6 DÍAS DE JULIO DE 1978 ( páginas de un cuaderno)

«7 de julio.-  Hay un encierro del movimiento pro-amnistía en el segundo piso del Ayuntamiento. Cuando hemos bajado a la calle nos han dicho que se había producido un motín en la cárcel y, apartándonos de la fiesta he ido con Tx   hasta allí. El recinto estaba acordonado por los grises .De  la prisión salía mucho humo y los ecos repetidos de disparos. Al poco han aparecido los bomberos y varias ambulancias.

8 de julio, Pamplona, diez de la noche.- Hoy por la mañana he ido con S y M hacia el Baztán. Luego hemos subido hasta Otsondo  y nos hemos desviado para comer en  la fonda de Ipernuko Erreka. Hemos tomado un  café en Elizondo y tras un largo paseo, hemos vuelto  hacia Pamplona.Al atardecer, ya desde  Burlada se veía mucho humo sobre la ciudad  y se oía  el sonar incesante de  disparos y sirenas. Hemos aparcado al comienzo de la Media Luna y hemos continuado andando. Al llegar a Carlos III el espectáculo era  terrorífico : coches cruzados, cargas policiales, mucho humo entre  luces azules,  y gritos, muchos gritos.He llamado a  P desde una cabina. Por lo visto, la policía armada ha entrado a tiro limpio en la Plaza de Toros y han comenzado los enfrentamientos. Me he retirado a su casa y estoy a  la espera de nuevas noticias.

9 de julio, Pamplona, a las cuatro de la madrugada. – S llama  por teléfono a casa de P: hay muchos heridos de bala, y, lo peor, han matado de un tiro en la frente a Germán Rodríguez, compañero de pupitre de los maristas y militante de la LKI.

10 de julio, Pamplona.- El ambiente recuerda  a los días posteriores a los sucesos de Montejurra de 1976, cuando los fascistas  organizaron, en torno al pretendiente carlista  Sixto, la operación “Operación Reconquista” tras el calentón, entre otros que, en El Pensamiento Navarro Ignacio Ameztoy,  bajo el pseudónimo de “El Francesillo” había preparado desde su columna “El Despertador”. Por cierto, ¿qué habrá sido de Ignacio Ameztoy?

12 de julio.– Los sanfermines se han suspendido. Me adormezco, pero en cuanto lo hago, me viene la imagen de G en la morgue. G con un agujero negro en medio de la frente. G con los ojos cerrados. G con grandes bolsas moradas bajo los ojos. G con algodones ensangrentados en los orificios de la nariz. G envuelto en un sudario blanco…»

Publicado por

Vicente Huici

Sociólogo, neuropsicólogo y escritor.

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