Pocos fabricantes lo han tenido que hacer en la historia de la telefonía móvil, o al menos pocos son los que yo recuerde, por no decir ninguno. Esta misma mañana, Samsung ha lanzado la bomba de la semana, y la que podría ser del año, ha tenido que paralizar las ventas del Samsung Galaxy Note 7 por problemas de sobrecalentamiento de la batería, pudiendo incluso a llegar a fundir el propio terminal.