¿Limitación de mandatos?

Hace un par de semanas, Ada Colau se tuvo que montar un autofestival de coros y danzas para que las bases de su movimiento político le dieran permiso para optar a un tercer mandato al frente de la alcaldía de Barcelona. Por supuestísimo, el 99,99 por ciento de los llamados a consultas dieron su visto bueno a pasarse por entre las ingles uno de los principios supuestamente irrenunciables consignados en los estatutos de la plataforma: la limitación de mandatos a dos legislaturas. Lo peor, como suele ocurrir en estos digodiegos esperpénticos, fue tener que argumentarlo como una excepción justificadísima. Eso, sin ser capaces de dar una puñetera razón.

El pecado original de Colau y de otros chopecientos referentes de la zurda molona es haberse subido a la parra con la pureza ética de plexiglás. Les ocurrió también con lo del supuesto tope de la remuneración. Poco o nada tardaron en pillar en bruto igual que los del resto de partidos. A nadie le gusta pasar por el más tonto de entre los representantes institucionales: hoy es el día en que el casto Echenique ingresa lo mismo, si no más, que Cuca Gamarra o Inés Arrimadas. La tontuna respecto al máximo de mandatos es que es un tabú sin el menor sentido. Les admito que eternizarse en un cargo (el muy rojo Sánchez Gordillo lleva 43 años como alcalde de Marinaleda) puede llegar a oler a chotuno. Pero, como administrado, también les digo que si resulta que encuentro una autoridad competente que lo es en toda la extensión de la palabra, no tengo el menor inconveniente en respaldar su gestión con mi humilde voto durante el tiempo que estime necesario.

3 comentarios en «¿Limitación de mandatos?»

  1. Menos mal que pronto cambiaremos el gonierno socialista comunista por un gobierno franquista falangista y de las jons, y todo se solucionara, asi que todo el mundo al suelo, españa esta salvada

  2. Slogan propios de pancarta, por no decir de pandereta. Limitar el tiempo de permanencia en un cargo electo, limitar el salario, que los políticos viajen en servicio público, eliminar la casta política…. Y así algunos otros. ¿Y qué hay detrás de todo ello?… pura demagogia. Mucho hablar y poco hacer. Y si me centro en lo de limitar la permanencia a dos legislaturas, pues es olvidar que esa permanencia se renueva cada cuatro años, y el/la que lo hace bien tendrá votos suficientes para seguir y el/la que no los tenga a su «lugar de origen» si es que lo tiene, porque si no lo tiene, es cuando viene lo malo, tiene que hacer «lo que sea» para seguir teniendo un sillón donde sentarse, osea un sueldo del que vivir. Y eso condiciona mucho, y obliga a ser muy obediente y servir bien al partido, por envima, algunas veces, del buen común, que es para lo que decían que pedían el voto, con esos slogan a los que me he referido al principio.
    ¿A qué queda claro? Yo creo que si.

  3. La limitación de mandatos en mi opinión no es un tabú sin sentido como dices, Javier.
    Eso mismo que dices lo dicen los que votan a Erdogan, Xi o Putin….
    Parece que los tres son autoridades muy competentes. Igual que lo eran Franco o Stalin. ¿Te cabe alguna duda de que habrían ganado todas las elecciones que hubieran convocado?
    Pero a la larga parece que la cosa trae problemillas, ¿no?

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