Arias Cañete, alias yogurín

 Arias Cañete, alias el yogurín, dice campechano; «si veo un yogur en la nevera, ya puede poner la fecha que quiera, que yo me lo como». El buche del ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente es agradecido porque, según él, los alimentos tienen un «margen de seguridad muy alto». El personaje que vela por la salubridad de la comida en España, peca de irresponsable saltándose a la torera las recomendaciones sobre las fechas de caducidad.

Bien mirado, es normal. El señor ministro también se come todos los viernes más de un sapo en el Consejo de Ministros y yo no veo que se atragante. El Gobierno, que dice trabajar para evitar el desperdicio de alimentos, prácticamente invita a coger los yogures directamente de los contenedores y anima a consumir sopas de ajo para aprovechar el pan duro. Por eso no se debe hacer caso a ministros ineptos. Perjudican seriamente la salud.

Además, por su papada de zampabollos, no se intuye que Cañete, el temerario, ingiera muchos yogures. Eso sí, debe preferirlos caducados para que lleven incorporados más bifidus. Miguelín también se comía chuletones de ternera durante el mal de las vacas locas y ahora le salen los efectos secundarios… en las meninges. Vean cómo se quedó, espongiforme.

Con todo, queda probado que los del PP son unos valientes. Fraga se bañó en un caldo radioactivo de Palomares y Arias Cañete come yogures caducados. ¡Qué verdad aquello de que lo que no mata, engorda!

Me llamo Bond Borbond

Me llamo Bond Borbond. Con licencia para vivir del cuento. El día 24, Juan Carlos I volvió a salir por la tele, ¡ojo en 25 canales!, y soltó el discurso menos visto en quince años. Clan TV le contraprogramó con Bob Esponja y contra eso no hay quien compita.

La bajada en la cuota de pantalla es el reflejo de una monarquía en decadencia. Pegado a la mesa con Superglue y a punto de ser retirado por los camilleros cuando acabase la disertación, detrás no había foto de familia. Había puesto la de su cirujano, que es de más confianza.

Seguro que si el rey elefante hubiera montado un reality a modo de Pesadilla en la Zarzuela, escenificando el annus horribilis de la Corona, subiría el share. Un talent show como La Voz con Letizia de coach y las infantitas en una audición a ciegas, tendría tirón. Si quiere que la gente le vea vaya al Sálvame a echar un poco de pimienta. Explique, por ejemplo, cómo es que su hija no está imputada junto al yerno chorizo, cómo se organiza un safari/cacería siendo al mismo tiempo presidente de una asociación para la defensa de los animales, cómo se finge veinte años que tu parienta es una santa cuando no la puedes tragar… Obviamente nada de eso apareció en la entrevista que emitió TVE el 4 de enero. Pues Juan Carlos, con este publirreportaje que es igual que si le entrevista Franco en el NODO, seguirá bajando la audiencia e igual le cierran el chiringuito. Aunque mejor ¿por qué no se calla?

Reyes ‘jubiletas’

 ¿Seguro que Melchor, Gaspar y Baltasar vienen de Oriente? Porque yo creo que llegan directamente de Bruselas. Son los únicos empleados que han adoptado a pie juntillas, y además de buen grado, lo de retrasar la edad de jubilación. Más que escribir una carta a sus Majestades, habría que leerles la cartilla. ¡Qué forma es esa de estimular el empleo juvenil! ¿Para cuándo un contrato indefinido y el ascenso de los pajes?

La CE pide insistentemente que nos quedemos a trabajar hasta muy viejos –también instan a Rajoy a que apruebe la eutanasia obligatoria a los 70 años para que no haya que pagar pensiones, pero ese es otro tema– y ellos se lo han tomado a rajatabla. A mí me da que sí han cotizado 38 años. Porque los que, contra nuestra voluntad, seguimos cumpliendo años, recordamos haberles visto hace bastante más tiempo. Aunque claro, al paso que cambian las leyes, fíjate las modificaciones que habrá habido en dos milenios de reforma de pensiones y el lío que tendrán montado con la base reguladora.

Quizá la explicación sea más prosaica. Y todo obedezca a que han contraído una hipoteca en plena burbuja inmobiliaria y todavía siguen pagando. O quizá hayan firmado una cláusula en el convenio de Magos para estar a salvo de un ERE. Igual es que sus Majestades tienen una pensión basura y deben meter unas horas extras todos los seis de enero que les redondee la jubilación. Por cierto, el jefe ¿les habrá pagado la extra?

La chulería de los servidores públicos

El populacho no comprende a su señoría. El presidente del Consejo General del Poder Judicial, Gonzalo Moliner, se ha quejado de que viajar en clase turista no da buena imagen y casi han pedido la guillotina. ¡Cuánta razón lleva este hombre! Lo mismo le pasa al pueblo buscando en los contenedores de basura, que da una pésima imagen. Y lo de vivir debajo de un puente por haberse quedado sin casa, queda muy feo.

Pero no se preocupe, que su pérdida de imagen la recupera Gallardón rápidamente con las nuevas tasas de Justicia. Así, a los juzgados solo irá gente bien y no tendrá que mezclarse con chusma. Quizá la recaudación sirva para devolver a su señoría sus privilegios, sus viajes en primera, los hoteles de super lujo y las comidas copiosas acompañadas de buenos reservas. Justo lo que necesitamos, que los servidores públicos vuelvan a chulearnos.

Lo siento, señor Moliner. Si viajar en segunda afecta a su imagen, puede viajar en clase superior o en un jet privado si lo desea, pero a cargo de su bolsillo. Además no es de recibo que usted, eminentísimo magistrado, pueda molestarse por viajar en turista. Tiene muchísimas más posibilidades de codearse con chorizos si embarca en primera. Aunque hay quien piensa que debería volar en la bodega de equipajes para proteger la imagen de la economy class. Y yo le invito, ilustre juez, con todo el respeto que por supuesto merece, a irse directamente a la mierda… eso sí en business.

La paga que no se paga

Como la Navidad se acerca han aparecido besugos a tutiplén. Por eso, Basagoiti anuncia que abrirá PPtokis en las localidades vascas (bautizados por algunos ya como Pipi tokis) con una tortilla de patata española esmeradísima. Con la Navidad prolifera también otra especie, los merluzos del norte. Como Patxi López que prometió la paga que no se paga y protagonizó en el último respiro de la legislatura su centésimo sainete.

Que ¿cómo se llama la película? La verás pero no la catarás. Porque solo los que creían en los Reyes Magos podían dar pábulo al anuncio del pago de la extra. Con esta bufonada, el lisensiado López ha escrito todo un manual de mamarrachada política sobre cómo hacerse el guay con sus funcionarios autonómicos disparando con pólvora del rey.

Tampoco hay quien se trague el cuento de que Rajoy y su damisela Soraya hayan secuestrado al Olentzero con la connivencia del Constitucional. Pero si tenemos en cuenta que el alto tribunal tardó tres horas en resolver el caso de la paga extra y siete años en dilucidar lo del matrimonio homosexual, podría exigírsele que se diera la misma prisa en paralizar los desahucios. Tan lentos e indolentes PPara unas cosas y tan veloces PPara obedecer otras. Con acciones como éstas ya suena por ahí el siguiente villancico: «Funcionarios y pensionistas se dirigen al portal para entregar a los bancos su paga de Navidad… y Rajoy en el pesebre se ríe porque está alegre…»