Este es el minuto en el que sigo sin saber quiénes son los buenos y quiénes son los malos en Egipto. Y no será porque no lo he preguntado o porque no he leído sesudos editoriales y profundísimas columnas de opinión. La mayoría de esas piezas son una especie de slalom gigante argumentativo. Generalmente, parten de la idea carrilera de lo poco presentables que son los golpes de estado, antes de empezar un curioso zig-zag en el que párrafo a párrafo se va dejando caer que en ocasiones no hay más remedio que dejar que vengan los militares a poner orden. Ha sido enormemente divertido encontrar versiones muy similares, quizá con algún matiz en la intensidad de la justificación del cuartelazo, en medios de aceras ideológicas opuestas. Pero todavía me ha causado más regocijo asistir a los malabares de los que cuando volvió a llenarse la plaza Tahir, desempolvaron la lírica de las primaveras árabes y ahora se barruntan que toda esa gente pudo salir a la calle a pedir que un tirano armado derrocara al mal gobernante que ganó unas elecciones. Qué incómodo, por cierto, encajar en esa mística revolucionaria las decenas de violaciones que se han registrado literalmente en medio de las protestas. Qué despreciable, aunque de eso también sabemos bastante en la parte alta del mapa, anotarlas como daño colateral menor y envolverlas en la coartada sociocultural de rigor.
Perdida casi totalmente la esperanza de hacerme una mínima composición de lugar de lo que pasa y por qué pasa, continuaré complaciéndome en la lectura de material como el que les acabo de describir. Siempre se aprende algo surfeando entre los renglones torcidos. Aquí o allá se cazan cuatro datos históricos o de contexto con los que lucirse en una ocasión propicia. Con todo, la gran lección es descubrir o constatar lo cuesta arriba que se hace reconocer que hay asuntos de los que no se domina ni una millonésima parte de las claves.
He renunciado a pretender que en otras partes del mundo entiendan igual que nosotros , pobres decadentes occidentales (dicho sea en modo irónico) que la democracia es bueeeeena, que es deseable el mangenimiento de ciertas fórmulas de representatividad politica, que los poderes públicos se deben en todo a los ciudadanos, que nadie es mas que nadie, que…
He renunciado hace mucho porque no creo que todoas las recetas valgan para todos los alimentos.
Lo que no quiero abandonar todavia es la indignación que me hace hervir la sangre cuando veo que han vuelto a violar en grupo a una periodista, que está grave-quien sabe si está hospitalizada sólo porque su pasaporte sea holandés- y que todo ello ha pasado sin pena ni gloria por los informativos o así de esatas cadenas públicas o privadas que lucen un programilla especial cada 8 de marzo siempre que una noticia de may0r interés general, como el cambio de loock de una megaestrella futbolística, por ej le desmonte la página pral al editor de turno.
Hasta en Deia, que fue donde lo leyó esta pecadora, le dedicaron exclusivamente unas pocas lieneas de agencia y nada de seguimiento después.
Yo sí que entraria con la Grosse Berhta en esa plaza y en todas donde la mujer siga siendo un puto felpudo.
Perdón por el desahogo.
No son los calores, es la mala hostia.
Por una vez estoy de acuerdo con Anlinber…en parte. La noticia que había leído yo es qeu habían violdo durante las revueltas a decenas de mujeres que iban a manifestar su indignación al igual que los hombres, si ha salido lo de esta mujer es porque se trata de una mujer holandesa. Yo he estado en Egipto un par de veces antes de la primavera árabe y la verdad es que se notaba la tensión contra el gobierno, contra los militares, por las pésimas condiciones laborales etc, y sí, los hombres dejan mucho que desear (aunque debo recordar que hace una década o más, violaron en Iruña durante sanfermines a una mujer kiwi o neozelandesa unos decadentes occidentales, encima la tiraron de la muralla abajo y la chica sobrevivió). En carnaval en Brasil, igual. Es muy deprimente que en grandes aglomeraciones la mujer siempre sea una posible víctima de violación, más deprimente que sea cuando se está luchando por la libertad o cuando se supone que se está celebrando la fiesta y la alegría de vivir.
Anlinber, te recomiendo qeu veas «el Cairo 678» que es una película de ficción que se hizo a raíz de la primera denuncia por acoso sexual en Egipto, para que veas que no todo el mundo es igual aunque claramente el machismo más cerdo campe a sus anchas en Oriente, las cosas se mueven aunque no lo parezca. ¿Alguien se ocupará de esta mujer después de que deje de ser noticia?.
No debemos olvidar que los hombres no son los únicos machistas, o el problema ya se hubiera resuelto…