Por alguna razón, los gestores de la Educación de cualquier gobierno español independientemente de sus siglas sienten la necesidad de cambiar las normas cada rato. Ocurre con las grandes leyes que, en realidad, son sucesivas contrarreformas, pero también con los reglamentos de cada una de ellas. Así, ahora que se debe aterrizar la recién aprobada LOMLOE, más conocida como Ley Celaá, nos encontramos en los titulares las ocurrencias más recientes del equipo de expertos del ministerio, que nunca defraudan. Esta vez la petenera por la que han salido es el aguachirlado de los suspensos. La intención de lo que se asegura que todavía es un borrador es que se pueda pasar de curso en primaria y secundaria hasta con tres asignaturas no aprobadas. Sí, nada más y nada menos que tres. La decisón final dependerá de un comité de cada centro que deberá establecer si el alumno o la alumna en cuestión acredita la suficiente madurez para promocionar al siguiente nivel. Así, a primera vista, no se diría que el método va en la línea de la búsqueda de la excelencia con la que tanto nos dan la matraca. En todo caso, es una forma de reconocer que buena parte de los contenidos de los programas educativos son perfectamente prescindibles y que la evaluación basada en los exámenes clásicos debería pasar a mejor vida de una vez. Otra cuestión es encontrar una alternativa razonable, viable y sobre todo, justa para determinar no solo el paso de curso sino los méritos concretos y diferenciales de cada estudiante. Es algo que se busca desde que yo estaba en un pupitre, mucho me temo que sin resultados. Por eso vamos de parche en parche.
Vaya tema Javier. La Enseñanza. Casi nada. Yo recuerdo cuando los padres decían: «estudia hijo (no tanto, hija, pero eso es otro tema) para que el día de mañana puedas ser una persona de provecho». Ósea que el estudio, la Enseñanza, tiene que servir para eso «para ser una persona de provecho». Y con esto, a pesar de ser algo muy antiguo, seguro que estamos de acuerdo. Lo difícil , según parece, es saber lo que hay que estudiar y cómo se puede evaluar lo que se aprende.
Y aquí está el lío y la interminable lista de Leyes de Educación que los sucesivos Gobiernos van sacando cada poco tiempo. Parece que se trata de una competición, para ver qué Ministro o Ministra sabe más del tema, sin dejar en muchos casos, tiempo suficiente para ver y analizar resultados.
Y así nos luce el pelo, o mejor dicho la capacidad de muchos de nuestros jóvenes, para saber sin van a ser «personas de provecho».
Lo del sistema educativo español no tiene por donde cogerlo. Se da más importancia a las formas que al fondo y así va….. Vergonzoso lo de los estos expertos, como otros, que creen estar inventando la pólvora todos los días. El protagonismo de estos espabilados no conoce límites.
Resumiendo, otra vez con el centralismo, primar una sociedad de vagos e ignorantes En la enseñanza pública. Porque en la enseñanza privada va a seguir dando un nivel alto para que accedan a los mejores puestos y los demás se queden atrás. Además son los que no dan todas las asignaturas en euskera.Se confirma que el centro es un guardaniños para cuando sus padres trabajan y no saben dónde dejarlos. Y eso si el móvil más caro y la ropa para que quede mona, a ver si la casamos o la emparejamos.…Y si vamos a poner trabajos en lugar de exámenes, pues apaga y vámonos porque los hace uno y los demás los copia.
De obsoletos nada,Deme usted una alternativa mejor. O no trabaja usted como un negro en los medios de comunicación?.
Eso se aprende en casa,en la escuela ,o en el colegio.Como lo van a aprender??