¡Caray con su emérita majestad borbónica! Pensábamos que ya nos había agotado nuestra capacidad de sorpresa con sus choriceos y sus extravagancias, y resulta que aún nos quedaba por conocer su faceta de trasegador de billetes de curso legal. Qué imagen, según el testimonio de la lenguaraz e indiscreta Corinna zu Sayn-Wittgenstein, la del campechano contando con una máquina sus billetes acarreados en maletones y colados en Barajas como quien pasaba salchichones y tocinos en los fielatos de la posguerra. O la del mismo gachó coronado sacando cien mil euros de vellón al mes de cajeros automáticos de aquí y de allá. Y no digamos ya de cuando, siempre atendiendo al relato de la aristócrata bocachancla, sacaba el fajo y le daba la paga en cash su hijo y sucesor.
Ahí tenemos, por un lado, a un ser humano aquejado de una más que probable patología mental —a expensas de que me corrija mi querido doctor Imanol Querejeta—, pero también a un vástago que lo sabía absolutamente todo y que no hizo nada por detener semejantes comportamientos de su viejo. No cuela, señor soberano preparao, lo de la renuncia de la herencia, cuando hasta el que reparte las cocacolas sabe que de su señor padre ahora medio repudiado no solo recibió un pastizal, sino un trono. Renuncie a eso y empezaremos a creer que va en serio.
Pues el soberano preparao está hoy en Bilbao,sin invitación previa y su majestuosa presencia requiere de la atención del 100% de la Policía Municipal y otros tantos de la autonómica.
Tras un largo paseo por el Bilbao no ocupado por la visita del hijo del contador de billetes,no he visto ni un solo municipal controlando el uso de las mascarillas.
Es más importante la seguridad de sus borbónicas majestades que multar a los infrahumanos que pasan de la salud de los demás.
Quizás es un 1% el número de gilipollas que he visto con la mascarilla en la barbilla o sin ella directamente. Suficiente para seguir transmitiendo el virus.
Pero eso no es preocupante para el Sr. Aburto. No le gustaría ser el primer alcalde en cuya ciudad le pegan un tomatazo a la divina parejita. Y hasta cierto punto le entiendo.
En este caso del Rey emérito y su hijo, el actual Jefe del Estado, algunos dirán que es algo que está en los genes. Pero yo prefiero, después de conceder el derecho a la presunción de inocencia, recurrir al refranero popular, con aquello de que «de tal palo tal astilla» o de que «de padres gatos, hijos machines».
Y hay otro, pero creo que no es de aplicación en este caso: «quien a los suyos se parece, honra merece». ¿Es necesario explicar por qué este refrán no es de aplicación a este caso.
Digo yo que habria que empezar a dejar de llamar Rey Emerito a este hombre y darle el título que si le corresponde: Demérito Rey.
Que Urkullu reciba al preparao me parece normal, legalmente, es la maxima representacion del estado en la cav y nos guste o no, a mi nada, pertenecemos a el. Esto es una cosa y otra los aurreskus de honor, la presencia de otros cargos institucionales de menor rango recibiendo a este jeta y el intento policial de acallar las protestas. Lo de que dejaran a la patetica y minuscula recua nacional Española jalear a los jetas reales me gusto. La imagen era muy descriptiva de la realidad social vasca al respecto.
Hay que mantener la dignidad ante esta banda de corruptos y jetas; sobran aurreskus y recibimientos evitables. No empecemos a tocar los cojones desde el primer dia.