El efecto sonajero

Cuando le debes al banco cienmil euros, tú tienes un problema. Pero si le debes cien millones, entonces, el problema lo tiene el banco. Esta enseñanza la tienen bien aprendida unos cuantos que viven en chozas como esta, por supuesto...hipotecada.

El llamado “Efecto sonajero” consistente en la devolución del inmueble al banco con el que se haya contrampado la hipoteca, cancelando con ello la deuda, cuyo nombre recuerda al tintineo de las llaves, es una de las medidas recientemente presentada por Cayo Lara (IU) dentro de un paquete mucho más amplio «denominado iniciativa social frente al desempleo y las consecuencias de la recesión”, que requiere mayor atención de mi parte y que la tendrá en breve.

Pero la grave situación -según datos ofrecidos por Cayo Lara del CGPJ, 51.975 ejecuciones hipotecarias de enero a junio de 2010, cifra que alcanzará los 100.000 en Diciembre; el pasado año ya se cerró con 93.319 embargos, un 59% más que en 2008- en la que se encuentran miles de familias desposeídas para siempre de sus ahorros, propiedades y resto de bienes, cuando los hijos de Pato de economistas financieros, banqueros y políticos nos dicen cada dos por tres que la crisis es transitoria y que tras la tormenta saldrá el arco iris…mientras se ceban legal pero injustamente con cuantos se han visto pillados con el paso cambiado a quienes no contentos con cambiarles el paso, les quitan los zapatos, y para que se jodan aún más, les amputan los pies, haciéndoles más difícil salir de la crisis… me obliga a tratar el tema por separado.
Porque, eso es lo que les ocurre a los votantes en la octava potencia económica mundial o la vigésima en calidad de vida, que quedan fuera del mercado laboral sin ingresos, que no pueden hacer frente al pago de la hipoteca, que los malnacidos de los bancos sin piedad les embarga, desahucia y finalmente subasta el inmueble sobre el que pesaba la hipoteca cuya puja raramente alcanza el valor contraído cuando se adquirió – de ello ya se ocupa otra rama del sector financiero- por lo que el banco echa mano del resto de bienes en su día exigidos como aval, hasta que se liquida el importe total de la hipoteca. Cuando uno tiene todo esto presente le dan ganas de gritar ¡Que vuelvan! Que vuelvan los ¡Gran Política!

La aplicación de esta medida, tiene ciertamente el riesgo que denomino “Defecto sonajero”, cuál es, el de a la mínima, tirar las llaves y ¡Ahí te quedas! que puede propiciar graves crisis como la de las hipotecas basura. No obstante, el espíritu de esta medida que ya se aplica en EEUU o Francia, puede recogerse con las debidas cautelas como, por ejemplo, limitarla a los hogares o más restrictivo aún, a la primera vivienda, para evitar que una familia entera se vea en la calle por estos motivos en un país tan democrático como España en el que sus gobernantes se afanan por cumplir los mandamientos constitucionales como el expresado a una vivienda digna en su artículo 47.
Dos leyes habrían de modificarse de inmediato para hacer posible una devolución más humana de la deuda, a saber: la Ley Hipotecaria, para que «sólo el bien hipotecado responda como garantía del pago del crédito concedido» y por otro, se incluiría la dación en pago en el Código Civil como «procedimiento preferente» para liquidar los impagos de un crédito. Además, IU demanda una Ley de “Endeudamiento Familiar”, a fin de que las familias no puedan entramparse de forma ilimitada. Y yo añado que, el Gobierno de turno, en lugar de dar nuestros impuestos a los usureros para que nos arruinen con ellos… ¡que se lo den a las familias! para que estas hagan frente a la hipoteca y más adelante para que a los ciudadanos no nos haga falta mendigarlo a esos indeseables. Como diría Rouco Varela y Benedicto XVI ¡Muerte a la banca! Y ¡Viva la familia!

Un comentario en «El efecto sonajero»

  1. Qué razón le asiste, compadre… Pero cada 4 años todos como borregos a votar a PP y PSOE, que es lo que se lleva… El Miedo es el principal problema en nuestras vidas, y la Banca lo sabe.

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