Contra la Usura Legal

Umberto, un infatigable pagador de impuestos, trabajador nato, buen ciudadano respetuoso de la ley y la autoridad, seguramente votonto habitual en las elecciones, vecino del barrio madrileño de Tetuán, ha sido desahuciado con la colaboración de la Policía Nacional este pasado lunes de su primera vivienda tras ponerse los Tribunales de parte de su acreedor Antonio Arroyo Arroyo cuyo nombre habrá de ser recordado por la sociedad para que cobre a su debido tiempo igualmente por vía judicial, quien en calidad de prestamista le concedió un crédito de 4.000 euros en 2011, deuda inicial que por lo que se ve se transformaría en 32.000 euros al cabo de seis meses según Antonio Arroyo por los intereses vencidos, cantidad que evidentemente Umberto ha sido incapaz de afrontar, lo cual le ha supuesto en pleno siglo XXI en un estado miembro de la Unión Europea y con sillón no permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU, la pérdida legal de su propiedad y ser echado a la calle junto a su mujer y tres niños pequeños en pleno invierno.

Umbertos, lamentablemente hay muchos entre la pobre gente, personas normales, confiadas en que el Estado de Derecho vela por su seguridad contra los ladrones que acechan en las calles que se mantiene vigilante para evitar intoxicaciones alimentarias por parte de la industria del ramo, alerta también ante cualquier manipulación del mercado por parte de las grandes empresas para alterar al alza los precios, comprensible ingenua relajación de su responsabilidad civil de cuantos, además de tener que trabajar todo el día para poder llevar un jornal a casa, son padres que han de educar a sus hijos e hijos que han de cuidar de sus padres mayores, pues bastante contribuyen al Estado de Bienestar, haciendo su trabajo lo mejor que saben, criando como buenamente pueden a los futuros ciudadanos que habrán de pagar nuestras pensiones, como para exigirles lo que se supone es la tarea que tiene encomendada esa gentuza ejecutiva llamada Gobierno, esa calaña legislativa conocida como parlamentarios, esa chusma judicial integrada por abogados, jueces y fiscales y ese aparato represor en el que se integran el Ejército, la Policía y el entero sistema penitenciario, de modo que, en su literal idiotez etimológica, cuando se ven en la necesidad, que no capricho, de adquirir un producto financiero, dígase unas Preferentes, Acciones de Robankia, Bonos del Estado o como es el caso, un microcrédito, lo que menos se puede imaginar un trabajador honrado, ciudadano de un país desarrollado, es que la ley permita que, por no estar en disposición de pagar tan pequeña cantidad, ello suponga la pérdida de su vivienda por ley, la misma que respeta y a manos de la policía, la misma que paga diariamente con sus impuestos. Pero ¿Esto qué es? ¿En qué país vivimos? No se molesten en responder, son preguntas retóricas: Esto es usura y vivimos en un país basura.

Algunos imbéciles en su sentido estricto psiquiátrico, creen que, si hay de por medio un acuerdo firmado, por muy aberrantes que sean las condiciones, este debe ser respetado moralmente y aún defendido por el marco jurídico imperante. Ahora bien, sucede que desde el código de Hammurabi, para que un contrato sea conforme a Derecho, este debe ser contraído por las partes en situación de libertad. Y explíqueseme a mi, en qué grado de libertad se puede hallar alguien que firma cosa semejante; la misma de la que participan los ancianos rodeados de abogados, en su lecho de muerte solos en las residencias cuando entregan cuanto tienen a los apoderados del banco; ¿Qué será lo siguiente? ¿Un contrato presentado a firmar por el cirujano a la entrada del quirófano antes de operarnos a vida o muerte para que le entreguemos las llaves del coche o de lo contrario no interviene? Precisamente, esta es la cuestión sobre la que la autoridad debe poner todo su celo, que los contratos hechos entre las partes sean libres y no sometidos a la coacción de las circunstancias ni suscritos por personas con sus facultades disminuidas, mermadas o alteradas por una necesidad extrema de la que individuos sin escrúpulos pretenden aprovecharse.
Antonios Arroyo, hay muy pocos. Pero muy malvados y sobre todo, muy poderosos, por contar con el apoyo decidido y nada disimulado del Gobernante criminal de turno que sitúa los inhumanos dividendos de las farmacéuticas por encima de la vida de los pacientes, los ingresos de las Grandes Multinacionales por delante de las Pymes, autónomos y pequeño comercio y como hemos podido comprobar a diario durante la Globalstaf, entiéndase crisis, los intereses de la Banca por encima y por delante de los intereses de la población, siendo lo suyo un botón de muestra de lo envilecido que está el sistema.
No sé cómo ni cuando se ha llegado a contemplar por parte de políticos, jueces y policías como legal y ajustado a Derecho que un trabajador honrado, padre de tres hijos pequeños pueda ser desahuciado y ejecutado de su primera vivienda por una deuda de 4.000 euros. Lo que sí tengo muy claro es que en breve les vamos a tomar declaración a todos desde el primero, el Jefe del Estado, hasta el último agente, para que expliquen si les es posible hacerlo, su cruel actuación en estos crímenes cometidos contra la población civil indefensa, a fin de que paguen por su responsabilidad o en su defecto, como le sucederá en el Juicio Final de nuestro Dios Padre a Antonio Arroyo, ser desahuciados y ejecutados en la plaza pública.

No se puede. ¡Pero sí quieren!

El famoso lema de las legítimas protestas llevadas a cabo por la Plataforma de afectados por la Hipoteca “Si se puede. Pero no quieren.” que hace alusión a una serie de medidas de fácil aplicación inmediata de haber un mínimo de preocupación por el bienestar ciudadano de parte de los criminales – en el sentido de pertenecer al país de Crim – que nos gobiernan, bien podría leerse del revés “No se puede. Pero sí quieren.” Remitido en esta ocasión a los deseos de la gente honrada y sus posibilidades prácticas de poderlos ver cumplidos algún día.

Por no enredar con los matices, digamos que la población desea trabajar para ganarse la vida de un modo honrado, que es el medio tácitamente acordado para distribuir la riqueza generada por la comunidad dentro de una sociedad moderna y desarrollada. ¡Pero no puede! Una vez fue despojada de los medios de producción por las élites extractoras y reducida como las bestias a su fuerza bruta obligándole a prostituirse en cuerpo y alma entregando a los criminales lo más preciado de sus vidas cual es su tiempo y salud, ahora también se pretende expropiarle la producción misma y aún del único modo que se le ha dejado acceder a ella: su puesto de trabajo esclavo. Así, hoy resulta que los buenos esclavos, los mejores esclavos que ha habido nunca ¡quieren trabajar! ¡Pero no pueden! No les dejan.

La gente honrada sí quiere vivir en una casa digna a la que engañada por la Constitución cree tener derecho. Sin entrar tampoco a este otro trapo, es verdad que los ciudadanos anhelan poseer un hogar donde encontrar cierta paz y descanso con los suyos, sentimiento tildado de caprichoso por los criminales partitocráticos desdeñando con ello el más primordial deseo humano de hallar refugio desde al menos 2,5 millones de años. Y aquel sagrado cobijo que los hombres primitivos del Paleolítico inferior fueron capaces de proporcionar a sus primitivas comunidades, parece todavía en pleno siglo XXI todo un lujo para el Homo sapiens perversus del PP o del PSOE a quien da igual la terrible circunstancia de que las personas trabajadoras sí quieran un hogar donde poder vivir, pero no puedan pagarlo a los criminales que las retienen vacías.

Los ciudadanos hace tiempo que venimos mostrando y demostrando que sí queremos servicios públicos de calidad: primero pagando impuestos para que sean posibles y segundo haciendo un uso preferencial y mayoritario por los mismos tanto en educación, como en sanidad, infraestructuras, etc. Nunca hemos demandado privatización alguna; jamás hemos solicitado la venta de bienes e inmuebles del Estado; Porque sí queremos mantener el Estado del Bienestar. Pero no podemos vigilar constantemente a quienes se supone han de vigilar por su mantenimiento y no su desmantelamiento.

Las personas ignorantes de la Suprema Moral consistente en “no procrear” como bien saben los que saben en la Iglesia Católica, una vez padres y cometido el mayor pecado contra la Existencia, cuál es, traer un nuevo Ser al mundo, sí quieren lo mejor para sus hijos: sí quieren poderles dar una buena alimentación, adecuada vestimenta, un entorno saludable sin ruidos ni contaminación, buenos ejemplos en la vida, juguetes y juegos para que desarrollen sus facultades psico-sociales de un modo lúdico…pero no pueden. Y no pueden, porque los mejores alimentos, ropas, zonas habitables y demás, son demasiado caros para quienes precisamente con su trabajo y sudor diarios los hacen posible para que los disfruten únicamente los criminales.

Está visto que la mera voluntad humana no basta. Es necesaria la intervención de una fuerza divina que acompañe el sentimiento positivo para que nuestros deseos se cumplan y sobre todo, contrarreste las fuerzas demoníacas que colaboran con el imperio del mal al que están adscritos nuestros gobernantes reptilianos. Por eso, el inicio de su fin ha de empezar con una plegaria a Dios para que ayude a nuestra voluntad de aniquilarlos porque sí queremos matarlos, pero no podamos solos.

El efecto sonajero

Cuando le debes al banco cienmil euros, tú tienes un problema. Pero si le debes cien millones, entonces, el problema lo tiene el banco. Esta enseñanza la tienen bien aprendida unos cuantos que viven en chozas como esta, por supuesto...hipotecada.

El llamado “Efecto sonajero” consistente en la devolución del inmueble al banco con el que se haya contrampado la hipoteca, cancelando con ello la deuda, cuyo nombre recuerda al tintineo de las llaves, es una de las medidas recientemente presentada por Cayo Lara (IU) dentro de un paquete mucho más amplio «denominado iniciativa social frente al desempleo y las consecuencias de la recesión”, que requiere mayor atención de mi parte y que la tendrá en breve.

Pero la grave situación -según datos ofrecidos por Cayo Lara del CGPJ, 51.975 ejecuciones hipotecarias de enero a junio de 2010, cifra que alcanzará los 100.000 en Diciembre; el pasado año ya se cerró con 93.319 embargos, un 59% más que en 2008- en la que se encuentran miles de familias desposeídas para siempre de sus ahorros, propiedades y resto de bienes, cuando los hijos de Pato de economistas financieros, banqueros y políticos nos dicen cada dos por tres que la crisis es transitoria y que tras la tormenta saldrá el arco iris…mientras se ceban legal pero injustamente con cuantos se han visto pillados con el paso cambiado a quienes no contentos con cambiarles el paso, les quitan los zapatos, y para que se jodan aún más, les amputan los pies, haciéndoles más difícil salir de la crisis… me obliga a tratar el tema por separado.
Porque, eso es lo que les ocurre a los votantes en la octava potencia económica mundial o la vigésima en calidad de vida, que quedan fuera del mercado laboral sin ingresos, que no pueden hacer frente al pago de la hipoteca, que los malnacidos de los bancos sin piedad les embarga, desahucia y finalmente subasta el inmueble sobre el que pesaba la hipoteca cuya puja raramente alcanza el valor contraído cuando se adquirió – de ello ya se ocupa otra rama del sector financiero- por lo que el banco echa mano del resto de bienes en su día exigidos como aval, hasta que se liquida el importe total de la hipoteca. Cuando uno tiene todo esto presente le dan ganas de gritar ¡Que vuelvan! Que vuelvan los ¡Gran Política!

La aplicación de esta medida, tiene ciertamente el riesgo que denomino “Defecto sonajero”, cuál es, el de a la mínima, tirar las llaves y ¡Ahí te quedas! que puede propiciar graves crisis como la de las hipotecas basura. No obstante, el espíritu de esta medida que ya se aplica en EEUU o Francia, puede recogerse con las debidas cautelas como, por ejemplo, limitarla a los hogares o más restrictivo aún, a la primera vivienda, para evitar que una familia entera se vea en la calle por estos motivos en un país tan democrático como España en el que sus gobernantes se afanan por cumplir los mandamientos constitucionales como el expresado a una vivienda digna en su artículo 47.
Dos leyes habrían de modificarse de inmediato para hacer posible una devolución más humana de la deuda, a saber: la Ley Hipotecaria, para que «sólo el bien hipotecado responda como garantía del pago del crédito concedido» y por otro, se incluiría la dación en pago en el Código Civil como «procedimiento preferente» para liquidar los impagos de un crédito. Además, IU demanda una Ley de “Endeudamiento Familiar”, a fin de que las familias no puedan entramparse de forma ilimitada. Y yo añado que, el Gobierno de turno, en lugar de dar nuestros impuestos a los usureros para que nos arruinen con ellos… ¡que se lo den a las familias! para que estas hagan frente a la hipoteca y más adelante para que a los ciudadanos no nos haga falta mendigarlo a esos indeseables. Como diría Rouco Varela y Benedicto XVI ¡Muerte a la banca! Y ¡Viva la familia!

EpC: Dónde vivir

Cuando el pasado septiembre accedí a las declaraciones de la ex Primera Dama Ana Botella, actual Concejal de Miedo Ambiente en el consistorio madrileño por el PP, no podía dar crédito…¡Por fin! alguien se atrevía a decir lo que a mucha gente se le pasa por la cabeza – para pensar hace falta más de esfuerzo- a saber, que los mendigos que pernoctan en el centro de nuestras ciudades, son un problema añadido a las tareas de limpieza. Asunto éste que, en las calles de Chicago o Sáo Paulo tiene rápido remedio llamando a Mr.Proper, también conocido como brigada especial que se ocupan de mantener desinfectadas las calles de estos defectos estéticos aparecidos al cobijo del Estado del Bienestar, al tiempo que proporcionan un suministro constante de órganos para el libre mercado organizado al mejor postor, aunque no faltan quienes lo ven casi como una acción misericordiosa para aliviarles el sufrimiento, como declaró un policía brasileño ante un tribunal.
No voy a decir que eso me parezca bien, pese a quien pese. Creo que en nuestra sociedad, hay sitio para todos, incluidos vagabundos, mendigos y pordioseros. Pero, con esto de las crisis cíclicas capitalistas, detecto una creciente demanda entre la juventud ansiosa por saberse manejar sin titulación alguna en una vida miserable para la que nadie le ha sabido o querido preparar, ni su familia, ni la escuela, ni la Iglesia, ni el Estado, siquiera la videoconsola o la televisión.
Comparto con ustedes la tentación de inyectar veneno en varias botellas de Coca Trola como se ensayara en Bélgica y dárselas caritativamente a beber a esta pobre gente. Pero ¿No creen que antes se les debería dar la oportunidad de vivir entre nosotros de un modo digno? Les recuerdo que el final auténtico de la fábula de la cigarra y la hormiga no lo escribió ni La Fontaine ni Samaniego, sino muchísimo antes Esopo quien presentaba a la laboriosa hormiga apiadándoe de la zángana cigarra, no sin antes darla un consejo, que es a lo que me presto hacer yo ahora, con esta generación que espera a verlas venir, mientras ecucho el susurro de Crystal Waters “Gypsy woman”.
Pues bien, queridos alumnos de la vida. Si habéis atendido algo a las clases de manualidades de chavales, casi casi tenéis medio resuelta la cuestión de la vivienda unipersonal; Id de mañana a cualquier gran almacén como el Corte Inglés dónde los pijos van a hacer sus compras y expropiadles en nombre de los desamparados, una de esas cajas grandes de cartón cuyos triangulitos verdes y negros recuerdan a su nombre sin tilde. Así, desnuda, sin ubicar parece poca cosa, pero con un trapito aquí y otro allá, con el uso le iréis tomando cariño hasta lamentar el día en que su natural deterioro requiera de volver a requisar de nuevo otra vivienda de cartón. En cierto modo, esta, digámosle así, molestia de tenerse que mudar constantemente de envoltura, puede verse como una ventaja respecto a las cuatro paredes de los nichos urbanos en los que la gente ve pudrirse su cochina existencia dentro de su hipoteca bancaria, pues hoy tu casa es de Samsung, mañana de Grundig y mal que bien, vives a la moda con casas de marca. Si finalmente te hallas a gusto viviendo en tetrabrik, acostumbrad a vuestros hijos desde pequeños haciéndoles dormir en una cajita de María Fontaneda. En cierto sentido, residir en una caja de cartón viene a ser una versión moderna del modus vivendi del filósofo cínico Diógenes que tenía un tonel por morada.
Si por lo que sea, tuvieras alergia al papel o te viniera a la mente el cuento de los tres cerditos y prefirieras cobijarte en una estancia más espaciosa que a la vez te ofreciera mayor solidez, con techo abatible ruedas para su mejor transporte, capacidad de añadirle accesorios externos, pero no te llega para una caravana de lujo, tienes a mano en cualquier esquina unos fabulosos contenedores que están ahí esperando a sus futuros propietarios. Los hay de plástico o de metal en varios colores. Yo particularmente me decantaría por los que tienen una especie de claraboya, aunque los cerrados del todo ofrecen, que duda cabe, mayor seguridad. Como en el caso anterior, bueno sería que vuestros retoños aparte de buscar comida en el cubo de la basura, fueran acostumbrándose a pasar largas temporadas en su interior, como si fuera esa casita de juegos que los niños ricos en las pelis, tienen en su jardín.
La opción anterior, con todo, no es recomendable para personas proclives a padecer claustrofobia. En ese caso, lo mejor es hallar un coche en condiciones abandonado antes de que lo lleven al desguace; No hagáis caso a los Inhumanos que dicen que es difícil hacer el amor en un Sinca 1.000. Lo que es difícil, es no hacerlo, si tienes con quien; Los asientos de los coches ponen mucho, por ello hasta el más humilde SEAT Panda –tampoco hay que pensar en un Mercedes para hallar la felicidad- puede ofrecerte un confortable nidito de amor con ventanas al exterior, bien ventilado, iluminado y unas cortinillas del todo a cien puede procuraros la intimidad que tanto deseáis por las noches a la luz de la luna. Verás como la vida te va sobre ruedas. Un posible inconveniente de esta alternativa podría provenir de su ubicación. Habéis de poner cuidado de no generar una deuda por aparcamiento indebido, no vaya a ser que os hubiera salido más barato suscribir una hipoteca con el BBVA.
Las personas con problemas de fotofobia o que gusten de vivir todo el rato rodeadas de cemento, tienen reservado todo el subsuelo, bien bajo las alcantarillas, bien pasos subterráneos, o en los túneles del metro. Es un poco Gore, pero tiene su aquel. No suele haber disputas por estos espacios y hoy por hoy para personas conformistas que no precisen de demasiadas florituras, puede estar bien.

Por último, dentro de la oferta más parecida a lo que ha sido hasta la fecha una casa de trabajadores, tendríamos los cajeros automáticos. El problema es que hay muy pocos y están muy solicitados, por no hablar de las mafias que los tienen controlados y a las que hay que pagar sea para su alquiler mensual, bien para hacerse con uno en propiedad. Su funcionamiento es como el de los albergues municipales, pero con el horario más restringido, de 23:00h a 6:00h. Tiene a favor que son de uso doble o individual, iluminación constante, cámara de vigilancia y puerta de seguridad. El problema es que puedes coger complejo de escaparate y corres el riesgo de que la entidad, te tome con el tiempo como de su propiedad, acabando en un anuncio de Aquarius, sin ver un duro por tu participación. ¡Que ya han ocurrido cosas de estas…

Ahora bien, si por lo que sea, buscáis alejaros de la vida rutinaria de vuestros padres y no deseáis reproducir los arquetipos modernos que se han impuesto al urbanita obligándole a pernoctar en corrales, sean estos de hormigón, plástico, hojalata, o acero, y anheláis volver a vivir como nuestros ancestros, teniendo por suelo la Tierra y por techo el cielo, entonces se os abre un sinfín de nuevas posibilidades donde escoger:
Para quienes todavía no lo tengan del todo claro y quieran probar sin arriesgarse demasiado, lo ideal es encontrar algún puente sobre un río o una autopista. No os podéis hacer ni idea, lo bien equipados que pueden llegar a estar estos sitios cuando se le pone un poco de ingenio, habilidad e ilusión. ¡No les falta de nada! Colchones, cocina, radio, nevera, televisión…las he visto hasta con Internet. No hay gastos de comunidad aunque si vecinos. Pero lo mejor es que tanto el agua como la electricidad, te salen gratis. Es otra forma de hacer puenting.
Para aquellos que hayan pasado una temporada viviendo bajo tierra y deseen experimentar algo más atrevido, lo suyo son los vertederos para que no echen de menos del todo su antigua morada. Estos lugares situados a las afueras de las grandes ciudades, tienen la ventaja de ofrecer al lugareño un paisaje colorista repleto de gangas con las que poder vivir de regaliz. Suelen tener buen transporte tanto diurno como nocturno, mas debe ponerse especial cuidado en no quedarse dormido en el trayecto para evitar ser triturado que luego, no todos vais al Malc Omas.
Sin embargo a cuantos hayan disfrutado de vivir, en pongamos por caso, un dos caballos, entonces les recomendaría hacer de Pocholo yendo de playa en playa por el largo litoral de nuestra querida Península Ibérica. También aquí, se ha de evitar el sueño profundo, sobre todo por el Mediterráneo, pues las escavadoras no distinguen y os pueden hacer una avería.
Los bancos en verano, aunque últimamente los diseñan cada vez más raros para evitar que durmáis en ellos, son un excelente lugar para cuantos escogisteis las cajas de cartón en invierno. Claro que dos peligros os acechan: el aburrimiento juvenil y las palomas.
Bueno, ya no sé que más os puedo decir. Quizá disculparme por no ofreceros el mejor refugio que se me ocurre nuestra sociedad puede aseguraros a todos vosotros: ¡La cárcel! Sí. El trullo, la chirona, el talego…allí dispondréis de alojamiento en PC, celadores a vuestra disposición para daros seguridad en no ser molestados, disfrutareis de ocio recreativo, oportunidad de aprender artes y oficios de vuestros compañeros de celda y no os preocupéis de la droga que de eso no os va a faltar por si os queréis también evadir de allí.

Todos los epañoles tienen derecho a un coche digno y adecuado…

¡Nueva oferta moviliaria!

Aunque como usted, yo también me siento reconfortado al saber por el Tontodiario de las desgracias ajenas que hacen mi cotidianidad algo más liviana, tampoco es que me quede con la conciencia muy tranquila, si al menos, no hago un comentario solidario a modo de suspiro.
Luis Miguel Santamaría de 52 años, hasta hace poco cocinero de profesión, se quedó en el paro. Agotados subsidio y prestación social de 420 euros –de los que no ahorró nada- se mudó con su hijo de 18 años a un Opel Astra sito junto a las dependencias de la Ertzantza en Sestao, en consonancia con su nueva situación económica indigente. El vehículo en cuestión, poseía todas las comodidades de un utilitario: asientos reclinables, sofá trasero, espejos, armario-maletero, con ventanas en sus cuatro puertas, bien ventilado…Todas las mañanas se levantaba temprano para asearse y desayunar en un bar cercano donde le permiten leer los periódicos en busca de algún hobby. Tras su paso por la hemeroteca, acostumbraba a darse largos paseos por las aceras de los municipios cercanos ofreciéndose a limpiar escaparates, sacar la basura y cosas por el estilo con tal de matar el tiempo y de paso el hambre, mientras su chico estudia en un instituto de Barakaldo formándose para el día de mañana. Sin embargo, esta vida bohemia, llegó a su fin el pasado Viernes 1 de Octubre, cuando una grúa desalmada, se llevó por sorpresa la que ha sido su acogedora morada durante casi tres meses.
El caso es tan sangrante, que una asociación como Berri-Otxoa, veterana en estas lides de denunciar situaciones como la narrada, parece dar la batalla por perdida y anima a los afectados a buscarse un banco dónde pasar las frías noches de invierno. Yo, antes de eso, prefiero darles esperanzas, y desde aquí les conmino a negociar con alguna sucursal de la BBK para poderse acoger al Plan ¡Un cajero para todos! que les permita dormir en sus instalaciones desde las 23:00 hasta las 5:00 del día siguiente, mientras abogados expertos en la Carta Magna consiguen modificar el pretencioso artículo 47 de la Constitución Española, al objeto de sustituir “Vivienda” por “Utilitario” y poder exigir ipso facto al Exmo. Ayto. de Sestao, la devolución y reubicación del susodicho vehículo, para que este buen hombre con su hijo, puedan vivir como lo han hecho durante todo el verano.