Rabat, tenemos un problema. Y gordísimo. Otra marcha verde, pero en versión siglo XXI. Es decir, utilizando como carne de cañón y a la vez punta de lanza a miles de personas pisoteadas por la miseria. Todo, bajo una excusa tonta a más no poder, lo de la acogida del líder del Polisario para ser tratado en un hospital riojano. El histórico de las relaciones con la satrapía marroquí —tratada por los Borbones y los diferentes gobiernos españoles como hermana de sangre— nos muestra que cada presunta ofensa ha sido satisfecha a base de pasta y vista gorda con las brutales vulneraciones de los Derechos Humanos.
No sé cuál será el precio esta vez, pero mala solución le veo al asunto. A Pedro Sánchez, por más que corra a fotografiarse en el lugar de autos, le va a ser difícil tomar sopas y sorber. Se hace un poco raro prometer la defensa “bajo cualquier circunstancia” de la integridad territorial al tiempo que se asegura que se preservará la dignidad de los miles de seres humanos que han traspasado la frontera. Ahí lo tiene bastante más fácil el mercader de odio Santiago Abascal, que también ha salido disparado hacia Ceuta después de haber vomitado fuego en el programa de Federico Jiménez Losantos. Si ponen la oreja a los comentarios en el metro o en la cola del súper, comprenderán lo que les digo. O quiza ni siquiera haga falta, porque ya se habrán hecho su propia composición de lugar a la vista de las imágenes que no dejan de transmitirnos en bucle las cadenas de televisión y los medios digitales. Al fin y al cabo, aunque pretendan vendernos que esto va de razones humanitarias, todos sabemos que también es espectáculo.
A mi todo esto de Ceuta y Melilla me suena a los últimos coletazos de la época colonial.
Y no se si será una réplica de aquello de «los últimos de Filipinas», allá a finales del siglo XIX.
En cualquier caso, ni patriotismo, ni humanismo, ni solidaridad. Puro y duro interés económico.
Curioso es que el individuo que ha reivindicado el chantaje cometido como castigo a la atención de un ser humano en nuestro sistema sanitario sea el Ministro de Derechos Humanos (!!), y que dicha reacción haya sido utilizando a seres humanos. A lo mejor es que no consideran ser humano ni al del frente Polisario ni a los que huyen del paraíso alauita.
Es un clásico. Marruecos presiona, Europa cede y mira para otro lado, se tapa la nariz y vuelta a empezar.
Como dicen los Yankis; es un hijo puta, pero es un hijo puta de los nuestros.
También tiene lo suyo la reacción de nuestro Ken Sánchez: Para evitar que peligrosos adolescentes convertidos contra su deseo en bañistas invadan la playa de Ceuta sin haber reservado toldo, envían al ejercito, como si los beneficiados por la suelta de Mohamed llevaran kalashnikov, chalecos blindados y aparataje de guerra invasiva.
La solución no la tienen, como pensaba yo, ingenuo, las artes diplomáticas ni la gestión de relaciones exteriores, acompañada de atención humanitaria in situ a los interesados, con Cruz Roja, y otros agentes sociales y sanitarios. Cuando hay que defender fronteras de peligrosos ataques, lo adecuado es el ejército, que para eso está.
Es decir, lo mismo que habría hecho Abascal en caso de presidir el Gobierno. Este es el bloque de izquierdas en el que ha desembocado, eso si, 10 años más tarde, la marea del 15M.
Eso lo resuelve Felipe VI de Borbón y Grecia en cuanto vaya para allí cagando leches.
Y si no ha ido todavía es porque hoy le tocaba llevar a las niñas al cole y eso.
En cualquier caso sus declaraciones al respecto han sido rápidas y contundentes. Que es broma.
Me corroe la duda de si Abascal habrá ido en su caballo blanco de matar moros o en avión.
Aquí se mezclan varios temas. Lo de “la excusa tonta” pues según se mire: con razón o sin ella, que ahí no me meto, lo que está claro es que el tema del Sáhara Occidental es un asunto muy sensible para Marruecos; y la queja viene más por la ocultación de la acogida al líder saharaui por parte de Hispanistan que por el hecho en sí. Luego está el asunto de la avalancha de personas ¿refugiados? en la frontera de Ceuta. Yo creo que más allá de la opinión que nos merezca el hecho migratorio, es obvio que detrás de muchas de estas “avalanchas” se encuentran mafias perfectamente organizadas que se lucran con el tráfico de seres humanos. Y también está claro que en muchas ocasiones, como la que nos ocupa, existen gobiernos sin escrúpulos que lo utilizan con fines políticos; Marruecos no es el único, al otro lado del Mediterraneo Erdogan hace lo propio y la presión migratoria que sufre EEUU en su frontera Sur no se puede explicar únicamente por el ansía de mejores condiciones de vida de mexicanos y centroamericanos. Y luego estamos los europeos, que tenemos que decidir de una vez “que queremos ser de mayores”: no se puede pasar sin más del “wellcome refúgiees” a las vallas, concertinas, policía, etc. Hay que decidir de una vez si aceptamos que un estado tiene el derecho y el deber de defender sus fronteras o, por el contrario, debe de prevalecer el derecho de las multitudes de desheredados del tercer mundo a buscar mejorar sus condiciones vida. Yo confieso que no tengo clara la solución a este dilema; lo que sí tengo claro es que si nos decantamos por la segunda opción sobran vallas, concertinas y demás. No se puede añadir sufrimiento gratuito a la realidad de una gente ya suficientemente apaleada. Si se va admitir a todos los que lleguen a las fronteras europeas, se deben habilitar medios para que lo puedan hacer con seguridad, sin depender de mafias o gobiernos brutales, ni tener que jugarse la vida. ¿Que no estamos dispuestos a admitir a todo el que se presente sin haber sido invitado? Pues déjese clara la posición y adoptense los medios para desincentivar tanto la inmigración ilegal como las mafias y gobiernos que la soportan. Cualquiera de las dos opciones son difíciles, pero la indefinición produce tensiones y, en muchas ocasiones, decenas o centenares de muertes. “O herrar o quitar el banco”.
Problemón muy serio agravado además por una falta de liderazgo, habilidad y valentía por parte de los estados europeos.
Atención a la sesgadísima tendencia chachiprogre y (falsamente) humanitarista de los informativos vascos que han obviado sistemáticamente opiniones contrapuestas a las voces interesadas de las oenegés.
Parece que lo que pasa en Ceuta no va a llegar aquí y que la gente en ciertas zonas del estado, como no vota abertzale o rojerío es indigna de dar su opinión, pero en Ceuta hay muchos comercios cerrados por miedo a asaltos y pillaje y las chicas no van solas por la calle.
Pero ese debe de ser porque son muy racistas y no comprenden bien la situación.
A sacar la chequera otra vez y hasta el enésimo chantaje del tipo ese amiguito de sangre de los Borbones, y ello a pesar de que esta extorsión en concreto no tiene que ver sólamente con intereses económicos, sino también con el papel que Marruecos quiere jugar en el tablero internacional y hablar de tu a tu con los protagonistas del Oriente Próximo y la correlación de fuerzas entre los ejes «aliados» Vs «Irán/China/ Rusia…
Qué pena que se haya muerto Le Carré y qué poco y mal se informa en los diferentes espacios informativos de la casa del Txori.
El problema que lo arregle el rey, que para eso es «hermano» del monarca marroquí (ya le gustaría a Felipito ser monarca absoluto como es su sinvergüenza «hermado»).
En definitiva, si Felipe uvepalito no lo arregla en una semanita que le damos de plazo, le damos una patada en el culo y que se vaya a vivir a Marruecos con su hermano.
¿Por qué te refieres a Abascal como «mercader de odio», cuando 3 líneas más abajo reconoces que la gente corriente está preocupada por lo que está pasando? Al final, todos me hacen llegar a la misma conclusión: los planteamientos de VOX respecto a la inmigración ilegal son totalmente lógicos, coherentes y de sentido común, el problema es que no saben explicarlos con calma y sin faltar.