Le preguntan a Álvaro Morte, el actor que encarna a Juan Sebastián Elkano en la serie ‘Sin límites’, si no le preocupa que su personaje se politice. La respuesta es antológica. Dice que sí, que le preocupa, pero que para evitar que se apropien de él, ha hecho un Elkano “muy de izquierdas y cero totalitario”. Y esperen, que todavía cuenta que su versión del navegante de Getaria es un tipo “que busca siempre el consenso entre sus hombres, que persigue el bien común y no el bien propio y que somete a votación las grandes decisiones que toma”.
Hagamos comentario de texto. Lo que nos dice Morte, de entrada, es que para que no lo politicen otros, lo politiza él. Y, con un par, le calza su propia ideología, pasándose por la sobaquera que hace quinientos años los conceptos izquierda y derecha no existían ni en la mentalidad más avanzada. Qué decir de la membrillez de retratar a un capitán de marinería del siglo XVI dirigiendo su nao en plan asambleario. Solo le ha faltado añadir que también actuaba con perspectiva de género y que trataba como iguales a los indígenas con los que se cruzaba. Imaginen el rigor histórico de la serie que, por cierto, se ha financiado en parte con dinero público vasco.
Se podrá pensar que es solo la parrapla de un actor (un buen actor, eso no lo discuto), pero representa al milímetro la actitud de cierta progresía ante la Historia. Además de reinterpretar los acontecimientos con la perspectiva del presente y siempre según sus filias y sus fobias, cuando algo del pasado no les gusta o no les conviene, crean unos hechos alternativos y los difunden sin ruborizarse. Pre-postverdad, se podría llamar la vaina.
Pues comienza la serie con mal pie.
Si su rigor histórico es el que se desprende de la declaraciones del actor, no es para tener muchas ganas de verla. Más bien pocas. Y es que: «historia, es la narración del pasado». Y eso requiere un mínimo de rigor en los hechos que se narran, pues de lo contrario no es historia, es un cuento.
Y parece que nos van a vender el «Cuento de Elkano y su vuelta al Mundo». Y seguro que, para cuentos de este tipo ya hay otros mejores, y sin necesidad de gastar dinero público vasco.
Ojiplático se queda uno con cosas como la comentada… Esto de “reinterpretar” (siendo muy suaves) el pasado para que encaje con las visiones actuales de las cosas, es de lo más curioso y “txirene”… Parece que a algunos se les hace imposible admitir que nuestros antepasados tenían otras formas de valorar y encarar la vida, que venían a ser hijos de sus circunstancias y momento, como nosotros, aproximadamente…
¿Tan difícil será admitir que hubo un tiempo en el que la gente tenía otras formas de pensar, otras cosmovisiones, sobre cómo ver y actuar en el mundo?… Para representar un episodio histórico de hace 500 años, ¿tenemos que dárselo al público pre-digerido y perfectamente acondicionado a la mentalidad actual?… A veces parece como si la “mentalidad Disney” nos hubiera arrollado, esa según la cual tenemos que humanizar los animales y transferirles nuestros criterios de bondad y maldad. Ahora tenemos que transferir 500 años atrás nuestros criterios de bondad, justicia y corrección política, que, por otra parte, dentro de 100 habrán cambiado, como no puede ser de otra forma.
El navegante de Getaria es un tipo “que busca siempre el consenso entre sus hombres”, se nos dice. ¿Entre sus “hombres”?… ¿No habrá que reinterpretar aquel episodio para que, además de muy de izquierdas y cero totalitario, haya mitad de mujeres bajo el mando (perdón, consenso) del marino?… No sé, ya puestos a habitar la post-verdad…
No hace mucho hubo una iniciativa en Hollywood en la que se promovía-exigía que en las películas hubiera paridad y/o presencia, representación, participación plural de todos los colectivos; razas, sexos…
Ello afectaba al propio trabajo de producción; cámaras, personal de montaje…etc, etc, etc…y también al reparto de actores y actrices.
Claro…me resultaba complicado c´ómo cumplir eso…yo qué sé…en «Los tres mosqueteros»…o yo qué sé…»12 hombres sin piedad» escrita en una época en la que en los jurados sólo había hombres blancos. ¿Es «12 hombres sin piedad» una obra cisheteropatriarcal que habría que reescribir y titular «6 mujeres y 6 hombres sin piedad» y asegurar la presencian en el jurado de minorías racializadas?
«Quien controla el presente, controla el pasado y quien controla el pasado controlará el futuro. »
Creo que alguno se ha tomado esta horrible advertencia de George Orwell como un manual de instrucciones.
Vamos a ver, Elkano era un tío de su época, recio como las traviesas de sus barcos y echado p’alante. O no se habría puesto en la expedición magallánica ni había intentado volver a las tierras del rey hispano, al que luego dirigió una carta llena de peticiones que parecían más de bilbaino que de getariarra, por las aguas infestadas de portugueses. ¿Que la ultraderecha intenta apoderarse de su imagen? Nos ha jodido. Pero precisamente ante semejante intento lo que hay que hacer es contextualizar la figura en su época, no intentar apropiársela para «la izquierda» en plan hippy.
Que luego vienen los fracasos electorales sonados, cuando se queda todo en un discurso irreal y la gente siente que le están dando palos con la economía y, al menos en lo que respecto al curritO, de esos que han estado asfaltando en plana ola de calor, eso de que de alguna manera tenga que flagelarse porque comparte los privilegios de Sánchez Galán por lo que comparten de «maquinaria» como que no encaja. Amén de que justo ahora sería buen momento para reinvertir (por ejemplo en la reconversión de la industria del coche hacia lo eléctrico) e ir hacia una economía más centrada en cooperativas. Pero, en lugar de eso, tenemos una absurda cortina de humo respecto a si el porno no sé qué.
¿Y con estos bueyes hay que arar? El tortazo se va a oír hasta en Valdivostok. Y no solo a nivel de Estado, las matemáticas van a ser muy jodidas para aquellos que ya hacen cábalas con «sustituir» a la «derechuza vasca».
Recupero esta charla porque creo que tiene relación. En la bochornosa campaña electoral a la presidencia del Athletic se ha dado ya un suceso que creo que es grave.
El candidato Uriarte ha presentado a su Director Deportivo y a renglón seguido alguien ha publicado unos tweets suyos de cuando tenía..¡¡¡21 años!!! con unos chistes tontos de estos que inundan nuestros móviles; que si uno sobre lo mal que aparcan las mujeres…otro de una señora con bigote….¡¡¡¡y Uriarte se lo ha cargado!!!
Han enardecido las hordas de inquisidores, ofendiditos, correctos en las redes….(algunos imagino interesados, a sueldo o no, de otras candidaturas y otros simplemente estúpidos) y Uriarte ha decidido prescindir de él.
Repito, por unos tweets de 2013 cuando tenía 21 años.
Me parece gravísimo. Ya no solo por el tufo mafioso de la jugada sino por lo que dice de esta sociedad falsa, hipócrita, de postureo, estúpida….