El IMEI de un dispositivo móvil, ¿qué es exactamente?

En El Rincón Androide de Deia tocamos muchos palos, si bien lo principal es traeros la última información acerca del mundillo tecnológico, no por ello vamos a dejar de lado artículos más de información general, por así decirlo. En este caso, os traemos el código IMEI, ese gran desconocido … ¿o no?

Comencemos por el principio: IMEI son las siglas en inglés de International Mobile System Equipment Identity (Sistema Internacional para la Identidad de Equipos Móviles) y se trata de un código USSD, es decir, de un mensaje de datos, que identifica inequívocamente a un terminal en cuanto éste se conecta a cualquier red en el mundo. De este modo, no sólo se puede rastrear quién hizo una llamada (SIM), sino también desde qué terminal se hizo.

Como seguramente ya sabréis, el IMEI suele venir grabado en la batería del terminal. Sin embargo, con la aparición de terminales sin batería extraíble, se ha colocado en otros lugares: impreso en la parte posterior, en pequeño tamaño; o impreso en el puerto en el que se introduce la tarjeta SIM.

¿Por qué es tan importante tenerlo a mano?

Principalmente, por razones de seguridad. En caso de robo del terminal, basta con suministrar a nuestro operador el IMEI del terminal para que puedan ejecutar un bloqueo de llamadas del mismo, evitando así que los «cacos» nos hagan un agujero aún mayor en la cartera. Por supuesto, hay otra función muy conocida del IMEI: hacer que un terminal de una operadora determinada, bloqueado para su uso con le resto, pase a ser utilizable por cualquiera; lo que se conoce vulgarmente por «liberar» un terminal.

Siguiente paso: no encuentro el IMEI por ningún lado, ¿qué hago?. Fácil: teclea en tu marcador (llamadas) el código *#06# y aparecerá en vuestra pantalla. Después, apúntalo en algún lugar que puedas recordar.

Ya lo tienes apuntado … y te preguntas, ¿para qué tanto número?. Pues sí, son unos cuántos: son 14 ó 15 números, y os vamos a contar para qué sirve cada uno. Imaginar que vuestro IMEI fuera el de la imagen superior: 448674528976410.

El IMEI sigue la siguiente estructura: XXXXXX YY ZZZZZZ W, donde:

1. Los 6 primeros caracteres (XXXXXX) conforman el TAC (Type Allocation Code), con los dos primeros dígitos indicando el lugar de fabricación del terminal.
2. El segundo bloque (YY) es el FAC (Final Assembly Code), que indica quién es el fabricante del terminal.
3. Los 6 caracteres a continuación (ZZZZZZ) forman el número de serie del teléfono (SNR).
4. La (W) al final es el dígito de verificación (Spare), que sirve para comprobar que el IMEI es correcto; a veces, no aparece.

Y, con toda esta información, ¿qué hacen las operadoras? Pues la operadora puede usar una base de datos llamada EIR (Equipment Identity Register), en la que se encuentra la información sobre el estado de los teléfonos. En función de ese estado, pertenecerá a una de tres listas: blanca (el terminal tiene permitido realizar y recibir llamadas), gris (igual que la blanca, pero con posibilidad de rastrear quién utiliza el terminal a través de la SIM) y negra (no pueden realizar ni emitir llamadas: teléfonos robados o utilizados de forma ilegal, por ejemplo).

Así que ya sabéis, guardar en lugar seguro ese trozo de papel en el que acabáis de apuntar el IMEI. Nunca se sabe en qué lista acabará vuestro terminal.