Como en la canción de Aute, miro el instante que ha fijado la fotografía, y trato de escoger entre la vergüenza ajena y la perplejidad asombrada. ¿De qué se ríen los tres delegados catalanes de los partidos unionistas españoles ante la fachada —en sus dos sentidos— del Tribunal Constitucional? Resulta que en este momento de gravedad suprema en que la patria está en peligro, lo que les pide el cuerpo a los mosqueteros de la unidad nacional es retratarse en actitud de jijí-jajá, exhibiendo con orgullo de turista el recuerdo que se llevan de la villa y corte: el resguardo del recurso contra la declaración en que la amplia mayoría representada en el Parlament da por comenzado el proceso de desconexión de España.
Se pregunta uno qué les hace tanta gracia, justo antes de caer en la cuenta de que se está refiriendo a Inés Arrimadas, Miquel Iceta y Xavier García-Albiol, cuyas tallas políticas, incluso sumadas, no alcanzan ni el bordillo de la acera en la que posan encantados de haberse conocido. Seguramente piensan que es la leche haber sido enviados por el frente rojigualdo a pedir sopitas a los supertacañones de las togas y las puñetas hispanas, todos y cada uno de ellos, elegidos por los partidos solicitantes. Eso también es un retrato: pretender obtener en los despachos aquello para lo que tus escaños se quedan cortos. Esa es la separación de poderes funcionando a pleno pulmón, y mucho cuidado, que todavía es precio de amigo. Ya escuchamos primero a Margallo que los motines se sofocan, y después a Fernández que hay picoletos y nacionales para parar un tren, aunque lo conduzca la voluntad popular.
Pues, Javier eta lagunak, creo que se rien de tod@s los demás.
Se rien de ser casta, se rien de quienes se lo llaman, se rien de quienes les mantenemos o les vamos a mantener (me refiero a la nueva adquisición de Falangito’s).
«Llename la andorga de caviar y llamame unionista»…
No me atrevo a seguir sin pisarle a algún bloguero sus ingeniosas diatribas, pero la foto de las azores cutres de ayer va a dar mas juego en twitter que en los despachos del TC:
alli las cartas ya estan repartidas.
Solo tengo una pregunta y tiene mas de morbo dicharachero que de curiosidad real.
Se atreveria aqui Idoia Mendia a hacer un posado semejante con, digamos, Giorggio Maneiro y lo que quede del PP?
Mas que nada por ir visionando el futuro esketxe.
Juego con ventaja porque ya se ha pronunciado el TC y esta vez no le ha tocado hacer de “primo de zumosol” de la trinidad unionista. Claro, ahora dirán: ¡veis cómo hay separación de poderes! Uff, pero me temo que ni así. Esto más se parece a cuándo Garzón era funcionario del Estado y practicaba la ideología del Estado: amparado con esas leyes anti ley y contra justicia donde las haya, que ni el más inocente saldría bien parado, o sea, con las leyes anti terroristas, ordenaba la detención como si de pesca de arrastre se tratara de tropecientos jóvenes, abertzales, y tras la captura soltaba a uno o dos o más pero quedándose con la mayoría de ellos. De tal forma demostraba que sí, que había asunto, que había pruebas, que había derechos…. Porque si no los soltados no hubieran sido soltados. Pero era puro purito teatro: los detenidos como los soltados siempre iban a ser todo lo que un juez con semejantes armas judiciales le dé la gana que sean, y de eso se trataba y de nada más. Así pues esto ha sido como una especie de aparentar justicia y separación de poderes en espera de las posteriores actuaciones con la que sacudir delolindo a los “golpistas y secesionistas” catalanes.