Una de tantas derivadas perversas de la matanza de Charlie Hebdo es —y no lo señala por primera vez este humilde plumilla— el manoseo grosero hasta la náusea del concepto de libertad de expresión. Favorecidos por el poder hipnótico de la sangre ajena, los agarradores de rábanos por las hojas han tomado sin permiso los cadáveres de los dibujantes asesinados y los enarbolan como mártires de algo que llaman, con una jeta de alabastro, derecho a ofender.
Lo formulan así, a la brava y con esa chulería tan progresí, como la facultad inalienable que tienen determinados seres humanos para zaherir, vilipendiar, afrentar o, más llanamente, tocar las pelotas a quien les apetezca. Por supuesto, sin pararse en barras ni miramientos: si a alguien (con el certificado de ofensor autorizado en regla, se entiende) le pide el cuerpo tildar de asesino, ladrón, violador o pederasta a un mengano al que tiene ojeriza, o incluso sin tenérsela, puede y debe hacerlo sin temer ninguna consecuencia que no sea el aplauso borrego de los que disfrutan con los linchamientos, que por desgracia, son legión. Va de suyo que a la persona receptora de la descarga dialéctica no le queda otra que joderse y aguantar. Se abstendrá de obrar a la recíproca, so pena de ser considerada floja de tragaderas, vengativa, fascista y, en resumen, enemiga de la libertad de expresión.
En uso de la que reclamo para mi, me atrevo a señalar que se me ocurren muy pocos planteamientos tan reaccionarios como este, que no es más que una ruin y cobarde apología del maltrato verbal ejercido a discreción, unidireccionalmente y sin posibilidad de defensa.
Ay chico, no puedo callarme, estoy pesadísima, no sé si quiero ejercer mi libertad de expresión o si he comido lengua.
Yo creo que hay gran cantidad de gente que ofende a otros o con sus palabras o con sus hechos porque pueden debido a su situación de poder, «valga la rebuznancia», no se libran los periodistas radiofónicos que tienen micrófono y tú no, no me refiero a ti ,claro, sino a otros.
Sin embargo, entiendo que los musulmanes se sientan ofendidos por lo de las viñetas (aunque para mí no lo sean), el problema no lo tenemos con la libertad de expresión sino con la diferente e INCOMPATIBLE visión de la gente religiosa sobre la democracia, sobre los derechos individuales, de las mujeres etc, etc. Hoy en día la Iglesia Católica no tiene tanto poder pero el Islam, sí. Para los musulmanes lo más importante en la vida es su religión que es toda una civilización. Los conversos lo primero que hacen es cambiarse el nombre por uno extranjero árabe (aunque luego erre que erre que ellos son europeos). Para ellos todo viene de la Divina Providencia y no de la ciencia, dinero, trabajo, ética, derechos humanos etc, hay que hacer lo que manda Dios, igual que aquí antiguamente y yo creo que es imposible que vayamos a entendernos.
Nos podemos mofar e criticar a gente como aquella mujer ultracatólica que dijo que masturbarse (me imagino que los hombres, porque las mujeres no hacemos esas cosas….juas,juas,juas) era como abortar, un asesinato, porque cada espermatozoide es una posible vida. Lo dice un musulmán y a ver si hay cojones de reírse. El problema no es el respeto o falta de él sino que es imposible que nos encontremos en un punto medio y ellos van a seguir pidiendo comida halal en la escuela, que las niñas no hagan gimnasia, que las mujeres sean atendidas por un médico delante del marido etc, etc.
Nos empeñamos en una convivencia imposible. Yo creo que antes los holandeses eran super «progresistas» pero ahora son cada día más ultras. ¿Cúando vamos a darnos cuenta que para no ofender y no ser ofendidos lo mejor es que cada cultura, religión etc, tenga su propio espacio?. Siento como un péndulo en la cuestión del Islam y los extranjeros en general, cuando conozco a personas sueltas o cuando oigo música sagrada musulmana, me inspiran… pero luego veo otras actitudes, incluso aunque parezcan inocentes, como poner una hucha para recaudar fondos para las mezquitas en las fruterías y sólo tengo ganas de echar a correr…pero es que éste es mi país. No quiero ofender pero quiero vivir a gusto y cada día es más difícil.
No estaría de más que algún periodista nos contara qué es información contrastada y qué es manipulación. Ya hemos comprobado demasiadas veces que los medios son capaces de hacernos creer una cosa y la contraria. Alguien sabe, por ejemplo, qué información llega a los millones de personas que diariamente ven Al Jazeera? Por cierto, yo lo puedo ver gratis a través del cable de Euskaltel. Otros, además, lo entienden y, problablemente, estén más de acuerdo con la información que ahí se da que con la que nosotros «consumimos». ¿No estarán planificando una gorda y nos están preparando para que traguemos con cualquier cosa? A mí no me hizo mucha gracia ver a Netanyahu en la foto de la manifa de París. En fin, en muchos canales de internet gana espacio la hipótesis de que todo fue un montaje hecho por actores. Los familiares de los de Charly Hebdo no estarán de acuerdo, pero, de momento, ya han conseguido que en muchos países musulmanes estén, más aún si cabe, soliviantados.
Bien dices que se toma la «libertad de expesión» como excusa para lanzar sobre el paria o estigmatizado cuanta basura se quiera.
Me gustaría ver de que modo se tomarían agudos chistes toda esa banda de paletos que esconden su localidad vital (Mungia, Barakaldo, Eibar, Lekeitio,…) reclamándose de un Bilbao, al parecer el sumum de lo cosmopolita, si el objeto de tales chistes y graciosas viñetas fueran la virgen de Begoña o el ínclito equipo de fútbol Bilbao, mimado por las subvenciones públicas, de normas de admisión cambiantes a gusto de la directiva de turno y que sestea por los campos añorando triunfos habidos en el Pleistoceno.
A quien habla de los nombres tomados en la conversión al Islam me gustaría recordarle que el que todo el mundo se llame casi igual en Occidente, con nombres tan ridículos como Dolores o Pilar, es por el mismo motivo, sucedido mucho antes, de conversión al cristianismo y abjuración de los anteriores y genuinos nombre, tomando alguno de los bíblicos
El termino «Islamofobia» no me parece adecuado, por el sufijo «fobia», para definir la aversión, o la simple oposición al Islam. Y es, me parece, bastante manipulador.
La fobia implica un componente patológico, que no se da en este caso, como no se da en el antifascismo o el anticomunismo: se trata de posturas opuestas a esos sistemas liberticidas. Bueno, pues esos sistemas son bastante más respetuosos, al fin, con el hombre (y la mujer) de lo que lo es el Islam.
Otra cosa es que al ser una religión, si se sitúa en ese ámbito sea tolerable, pero cuando aspira a gobernar un país o el mundo sea insoportable.
El que está a favor e la libertad y en contra de cualquier pensamiento liberticida no tiene una «fobia» precísamente.
¿Me vas a decir que no se han hecho chistes sobre el Athletic y sus camisetas, o el Athletic y su falta de garras o de sus jugadores negros etc. Sobre la Virgen de Begoña no me acuerdo pero ya lo hizo el tonto de Gurrutxaga sobre la virgen de Montserrat y le declararon persona non grata (pero no lo mataron) y a Javier Krahe le quisieron juzgar por ofender sentimientos religiosos pero quedó en nada y nadie salió a la calle como energúmenos a manifestarse. Nadie ha invadido otro país con una Biblia en la mano como en la Marcha Verde el Sáhara. Hay diferencias notables.
Por otro lado , gracias a Dios no me llamo ni Pilar ni Dolores pero la conversión al cristianismo fue hace siglos y por lo tanto está asumida, ya sé que también fue a la fuerza, ni qué decir tienen en América hace menos siglos. No por eso voy a transigir con la agresión religiosa moderna. Mejor ser un paleto jatorra que un lobo con piel de cordero. No entra macho, además de que sí soy multicultural pero con filtros, cojo lo que me interersa de las otras culturas, no cualquier cosa.
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De nada.