Inconmensurable sorpresa: la gran milonga del clima, digo la cumbre, ha terminado en fiasco. Dos semanas de carísimo y vacuo espectáculo, para levantar el campamento con dos mohínes, media docena de encogimientos de hombros, y ya si eso, a ver si hay más suerte el año que viene en Glasgow. Y si no, bueno, pues el otro o el siguiente, ya iremos echando más leña al fuego del lenguaje. ¿Vamos por emergencia climática? Pues subiremos la puja a catástrofe, cataclismo, hecatombe o directamente, apocalipsis. Queda diccionario de sinónimos para un rato.
Opto por el cinismo cáustico, rayando lo directamente abofeteable —lo sé— porque no encuentro otro modo de manejar mi cabreo ante el cúmulo de impúdicas falsedades al que hemos asistido. ¿Qué leches cabía esperar de un festival patrocinado por las compañías más dañinas para el planeta, como quedó retratado el primer día con los encartes publicitarios en la mayor parte de la prensa hispanistaní? ¿Qué valientes medidas pretendemos que tomen los políticos que saben que al final de sus días financiados por las arcas públicas les aguarda una silla de cuero en el consejo de administración de una de esas firmas?
Eso, claro, por no mencionar a los del otro frente, los abanderados del raciocinio científico que predican su conocimiento como dogma. ¡Ay del ignorante mortal que se atreva, siquiera, a expresar la menor duda o, no digamos, a encontrar alguna objeción a la mesías adolescente de culto obligatorio! Se le colgará de inmediato el baldón de hereje negacionista adorador de Trump y, tras ser disciplinado en público, arderá en una hoguera tan pura que casi ni desprende CO2.
Y tanto que milonga y fiasco! A ver si el año que viene los escoceses renuncian al evento y los Picapiedra se ofrecen a salvar de nuevo el planeta con otro festival pagafantas.
Uno ya no alucina con la hipocresía instalada en la sociedad actual, y solo medita para intentar saber lo que hemos hecho tan mal la generación de los 50 para haber creado tanta idiotez e instalarnos en ella perpetuamente.
¡Clarinete lo llevamos! Si confiamos que la mediocridad y rapiña instalada en la política haga algo para solucionar el mínimo contratiempo «apocalíptico,» a no ser que detrás haya prebendas y juergas que les solucione su vida y las de sus de 3 o 4 generaciones.
Por si acaso que tengan preparado el burro, la Vagabonde y las cuentas corrientes de la «profeta» con nombre de artista y de su numeroso séquito.
Menudo articulo de opinión mas chapucero, Javier. Generalidades y lugares comunes. Estaría bien que leyeses algo del tema antes de opinar tan asertivamente. Decepcionado me quedo. Al igual que a los mortales no se les respeta sus opiniones sobre la ley de la gravedad ocurre con los científicos del Clima. Es ciencia, no creencia. Dejaros de chorradas y sed mas analíticos respecto a lo que se esperaba de la cumbre y lo que ha ocurrido. Y respeto a Ciencia del Clima.
Decepcionado es normal estar tras l cumbre, si, pero informado. No escribiendo meras generalidades de conversación de taberna.
Gracias, Carlos. ¿Cuándo me ajustician por hereje?
Estimado Carlos: chapuzas son la cumbres rocambolescas que desde 1992 se llevan a cabo, chapuza es el anuncio del móvil para niños de la compañía vasca, chapuza es el viaje de Greta en catamaran escoltado por medios poco ecológicos , chapuza es la condena de tortura para animales domésticos que Podemos le ha endilgado al G.V. Chapuza es colgar banderas de «ongis etorris» y bunkerizar tus chaletes e ir a la manifa de los lunes en primera linea, y chapuzas son todos los hipócritas que se arriman a la moda mientras mantienes varias mansiones viajan en aviones y cruceros de lujo, se manifiestan comunistas y tocan las pelotas sin sentir el mimo sonrojo y …
Un saludo.
Javier, estaría bien que leyeses un poco del tema en vez de decir esa chorrada de ajusticiar. Ajusticiar no, pero decirte que estas diciendo chorradas y generalidades poco informadas si.
Taskuka, las cosas a las que te refieres poco tienen que ver con los esfuerzos y dificultades para avanzar en solucionar problemas globales. Es jodido, pero no queda otra que intentarlo. Independientemente de los shows que acompañen las negociaciones.
Un saludo
Jo, Don Carlos, cómo son los moralmente superiores. ¿Chorradas? ¡Eso sí que es una chorrada! ¿Qué generalidades? Más concreto no se puedo ser. Otra cosa es que no se sepa leer. O que se le< con los ojos fuera de las órbitas. Por cierto, sin mirar, le apuesto a que mi huella ecológica es una cagarro comparado a la suya. Y en cuanto a leer, también le apuesto a que leo bastante más que usted, que es un anónimo de no sé qué asesoría.