio a la humanidad por el tortuoso sendero de las virtudes individuales y colectivas, hazaña que lamentablemente sólo les será reconocida en forma de homenajes postreros cuando todos los demás, llevados más por la egoísta necesidad que por su solidaria convicción, vayamos tras la brecha abierta por su vanguardia moral. Y lo peor de todo, es que así como los gobernantes criminales del momento presente se apropian de los sacrificios pasados de héroes que lucharon en su día contra la injusticia social, la esclavitud y la libertad, son los mismos que se ocupan de reprimir a quienes recogieron el testigo de la Lucha en la actualidad, así otros déspotas venideros mañana rendirán hipócritamente públicos honores a los represaliados de hoy.
¡Que se les ejecute!
Cuando un grupo de personas se confabula para cometer un crimen o delito, suelen las más de las veces actuar ¡todos a una! como Fuenteovejuna o el apuñalamiento de Cesar mismamente, en principio, al objeto comprensible de que su directa implicación material en los hecho garantice el eterno silencio de sus integrantes, mas también, para preservar algo tan etéreo como la paz espiritual a una Conciencia ambivalente que con el paso del tiempo puede ser el peor de los verdugos, de suerte, que pueda operar la conocida sentencia que aflora entre el vulgo en estos casos cuando se comenta que “nadie fue y entre todos la mataron”.
La estratagema es de tal eficacia que se emplea incluso para ejecutar por orden judicial legal a los condenados a muerte en EEUU cuando, por ejemplo, en un pelotón de fusilamiento compuesto, por digamos cinco tiradores, está estipulado que al menos uno de ellos, pese a haberse ofrecido voluntarios para la ocasión, dispare una bala de fogueo. Por eso mismo, la técnica de diluir la responsabilidad con la finalidad de diluir igualmente las culpas y aún los remordimientos, igualmente ha llegado ¡cómo no! al Gobierno del Estado, la dirección de las Grandes Empresas y sobre todo a las Asambleas de Accionistas de la Banca, entidades potencialmente criminales que han sabido en el ejercicio continuado de su perversidad refinar aún más si cabe, los mecanismos de inhibición mentales de la comunidad afectada, por medio de la denominada cadena de mando donde cada eslabón no hace otra cosa que su trabajo, sibilino engranaje comportamental en el que encajan a la perfección excusas tales como “yo hago lo que me mandan” “No puedo hacer otra cosas” “Si no lo hago yo, lo hará otro” “Yo sólo obedezco órdenes” “A mi no me digas, díselo al que manda”, “Yo sólo soy un empleado”…fórmulas socorridas para cuantos desean hacer frente al acusador dardo certero de saberse instrumento necesario para hacer el Mal y aún así, no se frenan porque les conviene aunque sea poco, conducta todavía más abyecta propia de gente miserable por cuanto por mínima ganancia, venden su alma al mismísimo Diablo.
Claro que, si subimos por tan mezquina jerarquía de criminales, al final deberíamos dar con el responsable en origen; Es decir, quienes dan las órdenes y dirigen el cotarro. Este fue el Principio regente en los Juicios de Núremberg. Y sin embargo, además de actuar en grupo, los ejecutivos – curioso nombre – sean políticos o empresariales, como los jerarcas nazis, no se quedan cortos en hallar toda clase de subterfugios explicativos-justificativos a priori, posteriori y fortiori que se los endosan a realidades suprapersonales como las circunstancias, la voluntad popular, el bien común, el deber, la necesidad de espacio vital, o como ahora está de moda, a la crisis económica que por lo visto sirve para poner de patitas en la calle a familias enteras, dejar sin empleo y sueldo a una madre con tres hijos pequeños, morir de hambre a una viuda anciana en su casa sin asistencia…y tantas y tantas cosas que me hierve la sangre hasta exclamar parafraseando a Arquímedes ¡Dadme un arma y escogeré una nuca! Porque está visto que el Evangélico “¡Dios mátalos! ¡Cristo óyenos!” actúa demasiado lento para los tiempos que corren.
Pese a que mis avanzadas ideas al respecto fueran rechazadas en la Asamblea abierta del 15-M que tuviera lugar en el Retiro Madrileño hace casi ya un año cuando me hicieran abrumadoramente la famosa “equis” con los brazos y me retiraran el micrófono con prisas por proponer la instauración de la Pena de Muerte para delitos económicos y de corrupción que afecten al caudal público por cantidades superiores a los cien millones de euros…he seguido sopesando el asunto de eliminar por vías pacíficas y democráticas a los sujetos y entidades nocivos para la supervivencia de la comunidad, cuya línea de reflexión me ha hecho progresar hasta el estadio que hoy tengo a bien participarles en primicia, cuál es, el de proponer la ejecución pública de cuantos a diario firman sentencias de muerte civil no dudando en ordenar que se ejecuten por vía sumarísima, a saber: en primer lugar todos los directivos y grandes accionistas de bancos y cuantos trabajen para ellos; todos los miembros del Gobierno Central y Autonómicos, las directivas de los Partidos que les apoyen y cuantos funcionarios colaboren con ellos; Todos los Jueces y Fiscales – y de paso algún que otro abogado – que se empeñan con celo en hacer cumplir leyes injustas a sabiendas de que lo son y quienes trabajan en los juzgados a sus órdenes sin que les vaya en ello algo personal; Los altos ejecutivos de Empresas Multinacionales, de la Industria del Automóvil, del Petróleo, Armamento, etc, ¿bajo qué acusación? Se preguntarán ustedes. ¡Muy sencilla! La de Alta Traición a la Patria, maquinación perversa para hacerse con los recursos comunitarios, despojar a la población de sus derechos y libertades civiles y finalmente de conspiración para sabotear la pacífica convivencia y destruir la Sociedad.
Y ahora vénganme los moralistas domingueros a advertirme eso de que, de llevarse a cabo esta limpieza orgánica, seguramente pagarán justos por pecadores que conmigo, por no ser Dios, no les hará falta regatear como hiciera Lot para Salvar Sodoma y Gomorra y les anticipo que de encontrar entre todos ellos ¡al menos! diez justos que renuncien a hacer el Mal si ello les perjudicase en su puesto, yo dispuesto estaría a retirar mi propuesta que va ganando simpatizantes por momentos soterradamente, pues nunca antes en la historia como ahora, resultó más barato y mejor, ser lacayo que Señor.
Confesión del pequeño Dumbo a su buen amigo Timothy
Tras los alarmantes hechos conocidos hoy Sábado 14 de Abril de 2012, desde una guarida secreta en Botswana en lo alto de un árbol – suponemos un baobab – el pequeño elefante Dumbo envía una misiva urgente a su confidente Timothy cuya intimísima privacidad nos vemos obligados a traicionar debido a su enorme público e internacional interés, pidiendo por ello disculpas a los afectados en nombre de la Agencia BlaBlaBla.
Mi muy querido y apreciado Timothy:
Gracias a ti, mi historia aunque triste en sus inicios tuvo un final feliz, a diferencia de mis insignes ancestros como los sufridos anónimos elefantes que Aníbal hizo cruzar el estrecho, los Pirineos y hasta los Alpes ¡total para nada!, o el pobre Abul Abbas sacado de la jungla india para ser ofrecido como exótico regalo a Carlo Magno que murió de frio tras usarle el Emperador en sus batallas del norte, o el infeliz Hanno que fue a parar al Vaticano como obsequio del Rey de Portugal al Papa León X, o el muy desgraciado Topsy que cayera en manos del genio sin escrúpulos Thomas Edison quien no dudó en calzarle zapatos de metal para electrocutarlo en una feria cual espectáculo previo para demostrar la viabilidad de su tipo de corriente, experimento que luego culminaría en la fabricación de la Silla Eléctrica, irónicamente construida por la prestigiosa casa rival de Edison, la Westinghouse, o sin ir más lejos, mi malogrado tocayo Jumbo arrollado por un tren, en cuya memoria mi dulce Mamá me puso su nombre, aunque todos me digan despectivamente Dumbo por ser pequeño y con orejas grandes. Pero ahora…¡Ahora tengo miedo!
Mi querido Timothy, tu que eres un ratón al que se te puede hacer de todo en nombre de la ciencia o vender de mascota para que los niños den rienda suelta a su tierno sadismo infantil que no sé que es peor…estás acostumbrado a estos sustos. Pero yo, hace tiempo que pertenezco a una especie protegida, pero no parece que se precisamente por la Convención de Ginebra y menos todavía la de Burbon, porque me han llegado noticias de Pachi, el nieto del elefante que llevaba a lomos a Tarzán, sobre que el Rey de España, anda suelto de Safari por Botswana – mi tierra de acogida – escopeta en mano poniendo precio a mi cabeza en algo más de 20.000 euros. Y qué quieres que te diga, las orejas se me han puesto de punta.
Da igual lo que me digas sobre que el peligro para mi y los mios ha pasado, porque el auténtico “Rey de la Selva” el salvaje de verdad, dicen los medios de comunicación que se ha vuelto para casa con la cadera rota. ¡No pienso bajarme del árbol! Y tampoco me creo eso que se comenta de que todo este asunto publicado precisamente hoy 14 de Abril cumpleaños de la República española, es todo una invención y un fotomontaje orquestado por la Casa Real como cortina de humo para despistar a los investigadores sobre recientes acontecimientos cuyas pistas podrían arrojar una salva de mentiras tan gordas que nadie en su sano juicio se las podría creer de ser ciertas sobre lo ocurrido con Froilán…¡Y menos yo! Que no me chupo la trompa.
Sin embargo, yo, a diferencia del Oso Yogui, no pienso utilizar ningún epíteto como el famoso “mequetrefe” susceptible de ser malinterpretado de caer esta carta en malas manos, entre otros motivos, porque te confieso que me está bien empleado. A mi me ha sucedido lo que acertadamente advirtiera en tono de ¡Mea culpa! el Pastor Protestante alemán Martin Niemöller cuando confesara aquello de que “Primero vi que se llevaban a los comunistas y no hice nada” frase que equivocadamente se atribuye a Bertolt Brecht, pues mientras supe que este espécimen incontrolado de la fauna ibérica se dedicaba a cazar a los cervatillos hermanos de Bambi, yo permanecí como cantan los Celtas Cortos “tranquilo en mi sillón” escuchando a Mancini; Luego cuando supe de sus andanzas y correrías safarísticas tras los parientes del Rey León, continué como si nada balanceándome sobre la tela de una araña; Más tarde, cuando me comentaron que la había tomado con los congéneres del oso Balú, tampoco me di por aludido, haciendo poco honor a la memoria histórica antes referida. Y ahora, mira por dónde, se ha fijado en mi. Yo, que le tenía por uno de los mios al ser identificado como ejemplar Sagrado, siendo como es un Elefante Blanco institucional. Espero que esto sirva de escarmiento para mi amigo el Hipopótamo que creo que es el siguiente en la sanguinaria lista de invitados a tan siniestra agenda diplomática real.
Bueno, dale recuerdos a Pixi y Dixi y perdona si hasta ahora no me preocupé por tu sufrimiento en los laboratorios clínicos.
Que se preparen los clubes de fútbol
El Ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, durante su pasada intervención en el Congreso, adelantó en lineas generales el futuro que nos espera a partir del próximo Junio en la España de Rajoy, donde literalmente, como dice el chiste, ¡no nos podremos quejar! por muy calentito que se prometa el veranito, de salir adelante el otro recorte que está en ciernes, cuál es, el de las libertades civiles. Porque, si como promulgan los paladines de la democracia no puede haber libertad económica sin libertad política, también así sucede a la inversa, que no debe haber recortes sólo en economía si no son acompañados de recortes en los derechos individuales y colectivos.
Por medio de un anteproyecto de Ley para reformar – y hasta disciplinar me atrevería yo a decir – el permisivo y ñoño Código Penal vigente, con el propósito de endurecer las penas previstas para actos vandálicos, imputándose delito de pertenencia a organización criminal a quienes convoquen a través de cualquier medio, actos que degeneren en episodios de violencia o alteren el orden público, cosa que comportará una pena mínima de dos años de cárcel, para facilitar a la fiscalía poder solicitar prisión provisional y al juez, decretarla. Con lo cual, se equiparará los actos vandálicos callejeros con la ‘kale borroka’ en el País Vasco y Navarra, meta anhelada por todo el espectro político gobernante desde hace tiempo, para asentar debidamente el Estado de Derecho, entendiendo por Derecho ¡Firmes!
Fernández Díaz que no baciló en aludir hipócritamente a la espiral de violencia protagonizada por colectivos antisistema con técnicas de guerrilla urbana coordinada previamente, para justificar la necesidad de tan magna aberración jurídica, no contento con pergeñar el modelo totalitario, en su efervescencia llegó a señalar la enorme laguna del actual Código Penal donde no está debidamente tipificada la peligrosísima “Resistencia pasiva” practicada por elementos incontrolados del denominado “Terrorismo no violento”, es decir, la actuación de aquellas personas que desobedecen de forma reiterada y coordinada las órdenes de los agentes de Policía y protagonizan, por ejemplo, una sentada que ponga en riesgo los intereses de la Patria.
A nadie escapa que esta iniciativa persigue – nunca mejor dicho – por un lado ahogar al movimiento pacífico y democrático de los espíritus libres Indignados que vieron la Luz en la Plaza del Sol el año pasado y por otro, ahorrarse la reacción furibunda de una población comprensiblemente enfadada en cuanto se convenza de que todo va a peor y que las promesas del “Predecible” – Rajoy merece el apelativo tanto cuanto Juan Carlos el de “Demócrata” – como era predecible, no se cumplen.
Así, como diría Becquer, “volverán las oscuras golondrinas a sus nidos a anidar, pero aquellas que tú vistes, aquellas no volverán…” porque se han transformado en gaviotas agresivas que creen les ha llegado el momento de hacer vestir de nuevo a las muñequitas de azul con su camisita y su canesú. Pero resulta que esta nueva vuelta de tuerca en el Garrote Popular donde nos encontramos maniatados los ciudadanos, de nada va a servir para sofocar y reprimir la contestación inevitable en las calles de parte de quienes no tienen nada que perder por no poseer empleo, ni sueldo, ni prestaciones sociales, ni subsidio, ni derecho a la sanidad, ni a la educación, ni un techo donde cobijarse por haber sido desahuciado por el banco…y poco les impresionará en consecuencia estar al corriente de estas amenazas judiciales. Sin embargo, tal como se ha planteado la cuestión, ya pueden irse preparando los clubes de fútbol, sus directivas y los diarios deportivos para asumir multas y condenas debidas a los desórdenes públicos que siguen a los partidos, pues parece ser, que de ahora en adelante, las Fuerzas de Seguridad, las Instituciones y el Gobierno sólo están como meros observadores sin ninguna responsabilidad en el desarrollo de los mismos.