Demagogia ambiental

Ciertamente, habría sido maravilloso que la Ley de Administración Ambiental que se aprobó ayer en el Parlamento Vasco hubiera salido adelante con más votos que los que suman los dos partidos del Gobierno. Pero nos conocemos lo suficiente para saber que estamos invocando un imposible metafísico. Para nuestra desgracia, cualquier cuestión que tenga que ver con la ecología, la sostenibilidad o el medio ambiente es una golosina para la pelea partidista y, desde luego, para el exceso demagógico. Ahí ganan indefectiblemente las formaciones que no van a tener que enfrentarse a la realidad. Es decir, las de la oposición. Y la prueba es que en el caso que nos ocupa el no unió a EH Bildu, Elkarrekin Podemos, PP-Ciudadanos y Vox… esgrimiendo argumentos idénticos para el rechazo.

Por lo demás, estoy seguro de que el texto podría haber sido mejor si se hubieran dejado las siglas en el perchero. Habrá que tener mucho cuidado con la prerrogativa del Gobierno para determinar qué proyectos de país son lo suficientemente estratégicos para protegerlos del bloqueo de las instituciones locales. Es una cuestión muy delicada. Pero nuestra poco edificante bibliografía presentada nos hace ver la necesidad de establecer una salvaguarda así. En no pocas ocasiones, iniciativas de calado se han ido al limbo por la negativa puramente partidista del ayuntamiento afectado. Y eso ha ocurrido, como hemos visto con cierta frecuencia, incluso cuando se trataba de poner en marcha infraestructuras para la generación de energías que los catecismos oficiales bendicen por su limpieza, como los parques eólicos.

4 comentarios en «Demagogia ambiental»

  1. “ Demagogia ambiental”

    ¡Hombre, Javier! ¿ cómo se ocurre siquiera plantearte esa posibilidad? Si los propios gobiernos, tanto el español como el Vasco han decretado un estado de EMERGENCIA CLIMÁTICA ¿nos vamos a parar en barras a la hora de salvar, nada menos que salvar, el planeta Tierra? No existe infraestructura, por necesaria que parezca, cuya importancia o urgencia resista mínimamente la comparación con la inminente catástrofe que indubitablemente nos acecha a la vuelta de la esquina. Fuera aparte que ¿quienes son unos meros representantes públicos o unos funcionarios del tres al cuatro para valorar la idoneidad de la implementación de cualquier medida?, cuando los auténticos valedores, que digo valedores, sacerdotes máximos De la Iglesia del Cataclismo Medioambiental del Próximo Día ya han pontificado sobre la intrínseca perversidad de cualquier decisión que escape a sus elevados designios. Y BLABLABLA.

  2. Como e.s una catástrofe a plazos, cuyos vencimientos en forma de inundaciones, incendios y olas de todo tipo, nos dan margen para olvidarnos antes del siguiente enfado de la Naturaleza, pues nos hacemos los locos.
    Y como no podría ser de otra forma, los políticos en su mayoría o están desbordados o el negacionismo les da réditos o simplemente les importa un bledo.
    Y como decía una reciente encuesta los ciudadanos no estamos dispuestos a grandes cambios que impliquen sacrificio.
    Está jodido el asunto.

  3. Se cambiarán o promulgarán las leyes que haga falta para que el TAV siga adelante. Espero no empiecen de nuevo con las nucleares. El tiempo lo dirá.

  4. Lo
    más bonito de todo es que los que ahora están en contra del TAV como
    lo estuvieron en contra del metro o de Guguen serán los primeros en montarse en el .. Cuanta demagogia
    Tampoco queremos centrales nucleares ni molinos de viento ,nada de nada pero seguimos gastando energía sin parar
    Algo tendremos que sacrificarnos todos . francamente no lo veo porque nadie quiere renunciar a nada 👎 Yo también quiero energías limpias . y a poder ser nada que me moleste a la vista pero no es tan sencillo

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