El país de la bronca

Reconozcámoslo: nos va la gresca de brocha gorda y neurona estrecha. Cada vez que se nos presenta una cuestión propicia para el debate de fondo, tardamos décima y tres cuartos en convertirla, según nos vaya dando el aire, en reyerta tabernaria, pelea de patio de colegio o enganchada de plató de Telecinco. Los posibles argumentos razonados se rinden y dejan el campo libre a las gachupinadas arrojadizas, la demagogia de saldo y, por descontado, el insulto mondo y lirondo con amenaza adosada: rojo, facha, hijoputa, pues tú más, ¿a que te meto?, ¿a que te meto yo a ti? Huelga decir que siempre ha empezado el otro.

No hay asunto, por serio y delicado que sea, que se libre de esta o similar coreografía. La normalización, el modelo de país, la arquitectura institucional, las políticas sociales o la fiscalidad son carne inagotable para la trifulca banderiza empecinada. Y de ahí para abajo, todo lo demás. La de mendrugadas que se han dicho y se siguen diciendo, sin ir más lejos, a favor y en contra del ‘Puerta a puerta’. O las que ya hemos empezado a escuchar y leer sobre los peajes, la enésima pendencia que nos hemos echado al coleto porque por lo visto no teníamos suficientes excusas para desgraciarnos mutuamente las espinillas. Cualquiera diría que la paradójica cohesión social de las vascas y los vascos se asienta sobre infinitas fracturas. La división como seña de identidad, qué caramelo para la antropología moderna.

Pero claro, eso se diría con cinismo y la bandera blanca en alto, que es como la llevamos los que no tenemos vocación de tirios ni de troyanos y que, por eso mismo, resultamos sospechosos de simpatizar con estos y con aquellos al mismo tiempo. Si nos dejamos de resabios, esta querencia por apretar filas para cargar contra las de enfrente con consignas prefabricadas no habla demasiado bien de nosotros. Revela, como poco, que cada vez estamos menos dispuestos a pensar por libre.

2 comentarios en «El país de la bronca»

  1. Hola
    Interesante tema el que tratas hoy, y contundente la frase que entresaco del artículo: “Los posibles argumentos razonados se rinden y dejan el campo libre a las gachupinadas arrojadizas, la demagogia de saldo…”, y es por ambos, tema y frase, que me he animado a escribir. ¿Podré insertar mis comentarios en tu blog? ¿Me dejará el anti spam? ¡Lo intentaré!
    Soy de Bilbao, soy Ingeniero Industrial, soy corredor aficionado, y no creo ser ni muy imbécil ni muy intolerante.
    Dentro de mis amistades hay de todo: babor y estribor; pelo y pluma; monte y playa; feministas y no feministas; y además de tomar potes y darle al cuero de vez en cuando, también solemos discutir sobre algunos temillas, de entre los cuales quisiera extraer tres. (Adelanto que los tres versan sobre el papel de las mujeres en la sociedad actual; y adelanto, también, que los voy a exponer en forma de diálogo, con dos únicos personajes: Palmer –el menda-, y una feminista a la que llamaré Begoñita. Los diálogos no son literales en la forma, pero sí en el fondo.)

    -Temilla Primero: NO HAY DERECHO A QUE LAS TÍAS NO SEAN DIRECTORAS DE EMPRESA.

    *Begoñita: ¡Estoy hasta las bolas de que la mayoría de puestos directivos estén ocupados por tíos!
    *Palmer: Es normal. Piensa que los puestos directivos suelen estar ocupados –en la empresa privada, en la empresa de verdad- por técnicos, que normalmente son Ingenieros, Economistas, y algún que otro Abogado. Hace relativamente pocos años, en Primero de Ingeniería Industrial de Bilbao había cerca de 1.000 alumnos inscritos, de los cuales 4 (cuatro) eran mujeres. Es cierto que ahora la proporción de chicas iguala o supera a la de chicos, pero no menos cierto es que no se accede a puestos directivos nada más terminar los estudios, sino que deben pasar muchos años de pelea, aprendizaje… y codazos. Así que no te extrañe, Begoñita, esta descompensación, puesto que se refiere a peña que en la actualidad tiene entre 50 y 60 tacos. Dentro de 10 años, el porcentaje de chicas subirá. Y dentro de 20, con otra generación relevando, como poco se igualará… o, más probablemente, se invertirá el estado actual de las cosas.
    *Begoñita: ¡Estoy hasta las bolas de que la mayoría de puestos directivos estén ocupados por tíos!

    -Temilla Segundo: NO HAY DERECHO A QUE EN EL MARATÓN DE DONOSTI LOS PREMIOS DE LOS CHICOS SEAN MÁS, Y MÁS SUSTANCIOSOS, QUE LOS DE LAS CHICAS.

    *Begoñita: ¿Por qué hostias los premios de los tíos son más y mejores que los de las tías?
    *Palmer: Si te fijas en la lista oficial de resultados del año 2011, verás que acabaron la prueba 2062 hombres y 140 mujeres; es decir 93,64% y 6,35% respectivamente. Además, el tiempo de ganador fue 2h 20m 26s (Record del Mundo 2h 03m 38s) y el de la ganadora 2h 47m 42s (Record del Mundo 2h 18m 20s) Echando mano de la calculadora tenemos que el tiempo del ganador es un 13,8% superior al del RM, y el de las chicas un 21,3% superior. Pero hay más: el décimo chico hizo 2h 30m 59s, y la décima chica ¡¡3h 06m 39s!! Corolario: hay menos chicas; sus marcas son peores; entre ellas hay diferencias abismales. Obviamente, en esta tesitura, los premios no pueden ser iguales.
    Pero hay una solución. Hagamos, por ejemplo, que el premio del ganador y de la ganadora sean 3000 euros, pero los afectamos de un factor correctivo que depende de su “calidad”, tomando como referencia el Record del Mundo en ese momento. Obrando así, tendríamos: premio primer tío 2636 (3000 dividido entre 1,138); premio primera tía 2473 (3000 dividido entre 1,2139. ¡Qué justo y qué fácil!
    *Begoñita: ¿Por qué hostias los premios de los tíos son más y mejores que los de las tías?

    -Temilla Tercero: ALARDE DE IRUN
    *Begoñita: ¿Por qué hostias no pueden ir las tías de escopeteras en el Alarde?
    *Palmer: El Alarde hace referencia a un desfile-homenaje histórico rigurosamente cierto, en el que las chicas iban de cantineras, enfermeras… y, en general, de todo lo que concernía a la mujer en aquélla época. Con la representación anual del evento sólo se trata de recordar aquellos hechos, y hacerlo con bastante fidelidad. Es decir, que se reproduce un hecho concreto de un momento concreto… que no podría extrapolarse a los tiempos actuales, ni por ley, ni por características de la sociedad. En bachiller estudiamos las bravuras de Catalina de Erauso, y Agustina de Aragón, y al nene no se le ocurriría decir que se siente ultrajado al asignar, de esta manera, “bravura” con “sexo femenino” (ya que sabe de la existencia de hombres asimismo bravos), ni mucho menos osaría exigir que un año los protobravos fuesen Catalina de Erauso y Agustina de Aragón, y al siguiente Patxi de Erauso y Agustín de Aragón… y así turnándose hasta el fin de los tiempos. Por no hablar de los Reyes Magos (¿y por qué no Reinas Magas?) o Madame Curie, o Hitler.
    *Begoñita: ¿Por qué hostias no pueden ir las tías de escopeteras en el Alarde?

    Básicamente, estos han sido los temas en los que con más ferocidad he enseñado garras –más que nada, porque se trata de asuntillos que conozco o he vivido en primera persona-, y digo que “han sido”, por que ya no lo son: he tirado la toalla harto de cabecear con la frase que apunta J.V. en su artículo de hoy, y que vuelvo a usar para despedirme: “Los posibles argumentos razonados se rinden y dejan el campo libre a las gachupinadas arrojadizas, la demagogia de saldo…”
    De todas maneras, sea como sea, es lo que es.

  2. Palmer: ¿para qué se premia a las tías si tienen unas marcas malas?.

    Begoñita:Vaya con los posibles argumentos…¿tiene alguien idea de los premios para los atletas paralímpicos masculinos? Digo que serán ampliamente inferiores ya que sus marcas son mucho peores que la de los atletas sin discapacidad (me refiero física porque mental…está claro que se puede correr y tener las sinapsis fatal). Yo pensaba que los atletas competían contra sí mismos y que su afán de superación es lo que había que premiar porque si no…¿para qué pagar a un tío/tía para que corra, de qué nos sirve a los demás?.

    Palmer: ¿Para qué correrán las tías si tienen unas marcas malas?.

    Palmer:¿De qué se quejan las tías si ocupar puestos directivos no es para ellas?.

    Begoñita: Hace tiempo que las mujeres estudian, se licencian y se doctoran, el caso es que hay un techo de cristal porque repartir el poder y sus ganancias no gusta a muchos hombres. Además, gran parte de las mujeres desean tener familia y es difícilmente compatible criar a los niños (porque ¿ cúantos hombres quieren realmente hacer de amos de casa?) y al final hay que elegir lo más satisfactorio, lo que te puede hacer feliz realmente.

    Palmer:Pero ¿ de qué se quejan las tías si ocupar puestos deirectivos no es para ellas?.

    Palmer: ¿Por qué se quejan las tías de lo del alarde de Irún?

    Begoñita:Lo del alarde de Irún es muy gracioso porque si hay que representar fidedignamente los hechos históricos quizá no podrían tomar parte inmigrantes masculinos porque no representan a las tropas locales de la época ¿no?. El alarde son las fiestas del pueblo y la Historia se la renfanfunfla a la casi todo el mundo.

    Palmer: ¿Por qué se quejan las tías de lo del alarde de Irún?

    En fin…

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