En el jardín de la actualidad proliferan las flores de un día. Lo que hoy concentra todos los focos y los flashes mañana será un recuerdo vago y pasado, menos que eso. El trastorno por déficit de atención es también una enfermedad social o, simplemente, un signo de estos tiempos en los que vamos tan deprisa a ninguna parte. De entre las mil y una tareas de cualquier gobierno, ninguna resulta tan útil para su supervivencia como conocer esta máxima y saber cabalgar sobre las urgencias efímeras en que se basa. Ya que le afeamos tantas cosas al instalado en Moncloa, habrá que reconocerle, sin embargo, un gran destreza, cercana a la maestría, en esta técnica que consiste en hacer la estatua y no inmutarse ante los chaparrones de titulares que se le vienen encima.
Encontramos el último ejemplo, que a estas alturas será solo el penúltimo, en la gestión de la manifestación del sábado pasado a favor —es uno de los enunciados posibles— del cambio de política penitenciaria. Por aquí arriba, hicimos un mundo del asunto, con cruces y contracruces de acusaciones, tarascadas, adhesiones, desmarques, equisdistancias y toda la parafernalia de rigor. Desde sus búnkeres, las huestes cavernarias aprovecharon también para desplegar su cacharrería de rancios epítetos y rasgados rituales de vestiduras. Los únicos que se mantuvieron ajenos a la coreografía, mirando de refilón o ni siquiera eso, fueron los teóricos destinatarios de la movilización convocada. Ni Rajoy ni los ministros de Interior y Justicia, directamente aludidos por lo que se reclamaba en la marcha, se dignaron decir esta boca es mía. Su desprecio consistió en no hacer aprecio. Y salieron con bien del envite.
Es cierto, hubo en la calle decenas de miles de personas. Innegable éxito de asistencia. Pero eso estaba amortizado. A la hora de pasarlo a limpio, estamos exactamente donde estábamos. Una nueva victoria para el tancredismo.
No sé qué decir de la columna…pero es que ayer estuviste sublime, pitxin. Mira que eres masoca, no tenías suficiente con entrevistar a la Barcina, vas y entrevistas a la Rosa Díez. Ayyyyyyyyyy, cómo me gustó aquello, » pues parece que la red echa humo y los comentarios no le son muy favorables…».
¡Qué les pasa ahora a estas titis con la Ley!!!!!. El otro día la ahora morena Santamaría y ahora esta pájara venga que hay que cumplir la ley, hay que cumplir la ley. Si se hubiera cumplido la ley siempre no hubiéramos avanzado nada, por de pronto estas tías no estarían jodiendo la marrana en público porque las leyes anteriores no permitían ni el voto ni la participación femenina en la política…
Estas lo que quieren decir es que los vascos nos tenemos que joder lo queramos o no y ser españoles como ellas porque les sale a ellas de sus entretelas y que eso es la democracia.
Por cierto que manda guevos que haya tenido que ser la santanderina esta la que lleve a juicio lo de la CAN, ahora ya sabemos dónde están los abogados de poca Dignidad y nada de Justicia o de Manos Limpias, después de habernos lavado la sangre del Franquismo, claro.¿ De dóde sacarán estos la pasta para los juicios???.
Por último, ni idea de lo de Goioaga, igual sí es etarra pero no está condenado. Si encontramos a un arrepentido del GAL con blog ¿se querellará la Rosa de España contra Isidoro? Porque Felipito, todo el mundo lo sabe, era el señor X, casi se confiensa él mismo hace unos meses. Tú que eres blogger, mira a ver si encuetras algo.