Rajoy espiado

Dejando a un lado mi discutida y discutible opinión ya expresada de que a España ser espiada por EEUU le ha prestigiado internacionalmente, lo cierto es que, no puedo imaginarme las soporíferas horas que han debido soportar los agentes dedicados a intervenir las conversaciones telefónicas de nuestro Sr. Presidente, ni los informes que de su escudriñado análisis posterior hayan podido pasar al inquilino de la Casa Blanca. Mas, extrapolando la dilatada experiencia mediática que del susodicho tenemos registrada cuando se pronuncia sobre cualquier particular fuera y dentro del Parlamento, estoy en condiciones de ofrecerles una simulación bastante verosímil de cuál ha podido ser el registro arrojado por las grabaciones así como aventurar a grandes rasgos cuál ha podido ser el contenido extractado por las distintas Agencias de Inteligencia americanas de tan sensible íntimo material y finalmente la idea que de todo ello ha podido hacerse el Presidente de los EEUU. ¡Vamos allá!
Conversación 314; Diciembre del 2012; Interlocutores Presidente Gobierno Español y desconocido; Tema sobre el que hablan, desconocido: ¡Oye! ¡Eh…! ¡Hum…! Yo de esto no sé nada. Me he enterado por los periódicos. Y de lo otro, ¿qué te voy a contar que no sepas…? Por lo demás, ¡ Ejem! ya me pronuncié en su momento y a ello me remito. En cualquier caso, a mi no me gusta hablar de estos temas y ¡Mire usted! ¡Eh! ¡Hum! ahora no toca. Todo el mundo sabe lo que pienso o no pienso sobre esta cuestión ¡Eh! ¡Hum! y se lo repito, no es necesario que lo repita. Cuando sea el momento ¡Eh! ¡Hum! me pronunciaré como siempre he hecho; pero ni antes, ni durante, ni después, la discreción ante todo. Porque el que tiene boca se equivoca y aunque corregir ¡Eh! ¡Hum! es de sabios, el diablo sabe más por lo que calla que por lo que cuenta y si el sabio entre los sabios, Sócrates, afirmaba que él no sabía nada, yo sólo te puedo declarar ¡Eh! ¡Hum! ¡No me consta! por si las moscas. Es muy fácil hablar cuando no se tiene dudas, porque las palabras se las lleva el viento, más yo como Descartes, existo ¡Eh! ¡Hum! porque dudo y no olvides que por la boca muere la pescadilla que se muerde la cola, así que ¡ánimo y se fuerte!
Informe de la Cia para el Presidente Obama sobre la conversación intervenida a Mariano Rajoy: El Presidente Español sabe más de lo que dice ¡Eh! ¡Hum! y dice saber sólo lo que cuenta El Mundo. A este respecto, ¡Eh! ¡Hum! es posible que el sujeto maneje información confidencial codificada por Fito y los Fitipaldis pues mantiene no saber contar. Sin embargo, todo El País sabe lo que piensa ¡Eh! ¡Hum! porque no se muerde la lengua y nos consta que también lo sabe un tal Sócrates que debe ser un demonio al que conviene investigar. En cualquier caso, ¡Eh! ¡Hum! parece que calla más de lo que piensa asunto en el que la duda ¡Eh! ¡Hum! queda descartada, porque en boca cerrada no entran moscas que se las lleva el viento, motivo que ¡Eh! ¡Hum! nos induce a sospechar que padece de aerofagia aunque únicamente reconoce que le algo le repite. Por lo demás ¡Eh! ¡Hum! le gusta la merluza e ir de pesca.
Conclusión de Obama: Rajoy habla pero no dice; dice sólo lo que no se calla; calla lo que no piensa; piensa sobre lo que se remite; y se remite a lo que todos saben; todos saben que no sabe y que en caso de saber, hace como que no sabe o en su defecto hace lo contrario de lo que dice, que dice lo contrario de lo que piensa, que piensa lo contrario de lo que anuncia y anuncia lo que todos desean despejando ninguna duda de que será al revés…Por consiguiente, ¡Eh! ¡Hum! debo leer el informe por el final y dar la orden a mis agentes de radio espionaje para que escuchen las cintas en sentido contrario con el fin de poder entender el oculto mensaje que encierra su discurso.

Ser espiada prestigia a España

https://www.youtube.com/watch?v=jBupII3LH_Q

Presentada España como ganga en el exterior por nuestros gobernantes mendigos a quien desee comprarnos a precio de saldo mientras el Banco Mundial disuade a potenciales inversores citando nuestra marca por debajo de realidades como Tailandia o Kazajistán para hacer negocios, el mero hecho de sabernos espiados por nuestro mejor amigo y más firme aliado los EEUU, lejos de enfadarnos, debería movernos al agradecimiento general por el prestigio que ello supone por partida doble: primero, porque ser objeto de espionaje le hace sentir a uno importante; es verdad que como dice el refrán, “a todos nos gusta que nos miren, pero a nadie agrada que lo observen…”sin embargo, tal y como estamos necesitados de un poco de atención, ya sólo que España aparezca citada en los medios de comunicación de medio mundo junto a Rusia, Francia o Alemania en el amplio espectro de Estados espiados, nos eleva de rango como potencia por osmosis nominal. Y en segundo lugar, porque no nos ha espiado un cualquiera: Nos ha espiado nada más y nada menos que la primera gran superpotencia ¡Eso es nada! Esta dicha, incomprensiblemente afeada con una pataleta diplomática pueblerina propia de la periferia intelectual, dramatizada para la galería en buen ejercicio de la demagogia, para si la quisiera Mongolia o Madagascar que se mueren de envidia por la suerte que hemos tenido.

Se mire como se mire, España al ser estrechamente sometida a vigilancia de sus comunicaciones y movimientos gubernamentales, ha visto reforzada su imagen en la escena Internacional por no hablar de la promoción gratuita cosechada sin necesidad, esta vez, de invertir institucionalmente nuestros impuestos en Olimpiadas ni Exposiciones Universales: Gracias a la publicidad dada al asunto del espionaje, ahora en todo el Planeta se mira a nuestro país como algo más que un lugar de recreo, ocio y turismo al que venir a tomar el sol o un café con leche en la Plaza Mayor. España, posee ocultas muchas cosas dignas de ser espiadas, un auténtico tesoro estratégico inmaterial, que de encomendársele en un Viceministerio del Misterio a celebridades de la talla de Javier Sierra o Iker Jiménez, seguramente con su sabia gestión en breve podría sacarnos de la crisis.

Además, nos olvidamos de un dato de suma importancia para la Seguridad nacional que fue puesto sobre la mesa por el portavoz de la Casa Blanca al poco de conocerse las airadas acusaciones y reproches europeos, cual es que, si el Gobierno de los Estados Unidos nos espía a todos, es por nuestro propio bien.

Lamentablemente, ahora, después de haber llamado a consultas al embajador estadounidense, después de que el Ministro de Exteriores Margallo se haya envalentonado exigiendo explicaciones a su homólogo, el Director de la NSA afirma que es falso que su país nos haya espiado; antes al contrario: los datos que obran en poder de las agencias de inteligencia estadounidenses, les han sido remitidas por nuestros servicios secretos del INI. ¡¡Menudo bochorno!!
De ser ciertas estas últimas informaciones, nuestro descrédito como Estado no puede ser mayor: no sólo hemos perdido en pocos días nuestro privilegiado estatus de país espiado por una superpotencia y las ventajas que ello comporta, que para colmo, parece como si nos hubiéramos subido oportunistas al carro del victimismo de naciones como Alemania yendo de polizones pavoneándonos de ser espiados, cuando lo cierto es que nos hemos espiado a nosotros mismos, mérito que está al alcance de cualquier dictadura.

En este caso del espionaje, hay mucho en juego. Recordemos que mientras la OTAN invadía países como Irak o Afganistán, España fue invadida por Marruecos en el asunto de Perejil, inaugurando con ello el desprestigio de España. De haber sido yo el Presidente del Gobierno, me hubiera mantenido callado como es costumbre o en su defecto, hubiera transmitido mi más leal agradecimiento a Obama por espiarnos día y noche. Lo que nunca jamás hubiera hecho, es quejarme. Porque lo que sí sería del todo vergonzoso para nuestro país, sería descubrir que durante años, los miembros del Gobierno han sido seguidos y vigilados por miembros de la Guarda suiza Vaticana.

Sensores: El nuevo espionaje

Ya no hace falta espiar a nadie. Gracias a la libertad de expresión, la gente nos cuenta lo que piensa, se inscriben con nombres y apellidos en asociaciones y se dejan ver en manifestaciones.

Hace tiempo que la presencia de esas curiosas parejitas rubias parlanchinas encontradizas vestiditas de blanco que Biblia en mano van predicando la Fe Mormona por las calles de nuestras ciudades, nos resultan familiares y hasta simpáticas, quizá por su parecido cómico en versión anglosajona a los Hernández y Fernández de la serie Tintín, o la más real semejanza con el dúo “Los Morancos” Gracia que deja de tenerla, cuando uno se entera de cuál es su verdadera Misión, a saber: la de transmitir información valiosísima a diario todas las noches en forma de desenfadado cuaderno de bitácora a la sede central de Utah, donde todos los datos de interés se van copilando según sea su tipología o potencial relevancia, con los que se confecciona un sofisticado banco de información a la espera de usarse cuando convenga. Sé que lo que digo suena raro, pero paso a explicarlo con un poco más de detalle.
No hay mejor espía que aquel que desconoce que lo es. Pues bien, pocos son los jóvenes yanquis que se resisten a la oferta de predicar el evangelio Mormón por toda Europa, con tal de darse un garbeo por el Viejo continente a cargo de su Iglesia. Solo tienen que cumplir escrupulosamente el compromiso de trabar conversaciones coloquiales con la gente sencilla, observar cuanto sucede dentro del país que van a visitar, y luego, enviar minuciosos informes de cuanto han visto u oído por esos lugares de Dios, convirtiéndose así, sin saberlo, en auténticos sensores. Ahora, sepan ustedes que, de Enero a Diciembre, pululan por la geografía taurina, no menos de cincuenta parejas misioneras, diseminadas por todas las provincias y territorios urbanos o rurales, capitales de provincia o principales, entrando y saliendo de mercados, plazas, metros autobuses, etc. Cincuenta informes por jornada, con cincuenta relatos de nuestra cotidianidad durante los 365 días del año, arrojan un caudal de información mucho más fidedigno del que es capaz de ofrecer la prensa del régimen democrático, o la supuesta inmediatez de los medios audiovisuales de la CNN o el canal de RTVE 24 horas. Todas esas memorias en las que se cuenta qué comemos, qué vestimos, qué gastamos, cuánto consumimos, cómo vivimos, qué nos preocupa, qué tememos, cuáles son nuestras verdaderas opiniones, qué clase de gente somos, y un dilatadísimo e íntimo etcétera, son debidamente procesadas, seleccionadas, filtradas, cotejadas, cruzadas, revisadas, leídas, estudiadas, investigadas, y contrastadas por grupos selectos de expertos en psicología, pedagogía, politología, antropología, y un sin fin de saberes, al objeto de conocernos mejor que la madre que nos parió. Y no precisamente para nuestro bien, sino para adelantarse a nuestras apetencias consumistas, opiniones políticas, reacciones emocionales respecto a la pena de muerte, la ecología, la energía nuclear etc, para mejor manipularnos a través de la propaganda hollywoodiense y la jamada de coco infantil del Disney Chanel.
Pero esto no es lo peor. Lo peor, es que no contentos con enviarnos misioneros sensores, también llevan años captando sensores nativos dentro de nuestra juventud y a cargo de nuestro presupuesto, con la excusa de aprender el puto inglés de los cojones en EEUU, donde nuestros confiados retoños acuden a convivir con familias en las que quien no es héroe de guerra en Vietnam, lo fue en Irak o en Afganistán, en hogares entrañables decorados con armas de fuego entre fotografías de familiares caídos en combate, participando de encuentros paramilitares, excursiones a campos de tiro donde se les enseña a disparar, y por supuesto, acudiendo a la misa dominical, donde es posible que le instruyan en Creacionismo y a creer en el Tío Sam. Los lazos de amistad serán tan fuertes que en adelante nuestros hijos sin que se lo pida nadie, transmitirán información de su vida familiar y de su entorno, experiencia vital que es debidamente recogida por los ordenadores centrales de tan sutil sistema de espionaje y convirtiéndose así en los mejores sensores que puede haber, aquellos que de modo inconsciente traicionan a su familias, amigos y sociedad y para más INRI, sin coste alguno para las arcas de la Inteligencia Estadounidense. El tinglado lleva poco menos de una generación en marcha y ya se están recogiendo los primeros frutos. De tener éxito, en breve veremos cerrar consulados, y desmontar las bases militares que poseen aquí para defendernos y darnos seguridad.