Quien pierde o le es arrebatada la vida deja incluso de pertenecerse. Se convierte en adosado de posesivos pronunciados por los demás —mi muerto, tu muerto, su muerto…— y, si hay rencillas entre los que se reclaman deudos, en motivo de trifulcas y querellas. No solo por lo material; la disputa alcanza a la propia memoria del finado, de la que unos y otros se reivindican usufructuarios exclusivos. Desolador espectáculo, cuando esa especie de sokatira necrófila se produce a la vista de todo el mundo, como acaba de ocurrir con los homenajes contraprogramados a Gregorio Ordóñez. Por un lado, la familia carnal, y por el otro, la ideológica, con apenas una hora de diferencia entre acto y acto. Seguramente, la primera tenía más derechos que la segunda, y por ello, las siglas deberían haber dado un paso atrás ante los lazos de sangre o los matrimoniales. Bien es cierto que si el PP lo hubiera hecho, desde la otra parte alguien habría señalado la claudicación como la prueba definitiva de que el difunto tampoco le importaba tanto, y tal cual se lo habrían echado en cara. Las reyertas funcionan así.
No es nada nuevo entre nosotros la patrimonialización de las víctimas. En más de un velatorio se han dispuesto guardias junto al cadáver para evitar que se acercaran a presentar sus respetos y sacarse la foto quienes no eran bienvenidos. Aunque las emotivas crónicas no solían recogerlo, en algunos funerales había placajes, zancadillas y codazos por conseguir un puesto como portador del féretro, especialmente en el costado donde había más cámaras. Por no hablar de los comandos de increpantes apostados en la puerta de la iglesia o del cementerio para hacer comprender a determinados asistentes que, literalmente, nadie les había dado vela en el entierro.
Lo llamativo es que, entonces como ahora, los protagonistas de estos macabros episodios daban y dan lecciones magistrales sobre dignidad y respeto.
Muy descriptivo lo de sokatira necrófila aunque lo de Covite más parece necrofagia, quién se queda con el poder que otorgan las instituciones a los familiares de víctimas asociados y las benditas subvenciones. Espero que se atienda a las personas que lo necesiten pero de algunos asesinatos hace ya mucho y las víctimas deberían estar resarcidas hace tiempo. Lo decía otra persona en otro foro y se lo copio, ahora que se supone que caminamos hacia la paz no debería haber tanto lío y tantas asociaciones, sino menos, sinceramente les estamos cogiendo manía porque no se ve que quieran rememorar con cariño a sus familiares, ni ayudar psicológicamente o lo que haga falta a quien lo necesite, quieren poder político, así que mi compasión y comprensión se van para otra parte puesto que políticamente esta gente está en mis antípodas.
Ahora recuerdo a Ibarretxe el día del funeral de Buesa.A Ana Iribar insultando al mismo con total impunidad en otra ocasión.Ni viviendo mil años llegaría a la suela de los zapatos de Ibarretxe ninguno de ellos ni en lo ético ni en lo humano….
mientras la diana de las mentiras y del colmillo babeante ha sido el PNV y/o los suyos,incluso las ideas políticas defendidas por éste, todo iba bien,perfecto,los que acusaban de recoger nueces a los demás mientras sacudían el árbol del nacionalismo democrático, cínicamente,reían las «gracias» a las víctimas de «champions league»,a las «intocables»……ahora se rasgan las vestiduras y hasta se ponen de un digno exacerbado,ahora que les estalla en la cara el «monstruo» que han alimentado durante años mientras servía para criminalizar e insultar al contendiente político y a sus legítimas ideas.Que les vayan dando,que tomen de su propia medicina a garrafones,no seré yo quien los defienda,para eso ya está Laura Mintegi.No los defenderé mientras no reconozcan en igualdad humana,ética y moral a TODAS las víctimas del terrorismo,las de ETA, las del terrorismo retaguardista tras el golpe militar del 36,las del terrorismo de la Salve o de las bañeras de Intxaurrondo,las del terrorismo del señor «X»,el mismo que abrazaba a terroristas a las puertas de la cárcel de Guadalajara,el mismo que discurseaba esta semana,entre aplausos,en un acto del PSE.Mientras tanto,que les vayan dando.
La familia tiene derecho a superar el duelo cuando pueda, hasta con ayuda si es necesario.
La venganza es otra cosa, y esa es puñetera de superar,casi se diría que se nutre de no superarla, y si lo que se pretende es aniquilar a un enemigo, que ya no es (ni por ser), ser.., es muy jodido .
Pero ahí está Vox, con sus brazos de oso abiertos..no sé si fue antes : vox el huevo o la gallina.
Esperemos.