CRÓNICAS PANDÉMICAS.27.¿Y la universidad?

A las puertas del curso 2020-21, mientras la Ministra de Educación, Isabel Celaá, aparece una y otra vez en los medios de comunicación escoltada por el Ministro de Sanidad , Salvador Illa, el responsable del ramo universitario, también con rango de ministro, Manuel Castells, ni está ni se le espera.

Parece como si la universidad no formara parte del sistema educativo y no estuviera implicada en las adaptaciones de todo género que se están adoptando para combatir la pandemia del COVID-19.

Pero , ciertamente no es así: la universidad forma parte del sistema educativo y probablemente en su mayor expresión pues articula la docencia con la investigación y la enseñanza con los puestos laborales más cualificados.

Esta ausencia insólita de Manuel Castells puede deberse más bien a otra razón que no es sino que la universidad no cumple la función social de estabulación del alumnado, es decir que no sirve de guardería (también matutina), comedor y entretenimiento supuestamente formativo ( las variopintas extra-escolares,)pues, por lo general, los universitarios y universitarias son lo suficientemente autónomos como para no interrumpir la dinámica laboral de padres y madres.

Si a esto se añade que el Ministro en cuestión ha sido y es un firme partidario de la educación on line, su ausencia no manifiesta sino la presencia de la alternativa que defiende y que en este caso evitaría todas las complicaciones organizativas, académicas y sanitarias que supone la pandemia realmente existente, pues en esta tesitura habría que preocuparse , como mucho, de los virus…informáticos.

Aun así, lo sorprendente está siendo el sordo seguidismo de muchas autoridades políticas y educativas que dan por bueno un a modo de laisser faire, en el que, salvo excepciones, la autonomía universitaria se vuelve arbitrariedad, la discusión sobre los modelos pedagógicos, obsoleta, e, incluso, los requerimientos para dotarse de más presupuesto, medios y personal, «incomprensibles en medio de esta crisis»( sic)…

Pero como se ha comentado, el Ministro de Universidades ni está ni se le espera…¿Hay alguien más por ahí?


CRÓNICAS PANDÉMICAS. 26. Tele-trabajo.

Uno de los efectos colaterales de la pandemia del COVID-19 ha sido la extensión imprevista del tele-trabajo.

Anticipado desde los parámetros futuribles , es muy probable que el tele-trabajo se vaya a implantar fundamentalmente en el sector terciario, de gran importancia en nuestra sociedad incluso por su vinculación digital con los sectores agropecuarios e industriales.

Pero , asimismo, el tele- trabajo va a servir de punta de lanza en la instauración de una relación laboral que ya no se va a sustentar en la articulación espacio- temporal disciplinaria ( tan acertadamente caracterizada en su momento por Michel Foucault), sino en un criterio algorítmico de productividad. Todo ello en consonancia con la nueva figura de individuación psico- social – el zoon elektronikón– que ha generado la revolución de las TIC`s y las redes sociales.

Por todo ello, será inevitable una profunda discusión sobre esta nueva variedad de relación laboral, pues, más allá del criterio de productividad consensuado, será complicado definir las circunstancias productivas, el desglose y cobertura de los gastos que se aduzcan -¿ quién debe pagar el hardware, software o la conectividad? – así como las coberturas socio-sanitarias.

La prueba de la necesidad de abordar estas cuestiones reside en el debate social que ya se ha comenzado y que probablemente deberá tener su reflejo en los correspondientes convenios colectivos habituales.

CRÓNICAS PANDÉMICAS. 25.Conciliacion familiar.

Si, como parece previsible, la vuelta a la actividad docente puede suponer a medio plazo el regreso a casa algorítmico del alumnado, un problema anunciado va a ser el de la conciliacion familiar.

Pues, como ya se expuso anteriormente, la estancia, cuidado y alimentación de niños y adolescentes ya no será mayormente gestionada por el Sistema Educativo en aplicación de una de sus funciones sociales, y por lo tanto se retrotraerá al ámbito familiar.

Y si bien es muy posible que esta vuelta al hogar signifique por defecto que las mujeres ( madres, tías, abuelas, interinas) retomen su tradicional rol de cuidadoras y hasta que algunas renuncien al trabajo asalariado externo, no sería este trasvase una operación muy adecuada a la posmodernidad en la que estamos viviendo, caracterizada particularmente por la mayor presencia social de las mujeres fuera del hogar .

Y así, si a partir de un momento no muy lejano, el Estado fue admitiendo que el Sistema Educativo asumiera funciones ajenas , como el servicio de guardería matutino, el comedor y las actividades extraescolares para facilitar el trabajo productivo de padres y madres, debería ser ahora el mismo Estado , en sus diferentes niveles administrativo- politicos, quien retomara la iniciativa, facilitando por medio de ayudas específicas y exenciones definidas la conciliacion familiar.

Y hacerlo sin distinción de género, o incluso incorporando una discriminación positiva hacia las mujeres, en función de lo señalado…Si no se procede así, la pandemia se habrá convertido además tout court en la ocasión para una tormenta perfecta de despidos y reajustes laborales…

CRÓNICAS PANDÉMICAS. 24.On line.

El catedrático de Sociología de la Educación Mariano Fernández Enguita se quejaba recientemente de que no se hubiera preparado con suficiente antelación la utilización de los sistemas telemáticos en la educación.

La objeción es sin duda muy atinada y más viniendo de uno de los mayores expertos en cuestiones de enseñanza . Probablemente esta falta de preparación se ha debido a muchas razones entre las que se pueden destacar la heterogénea difusión del mundo electrónico entre la población, la escasa visión estratégica de una política educativa global imposible de acordar, y, en particular las reticencias de una gran parte del profesorado ante este nuevo medio así como la frivolidad concomitante que ha suscitado en muchos ámbitos estudiantiles.

No obstante y a pesar de la larga serie de investigaciones que se vienen haciendo desde hace muchos años tanto acerca de la irrupción de lo electrónico en la sociedad como particularmente en la educación, es cierto que a partir de ahora se va a tener una oportunidad excepcional para hacer una gran prueba en toda regla.

Pues en efecto, la alternativa electrónica se ha presentado como una de las consecuencias necesarias del distanciamiento profiláctico ocasionado por la pandemia. Y como decía Baltasar Gracián con un acento oriental, «todas las cosas se han de saber tomar no por el corte que ofendan, sino por la empuñadura que defiendan», y sin duda el corte de la pandemia está acabando con muchas vidas y con muchas economías.

De manera que sea cual sea el origen del COVID-19, que algún día se descubrirá, lo cierto es que nos ha colocado en varios puntos de inflexión, uno de los cuales remite a una apuesta global técnica, económica, social y formativa a favor de la utilización de los recursos on line.

Así que si la implantación de la educación on line es ya inevitable -y sin obviar los trastornos de conciliación laboral y familiar que va a desatar – habría que hacer un gran esfuerzo de documentación para tener la suficiente base empírica como para llevar a cabo un análisis sopesado de sus ventajas e inconvenientes .

Solo de esta manera podremos evaluar si nuestros miedos eran justificados y nuestras respectivas tan halagüeñas y lo podremos hacer precisamente ante la inevitabilidad de lo que se nos ha venido encima… Y, chi lo sa, acaso estaremos probando un modelo de enseñanza tan disruptor como novedoso que quizás nos haga adelantarnos a nuestro propio futuro…

CRÓNICAS PANDÉMICAS. 23. Pensionistas.

Tras el confinamiento y la desescalada, cuando la atención de la opinión pública está siendo dirigida hacia el control puntual de la pandemia y el problemático comienzo del curso escolar, el movimiento de pensionistas ha irrumpido de nuevo en la calle ordenadamente.

Según sus portavoces, han vuelto para insistir en sus reivindicaciones – y sobre todo en la de la pensión mínima de 1080 €- pero también para reclamar que se estudie a largo plazo todo lo relativo a las prestaciones a la tercera edad ,bien sean económicas, sociales o sanitarias.

Este último aspecto, ya apuntado desde el principio, ha tomado cuerpo ante los rumores catastrofistas, las vacilaciones presupuestarias y la crisis de mortandad surgida en las residencias.

Que un movimiento como este vuelva a desplegarse por las calles en una situación en la que llegan continuas noticias de EREs – que no ERTEs – despidos masivos y propuestas de rebajas salariales, y que lo haga con una perspectiva estratégica y no desde el tacticismo carpetovetónico de la cuenta de la vieja, es una buena noticia para cualquier demócrata que sabe que la democracia tiene muchos niveles de expresión y no los únicamente políticos que tanto gustan a los tecnócratas.

Y que lo hagan gentes de largo recorrido laboral y muy curtidas en la lucha social desde finales del franquismo, es una buena muestra de que la memoria histórica, si es que existe como tal, no es una mera reivindicación por el reconocimiento de algunos muertos y muertas del pasado, sino una apuesta permanente por quienes están muy vivos y con un futuro por delante.

CRÓNICAS PANDÉMICAS. 22.No-fiestas.

Según me contaron en una ocasión, en un pueblo del Pirineo Vasco se celebraba todos los años una romería a la que acudía toda la juventud de la localidad y de poblaciones aledañas. Cuando el festejo iba terminando, cada muchacha elegía a un muchacho y se lo llevaba a la casa familiar .Al día siguiente el joven debía mostrarse en público a través de una de las ventanas de la casa. Si la chica quedaba embarazada se casaba con el joven en cuestión ,y si no era así ,lo volvía a intentar el año siguiente – y el chico también. Esta costumbre como otras tantas se pudo conocer por las continuas desautorizaciones eclesiásticas que veían en todo esto una perversión del rito religioso.

Sin duda la mentada romería cumplía con una de las funciones de las fiestas que no es sino facilitar la reproducción social aprovechando la efervescencia colectiva, ayudada por la ingesta de drogas más o menos duras como el alcohol, y de la que, por ejemplo, ya dio buena cuenta el sociólogo Émile Durkheim.

Es cierto que desde hace unos años se ha producido una cierta dispersión del mundo festivo con la proliferación de lo que se ha denominado «ocio nocturno» que ya suele comenzar en los llamados «jueves sociales» y muchas veces finaliza los lunes de madrugada. Pero aun así las fiestas patronales con mayúsculas continúan manteniendo su primacía,presentando por otro lado unas características muy similares como consecuencia de la globalización- no hay mas que ver las imitaciones de los sanfermines.

Todo lo anterior debería ser tenido muy en cuenta cuando por razones ,sin duda justificadas, se suprimen las fiestas y se limita el ocio nocturno, pues se está intentando controlar un descontrol tan programado como aceptado y necesario. Y tenerlo en cuenta significa valorar sus implicaciones, mucho más profundas de lo que a simple vista pudiera parecer, y evaluar adecuadamente las limitaciones que se pretenden imponer.

Porque si no es así, la declaración de las no- fiestas llevará probablemente, en su definición negativa, a unas explosiones sociales acaso mínimas y puntuales, pero mucho más arbitrarias…y peligrosas.

CRÓNICAS PANDÉMICAS. 21.Mujeres perdedoras.

Las previsiones de vuelta a las aulas apuntan a que de los tres escenarios programados ( presencial / presencial – on line / on line) es muy posible que a medio plazo acabe por imponerse el último.

Este escenario, más allá de discriminar al alumnado en función de su acceso a los recursos electrónicos ( que ya forman parte de lo que el sociólogo Pierre Bourdieu denominó «capital cultural») pone en la picota una de las funciones sociales de la escuela , que no es sino la estabulación , o sea la guarda y vigilancia de niños y adolescentes para permitir fundamentalmente el trabajo de padres y madres ( La escuela a examen, Fernández Enguita, M. )

Si esta función no es cumplimentada institucionalmente, lo más probable es que recaiga de nuevo en el núcleo familiar ( ampliado hasta los abuelos y abuelas) y, por defecto, en el ámbito femenino, al que se supone tradicionalmente más preparado para ello.

Por otro lado, si la salida a la crisis económica que se ha generado al calor de la crisis sanitaria, se vincula a reestructuraciones de plantilla, es previsible que quienes hasta hace poco no eran contratadas si había perpectivas de maternidad o incluso despedidas si la potencia se convertía en acto, serán las primeras en salir del ámbito laboral. Y asimismo, si, como se apuntaba recientemente, la alternativa es una bajada generalizada de salarios para que salgan las cuentas de la productividad, es previsible que quienes ya obtenían los salarios más bajos,lleguen a cobrar tan poco que abandonen voluntariamente los puestos de trabajo, para potenciar los de sus compañeros varones.

Y si ambas circunstancias se suman, es decir , la necesidad de cubrir la función de guardería y vigilancia en los domicilios familiares y la salida de este importante sector de la población del ámbito productivo , un colectivo, el de las mujeres – a pesar de que algunas de ellas por su estatus profesional puedan permitirse pagar las labores de cuidado y vigilancia para que las realicen… otras mujeres – puede convertise en uno de los grandes perdedores de esta pandemia al retroceder a posiciones sociales ya supuestamente periclitadas.

CRÓNICAS PANDÉMICAS. 20.El barrio como utopía.

El confinamiento tuvo como efecto colateral insospechado el renacimiento de la vida de barrio.

Al principio hubo un reconocimiento sumario de rostros de ventana a ventana, sobre todo durante la cita diaria de las ocho de la tarde para aplaudir el esfuerzo de sanitarios y sanitarias.

También durante las breves salidas cotidianas para hacer las compras de primera necesidad, comenzaron los saludos de muchos reconocidos que pasaron a ser conocidos debido a los inevitables encuentros en unos itinerarios muy reducidos.

La desescalada llenó de pronto los bares y las terrazas invadieron el espacio público sin duda para permitir la reactivación económica de este sector tan golpeado por la crisis económica que se ha sumado a la sanitaria, y , a pesar de muchos peros, las gentes del barrio se fueron reencontrando y los saludos se convirtieron en algún caso en breves charlas. En algunas de ellas nos enteramos de las pequeñas solidaridades que habían ido surgiendo a lo largo de los días de encierro; cuidado de niños ajenos, repartos de comida, compras para quienes no podían salir de casa…

De todo lo dicho se podría sacar la conclusión de que durante algunos días, y con altibajos, se fue creando un sentimiento colectivo un tanto novedoso que no respondía a fines u objetivos de altos vuelos, sino a la mera supervivencia de un grupo en un tiempo y un espacio muy concretos.

Algo, en fin, que evocaba a la «comunidad» primigenia de la cual hablaba Ferdinand Tönnies en su célebre obra Comunidad y Asociación , una evocación hacia la utopía en medio de la distopía que estábamos viviendo ( y que continuamos viviendo)…Y que sería muy positivo que no se perdiera…

CRÓNICAS PANDÉMICAS. 19.La Cina é vicina.

De China vino el COVID-19, de China también la mayor parte de las mascarillas y respiradores y de China llegará probablemente la tan ansiada vacuna.

Pues China, desde la crisis de 2008 se ha convertido en la potencia mundial hegemónica, tanto en lo relativo a su crecimiento económico, como a su poderío militar, desbancando a USA y marginando a la UE, como señalaba recientemente Lourdes Casanova , de la Universidad de Cornell .

Se habrá llegado así a la confirmación de que el Socialismo realmente existente, más que un desenlace hegeliano del Capitalismo desarrollado, ha sido un gran acelerador del tránsito del Antiguo Régimen al Neo- Capitalismo ,sobre todo cuando ha contado , como en este caso, con la ayuda de un Estado muy burocratizado y de una base ideológica popular disciplinaria tal que el Confucianismo.

Esta cuestión debería ser una más que tener en cuenta en el futuro post-pandémico, y a fuer de sus implicaciones económicas y sociales, que ya las hay y que las habrá, sería conveniente, por ejemplo, incluir en los programas educativos nociones de cultura china y de mandarín para adecuarse a las nuevas circunstancias.

«Cuando China despierte, el mundo se echará a temblar», dijo Napoleón, y así lo recordó Alain Peyrefitte en 1973 en un famoso libro del mismo título.Ahora el Imperio del Centro está emergiendo y como en aquella pelicula de Marco Bellocchio( 1968) La Cina é vicina

CRÓNICAS PANDÉMICAS.18. La zanahoria y el palo.

Decía Blaise Pascal que «toda la desdicha de los hombres se debe a una sola cosa, la de no saber permanecer en reposo en una habitación».

Puede ser, pero lo cierto es que en el puré cultural que ha alimentado Occidente y sus colonias, la figura del éxodo judío, la de un pueblo en perpetuo camino hacia no se sabe donde, ha podido más que la imagen del ágora griega, la de una ciudanía reunida tranquilamente para hablar de sus cosas.

Y si el confinamiento ha detenido la movilidad física de cuajo- que no la electrónica- la desescalada, en un movimiento pendular, la ha acelerado y , a pesar de las limitaciones, muchos y muchas han viajado a los pueblos vaciados o semivaciados ante la imposibilidad de arribar a territorios exóticos. Y otros tantos y tantas se han dejado llevar compulsivamente a mover el cuerpo o a hacerlo moverse con diversas prótesis , con el resultado de lesiones varias en tobillos, rodillas y caderas, escasamente preparados para tanto trabajo,según comentan algunos traumatólogos,

Indudablemente esta movilidad física lo ha sido también social, pues somos seres sociales, a no ser que nos creamos dioses o vivamos como bestias- como bien apuntó Aristóteles- pero la incontenible movilidad ha dado ocasión a que el virus del COVID-19 escale con mayor velocidad por las vías y puentes que le hemos facilitado.

Así que ahora se nos pide prudencia como se le enseña al burro la zanahoria para que vaya por el buen camino, pero se nos avisa del palo por si nos desacarriamos.

Probablemente si en el puré arriba mencionado hubiera habido más ágora y menos éxodo, más ciudadanía y menos pueblo, más movilidad mental y menos física, lo tendríamos más fácil.

Y sin que fuera necesario coincidir con Pascal, habríamos descubierto hace tiempo que hay otros mundos pero que están en este, y no necesariamente en Vietnam, ni haciendo barranquismo, ni en una playa del Caribe…sino en la habitación en la que nos encontramos …o en la de al lado.