EL TOUR ( y Bruno Latour)

Es de esperar que la salida del Tour desde Bilbao, sirva no solo para dar a conocer el País Vasco en el mundo , sino también para que lleguen nuevos aires críticos que limpien los tufos a Antiguo Régimen que todavía circulan por nuestras calles y plazas.

Mientras leo en el periódico que el Tour de France del año que viene comenzará en Bilbao, a través de la ventana me llega el sonido irritante de una roza que está haciendo alguien.

Por supuesto, nada hay que objetar a este inicio vasco de la carrera ciclista más famosa del mundo, y mucho menos cuando se va a llevar a cabo en una ciudad ya muy posicionada – como se dice ahora – por la impronta del Museo Guggenheim que celebra durante estos días su 25 aniversario.

El Tour finalizará, como siempre, en Paris y hasta allí me lleva la connotación de la roza irritante, ese a modo de rayo que no cesa y que en este caso puede incrementarse sin límite, debido a las obras de la antigua parcela donde se asentaba la Escuela de Magisterio de la Iglesia (BAM)en el barrio de Abando.

Y es que es precisamente en París donde , por impulso de su alcaldesa Anne Hidalgo, se está ensayando un ambicioso plan urbanístico global – ‘La Ville Du Quart d’Heure‘ (La ciudad en un cuarto de hora)- intentando hacer de la capital francesa una ciudad de proximidad  , fomentando las manzanas de viviendas en V para aprovechar mejor las intersecciones colocando zonas verdes, bancos y pequeños espacios de juegos infantiles.

Algo ciertamente muy diferente a la planificación urbana en la que persisten las autoridades de estos lares, que continúan dando cuerda a la colmatación de cualquier reducto libre, modificando si fuera necesario planes urbanísticos, y realizando polémicas recalificaciones de terreno, por lo general en beneficio del Trono ( especulativo) y el Altar ( de siempre).

Es de esperar que el acontecimiento que va a suponer la salida del Tour desde Bilbao, sirva no solo para dar a conocer el País Vasco en el mundo , sino también para que desde ese mundo , por ejemplo desde París, lleguen nuevos aires críticos que limpien los tufos a Antiguo Régimen que todavía circulan por nuestras calles y plazas.

Aunque, quizá, como ya advirtió el sociólogo Bruno Latour, «nunca fuimos modernos», y así nos va….

GUGGENHEIM ( twenty five years after)

«Me han dicho que os han puesto en Bilbao un perro muy grande»…»Ya, ya, pues no veas la caseta»

Se está celebrando durante estos días el 25 aniversario de la inauguración del Museo Guggenheim Bilbao con gran éxito de público y crítica.

Gran éxito de público, toda vez que los augurios del personal de a pie de los primeros momentos – aquello de que estaba bien por fuera pero que poco había por dentro- no se han cumplido, contándose en estos años con un número inusitado de visitantes que también venían a ver las exposiciones – y a fotografiarse alegremente bajo la terrible araña («Mamam») de Louise Bourgeois.

Y, otro sí, con gran éxito de crítica, porque los juicios preliminares, unos más sopesados ,otros más interesados, sobre la ubicación del museo y sus fines,han sido ampliamente sobrepasados por los elogios que el aniversario está generando – no hay más que ver el reciente monográfico que le dedica la excelente revista El Cultural .

Probablemente nadie o casi nadie- más allá de la visión comercial avant-la-lettre a la que se ha referido en varias ocasiones su Director General , el out-sider Juan Ignacio Vidarte- había contemplado el auge del turismo global que iba a informar el siglo XXI, y tampoco la pertinencia de la reconversión de una urbe industrial en una ciudad de servicios ,aunque haya sido acaso de una manera un tanto precipitada : todavía se apologiza la llegada de grandes cruceros que ya están estigmatizados ,por ejemplo, en Venecia ( donde, por cierto hay otro Guggenheim) o Barcelona.

Por lado, parece haber quedado claro una vez más que el arte, en este caso arquitectónico, se adelanta proféticamente a la propia evolución de las sociedades, aportando, en este caso y como primicia , un diseño desafiante, modelo plástico de lo que luego iba a ser la digitalización líquida casi completa del mundo que nos rodea.

Signo, pues ,de sí mismo y heurístico de una nueva era – acaso anticipada por el siempre anticipado Joseba Arregi, alma pater post-teológica del proyecto – el guggi es hoy en día un gran navío en marcha, tal que aquel que

«Con diez cañones por banda,
viento en popa a toda vela,
no corta el mar, sino vuela
un velero bergantín.
..»

Touroum bouroum ( el núm. 6)

J-L Fauthoux

Hoy jueves, día 20 de octubre, a las siete de la tarde, se presenta en la librería Louise Michel ( calle Elcano, 27) de Bilbao, un nuevo número de Touroum bouroum, la revista que viene publicándose en Bayonne como «Revue littéraire semestrielle en langues des Pyrénnées et du monde».

Se trata del número 6 y , una vez más bajo la coordinación de Mikel Agirre, Lucien Etxezaharreta, Marisa G.Cabriada, Sèrgi Javaloyés y Jos Roy, se reune un amplio repertorio de textos en francés, euskera, occitano, castellano y catalá con sugerentes ilustraciones y una portada de J-L Fauthoux , constituyendo una prueba singular de que los Pirineos siempre han unido más que dividido a los pueblos, las gentes y las lenguas dispersas entre sus valles.

La publicación, más allá de su interesante y variado contenido, se abre en una edición muy cuidada que rescata el placer de la lectura en papel en un mundo ya balizado por los dispositivos electrónicos.

Sería largo, pesado y acaso difícil recensionar las diferentes aportaciones y resaltando las de Trinidad Ruiz Marcellán, Luigi Anselmi y Jonathan Tamayo , me quedo con dos con las que me vincula, en sus autoras, un largo y fructífero pasado.

As´í el texto de Tere Irastortza, una muestra en euskera y francés de su libro Mundua betetxen zenuten – que recientemente ha sido también versionado en castellano.

Y, por otro lado las páginas poéticas de Marisa Gutiérrez Cabriada – que además ofrece una particular recensión de libros- de las que no puedo sino reproducir estos versos:

«…Ligeras, anónimas, a veces distraídas / Pájaros ateridos y audaces/ Mujeres viejas leyendo y haciendo lo que nos da la gana…»

Touroum bouroum, torrom borrom, burrumba, Turrumburu, Iturrumburru…Las torrenteras montañosas, fuentes de la vida…

SALFUMÁN (o ¿Qué fue de tanta invención de contenedor que truxieron?)

Vaciando la casa de los suegros, de la cocina en el ángulo oscuro veíase una vieja botella de Salfumán.

Testigo de tiempos remotos y drásticamente higiénicos, la botella capitaneaba un pequeño ejército compuesto por dos torres de botes descoloridos de pintura y un picudo alfil de amarilla agua oxigenada.

Solidario con mis convicciones ecológicas lo he puesto todo en una caja de cartón y he ido a informarme al Centro de Distrito para su conveniente deposición. En el mencionado Centro me han pasado amablemente un número de teléfono que nadie descolgaba, ansí que , de vuelta a casa , caja en ristre, he buceado en el océano digital de mi ayuntamiento capital.

Y he encontrado tres vertederos, allende los mares capitalinos, sin mayores especificaciones de que todos estaban abiertos , disponibles y tal. Retomada que he la caja con ánimo de deporte rural, la he llevado hasta el coche y he comenzado mi ruta ideal.

El primer vertedero estaba cerrado a canto y cal , aunque un sujeto amabilisimo de origen rumano me ha indicado que hacía guardia por lo que pudiera llegar. El segundo celebraba una reinauguracion (¿?) con banda ,pompa y circunstancia, pero no estaba operativo según las palabras de un operario de mono azul que han sonado como aquellas de «je suis désolé» de convicción tan profunda y formal.

En el tercero han dado cuenta por fin de mis torres de esmaltes varios, me han recomendado depositar con prontitud el agua oxigenada vintage en alguna farmacia del barrio, pero, O my God!, se han negado en redondo a asumir el Salfumán debido a su carácter de «extrema peligrosidad «.

Así que he vuelto a casa con el dichoso Salfumán y aquí delante lo tengo sin saber qué hacer con él, aunque ganas me dan de dejar abandonada este «agua fuerte» en cualquier esquina, pero claro para hacerlo hay que poner tanta voluntad como desidia…Y , of course, apostatar por insaturación institucional del cuidado del medio ambiente.

No sé, supongo que lo mejor será reutilizar alguna de las mascarillas FFP2 pandémicas que todavía me quedan, unos guantes ad hoc y unas viejas gafas de bucear , abrir con cuidadín la plasticosa botella de marras y verter su contenido en el inodoro que era para lo que estaba destinado in illo tempore este liquidillo tan proactivo. Y aquí paz y después gloria.

Pero aun así…¿Qué fue de tanto Galán ecológico y sincero?¿Qué de tanta invención de contenedor que truxieron?

CAVE (¿dominum?)

Cuando me desperté el perro seguía ahí abajo ladrando. Sus ladridos se habían atemperado y aunque continuaban siendo rítmicos denotaban cierto cansancio angustioso: no era para menos porque llevaba seis horas aullando sin parar.

De pronto, cesaron los ladridos y deduje que los dueños ya habían vuelto , así que corto y perezoso, me enfundé la bata y las zapatillas y bajé las escaleras.

Aunque era la una de la madrugada llamé al timbre y , al cabo de unos minutos, se abrió la puerta. Él era alto y un tanto desdeñoso y llevaba al perrillo en los brazos , ella se parapetaba tras él con los ojos en la nuca.

«Esto no puede seguir así» – les dije- «no hay derecho a que ustedes dejen al animal solo durante tanto tiempo en casa porque además de estar en el límite del maltrato, no cesa de ladrar y resulta muy desagradable :no podemos dormir de ninguna manera».

«Ya, y si por ejemplo tenemos un hijo y llora por la noche, ¿ también vendrá usted a protestar?»

«Pero, bueno, ¿ es que van a dejar ustedes a un hijo llorando en casa durante tantas horas?»

Se miraron entre ellos: no sabían qué responder. Y luego cerraron la puerta sin mayores explicaciones.

Subí de nuevo hasta mi casa, me quité la bata y las zapatillas y me tumbé sobre la cama. Como no podía dormir abrí un periódico que andaba por allí.

Según un reportaje que estuve leyendo,por estos lares la población canina ha aumentado entre el año 2013 y 2020 un 33%, presentando un sonoro repunte durante la pandemia, mientras que la población humana de niños menores de doce años, ha disminuido un 18% en el último quinquenio, siendo muy acusada la tendencia a la baja entre 2020 y 2022.

Entre las razones que se apuntaban para este incremento canino se destacaba la función de mitigar la soledad de una manera en principio no muy problemática -«Con los hijos y con la pareja hay conflictos, pero con un animal no, tú mandas y él obedece», dec´ía un entrevistado -.

Luego el reportaje abundaba en anécdotas mayores, como la reciente costumbre de ponerles a los canes nombres de pila de personas, hacerles participar de la dieta de los dueños– ¡ya hay casos de perros veganos!- e incluso eso que cada vez se ve más a menudo de llevarlos en carricoches de bebés.

Y, por fin, poco a poco fui cayendo en brazos de Morfeo mientras aquella célebre expresión latina que decía «CAVE CANEM» se iba transformando en «CAVE DOMINUM»

(c) by Vicente Huici Urmeneta

TIEMPO (el lenguaje del)

Los cambios atmosféricos nos han sorprendido a lo largo de los últimos meses con calores saharianos y, más recientemente, con lluvias torrenciales.

Curiosamente- o no – las informaciones acerca de «el tiempo» han ido adquiriendo, sobre todo en los medios audiovisuales, un carácter cada vez más científico-técnico , probablemente para intentar conjurar los errores de pronóstico que, en algunos casos, han sido garrafales.

Y, como suele ocurrir casi siempre en estos lares, la información se ha ido parapetando entre términos y expresiones antes nunca verbalizados para rodear lo inexacto con pretensiones de la mayor exactitud.

El término Rey – o Reina- ha sido modelo, casi siempre en plural- «según los modelos», pero se ha podido asistir a un sugerente catálogo en el que han ido apareciendo- por ejemplo- río atmosférico, ex-huracán, ciclón propiamente dicho,super-tifón y el insuperable evento de lluvia predecesora.

Y más allá de la precisión que, sin duda, aportarán estas expresiones al desmenuzamiento conceptual del tiempo ( atmosférico), lo cierto es que pueden enriquecer y mucho nuestra habla cotidiana y, de paso, romper moderadamente con las catacresis, esas metáforas inconscientes y habituales, que suelen charlar por nosotros espontáneamente (Lakoff y Johnson).

Por todo lo cual desde estas líneas invito a sus lectores ( y lectoras, of course) a incorporarlos en sus conversaciones sobre lo divino y lo humano ( verbi gratia: «¡Entraste en mi vida como un super-tifón!» o «Su presencia era como evento de lluvia predecesora…») y a remitirme una muestra de su aplicada aplicación…O tempora (non-atmosphaerica) ,o mores!

ZOO (¿filias?)

CANICHE ( Bigas Luna, 1979)

Según informan los medios de comunicación, a un ciudadano guipuzcoano le han requisado las mascotas debido a que mantenía relaciones sexuales con algunas de ellas.

Nada quiero decir sobre este asunto desde ningún punto de vista y quien quiera profundizar en los aspectos descriptivos de la cuestión no tiene más que leer la noticia. Pero sí se me ocurren algunas reflexiones al respecto.

La primera, que toma una referencia filosófica, viene desde muy atrás, desde La Política de Aristóteles, y se actualiza señalando que los derechos de los animales van ocupando un marco legal toda vez que en el disco duro en el que se depositaban todos los derechos atribuidos tan solo al varón adulto ( y griego) ya parecen haberse incluido de alguna manera los de las mujeres , los de los niños – ahí está la denuncia de la pedofilia-y, quién sabe, acaso también , en el futuro, los de los extranjeros (antes bárbari).

Por otro lado, es evidente que en este juego de contrapesos que suelen ser las democracias tanto desde el punto de vista político como psicológico, algunas de las conductas antes señaladas como patológicas están entrando poco a poco en los ámbitos de una normalidad ahora tan horizontalizada por el mundo electrónico- no hay más que detenerse en la revolución no sólo teórica sino práctica de la pornografía.

Y otro sí, que en esta progresiva delimitación de lo normal y de lo patológico se va esbozando también la tolerancia hacia algunas manifestaciones y la intolerancia frente a otras en un proceso algorítmico en ocasiones de difícil explicación :por ejemplo, sería interesante conocer las reacciones que hoy suscitaría el estreno de una película como Caniche ( 1979) de Bigas Luna.

Y finalmente y sin mayores pretensiones etnográficas ,convendría revisar algunas referencias sexo-sociológicas, como por ejemplo – y viene bien al caso- la constatación del ayuntamiento con yeguas y mulas entre los vascones que se hizo en el Codex Calixtinus, un manuscrito de mediados del siglo XII, y que ha sido remedado después por un largo anecdotario de ovejas y pastores.

De manera que, en teniendo en cuenta las anteriores reflexiones ,se pueda llegar a tener más elementos de juicio a la hora de aceptar o condenar precipitadamente lo que algún ciudadano ( o ciudadana, of course) hace en su privada vida sexual.Zoofilias…¿Zoo-filias?

TIK (tok)

«Bueno, yo si me quiero enterar de algo leo un periódico, la tele solo la pongo para pasar el rato» , oí que le decía ayer por la tarde una señora entrada en años a otra que le acompañaba bastón en ristre.

Luego, algo cansado del paseo, me senté en una terraza normal – no de esas que a partir de las seis y media ya tienen montadas las mesas para las guiricenas– y abrí un periódico que alguien había dejado por allí.

Guiado , sin duda, por mi intuición sociológica – ahora en atención flotante hacia el mundo electrónico– di enseguida con un artículo sobre esa app ahora tan utilizada que se acoge al simpático nombrecillo de TIK-TOK.

Y lo que más me sorprendió fue enterarme de que la mencionada app – ¡china , o my God! -es la vía de información general y generalizada entre adolescentes y jóvenes, una vez abandonados Google y YouTube.

La razón de este cambio, argumentaba el artículo de marras entre citas catedráticas, era que este «sector de la población» , denominado generación Z ( nacida desde principios del año 2000), prefiere para informarse unos vídeos cortos, sintéticos y muy prácticos a una información densa y en ocasiones muy pesada, que les llevaría a «tener que pensar» ( sic), lo cual que resulta inaccesible a un personal compuesto de individuos «vaguísimos»(sic too).

Además, añadía un experto ,supongo que frunciendo el ceño, esta generación Z carece de «conciencia histórica» y «no piensan en el futuro sino en el ahora , y para vivirlo se han acostumbrado a que todo sea muy rápido», tal cual es TIK-TOK.

Y como uno no deja de ser un sesentón avanzado y padre, a fuer de haber sido profe, tras apurar mi cerveza tostada (sin alcohol, of course),volví a casa dándole vueltas a si lo habíamos hecho tan mal…¿O no?, como decía aquel líder de antaño que precedió al Fakejóo ( gracias, Juanra) de hogaño…

(c) by Vicente Huici Urmeneta

GODARD (Jean-Luc)

Jean-Luc Godard ( 1930-2022)

En un último acto de libertad, aquel que ya Montaigne calificó de supremo en comparación con su duración y trascendencia, el cineasta Jean-Luc Godard ha puesto fin a su vida otorgándose la eutanasia.

Ha sido un último acto coherente con su vida artística , una vida en la que siempre optó por traspasar con dedicación y hasta con humildad los límites convencionales en lo que acaso pueda ser una de las mejores definiciones de la libertad.

Pues Godard recogió el testigo de las normas históricas vigentes en el campo cinematográfico (Bourdieu),articuladas en torno a la por otro lado excelente hornada de cinematografía norteamericana ,y las desbordó introduciendo lo que se echaba más en falta, es decir, la vida grácil y rutinaria de los paisajes y los paisanajes, aspectos todos que conformaron el estilo de lo que después se denominó la  nouvelle vague y que se había ido teorizando en Cahiers du Cinéma.

La larga lista de films, desde À bout de souffle (1959) hasta Le Livre d’image, (2018), incluye una gran variedad de registros,siempre en una continua ampliación de su propia obra ,utilizando nuevos recursos como el rodaje cámara en mano , los saltos de plano, y sobre todo, un ambicioso montaje.

Como pequeño homenaje, ayer por la tarde estuve viendo Banda aparte – ¡ah maravillosa Anna Karina! -y pude disfrutar de nuevo de esa fresca mezcla de thriller, documental y cotidianidad que quizás haya sido y sea la mayor aportación de Godard a la Historia del Cine y que sin duda es y seguirá siendo una deriva de la cinematografía europea que todavía permanece abierta…

(c) by Vicente Huici Urmeneta

MARÍAS ( un tal)

( Javier Marías- EL CULTURAL)

Ha muerto Javier Marías y con él se ha ido uno de los iconos de la narrativa contemporánea española. A partir de ahora, y a su pesar, se hablará y escribirá mucho sobre su obra, hasta que, como también él pronosticó, su figura se irá difuminando poco a poco entre las bambalinas de este siglo XXI.

Voces más autorizadas y otras más oportunas ( ¿oportunistas?) están glosando fundamentalmente sus novelas, en realidad esos ciclos novelísticos tan perfectamente planificados y desarrollados que recuerdan a las sagas anglosajonas en las que todo es y era repetición y diferencia.

Pero yo, que carezco de imaginación pues en el reparto cósmico no se me otorgó ni un ápice, y que me he visto abocado a practicar un a modo de alegre realismo inspirado en Josep Pla o Joan Fuster, he leído siempre con mucho más interés sus columnas periodísticas y sus recopilaciones de artículos.

Y lo he hecho no porque estuviera de acuerdo con el fondo de sus breves ensayos, es más, mayormente me he sentido lejano de sus filias y de sus fobias – por otro lado y en ocasiones de lo más rancias y carpetovetónicas fueran acerca del fútbol o de la política – sino por su estilo desenfadado y directo.

Pues acaso, una vez más , resulta el estilo la esencia de la escritura y en la forma pergeñada manifiesta toda su potencia quien escribe, a fuer de sus previos ideológicos o de sus pretensiones trascendentales.

En fin, si yo tuviera que quedarme con alguna obra de Javier Marías, sería Vidas escritas (Siruela, 1992), una divertidísima recopilación de retratos de sus escritores favoritos, como William Faulkner, Joseph Conrad, Arthur Conan Doyle, Vladimir Nabokov, Henry James o Laurence Sterne- de quien, por cierto, trasladó al castellano magníficamente su célebre Tristram Shandy.

Y , any way, y como soberano del Reino de Redonda, no queda ya sino vocear enérgicamente aquello de God save the King!…God save un tal Marías !

(c) by Vicente Huici Urmeneta