El lunes día 22 participaré en un diálogo sobre la influencia de la tecnología en la vida cotidiana. La invitación me ha llegado, supongo, a raíz de mi propuesta del «zoon elektronikón» (1)para definir el nuevo tipo de individuo que se está generando en nuestras sociedades como consecuencia del entramado electrónico – smartfones, tablets – y de los nuevos servicios de los que nos valemos – como whatsapp, Facebook, Twitter o Google.
Siempre que he tratado de estos temas he procurado centrarme en un criterio de prudencia, pues , como decía Claudio Magris recientemente , no se trata de adoptar «una estúpida pose antitecnológica, siempre falsa y patética», ni tampoco de rendirse sin más ante los avances tecnológicos participando de la simplista esperanza de verlos como solución a frustraciones o carencias de un modo de vida – como tan acertadamente apuntó en su momento Sherry Turkle (2).
El criterio de prudencia no es fácil de mantener pues tras la supuesta transparencia de estos nuevos medios e instrumentos, se esconden grandes intereses económicos y políticos (no hay más que pensar en la «venta de datos» o en las llamadas «fake news») cuando no ímpetus tecnocráticos de apariencia buenista, sin tener nunca en cuenta las enormes transformaciones sociales que están generando.
Al respecto, y por seguir citando, Umberto Eco afirmaba que de aceptar la dinámica centrífuga que le planteaban diariamente las redes sociales, sumada a los requerimientos cotidianos, le quedaban…unos quince minutos para el estudio y la reflexión.
Así que no se trata tanto de reconocerse como neo-luditas o post- analógicos, sino de evaluar en cada momento qué nos da y qué nos quita la tecnología, una tecnología que, inevitablemente va a ocupar cada vez más aspectos de nuestra vida ( y aún más con la inminente robotización.
En el citado artículo, Claudio Madris , observando que en los restaurantes y los cafés cada vez hay más personas, compartiendo mesa, que no hablan entre sí sino con invisibles interlocutores ,se preguntaba cuándo comenzarían a hablar entre ellas y porqué. Responder a esta sencilla pregunta con mucha prudencia quizá sea una buena manera de comenzar a reflexionar sobre este gran cambio que tanto nos va condicionando, para bien o para mal …
(1)»Del zoon politikón al zoon elektronikón»: http://revistas.ucm.es/index.php/POSO/article/view/50776
(2) «Conneted, but alone» :https://www.ted.com/talks/sherry_turkle_alone_together/transcript?language=es
Le escucharemos don Vicente, le escucharemos.
Y será una buena ocasión para charlar un rato…