Un Jemad no es el que reparte las cocacolas. Es exactamente lo que indica el acrónimo: un Jefe del Estado Mayor de la Defensa. Es decir, un tipo que, para empezar, eligió como ganapán y por pura vocación uno que se basa en la búsqueda de las formas más efectivas de eliminar al personal y su consiguiente puesta en práctica. Sí, como último recurso, para evitar un mal mayor, y todo lo que quieran, pero nos conocemos lo suficiente como para saber de qué va la cosa. Ya es difícil tragarse la vaina con uniformados de estados de cierto pedigrí medio democrático, pero con un ejército como el español, que es un fósil franquista jamás despiojado, definitivamente no cuela.
O eso creía yo, que no colaría, que cualquier persona con una sensibilidad medianamente progresista —no digo ya alguien de izquierdas— que pudiera haber en el entorno de Podemos levantaría la mano para protestar por el fichaje en plan galáctico de un individuo con esas credenciales. Ni modo, oigan. El milico elegido a dedazo armado por el generalísimo de las fuerzas castrenses moradas ha sido recibido con marcial disciplina. A sus órdenes, don Pablo.
¿Y los antimilitaristas? ¿Y los ecopacifistas? ¿Y los sermoneadores de la no violencia y el buen rollito? Pues también ellos y ellas en perfecto estado de revista y posición de saludo, y a lo que les manden, como sumisa tropa resignada a su papel de bulto o carne de cañón que se deja pastorear por los que entienden. Reconozco que, desde mi butaca de patio, disfruto de esta película que, miren por dónde, empieza a sonarme a una de hace unos años titulada, creo recordar, “OTAN, de entrada no”.
La revolución de los claveles, la hicieron militares,Oh, qué años! en qué estaban los militares con claveles en el punto de tiro.Luego el tiro se fue por la culata, pero yo de estas me acerco más a Pablete,defiende el derecho de autodeterminación,un militar ojalá que fueran cientos así….me está seduciendo, oye 😉
Desbarre total en esta organización (?) a mayor gloria del Iluminado que varía sus propuestas a golpe de encuesta por lo que temo que tras ver la de ayer del CIS se dedicará a montar un circo con su troupe de turiferarios que hace ni un año saturaban los comentarios laudatorios por miles y ahora se cuentan con los dedos de una mano.
Ni democracia interna, ni coherencia idelógica ni nada de nada, solo puro aspaviento bastante infantil por cierto.
La otra estrella surgida de las pantallas plasmáticas, como ellos mismos, le está ganado por goleada ese rebañar en el mismo plato de gente «apolítica» y desencantada de todo aquello que suponga ser solidarios aunque individualmente nos resulte desventajoso.
El último numerito al hilo de la «maravillosa» prospección del Gobierno Vasco había puesto a afilar los cuchillos con lo que además de ser bastante vulgares en sus comportamientos demuestran escasa capacidad crítica para creerse a ptes juntillas cualquier sondeo que les favorezca
patetico articulo a la par , me imagino, del nivel intelectual o vital de quien lo escribe. Sugiero pasar un mes, uno, con gente que se juega el pellejo para que cualquier mediocre pueda escribir la primera simpleza («fosil franquista no despiojado») que se le pase por la cabeza y luego hablamos.
Paciente… Muchas gracias por el comentario en el que, entre otras cosas, se demuestra que los matones, además de una panda de sádicos, son cobardes que ni firman con su nombre. Trol cagón.
Pero cuando secuestran a pesqueros vascos que estaban donde no deberían entonces si nos gustan esos asesinos vocacionales.
No.
Javier; el enfoque general sobre los militares (sin entrar en el caso concreto) me resulta algo demagógico.
No conozco ningún militar y no sé qué les impulsa a seguir ese camino pero dudo de que se trate de una vocación o afán homicida o asesino.
Me parece tan simplista como decir que un boxeador es alguien cuya vocación es destrozar la cara de otras personas a puñetazos o que un policía es alguien que lo quiere en la vida es perseguir a otras personas para darles algún porrazo o un disparo si se tercia, ponerles unas esposas y meterles en celdas.
Imagino que, yo qué sé, los habitantes de los países colonizados por el Ejército de Su Graciosa Majestad en cualquier lugar del mundo…verán a aquellos soldados como asesinos. Supongo que los británicos consideran a los aviadadores de la RAF que con sus vidas salvaron de la invasión nazi a las islas…los verían de otra forma.
Por poner ejemplos más domésticos y cercanos a todos o muchos nos parece que la presencia policial o los cuerpos uniformados y armados…pues no quedan muy bien, no son algo deseable y tal; menos maderos y más cocoteros.
Pero si en nuestro barrio se suceden casos de asaltos o robos violentos durante unas semanas…exigimos refuerzo de presencia policial; lógicamente con sus buenas porras y pistolas. No nos gusta la pasma pero si no enteramos que en el apartamentito que tenemos en la costa para los puentes y vacaciones han forzado la puerta y ahora vive una komuna okupa..querremos que se les dealoje, por las buenas…o por las malas…recuerriendo a gente unifomada y con armas, etc, etc.
Creo, que una cosa es el Ministerio del Interior, y otroMinisterio de Defensa, y unos policías y guardias urbana y otros militares, y unas manzanas y otras peras.
Más o menos
Pues no sé Quecaro; quizás depende de la medida o grado en que se emplea la fuerza, la escala, el por qué, el para qué, el contexto, etc, etc.
Pero al final hablamos de gente armada y uniformada que emplea la fuerza en defensa de algo o para perseguir un objetivo.
Los escenarios son múltiples. Sólo digo que no creo que haya que deducir una naturaleza asesina de por sí en alguien que quiere ser militar.
Asesina, asesina no sé, pero resucitar a los que se cargan . tampoco es que lo dominen ,por ahora,lo militares¿ no?