Irune y la estación maldita

laudio_foto610x342

 Los trenes matan. También la mentira, disfrazada más o menos de información errónea. A Irune, una chica de 19 años, la mató un tren de RENFE hace unas semanas en la estación de Areta-Llodio. Los periódicos dijeron que la joven iba con los auriculares de su móvil puestos y no pudo escuchar el pitido del tren. La mató allí mismo. Lo dijeron los periódicos y yo también. Me fié de la información que, por cierto, aún no se ha rectificado en los mismos medios.

Dije en mi espacio de EL FOCO de Onda Vasca y en este blog DESMARCADOS que Irune fue víctima de esa trágica distracción. Y que, por extensión, estaba ensimismada en las redes sociales. Pero no era verdad.

Los padres de Irune, Gonzalo e Itziar, están doblemente dolidos. Por la muerte de su hija, un daño irreparable. Y por las informaciones que cargan la culpa del accidente sobre la chica. Es hora, pues, de rectificar. Porque eso es lo justo y lo que merecen la memoria de Irune y el dolor de sus padres.

El caso es que Irune no llevaba los auriculares puestos. Estos se encontraron en el bolso de la chica, como pudo atestiguar la Ertzaintza en sus investigaciones. Luego su muerte no se debió a ninguna distracción. Otras fueron las razones.

Tampoco Irune era usuaria de las redes sociales. De hecho, no tenía interés en estos medios. Era una joven abierta y moderna, pero sin ningún tipo de enganche en los Facebook, los Whatsapp, los Twitter o los Instagram. Difícilmente estaba entonces ensimismada en mensajes o chats.

La estación es una trampa. El diseño de la estación de Areta-Llodio es impropio del siglo XXI. Carece de barreras de paso y hasta de un triste semáforo que regule el paso de los viajeros de un lado a otro de la estación. Además, RENFE ha eliminado el personal que regulaba el paso de los viajeros entre los andenes. No hubo aviso de megafonía de la llegada del tren a gran velocidad. Ni se dió información por paneles electrónicos.

La curva maldita. El diseño de la estación, en curva, impide a los viajeros ver la llegada de un convoy cuando hay un tren en la estación. No deja ver los trenes que llegan.

RENFE se esconde. Quizás sea legal ese diseño de estación. Quizás tenga derecho a no tener medios ni personal suficiente para evitar accidentes. Pero lo que no puede hacer es esconderse de su responsabilidad objetiva, porque tal y como están hechas las cosas la muerte de Irune tiene que ver con la dejadez irresponsable de esta empresa pública.

Debe saberse la verdad. Se dijo que Irune se distrajo y no era verdad. Yo también lo dije, influido por lo leído en la prensa escrita y digital. La estación es una trampa. De hecho, han existido muchos sustos que no han terminado en tragedia, como el caso de Irune, pero podría volver a ocurrir. Esta es la verdad. La víctima no puede ser, además, culpable.

¿Qué está haciendo RENFE para rectificar? Nada. Dicen que no tienen presupuesto, que son cosas de Madrid, del Ministerio, de ADIF.

¿Tienen que matar a otra persona para que cambien esa maldita estación?

Irune ha sido víctima de toda esa mala gestión. De una estación que es una trampa. De unos gestores incompetentes. Y, por si fuera poco, decimos que Irune estaba distraída. No fue así. Fue la víctima de un enorme despropósito.

Descansa en paz, Irune. Abrazos para tu aita y tu ama. Perdonadme.

firma2

 

6 comentarios en «Irune y la estación maldita»

  1. No es la única estación, Luiaondo se encuentra en la misma situación.
    Hubo una tiempo en que los trenes paraban justo encima del paso de peatones para que no cruzara nadie hasta que el tren pasara, pero ya no es así… solo lo hacen cuando ven llegar uno de frente, y no siempre.

  2. Rectificar es de sabios. Cosa q Renfe o Adiff o como se haga llamar no hace. No es la única estación sin un paso en condiciones o debidamente señalizado, entre esas estaciones tb se encuentran Ollargan, Basauri- apeadero, Bakiola, Arrankudiaga, Luyando. A ellos les da lo mismo. Y lo malo es q ocurren estas desgracias y se lavan las manos. Es una vergüenza parece mentira q sean del estado.Como siempre riéndose del ciudadano. Todo mi ánimo a esos padres y a toda la familia de Irune

  3. Un caso más de falta de rigor por parte de los medios de comunicación. Una irresponsabilidad, que además de distraer la atención sobre el problema real, causa sufrimiento extra a unos familiares golpeados por una terrible tragedia.

    Pero dicho esto, no puedo estar de acuerdo con parte del contenido del artículo. Es cierto que la estación de Laudio, como tantas otras de ferrocarril, no está diseñada pensando en la seguridad de los peatones, y es cierto también que con algunas medidas básicas se podría incrementar la seguridad (vigilantes, señales luminosas y/o sonoras, etc). Pero, en mi opinión, no podemos echarle siempre la culpa a los demás. Cruzar una vía férrea, al igual que una carretera, o tantas otras situaciones de nuestra vida cotidiana, tiene un riesgo implícito, y cada uno debe ser consciente de ese riesgo y obrar en consecuencia. Los accidentes en vias férreas son en su inmensa mayoría consecuencia de imprudencias graves. Si hay un tren detenido en la estación (seguramente aquel del que se acaba de bajar la víctima) no se debe cruzar la via en ningún caso. Hay que esperar a que se marche para poder tener la visibilidad suficiente.
    Estoy cansado de ver a gente que cruza por debajo de las barreras de los pasos a nivel, por no esperar 5 minutos, gente que en estaciones con paso peatonal elevado o subterráneo, cruza por la vía para ganar tiempo o hacer menos esfuerzo. No hablemos ya de los cruces de calles y carreteras, de los semáforos, etc.
    Somos personas, no robots, tenemos la capacidad de pensar, valorar y decidir. Creo que no podemos esperar que las diversas instituciones dispongan las medidas de seguridad necesarias para evitar los accidentes causados por cualquier mala decisión por nuestra parte. Esta situación llevaría a un absurdo. ¿Se deberían vallar con barreras infranqueables todas las calles, dejando sólo acceso en los pasos de peatones y semáforos? ¿Debería la Consejería de Interior destinar un ertzaina a cada paso de peatones para regular el paso por el mismo?
    Aceptemos que nuestro actos tienen consecuencias, para nosotros mismos, y para los demás. Eduquemos a nuestros hijos en una cultura de seguridad insistiendo en que se trata de una responsabilidad individual y que no puede depender de lo que otros hagan por nosotros.
    Esto, independiente de que es obligación de instituciones y otros organismos valorar la conveniencia de implementar medidas de seguridad en puntos concretos.
    Aún así, seguirá habiendo accidentes, pero, por favor, entendamos que nuestra seguridad depende, en un grado muy alto, de nuestras decisiones, y obremos en consecuencia.

  4. Oscar, te equivocas al considerar este accidente como una imprudencia de la víctima. Tus comentarios pueden servir para otro tipo de accidentes, pero en este caso, la información de los paneles y la megafonía, según testigos presenciales, no fue correcta. Imaginate un paso de cebra en el que empiezas a cruzar porque un camión te deja paso y cuando estás cruzando, un coche por el otro carril te atropella, en ese caso la culpa es del conductor del coche que no paró y no del peatón. En el caso de Irune, la culpa no fue de ella, si no del responsable de la señalización de la estación. ¿Para qué existen en esa estación megafonía y paneles informativos? ¿De adorno? Si no te puedes fiar de ellos, sería mejor quitarlos y que el peatón decida por sí mismo cuando cruzar las vías (por cierto, si eres ciego te tendrías que guiar por el oido y si eres sordo por la vista). En este caso hay un responsable y debería pagar por ello. Para que no vuelvan a suceder tragedias como ésta deberíamos exigir al Gobierno que mejore la seguridad en este tipo de estaciones y arreglen las infraestructuras actuales.
    Un solución provisional hasta que se señalicen adecuadamente este tipo de pasos entre vías sería que los trenes redujeran la velocidad al paso de las mismas y si no tuvieran visibilidad estuvieran obligados a hacer un STOP.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *