Hago notar que el título de esta columna con prórroga no es mío. La expresión salió de los labios de la líder de la Plataforma Anti Hipoteca, Ada Colau, que acusó a la presidenta andaluza, Susana Díaz, de estar enfrentando a “pobres contra pobres”. El soplamocos tuvo un inmediato y estentóreo aplauso en las redes progresís, donde las frases de cinco duros cosechan el éxito que no alcanzan los argumentos. Como hace mucho que retiré de mi dieta las ruedas de molino, comprendí al primer bote que lo que estaban diciendo Colau y sus jaleadores es que entre los desgraciados también hay clases: está el puñado susceptible de redención, tan resultón para fotos y consignas, y luego, la legión de apestados completos a los que les toca morirse del asco sin rechistar. Literalmente sin rechistar, pues en cuanto empezaron a quejarse por el agravio respecto a los (semi) realojados de la corrala Utopía, les fueron cayendo las consabidas teóricas: “No se dan cuenta de que sus verdaderos enemigos son los bancos”, “Se dejan manipular por los medios de la derecha”, “¡Qué insolidaria y egoísta es la incultura!” y otras tantas soflamillas podridas de superioridad moral… lanzadas, como suelo apostillar a mala baba, desde aparatejos que cuestan lo que no ingresan en un año los insultados.
Ni de lejos soy fan de la trepadora Díaz. Me consta que este cirio lo montó el indecente alcalde pepero de Sevilla en comandita con una entidad bancaria. No se me escapa la obscenidad que supone ver a ABC o TVE dando voz a quienes desprecian. Pero tampoco que cierta izquierda tiene una idea muy asimétrica de la justicia social.
Estamos y estan tantos y tantos en una situación tan miserable, que es una vergüenza casi todo, ahora mismo se ven noticias de gentes tomando el sol en Benidor, o en ruta hacia donde puñetas sea, independizadas completamente de españa y sus alrededores, y por otra parte nos dicen y repiten que hay en euskadi 16.000 crios en riesgo de DESNUTRICION, y no sé cuántos ya en Catalunya y Andalucía.
No entiendo nada.
Luego desde la extrema derecha,hasta la derecha que viste de Zara, nos dicen que el prbelma siempre son los otros, y no sé qué puñetas quieren decir con «los otros».
La izquierda, es que creo que se murió hace muchas décadas, y personas marxistas y revolucionarias, las murieron.
No sé ya, si tienen que tener piso las gentes, comer, o simplemente esperanza.
Si os soy, si te soy sincera, solo quiero que resucite Lenin, o en su defecto que la viruela se expanda por los pasillos del Congreso.
Buenas vacaciones.
Quecaro, siento decir que Lenin fue uno de los que mató la izquierda. El fracaso del socialismo real, que se inició con él, está en el origen del triunfo apabullante del peor capitalismo.
Javi, yo también dejé de mi dieta las ruedas de molino 😉