Lo raro es que el separatismo no prenda también en Cuenca, Vitigudino o Almendralejo. Tiene que ser difícil amar a España y comprobar una y otra vez que quienes se arrogan su representación oficial son una panda de patanes con balcones a la calle. Qué bochorno infinito, sin ir más lejos, el pifostio verbenero que se montó el viernes pasado a cuenta del enésimo descoyunte de la cadera del ecce homo que a duras penas sostiene la corona hispana. Habría sobrado una nota de prensa para hacernos enterar de la nueva entrada a boxes de su desvencijada majestad. Sin embargo, los lumbreras de Zarzuela, que andan con el culo prieto viendo que se les descuajeringa el invento, no tuvieron mejor ocurrencia que convocar a los medios con pompa, boato y urgencia a las puertas de un fin de semana. Hasta los más prudentes ataron cabos, sargentos y coroneles de la legión, y barruntaron que se nos iba a hacer partícipes de algo muy gordo. La abdicación, como poco.
Pues no. Se trataba de un numerito que a los que tenemos el carné renovado unas cuantas veces nos trajo a la memoria a aquel célebre equipo médico habitual que fue radiando la muerte por entregas del predecesor de Juan Carlos en la jefatura del estado, un tal Francisco Franco, que también fue, por cierto, el que lo atornilló donde está. El mensaje vino a ser que según las últimas autopsias, el abuelo de Froilán goza de una salud excelente. Para nota, el galeno que le va a hincar el bisturí, intentando convencernos de que su paciente está hecho un chaval. Como si no hubiéramos visto a la triste piltrafa humana sesteando con baba en presencia de cuerpos diplomáticos, anunciando en un acto al gachó que acababa de hablar o trompicándose insistentemente con su propia sombra.
Si entre la patulea de pelotas cortesanos hubiera medio gramo de corazón, deberían dejar de exhibir impúdica y cruelmente ese amasijo de pieles y huesos que tanto dicen idolatrar.
Con la abdicación, el Rey pierde su estatus de inmunidad, y con la que esta cayendo, puedes imaginarte los motivos en la permanencia en el poder si o si. El bipartidismo, y una transición no tan modélica, se han conjurado para acabar con el Estado Español, que yo personalmente considero una anomalía histórica
Tres hurras por la «patulea de pelotas cortesanos».
Gracias a ese desvergonzado servilismo podemos echarnos unas risas los que vemos (poco) al astado desde la barrera.
Me temo que las risas nos durarán poco; el lecho mullido de su hijo y todavia marido de Leti se está amoldando aún mas para que sus aristocráticas posaderas encajen en este estado de tanques y panderetas per secula seculorum.
Hace un año o así crucé una apuesta con mi «partenaire» sobre quién invitaba a quién a cuenta de la abdicación (o no) durante este 2013.
O sea, que gane o pierda el envido, me va a tocar pagar si o si.
Ah, y tres hurras tb por la desaparición momentánea del filtro antispam!!!
«Igualico igualico quel defunto de su agüilico».