Por si no lo han visto, trataré de no destriparles el ya tradicional anuncio navideño de una famosa marca de embutidos. Sí les cuento que, quizá porque de un tiempo a esta parte ando con la guardia baja, me gustó, y hasta juraría que al irse la imagen a negro, pensé para mis adentros que cuánta razón o algo así. Y eso que empecé a mirar la pantalla con una ceja enarcada, esperando la consabida ración de natillas con música de violín y moralina final. Es verdad que eso último, la moralina urbi et orbi, sí está y hasta me sobra, pero tampoco le vamos a pedir peras al olmo. El formato es el formato.
Me quedo, en todo caso, con el resto de la pieza, que va —ya imagino a los lectores impacientándose por la demora en entrar en materia— de lo caro que se ha puesto hacer chistes, especialmente sobre algunas materias en concreto. Sobre la monarquía, por ejemplo, se apunta expresamente, lo que sorprende cuando la marca promocionada es de indudable adhesión al régimen. Luego viene la mención de la exhumación de Franco, y cuando la hinchada progresí está a punto de prorrumpir en aplausos con las orejas, llega el jarro de agua fría del feminismo, lo étnico y la discapacidad, con el refuerzo de la presencia de figuras conocidas que en lugar de montar el cirio, optan por entrar en las bromas sobre sí mismos. También es cierto que con un cheque de por medio, pero alabo el valor de no esquivar ese charco, y más, después de comprobar que el anuncio está siendo una especie de profecía autocumplida. No vean lo encabronados que andan los sumos sacerdotes de la ortodoxía en cuestión de gracias y gracietas. Que les vayan dando.
Hay una pequeña diferencia entre 10 personas con una pancarta y carteles porque están «ofendiditos» (lo que sale en el anuncio), y que dos policías te lleven a comisaría a declarar y posteriormente un juez te condene por haber publicado un chiste. O que ese colectivo de «ofendiditos» lleven banderas con agiluchos y consigan que no puedas representar una obra en una ciudad.
Un tal Juan Peña lo explica mejor que yo, https://elpisuerga.blogspot.com/2018/12/metaofendiditos.html
Espero que sea enriquecedor. Un saludo,
Hoy día es difícil saber lo que es un chiste, estas viendo el parte o telediario, te levantas un ratito a… vuelves y se te queda la cara de gilipo… por no haberlo «pillao».
Casi todo parece de chiste aunque lamentablemente no lo sea.