Diario de cuarentena. Día 39. Dejad que los niños…

Si el confinamiento es un agobio insoportable para los adultos, para los niños es crueldad absoluta. No podía ser que la condena alcanzara y de qué manera a los niños. Los confinadores no saben lo que significa la libertad para un niño. Ni idea.

La casualidad, o quizás el regalo de la magia, ha hecho que hoy haya visto una película maravillosa titulada, precisamente, “Este niño necesita aire fresco”, un film alemán estrenado en España el pasado verano y que pasó desapercibido, aunque en Alemania tuvo un enorme éxito. La verdad, esta debería ser la narrativa simbólica contra el confinamiento.

Es la historia del famoso cómico Hape Kerkelin, de nombre Hans Peter. Su infancia estuvo marcada por el amor y la tragedia. Niño gordito, torpe y homosexual, pero muy gracioso, noble y ocurrente, que inventaba bromas para consolar a su madre, depresiva y enferma crónica a causa de intensas migrañas. 

Pero la desdicha se cierne sobre ella. El arrope de afecto sin límites de sus hermanos y abuelos en una comunidad rural (una envidiable familia grande) permitió al pequeño Hans Peter desarrollar una creatividad por el humor que le llevó a la fama. Hablamos del relato del alma de un niño de corazón grande. Véanla con sus hijos, por favor, en estos días de oscuridad.

Sí, los niños necesitaban aire fresco. Y ya era hora que se les permitiera salir a la calle. No estoy en contra, pese a sus errores, de la gestión del presidente Sánchez. Creo que su liderazgo es débil y sus criterios muy inestables; pero le concedo el beneficio de su buena voluntad y el propósito de hacer las cosas lo mejor posible. Nadie en Europa lo ha hecho muy distinto a él. Lo inconcebible es que los políticos y partidos oponentes no ayuden a la solución y se preocupen más de atacar y obstaculizar. ¡Qué español es el cainismo!

Fue un error limitar la salida de los niños al mero acompañamiento a los adultos en las salidas al super. ¡A quién se le ocurrió! La inteligencia de los padres es garantía suficiente del cuidado de los chicos y que puedan expansionarse sin problemas unas horas al día, como uno o dos recreos, hoy más necesarios.

Hasta los padres con niños hiperactivos saben cómo gestionar la tendencia anárquica de sus hijos. El Gobierno o sus asesores deberían reconocer que las familias son las primeras interesadas en que la conducta de los chicos en este desconfinamiento se desenvuelva con responsabilidad. ¡Confíen en la gente, carajo!

El domingo no se producirá un caos en las calles de pueblos y ciudades porque los niños salgan al aire fresco. No pasará nada. Sus gritos y risas son música celestial. Es el sonido de la vida. En nombre de todos los niños, Hans Peter es mi héroe de hoy, verdadera dulzura.

2 comentarios en «Diario de cuarentena. Día 39. Dejad que los niños…»

  1. Tenemos espacio suficiente para que salgamos todos,pero¿ quien lo controlaría?(mucho sentido común)
    manteniendo una disciplina, se pueden delimitar zonas en playas,campos futbol, parques,etc?..si
    ¿»a quien correspondería organizarlo,fumigarlo,e.t.c».?

    ¡Aurrera¡

    1. Hay una responsabilidad social con la que es suficiente era garantizar la seguridad. La limpieza y la esterilización es tarea de las instituciones públicas.
      Eskerrik asko, Tasio.

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