La cara norte del mítico Anboto en el Parque Natural de Urkiola es un atractivo desafío para todo mendizale vasco. Superar los mil metros de desnivel por el corredor de Anboto Sakona se convierte en una de las experiencias montañeras más bonitas y exigentes que podemos hacer en Bizkaia.
Comenzaremos esta ruta circular desde el tranquilo barrio de Arrazola (240 m), perteneciente al municipio de Atxondo. No tendremos problemas para dejar el coche en un amplio aparcamiento junto a la iglesia y el frontón. Caminamos hacia la Iglesia de San Miguel de Arrazola y tenemos que levantar la mirada para buscar el objetivo de la ruta de hoy. No encontraremos apenas descansos en una subida continua que trepa por la ladera siguiendo el mismo recorrido de la prueba del kilómetro vertical.
Tras coger agua fresca en la fuente comenzamos ganando los primeros metros por carretera. Pasamos junto a varios caseríos hasta llegar a un cruce al que volveremos en el camino de bajada desde Zabalandi. Para la subida tomamos el camino de la derecha. En seguida cruzamos una barrera metálica y llegamos al último caserío (Atxekoa, 350 m). En este punto abandonamos ya el asfalto y entramos en un camino bajo la foresta.
Poco más adelante atravesamos un paso y seguimos el estrecho camino que sube por la izquierda. Encontraremos alguna señalización en forma de flecha azul. Otro cruce de valla y salimos a terreno más abierto colocándonos debajo de la arista de Frailia.
Vamos dejando esta mole rocosa a nuestra izquierda a la vez que comienza a verse la canal por la que alcanzaremos la cresta. Antes de enfrentarnos a esta fuerte pendiente podemos tomar aire en la campa de Zabaleta junto a los restos de una antigua txabola, el único punto donde el ascenso da un pequeño respiro.
Subimos en zigzag por el corredor de Anboto Sakona ganando altura rápidamente. A nuestra espalda el valle de Atxondo va quedando cada vez más abajo.
Poco a poco alcanzamos la altura de los árboles en nuestro camino a través de la canal. El terreno se vuelve más rocoso según vamos aproximándonos a la arista.
Las nubes enganchadas en la cima van desapareciendo según avanza la mañana, permitiéndonos apreciar la cresta que se extiende hacia el oeste.
Una vez que alcanzamos la arista de Frailia (1150 m) ya sólo queda un último empujón hasta la cima.
En menos de diez minutos ya estamos tocando el hacha del buzón de Anboto (1331 m). El cielo se encuentra despejado en su ladera sur, permitiéndonos ver la llanada alavesa en todo su esplendor. Cerca de nosotros están Ipizte y Orixol, más al fondo el pantano, Gorbeia que tampoco se libra de las nubes…Girando la vista hacia el este Udalatx y Aizkorri son los principales protagonistas.
Esta montaña esta cargada de mitología ya que alberga una de las moradas de la diosa Mari. Personificación de la madre Tierra, tiene por costumbre peinar al sol sus largos cabellos rubios con un peine de oro a la entrada de su cueva. Hoy hay nubes, por lo que según cuenta la leyenda la Dama de Anboto se encuentra por estos lares.
Para la bajada nos dirigimos hacia el collado de Zabalandi (896 m), situado al sur de la cima. Hay que crestear unos metros hacia el este antes de tomar el sendero que desciende.
En el comienzo encontramos la parte más vertical del descenso, sin llegar a ser complicado más allá de algún pequeño destrepe. Debemos buscar las marcas rojiblancas y los cairns que nos guiarán durante todo el camino.
Despacito y con buena letra seguimos perdiendo metros hasta dejar atrás la piedra y caminar sobre la cómoda hierba del collado. En el cruce de caminos a los pies de Ipizte (1068 m) seguimos las indicaciones a Arrazola, del que nos separan 4,7 km.
Una cómoda pista atraviesa el hayedo hasta alcanzar un nuevo cruce en una zona despejada. Aquí debemos girar hacia la izquierda siguiendo las marcas amarillas y blancas del PR-BI 85.
En este terreno abierto volvemos a tener bonitas vistas de la cara este de Anboto, pudiendo admirar la pirámide rocosa que forma esta imponente montaña. En este lado es en el que está la famosa cueva de Mari, pero dada la dificultad técnica del acceso hace que quede reservada para los más avezados en la materia.
Antes de llegar al cruce de Andasto (822 m) el camino baja por la izquierda introduciéndose en un bonito hayedo. Las prisas nos obligan a pasar de largo este accesible buzón y descendemos fácilmente por camino ancho haciendo una sere de zigzags.
Al llegar a la altura de las aguas del arroyo Errekaundi cruzamos a la otra orilla. Debemos continuar bajando por este barranco siguiendo el sendero que más adelante pasa a convertirse en una antigua calzada empedrada.
Finalmente desembocamos en una pista en el pinar. Tras cruzar una última puerta metálica volvemos a pisar el asfalto de un camino vecinal. Cuando llegamos al cruce por el que hemos pasado en la subida sólo restan los últimos metros al coche para cerrar esta gran circular a una de las montañas más bonitas de Euskal Herria.
Técnicamente esta ruta no supone una gran dificultad, más allá de un par de destrepes en la bajada a Zabalandi y la necesidad de estar concentrado en dónde se pone el pie al estar cerca de precipicios. Todo lo demás es puro disfrute montañero cerca de casa.
Info: 10 km / 1100m / 4h 30min / Difícil
Videotrack:
Otras rutas por la zona:
Alluitz y Astxiki desde Atxarte
Subida clásica a Anboto desde Urkiola
Más rutas en: http://www.testeadoresdeocio.com