Por descontado que es peor lo de las SICAV, llevarse la pasta a Suiza o las Caimán, tener caja B, C y Z, pagar una miseria en negro a personal sin un papel, tirar de la Visa pública para vicios o cualquiera de las trapacerías que hacen los de cuello blanco y mocasines brillantes. Nadie lo pone en duda y ojalá se luchase contra esos comportamientos por tierra, mar y aire. Pero como lo Cortez no quita lo Cabral, también hay que poner empeño en perseguir y desterrar los pequeños trapicheos que, tacita a tacita, acaban suponiendo un pico considerable en las ya de por sí menguantes arcas comunes.
Claro que para ello es necesario sacarse de encima antes un puñado de complejos y de susceptibilidades pseudoprogresistas. Y que conste que esto es una autoinculpación, porque a mi también se me dispara alguna vez ese resorte que te hace ver como criminalización intolerable de todo un colectivo lo que solo es la denuncia del fraude que cometen unos vivillos. De hecho, las personas que integran de verdad ese tal colectivo son las primeras perjudicadas por el pillaje de los insolidarios que le echan morro. Subrayo la palabra: insolidarios. Eso es una categoría más allá de la cantidad que se afane.
Si defendemos en serio el estado de bienestar, debemos hacerlo contra los bombarderos —los del comienzo de la columna— y contra las termitas que también lo dañan. Y debemos hacerlo priorizando, sí, pero no eligiendo entre uno y otro frente como si fueran batallas incompatibles y excluyentes, ni mucho menos justificando el latrocinio menor con el mayor. ¿Nos damos cuenta de la lógica perversa que implica disculpar el menudeo en la sirla por la existencia de estafadores a gran escala? ¿Entenderíamos que se dejara de perseguir a los tocaculos bajo el pretexto de que es más grave el delito de los violadores y muchos se van de rositas? Pues en esto estamos en las mismas, siempre y cuando queramos verlo, claro.
Normalmente me gustan tus columnas, pero la de hoy no demasiado. No es que no esté de acurdo, el argumento es impecable, pero viniendo de un analista de medios…
porque en realidad pasa justo al contrario de lo que comentas: inspectores, jueces, controles y «periodistas de investigación» se centran en estos pequeños chanchullos mientras los grandes siempre son «casos aislados presuntamente inocentes hasta que no se demuestre lo contrario», algo que como ya hemos visto es sumamente complicado.
El resto, la chusma, somos culpables por si acaso.
Y sí que tiene que haber prioridades, lo de arriba debe erradicarse antes, y no por una cuestión de escala, sino por lo que se conoce como servidumbre del liderazgo.
Y repito (para no dar pie a mal-interpretaciones interesadas) que no defiendo el pequeño fraude, solo pongo un orden de prioridades.
Niego la mayor, Joan. La investigación de esos pequeños es muy limitada, prácticamente nula. Y muchas veces los encargados de llevarla a cabo te explican claramente por qué: el beneficio de descubrirlos es menor que la inversión. Saben que tienen muchas fuiltraciones de agua en las tuberías, pero no acometen la obra necesaria «porque sale más caro».
Lo de las prioridades lo menciono expresamente. Pero no comparto lo de la «servidumbre de liderazgo». El daño que provocan los defraudadores a pequeña escala es mucho mayor del derivado del dinero que rascan: provocan una deslegitimación del sistema de asistencia social. Vete a un bar de barrio, saca la conversación y lo comprobarás. Y no, esa gente no habla de algo que hayan leido en los periódicos, sino de lo que VEN todos los días.
Dices que «no lo defiendes», pero tu argumento es exculpatorio. Insisto en que tenemos que quitarnos esa mala conciencia y no pensar que nos han comido la cabeza los neoliberales. Ellos quieren acabar con el estado de bienestar. Nosotros queremos preservarlo. De los tiburones… y de los tiburoncitos que, para más inri, son una panda de reaccionarios.
Pues estoy totalmente de acuerdo con el artículo.
Esta crisis es una crisis integral porque ha fallado todo. Ha mangoneado todo el que ha podido y el sistema ha fallado por arriba, por abajo y por el medio.
Y las pérdidas han sido, claro, por las grandes fugas y los grandes mangantes pero tb se ha perdido mucho por las pequeñas goteras. Son pequeñas pero multiplicadas por miles y miles, pues es también insostenible.
Quien tiene forma de declarar menos a Hacienda, declara menos. El que puede escamotear algo, escamotea. Cuando en diciembre la Diputación de Gipuzkoa anunció los inminentes cambios en los impuestos de sucesiones, las notarías de colapsaron de gente que en un ataque de generosidad quería donar pisos, etc. Todo un intento de evitar el impuesto de sucesiones (en vano; porque te crujen-incluso más- con el de donaciones y las plusvalías, etc.).
Quien puede hacer un apaño para cobrar una ayuda pública que en realidad no le corresponde, lo hace y la cobra (y presume delante de los amigos). Y se puede cobrar en dos sitios, mejor. Bajas laborales interminables con una torticulis, etc.
Las aseguradoras (que vale, no son Gandhi) alucinan con la inusitada torpeza de la gente, que se cae, se cae en masa, se tropieza, se resbala, etc, en edificios de uso público, en centros comerciales, estaciones, etc, y a los 10 minutos ya están en la oficina del “responsable” ya asesorados por un abogado (o por algún amigo listillo de esos de “pues puedes reclamar, que tienen que tener seguro y les vas sacar una pasta gansa…”) exigiendo miles de euros de indemnización y luego se están 6 meses de baja con un esguince y además les lleva a un estado de ansiedad y depresivo que tb hay que compensar económicamente, etc, etc.
Todo eso está a la orden del día. Abuso de los servicios públicos, abuso de la sanidad, abuso de las subvenciones y ayudas, etc, etc.
Todo eso, además de los grandes ladrones, tb está destruyendo el sistema. Que creemos que tenemos derecho a todo eso porque sí. Y no somos conscientes de que tb tenemos que sostenerlo y hacerlo viable.
Pero aludiendo a que los de arriba roban, pues nos convencemos a nosotros mismos de que tenemos derecho tb nosotros y que no vamos a ser los tontos (antes muerto que no listillo) y robamos; nos robamos a nosotros mismos.
El fraude a pequeña escala es generalizado.Todo el que puede ahorrarse 100,200,500 o 1.000 euros de IVA en su reparación o reforma se lo ahorra.La próxima subida de IVA no hará más que incidir en el problema y «animar» a la gente a seguir «ahorrándose» el cada vez más gravoso IVA.Las gallinas que entran por las que salen que decía el de la tele,al menos cara al particular y a estos sectores.
No hablan de «medidas que incentiven la economía» y de que hace falta recaudar más»?;Pues van en dirección contraria.
La máxima comercial de que es mejor un 10% de algo que un 50% de nada debería ser tenida en cuenta,sobre todo si ese 10% mueve mercado,deberían ser realistas e imaginativos en vez de lineales pensando y actuando como si una subida de impuestos (en este caso IVA) equivale a más recaudación.Craso error.
Por qué no bajar el IVA(sí,si,bajarlo)por ejemplo a las reformas al particular y computar como gasto desgravable en la declaración de la renta?.La cuantía de la rebaja y de la desgravación sería buscando un equilibrio y a la vez podría servir la medida para mover mercado y generar economía.
A lo mejor esto es una chorrada,pero creo que va siendo hora de los mandatarios se estrujen el cerebro en vez de gobernar a base de reglas de tres que no se cumplen.
Tú sueles decir que el PP está haciendo una ziaboga con respecto a la política penitenciara….. ¿cómo se llama lo que estás haciendo tú…ziaboga o te estás gemmazabaletizando? La gnete sólo quiere vivir, trabajar y vivir de lo tuyo es extraordinario pero vivir para trabajar (cada vez más desgraciados lo están haciendo) es ser un siervo. Creo que ya se ha hecho una inspección por parte de los sociatas de la RGI y era un 5% el fraude. Anda Vizcaíno, que tú tienes buen trabajo y seguro un sueldo suficiente, no nos marees con ziabogas, que te llevo oyendo oyendo desde hace años y tú eras buenista, buenista.
Siempre nos comparamos con los alemanes para muchas cosas y nunca para esto. A un fontanero, por ejemplo, alemán nunca se le ocurriria cambiar un grifo sin factura y al usuario, alemán, no pedirsela. En este país nuestro el más noble profesional trabaja sin factura aun siendo un infimo trabajo y el más acaudalado usuario, español, lo primero q pregunta es: ¿ será sin factura, verdad?. Por ese desagüe se van miles de millones de euros al año y todos somos un poco o un mucho, complices de ello.
Totalmente de acuerdo: pòr experiencia propia y ajena, el que roba a su igual no pasa de ser una piraña en un mundo de cocodrilos (vaya con los depredadores de agua dulce!), que si no defrauda mas es porque no sabe fabricarse una ocasión a la medida. Lo siento, pero no le veo ningún romanticismo a defraudar a tus vecinos.
Pero lo mas indignante de todo es la negligencia y la desidia de quienes tienen la obligación de vigilar por los intereses de todo@s.
Creo que arrastran una rémora tonta basada en un concepto equivocado del «buenismo social», que ya era obsoleto desde que empezamos a bebernos la miel del estado del bienestar: no se es mas progre por no exigir responsabilidades y obligaciones a quienes obtienen beneficios inmediatos del sistema de protección social. Al contrario.
Proteger al débil es una obligación moral y en los paises civilizados, legal, pero cuando se observan agravios comparativos tan descarados entre el trato dispensado a ciertos grupos sociales, y el que reciben (recibimos) el grueso de la sociedad es natural que la gente se indigne, pues los que nos gobiernan no pueden premiar con prebendas públicas el comportamiento NO delictivo.
Eso se da por supuesto cuando nos hemos gastado tantísimo dinero en una educación y enseñanza obligatoria de cierto nivel y no solo es una tremenda injusticia para todos aquellos que jamás han defraudado a ningún organismo público.
También es un caldo de cultivo excelente para que afloren basagoitis de todo pelo, peligrosos y manipuladores con la opinión pública como un pelágico de hábitat desgastado.
En fin, como casi siempore, el mejor termómetro no son las carísimas y muchas veces inútiles campañas de captación de opinión. Con poner la belarri en los supermercados, en los bares, en el trabajo, en cualquier lugar donde las personas hayan ido un poco mas allá de las cuatro frases tópicas de rigor, se encuentra una con un magma cada vez mas espeso de hartazgo virado al racismo, muy pasivo(de momento) pero que podria dar lugar a una fractura social desconocida por estos pagos.
A ver qué análisis hacen después todas esos lumbreras creadores de LA opinión pública (con el artículo así, en mayúsculas) «sana y progresista» que miran al populacho con las cejas alzadas y son incapaces de ver mas allá de sus narices.
Mis disculpas de nuevo por la extensión de la homilía.
Beste Bat: jamás de los jamases he sido buenista… por lo menos, como yo entiendo la palabra. Y lo que planteo no es malista. Es la persecución de cualquier cabrón o cabrona que se cargue lo que es de todos. No me hacen gracia los jetas en ningún ámbito. ¿Qué opinamos del que en un piso de estudiantes siempre se escaquea pero es el primero en arramplar con la nevera? Pues esto es lo mismo. Y no trago con la criminalización porque, insisto, los perjudicados de la actuación de esta gentuza son los que menos tienen. Les hacen la puñeta los peces gordos y los no tan gordos.
Vale, lo doy por bueno Javier pero es que hace poco le oí a Cospedal o la Soraya lo de «con iva o sin iva se va a acabar» y las tías tienen a los maridos enchufados en grandes empresas y con sueldos fetén. Me enerva un poco. Yo sí lo he hecho una vez con un conocido «chispas» lo de sin iva y es que si no te clavan hasta la muerte. Me hace falta un albañil y un carpintero en casa desde hace siglos pero como prefiero vivir que pagar 200-300 € por un un par de horas de trabajo pues que paso y sin duda, si fuera un conocido le pediría sin iva y a ser posible sin «salida». Un abrazo mi amor.
YO he vivido en Alemania y a no ser que tengas avearías muy grandes, son los conocidos los que te hacen las chapuzas de casa, incluso las mujeres son bastantes «manitas», tenéis a Alemania idealizada.
Por cierto, soy una desgraciada sin dinero en estos momentos de mi vida, me considero buena persona en general pero os voy a «joder» un poquito….me voy a una calita, a ver si arregláis el mundo mientras tanto.
Bueno Javier, en esto no nos pondremos de acuerdo, tampoco pasa nada (no se puede coincidir en todo), así que no me alargaré, solo quiero aportar un par de datos que apoyan mi tesis que los pequeños fraudes están sobrecontrolados:
Uno de Gestha (el sindicato de técnicos de hacienda) donde denuncia que la mayoría de recursos se destinan a perseguir pymes y asalariados que suponen el 25% del fraude
[Enlace roto.]
El 2º sobre el tratamiento mediático. La Vanguardia aún no ha informado de los escándalos de corrupción en la sanidad catalana, pero ya sacó en portada el caso de las 200.000 tarjetas sanitarias irregulares
http://www.media.cat/2012/06/26/la-corrupcio-que-si-arriba-a-la-portada-de-la-vanguardia/
Tienes razón Joan. Pero insisto en que una cosa no quita la otra. Que haya grandísimos hijos de su madre que se van de rositas no es óbice ni cortapisa para ir a por los otros que, si pudieran, en lugar de robar de mil en mil euros, lo harían de millón en millón. Los perjudicados, me repito, los mismos. Un abrazo.
Beste bat: tengo pendiente una columna filosófica sobre el qué y el quién. La idea es que un determinado discurso cambia totalmente de significado en función de quién lo diga. A mi lo que digan Cospedal, Soraya y demás sobre fraudes, me la refanfinfla (con perdón). Su intención última es eliminar el estado de bienestar. Otras personas denuncian el pequeño fraude para lo contrario, para defenderlo y preservarlo. Disfruta de la cala. 😉