23-F ( sin subtítulos)

«Buenas tardes.No va a ocurrir nada, pero vamos a esperar un momento a que venga la autoridad militar competente para disponer lo que tenga que ser y lo que él mismo diga a todos nosotros. Esténse tranquilos , no sé si esto será cuestión de un cuarto de hora, veinte minutos, media hora , me imagino que no más tiempo. Y la autoridad que hay competente, militar por supuesto, será la que determine qué es lo que va a ocurrir. Por supuesto que no pasará nada, así que esténse ustedes tranquilos…»(1)

De todos los recuerdos de aquel 23 de febrero de 1981 que me vienen a la memoria son estas frases de retorcida sintaxis y reiterado contenido las que conservan todavía mayor vigencia. Pues en su anacoluto en torno a la «autoridad competente, militar , por supuesto», se resume la insuficiencia verbal de quien las decía y la de quienes en un silencio sobrecogido las escuchaban frente a la soberbia suficiencia de las armas que mientras tanto se exhibían.

Aquello fue un intento de golpe de Estado de los de verdad, y un escalofrío recorrió toda la médula espinal de la oposición al franquismo, recientemente legalizada. Muchos, yo mismo, previendo una involución inminente, destruímos cualquier tipo de material comprometedor y, por supuesto, no dormimos en nuestros domicilios habituales : a la mañana siguiente, «restablecido el orden constitucional», supimos que ya se habían elaborado rápidamente «listas» de refractarios al nuevo orden que se pretendía imponer.

Un intento de golpe de Estado que pretendió restaurar un régimen conservador , confesional y centralista , como lo consiguió el general Pavía en 1874 y el generalísimo Franco a partir de 1939 y que quedó militarmente en nada salvo las duras condenas iniciales para el propio Tejero, el teniente general Jaime Milans del Bosch que había sacado en Valencia los tanques a la calle por su cuenta, y para el general de división Alfonso Armada, artífice intelectual de una conspiración en la que las ramificaciones políticas quedaron sepultadas para siempre.

Un golpe de Estado de los de verdad, insisto, algo de lo que deberían tomar nota algunos políticos de hogaño que utilizan esta expresión banalmente, no se sabe si por desfase generacional, por una incultura general básica o por esa carrera hacia el tremendismo que tan a menudo les informa…

(1) Antonio Tejero y el golpe de Estado del 23-F

IDENTIDADES NACIONALES (como «cansancios que unen»)

Quizá la cuestión de la identidad nacional habría que abordarla en estas primeras décadas del siglo XXI desde una nueva perspectiva, simplemente testimonial, y narrada por relatada.

Pues desde la política,lugar al parecer natural de su asentamiento, ya ni siquiera se tienen en cuenta las tristes y terribles experiencias del siglo XX, y más bien se plantea como si todavía viviésemos en el XIX.

Buena prueba de ello son las argumentaciones jacobinas que postulan la Nación como concepto-máquina igualadora, haciendo surgir de ella necesariamente un Estado. Una opción reiterada por los de aquí y los de allá desde multicolores banderas diversas ,y sancionada paradójicamente desde el conservadurismo foral hasta el post-maoísmo recalcitrante , concediendo a lo interno diferente la categoría de estructura ausente. (1)

O aquellas otras derivas de tono historicista, tan caras – en ambos dos sentidos- a tirios y troyanos, que distinguen entre legitimaciones identitarias verdaderas o inventadas, como ha ocurrido recientemente en el siempre modélico caso de Navarra, en el que las interpretaciones cruzadas coinciden al cabo en la disputa documental, por mucho que ya, por ejemplo, un pariente lejano dejara claro hace más de cien años lo mucho que había de leyenda en la Historia (2).

Y acaso sea que, de tantas vueltas intelectuales que se dan para intentar ordenar sentimientos muy básicos, anclados en vivencias y sufrimientos comunes, no se terminan de dar las condiciones para su mera y simple aceptación, y de ahí surge el cansancio y el hastío…

…Pero a lo mejor, y a lo peor, en ese cansancio y en ese hastío, y no tanto en el ansia de un nuevo Estado o en la búsqueda de una nueva legitimidad, resida ese sentimiento identitario… “Aquellos cansancios que unen” que decía el tan denostado y tan poco leído reciente Premio Nobel de Literatura Peter Handke…

(1) Ramón Villares,2006 «Galicia é nación porque creou unha cultura»

(2) Ambrosio Huici,2011. Estudio sobre la campaña de las Navas de Tolosa,Pamplona: Ed. Pamiela.

JAVIER ( Aguirre Gandarias)

En medio de los últimos torbellinos trágicos, políticos y ecológicos, se presentó ayer en la librería Louise Michel de Bilbao , el número 3 de Touroum Bouroum, revista literaria semestral editada en Bayona y comandada por Marisa Gutiérrez Cabriada y Lucien Etxezaharreta, que se publica en euskera, castellano y francés.

Este número acoge un homenaje al poeta Javier Aguirre Gandarias, recientemente fallecido.

Como quiera que no he tenido la oportunidad de hacerlo directamente, me sumo ahora a su gratísimo recuerdo con estas líneas publicadas hace ya unos años:

«Javier es un hombre dulce y acogedor. Y también poeta de larga duración. Pero ya quisieran muchos poetas tener la voz que él tiene , que no desmerece en nada de lo que escribe, como ocurre con tantos otros en los que se cumple aquello de “ know the poem , but not the poet” y es mejor que no nos reciten sus  versos.

De larga duración es también nuestra relación, desde los tiempos en los que en el bar El Tilo del Arenal bilbaíno  nos juntábamos con Txema Larrea, Luigi Anselmi, Jesús Etxezarraga, Mikel Agirreazkuenaga, Andolin Eguzkitza y otros tantos más,  formando parte de lo que uno de ellos ( Jon Juaristi, beharbada) había denominado Vinogrado, probablemente por lo mucho que bebíamos ( todavía nos creíamos aquello del «sapias, vina liques»). Todos más o menos vascos (euskadunak gehienetan) y más o menos varones y mayormente mal esfoliados.

En medio de aquellas tertulias, que tenían su prolongación en La Concordia o en el JK,- si se iba a la grande-   y por las que pasaron espíritus  de tan diversa condición como una rama  islámica sufi y una variante  chamánica, Javier no perdía nunca la sonrisa, siempre muy seguro de lo que hacía y de lo que quería hacer, manifestando  esa vocación que le ha permitido ir publicando libro tras libro, año tras año.

Javier, además, ha conseguido fidelizar a  un conjunto de lectores singulares, desbaratando las teorías del “campo literario” de Pierre Bourdieu y sus discípulos, o , mejor, haciendo saltar por los aires su legitimidad como campo “único”, abriendo paso a  un “micro-campo literario” propio, sin convertirse en un pretencioso y arrogante “poeta de culto”.

Y todo esto se lo digo, poco a poco, entre sorbos de un fresco y seco txakolí , en esta terraza del Restaurante el Puerto de Plentzia, mientras él cabecea y niega débilmente con la cabeza.

Javier, o sea Javier Aguirre Gandarias. Poeta. «

(c)IBILTARIA by V.Huici

UNO ( ¿de los nuestros?)

Según cuentan las crónicas, un famoso político español, ante el cúmulo de informaciones que iban saliendo sobre la corrupción de su propio partido, comentó en una reunión de alto nivel : «Yo ya no sé si soy uno de los nuestros».

Sin duda esta sería también una buena pregunta que tendrían que hacerse quienes, desde la afiliación, la simpatía o la votación, mantienen algún vínculo entre lo que piensan y sienten y lo que estiman que debe hacerse.

Y en este punto la respuesta sería relativamente fácil teniendo a la vista las bases ideológicas del partido u organización al respecto y un breve elenco de sus actuaciones. Pues así se podría comprobar si las bases estratégicas sobre las que se debería articular la acción política se han vehiculizado en las operaciones tácticas correspondientes o, si por el contrario, estas últimas, convertidas en mero tacticismo, han abducido a aquellas de manera irresponsable.

Detectar, en este sentido, quién o quiénes habrían llevado las actuaciones por caminos inadecuados, incorrectos o incluso claramente contradictorios, permitiría apartarlos de inmediato y asi evitar más efectos contraproducentes en el fragor de la vida política, y poner freno al desaliento de la traición.

Pero, en fin, no hace falta ser un fan de John LeCarré o de Martin Scorsese para saber que lo anterior es política-ficción, pues ese «arte de lo posible» está impregnado de algunas fuerzas casi imposibles de controlar, y que , como siempre, y desde la institución según la cual se han modelizado todos los partidos y organizaciones que en el mundo han sido, el ruego de «No mires nuestros pecados sino la fe de tu Iglesia» , resulta siempre muy consolador…

…Aunque más de uno y de una dude de si ya es «uno de los nuestros».

PRIVATIZACIONES ( la hoguera de las)

«Y va y dice lo de se estaba valorando la apertura de un expediente sancionador que es algo así como aquella frase de Woody Allen que decía : ¡le dí un mandibulazo en el puño!…»

Uno de los aspectos que ha dejado en evidencia la tragedia del derrumbe del vertedero de Zaldibar (1), ha sido la aparente falta de control de la Administración sobre una empresa encargada de una cuestión tan relevante como la gestión de los residuos.

De un tiempo a esta parte y por mor del neo- liberalismo consecuente que nos informa, muchas tareas que en principio son competencia de algún nivel de la Administración, han sido relegadas a empresas privadas o semi-públicas ( sean estas lo que sean, metafísicamente hablando).

Por supuesto, desde el sistema económico en el que nos movemos, nada se puede objetar al emprendimiento ( ese mantra mágico – y majico- tan de moda ) y al desarrollo de la empresa privada: todo lo más, que acaso tengan algún tipo de responsabilidad social corporativa. Pero aun así, lo que no se puede aceptar es que la privatización de un servicio de carácter público y general sea gestionado de manera trapacera incumpliendo los objetivos que se le han encomendado.

Hay en este sentido, a más del mentado, dos buenos ejemplos, uno reciente y otro no muy lejano. El reciente se refiere al incongruente asunto de una empresa privada de seguridad que vigilaba la Academia de Arkaute, o sea la de la propia policía autónoma o Ertzaintza , y que falló hasta tal punto que permitió la entrada y andanzas de un niño y su reposada salida, cuestión sobre la que, por cierto, se anunció con severidad que se iba a hacer una investigación de la que, sin embargo, no se ha tenido posterior noticia.

Y otro sí, está el episodio relativo a ciertas compañías suministradoras de los comedores escolares públicos, que recibieron en su momento multas multimillonarias por haber creado un a modo de trust que impedía la competencia de terceros.

En un país como la China ,coronada y crucificada ahora por un virus, cualquiera de estos asuntos hubiera supuesto la ejecución pública a bombo y platillo, pero por estos lares que nos decimos más civilizados, queda la aplicación de la ley en su sentido más estricto: «Dura lex, sed lex». On verrá, que dicen los franceses.

Pero también, y cómo no, queda pendiente la discusión del porqué de esas privatizaciones que no solo no mejoran los servicios sino que los deterioran, algo incomprensible hasta cierto punto desde una perspectiva demócrata- cristiana, pero completamente inaceptable para quienes se reclaman del punto de vista socialdemócrata general básico.

Así que es esperar que ya que son muchos los tapados y pocos los es-cogidos, la ciudadanía pueda evaluar, más allá de fidelizaciones a priori ,quién puede generar una mejor utilización de los dineros que tan religiosamente se pagan.

Y , sobre todo, y ad intra, quién o quiénes no deberían dar nunca más la cara para evitar el boomerang corrosivo de sus infaustas palabras,esos tiernos rescoldos de la hoguera de las privatizaciones…

(1) Julen Rekondo, «Algunas reflexiones sobre el vertedero de Zaldibar».

ZALDIBAR ( y la manipulación…)

Son muchos los dimes y diretes , los bulos y contra-bulos y las más fake- news que están circulando a propósito del desgraciado derrumbe del vertedero de Zaldibar.

No tengo la menor intención de entrar en el fondo de la cuestión pues para ello hay expertos que pueden opinar mejor, como Julen Rekondo, (1) y tampoco sobre si hubiera sido necesaria la presencia de la UME española o si bien eran suficientes los recursos propios.

Sobre las formas, poco hay que decir que no se haya dicho, todo lo más recordar que la falta de empatía mostrada por algunas autoridades es un rasgo general cuando se confunde la política con la gestión, pero aún así …¡ Cómo se puede pretender «transmitir un mensaje de tranquilidad a la población» desde una displicencia tan pavisosa !

Y, por supuesto, hablar acerca de la utilización que se puede estar haciendo de esta causa en un periodo electoral es un oxímoron , pues utilizaciones, de este tipo y de muchos otros, las ha habido , las hay y las habrá.

Me voy a referir a un aspecto anecdótico pero significativo, pues en el telediario de ETB2 en castellano del martes día 18, tras dar una exhaustiva crónica de la comparecencia parlamentaria de las máximas autoridades vascas al respecto, sin solución de continuidad y antes de pasar a otros temas, se ha dado noticia de la campaña que ha emprendido el Ayuntamiento de Astigarraga para concienciar a sus ciudadanos y ciudadanas porque , al parecer, mayormente no separan los diferentes tipos de basura .

No hace falta haber cursado un grado en Ciencias de la Comunicación para darse cuenta de la perversidad de esta combinación, pues en efecto, tras haber repartido en relación a la cuestión de Zaldibar todo tipo de irresponsabilidades, una de ellas, solapada pero reiterada, ha sido la excesiva reacción popular – al parecer manipulada – a las consecuencias ambientales y sobre todo para la salud del mentado vertido, y esta irresponsabilidad se ha hecho conectar en el dispositivo informativo directa y conceptualmente con la de aquellos y aquellas que no reciclan adecuadamente sus basuras.

Este tipo de operaciones burdas y a la vez tan efectivas que consisten en repartir, en este caso literalmente , la mierda generada por unos y unas entre todos y todas, es una estrategia habitual de los tecnócratas, como ya se pudo ver, por ejemplo,en el caso sobresaliente de la crisis del año 2008 en la que , al final, algunos gurús y medios de comunicación insinuaban que se debían aceptar las políticas de austeridad porque «habíamos gastado lo que no teníamos»,cuando quienes divulgaban este mensaje eran precisamente quienes habían fomentado este gasto y además a escala internacional.

En fin, que parece que este asunto va a dar para mucho, aunque por ahora no ha habido dimisiones ni se las espera. Y entre tanto, sobrevivimos a una manipulación tras otra…

(1) Julen Rekondo, » Vertedero de Zaldibar: consternación y más cosas «

CRÍTICA (malos tiempos para la)

Parece que estuviéramos volviendo a tiempos bajomedievales, aquellos en los que enemigos y amigos se confundían de un día para otro y se liquidaban entre sí reclamando todos la ortodoxia y condenando todos a todos como herejía la puntual y ordenada discrepancia.

Triste pasado este el de una piel de toro que no hizo a tiempo ninguna verdadera revolución, ni siquiera la revolución industrial, como dejaba entrever una y otra en sus novelas Manuel Vázquez Montalbán, ni tuvo verdadera burguesía pues todo se subsumió en juegos de pactos oligárquicos, como demostró Manuel Tuñón de Lara en sus numerosos estudios históricos.

Y fatal destino el del sentido crítico autóctono, que hubo casi siempre de desarrollarse en prolongados exilios interiores y exteriores. Pues nunca se vió que la tal crítica-  o juicio, en su sentido etimológico- construía más que destruía o en el menor de los casos eliminaba adiposidades de antaño y de hogaño – «michelines» en célebre y posterior  expresión.

Y así, embarrados ( y embarradas) en legitimidades más propias del Antiguo Régimen, renacen una y otra vez aparentes tirios y troyanos, cuando en realidad son todos carlistas disfrazados de carlistas y liberales…Malos tiempos para la crítica…

LA IGLESIA CATÓLICA ( y el Siglo…XXI)

Hotel-restaurante Seminario de Derio

No corren buenos tiempos para la Iglesia Católica. Al escándalo de las inmatriculaciones amparadas en una ley de la dictadura franquista y que ha supuesto la apropiación de muchos edificios sufragados por el pueblo o por particulares (1), se ha sumado la reclamación del pago del IBI correspondiente de aquellos edificios en los que no se cumple el requisito de operar sin ánimo de lucro, como ocurre en el Seminario de Derio.

A todo ello, se ha añadido una larga serie de operaciones de especulación inmobiliaria como las que llevadas a cabo en San Sebastián, en Córdoba o, en estos momentos, en Bilbao (2), estas dos últimas, por cierto, bajo el mandato del mismo prelado.

Nunca ha sido fácil la relación entre la Iglesia Católica y los poderes públicos, una vez que desapareció el vínculo del nacional- catolicismo, y la polémica constante acerca de la enseñanza de la religión ha sido y es un buen botón de muestra.

Todo apunta a que en estos tiempos nuevos se ha de llegar a un nuevo acuerdo, a un nuevo Concordato , pues el vigente es heredero de tiempos muy oscuros (1953) y sus actualizaciones ( 1976 y 1979), no lo han modificado sustancialmente.

Para ello la Iglesia Católica tendrá que asumir que su prevalencia ideológica ha remitido y que ya han quedado muy lejos los tiempos en los que el poder político estaba sometido a algún tipo de poder espiritual.

Y sin menospreciar, más aún, valorando muy positivamente la acción de algunas instituciones como Cáritas – probablemente la ONG más limpia de polvo y paja de todas las existentes – las diversas actividades de voluntariado o la enseñanza universitaria , la Iglesia Católica se ha de tomar muy en serio la tarea de limpiar su casa deshaciéndose de las adiposidades incongruentes y reactivando su mensaje espiritual en favor de los más desfavorecidos, un mensaje completamente incompatible, por ejemplo, con la especulación inmobiliaria que no es sino una muestra del capitalismo más devorador.

Y para esta labor no hace falta un Savonarola,sino simplemente una lectura del Evangelio adaptada al siglo XXI.

(1) El Patrimonio de la Iglesia: el gran negocio inmobiliario. EITB. 360º

(2) La operación Obispado de Bilbao- Mutualia.

FÚTBOL ( y «mascotas»)

Según una investigación del rotativo The Daily Telegraph, esos frágiles infantes que tan adorables salen al rectángulo verde de la mano de escogidos y aguerridos futbolistas en la gloriosa Premier League anglosajona, cotizan a 700 libras esterlinas ( osease 829 euros) por cada vez y ocasión .

Por lo que, haciendo las oportunas cuentas , por esta pecha insólita, los dichos infantes, denominados «mascots» o «mascotas» ,generan a los clubs unas 500.000 libras que vienen a ser unos 592.000 euros por temporada.

La noticia documentada de esta recreación infantil de pago , de la cual, al parecer, tiran equipos tan conocidos como el Tottenham , el Arsenal o el Aston Vila, ha llegado hasta el Parlamento de Westmister, y el nuevo presidente de la comisión de Deporte, Cultura y Medios, Julian Knight, ha puesto el grito en el cielo y ha manifestado que tal conducta «se está convirtiendo en un privilegio para las familias más acomodadas, algo que va completamente en contra de las raíces de clase trabajadora del fútbol».

Y, en fin, sin eludir la posibilidad de que esta noticia forme parte de una red de fake- news que tenga como propósito resucitar a la Pérfida Albión, ahora que la Ingla-terra se ha vuelto sobre sí misma abduciéndose en las sombras del fantasma de su splendide isolement, no estaría de más preguntarse si por estos lares también ha florecido este singular y cuasi-pedófilo negocio , como a la vista está que han florecido otros de compra-venta y no sólo de camisetas y bufandas ad hoc.

Eso sí, teniendo en cuenta que por aquí el Salario Mínimo Interprofesional acaba de alcanzar, y tras muchos sudores políticos, los 950 euros…

ABANDO HABITABLE: Crónica de un pelotazo.

La crónica del proceso simultáneo del intento del Obispado de Bilbao por construir un gigantesco edificio de ocho plantas y cuatro sótanos en la parcela que actualmente ocupa la Escuela de Magisterio -BAM en el barrio bilbaino de Abando, así como de la oposición ciudadana a dicho proyecto, se ha recogido en una publicación que lleva por título Pelotazo en Abando (1).

En este libro, bien glosado y contextualizado por el historiador del arte Javier González de Durana, se describe minuciosamente el periplo que ha llevado al Obispado de Bilbao desde su primer intento de crear un gran edificio de viviendas en la parcela mencionada en el año 2017, hasta la última propuesta de edificar un edificio mixto compartiendo dependencias diocesanas, casi mitad por mitad, con la clínica privada Mutualia, en 2019.

La obra da cuenta asimismo de los pasos intermedios, como una recalificación del terreno de dudosa legalidad aduciendo la inexistencia de actividad docente a pesar de la presencia de la Escuela de Magisterio -BAM , o la fase transitoria en la que se suponía que lo que se iba a construir era un edificio diocesano que se acogería al nombre de Bizkeliza Etxea (2018).

Como se ha indicado, en sus páginas se recoge también la reacción ciudadana , señalandose tanto la movilización y protestas colectivas lideradas por la Asociación Abando Habitable y Saludable,como el trabajo llevado a cabo por diversos profesionales de la Historia, el Derecho, la Sociología o el Arte,vecinos y vecinas del barrio (2).

Es de esperar que el libro ,dirigido “al obispo de Bilbao, Mario Iceta Gavicagogeascoa, al obispo auxiliar de Bilbao, Joseba Segura Etxezarraga, al alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto, y al pueblo de Bilbao“ ,contribuya a aclarar alguna de las muchas oscuridades que han acompañado a esta iniciativa inmobiliaria especulativa, tan aparentemente impropia del espíritu cristiano y tan extrañamente acompañada por fuerzas políticas que se supone que velan por el bien común.

(1) Se puede adquirir en las librerías Binario (c/ Iparraguirre 9 bis), Cámara (c/ Euskalduna, 8), Louise Michel (c/ Elcano, 27) y Anti (c/ Dos de Mayo, 2).

(2)ArkiLecturA, por Javier González de Durana