La dichosa bofetada

Acabarán escribiéndose tesis doctorales sobre la yoya de Will Smith a Chris Rock en la ceremonia de los Oscar de ayer. Incluso conociendo la querencia del personal por ponerse intensito a la menor excusa, tengo que confesar mi sorpresa por el nivel de profundidad séptica al que han llegado algunos sesudos análisis del momentazo de la gala. Y no sé decir si me han resultado más estomagantes las andanadas contra el camorrista luego convertido en llorica o las defensas y justificaciones de su comportamiento basándose en los clásicos “un mal día lo puede tener cualquiera”, “tampoco ha sido para tanto” o “es que hay cosas con las que no se juega”.

Personalmente, no creo que haya mucha tela que cortar ni mucha América por descubrir. Sin más y sin menos, Smith demostró que es el patán que lleva acreditando ser desde que saltó a la fama. La diferencia con cualquier bravucón de barra de bar que se lía a guantadas porque han ofendido a “su chica” es solo el sueldazo y el reconocimiento público. Y esas son dos cosas que no perderá a raíz de este episodio. Ni siquiera la estatuilla, que hubiera sido lo menos después de un número así. Es mejor no preguntarse por qué, no vaya a ser que la respuesta sea incómoda.

Por lo demás, tampoco pienso derramar media lágrima por el agredido. Es otro que, igual que el que le calzó el soplamocos, no se va a ver privado ni de su relumbrón ni de su pasta. Qué va, podrá seguir ejerciendo de enfant terrible y humorista mega-maxi-ácido con licencia para hacer chistes de lo que no tiene ni puñetera gracia, como una enfermedad capilar de una compañera de profesión. Al final, son tal para cual.

6 comentarios en «La dichosa bofetada»

  1. Repito algo de lo dicho en un blog vecino.
    Yo vi primero la imagen del sopapo. Esos segundos. Me pareció totalmente guionizado. Simulado. Parte del show.
    Luego vi la escena completa y ya me di cuenta de que podía haber ocurrido de verdad. Eso de la «fucking mouth» les parece muy feo, dudo que entrara en el guion. Lo de las hostias lo toleran mejor.

    Subyace también un problema de fondo que afecta a todo. No sólo al mundo del cine.
    A saber. La especie humana se deteriora. Vamos a peor. En picado.
    Antes las estrellas de cine consolidadas eran Gary Cooper, Gary Grant, Gregory Peck, Sidney Poitier…y hoy son Will Smith o Tom Cruise.

    Es curioso pero parece que hubiera una línea descendente:
    Primero los Gregory Peck y compañía…pasas a los Paul Newman…luego los Robert de Niro…luego los Harrison Ford…pasas a Brad Pitt y Di Caprios…y acabas en Will Smith.

  2. He de dar la enhorabuena a los que todavía conceden la categoría de espontaneidad al incidente.
    Envidio su creyente ingenuidad.
    Es evidente por la postura de piernas abiertas del receptor y la tranquila marcha, impropia de un indignado, que presenta el agresor reflejan un skech propio de un guión busca audiencias.
    Al fin y al cabo es su profesión: Son actores con cámaras alrededor.

  3. Esnepel…yo pensé lo mismo al ver el momento de la bofetada.
    Viendo la secuencia completa…los gritos posteriores de «saca el nombre de mi mujer de tu puta boca»…los lloriqueos posteriores…las disculpas…los mensajes en redes sociales reiterando las disculpas aún dos días después…
    Mucho estirar el chicle.
    Si formaba parte del guion del show me parece que ya debían haber cortado y desvelado la gracieta porque se les ha ido de las manos.

    Si estaba apañado pero sin intención de desvelar que lo estaba…no veo qué gana ninguno de los protagonistas prestándose a esto. Salen los dos perjudicados si la cosa queda así.

  4. Sólo se me ocurre una pregunta: ¿Qué nos está pasando para que una «txorrada» como ésta tenga proyección a nivel mundial?
    Y sólo se me ocurre una respuesta: Hemos perdido el «rumbo».
    Ósea, que vamos a la deriva.
    Lamentable.

  5. Yo no digo que forme parte del guion del Show. Pero sí del guion de ellos mismos, o sus agentes, o los productores de su próxima película o serie…
    Los dos venderán m´as. Su caché subirá. Los Oscar están para eso.

  6. Nunca me ha gustado este «actor», nunca me han gustado aquellos que siempre ganan, en aquella serie que trabajaba este chico me identificaba con el mayordomo. Nunca he visto una pelicula de ste actor, pero si quiero decir que si creas un dios, pues, no te puedes quejar que ese dios se lo crea y actue como tal. Ademas en este negocio de los oscars el que mas pone mas tajada saca, al reves que en las guerras que el que mas tiene mas pierde aunque parezca lo contrario

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