Vidrieras

Las vidrieras quedan perfectas en espacios modernos, transforman la luz y crean una atmósfera que influye en el espacio y en el ánimo.

Hoy más que nunca la luz es protagonista de los espacios interiores, y ya sea natural o artificial, los matices que el vidrio le aporta, la atmósfera que la vidriera crea en un ambiente, es irresistible.

David Hockney, «Bigger Trees Near Water»

David Hockney es el pintor vivo más importante de Inglaterra, nació en Bradford, en el año 1937, está considerado como uno de los fundadores del movimiento Pop Británico.

Bigger Trees Near Water, es una monumental obra de cuatro por doce metros y compuesta por cincuenta lienzos, y representa un paisaje de Yorkshire.

El espectador se siente sobrecojido por la belleza de los árboles en invierno, y la energía del paisaje de Yorkshire.

En esta obra Hockney ha combinado la pintura tradicional al aire libre con la tecnología digital a escala monumental, el paisaje simboliza la llegada de la primavera, por eso se ven unos narcisos junto a la carretera.

El cuadro fue regalado finalmente a la Tate, que cuenta ya con siete de sus cuadros.

La escenografía de Kepa Junkera en «Maletak»

El pasado jueves, día uno de septiembre, Kepa Junkera presentó en el festival Folk de Getxo su último trabajo «Maletak».

Me acerqué llena de curiosidad para ver la escenografía que habían preparado Rober Garay y Álbër Palomera, dos artistas muy reconocidos.

Cuando entré, mi admiración por estos dos artistas aumentó aún mas, me encontré con una enorme estructura circular llena de maletas, una obra repleta de guiños, a los viajes de Kepa Junkera, al Athletic………resultaba espectacular!

Las maletas estáticas en el escenario alrededor del enorme circulo, producían una sensación de movimiento, como si girasen desde el interior al exterior de la estructura sin parar ni un momento.

Con un tamaño más que importante, llenaban el escenario de arte y acompañaban en perfecta simbiosis al trabajo de Kepa Junkera.

Y empezó la función…….un trabajo extraordinario, con sus once sorguiñak (brujas) que no lo son, son angeles, con cara de niñas dulces, que flotan y vuelan en el escenario con sus bailes, produciendo una belleza y una alegría difíciles de olvidar.

En ningún momento pude perder de vista la obra de Palomera y Garay, me había atrapado y era imposible dejar de admirarla.

Al finalizar y ya de regreso a casa, la sensación era de paz y de alegria, y sobre todo mucha satisfacción de haber podido ver y sentir tanto arte junto. Llena de emoción pensé que son estas las cosas que embellecen nuestras vidas y también el mundo.