¿No es la foto que queríamos?

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El sitio no es glamouroso, Sarkozy tiene cara de querer irse, y el tuit de Rajoy (“se llevará un buen recuerdo de nuestra gastronomía”) suena bastante cutre. Pero sigo pensando que este conjunto responde a la reclamación de una parte de la ciudadanía: ¿no querían muchos ver a sus representantes comiendo un menú del día? Ahí lo tienen. ¿Ese es el almuerzo que deben compartir dos líderes? ¿Podemos permitirnos que, por sacarse una foto, dos personas influyentes no puedan comentar libremente asuntos de Estado?

La realidad, no la foto

Mariano Rajoy puede maquillarse, vía foto, todo lo que quiera, pero el partido que preside sigue acumulando realidades que no tapan fotos o maquillajes: José Luis Olivas, el presidente que sustituyó a Eduardo Zaplana al frente de la Generalitat “ha sido detenido por un millonario crédito supuestamente irregular” (‘El Confidencial’) cuando ocupaba puestos de responsabilidad en Banjaca, Banco de Valencia y Bankia.

A tope de casta

En ‘Vozpópuli’ lo cuentan de una manera impecable: “Pablo Soto Bravo, recibe desde su nombramiento la asistencia de su mujer, Irene González Martínez, en el desempeño de su nueva tarea (…) la cónyuge del edil ‘está prácticamente instalada en la nueva dinámica municipal’. ¿Pero en qué situación se encuentra? La versión dada por Pablo Soto es que el Ayuntamiento madrileño no ha contratado a su pareja ni tampoco entra en sus planes. Ahora bien, el partido instrumental Ahora Madrid, organización que sustenta el Gobierno local, admite que está ‘estudiando contratar a Irene González’, siguiendo una fórmula similar a la adoptada por la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, a la hora de fichar a su novio, Adrià Alemany”.

Dinero electrónico y solidaridad

Teresa Rodríguez, una de las puntas de lanza de Podemos, te soluciona el problema de Grecia en menos de lo que ocupa un tuit: “Intervención bancaria, impago selectivo, emisión de pagarés, dinero electrónico, reforma fiscal, ¡y mucha solidaridad!”. El mensaje le ha quedado bonito, pero la realidad se lo chafa: el dinero electrónico sigue sin ser una solución, y si hablamos de solidaridad, la deuda griega ya ha recibido dos “quitas” de no menos de 250.000 millones. Lo del impago selectivo y la reforma fiscal es tan burdo tratándose de Grecia que suena a chiste.

Los directores de Uber, detenidos en Francia

Los cargos: “Primero, porque Uber está realizando una actividad ilegal al ofrecer un servicio de taxi. Una acusación a la que se ha enfrentado en multitud países desde el comienzo de su actividad. La policía francesa alega también que Uber Francia está ocultando documentación en formato digital. Al parecer, tras su operación en las oficinas de Uber Francia, hay documentos perdidos que están entorpeciendo la investigación” (‘Hipertextual’). En el fondo sí están las protestas lógicas del sector del taxi, al que Uber hace una competencia desleal pagando las multas que reciben sus conductores por actuar sin licencia.

Es fácil decir a Grecia qué hay que hacer

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No me refiero a la famosa “troika”, que nos dice a todos los europeos desde hace años qué tenemos que hacer, me refiero a los millones de europeos que no dejan de decir en Twitter qué tienen que hacer los griegos: pagar con recortes el dispendio de décadas o votar por la pobreza en un referéndum. Cuando uno no tiene que cargar con las consecuencias de grandes mentiras, ni con las de un gobierno que no ejerce la responsabilidad que le han asignado, es fácil hacer recomendaciones.

Exactamente igual que la mayoría, Ada

Creo a Ada Colau cuando afirma, vía Facebook, que su marido trabajará en su partido político “por convicción y méritos propios”. Exactamente igual que muchas parejas o familiares directos de otros representantes de la ciudadanía que también trabajan en política. Por supuesto, ha habido enchufados que nunca se ganaron el sueldo. Pero la mayoría, como el marido de Colau, Adrià Alemany, son competentes. Pero ni Podemos ni derivados han estado nunca de acuerdo conmigo: para ellos, cualquier contratación era (¿y es?) “casta”.

No a la violencia

Llevo ya 10 años expresando mis opiniones sobre política y sociedad en las páginas de este periódico. En este tiempo he podido evolucionar en mi forma de pensar sobre distintos temas, pero sobre uno me he mantenido radicalmente firme: en condenar cualquier tipo de violencia ejercida contra alguien solo porque tiene una opción política diferente a la del agresor. Y me mantengo: en Madrid han sido agredidos los participantes en un “círculo” de Podemos (‘Iniciativa Debate’). Ataque que merece la más firme de las condenas.

Una dura despedida

Muchos esperábamos que José Ignacio Wert llegara con la guadaña afilada a su ministerio: el recorte en Educación estaba cantado, solo quedaba ver cuánto de profunda sería la laceración. El resultado, sin embargo, ha sido realmente desastroso. En ‘Cuarto Poder’ han repasado su gestión como ministro a golpe de crítica: la LOMCE, los expulsados de facto de la Universidad por la subida de tasas y la rebaja de becas, el IVA cultural, y el uso de edificios del Estado para citas románticas.

El drama de los “antivacunas”

En España la víctima ha sido un menor indefenso, de seis años de edad, que no había sido vacunado porque sus padres habían sido víctimas de la desinformación. En EE.UU. solo este año hay 173 casos de sarampión de los que 117 están relacionados con una epidemia en Disneyland cuyo foco han sido personas sin vacunar. El máximo promotor de este movimiento irracional, Jeff Bradstreet, fue hallado muerto, suicidado, según la versión oficial, la pasada semana (‘El Confidencial’). La tragedia continúa.

La anécdota

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Sí, lanza el tuit (y el nubarrón) un colaborador de Xavier Trías, ex alcalde de Barcelona, pero precisamente por eso, porque se trata de una persona que conoce y ha trabajado por engrandecer la figura institucional, el comentario es relevante: Xavier Tomàs hace incidencia en la actitud de Ada Colau durante el tiempo que tuvo que esperar en el interior de un ascensor por una avería: tirada en el suelo, sacándose selfies y saludando como quien saluda a un colega de sentada.

Lo serio

Quedarse atrapada en el ascensor con Pablo Iglesias y otros miembros de Ciudadanos y sacarse selfies desafortunados puede ser un accidente. Convertir a tu pareja y a la de un colaborador directo tuyo en personas de relevancia dentro del organigrama es plenamente intencionado: el marido de Ada Colau, Adrià Alemany, ha “ascendido” a persona de relación entre Barcelona en Comú y el ayuntamiento (‘Vozpópuli’). Y la mujer de Gerardo Pisarello, teniente de alcalde, Vanesa Valiño, será la asesora de Vivienda.

La fiscalía se equivoca

La fiscal Blanca Rodríguez se equivoca, e incluso entra en el terreno del ridículo, imputando a Guillermo Zapata, tras una denuncia de Dignidad y Justicia, por sus tuits ofensivos contra las víctimas (‘Libertad Digital’). El hecho de que el mismo concejal de Madrid los haya borrado podría complicar su defensa, ya que ahora no es accesible ver al propio Zapata equivocarse, en primera instancia, al creer que Twitter es el espacio para hacer una ponencia sobre el humor negro.

Esto sí debería de ser delito

Mientras Caja Madrid se hundía, Miguel Blesa vivía con todos los lujos gracias al dinero de los ahorradores que confiaban en la entidad. Caviar “Beluga Royal 000 (máxima calidad)” de 4.200 €/kilo (que a ellos se lo dejaban a 1.445, ¿por buenos clientes?), vinos de Vega Sicilia únicos o champán francés, habitaciones extraordinarias en hoteles de lujo, o cacerías de hipopótamos, para satisfacción propia, encuentros del Consejo de Administración, o con grandes clientes (‘El Confidencial’).

La aldea global

Creo que la hija de Eduard Punset no ha oído hablar a su padre de “la aldea global” que acuñó Marshall McLuhan, con la de cosas que parece que sabe el padre de la familia. Solo así se explica que Carolina Punset se haya atrevido a aseverar en las Cortes Valencianas, donde es representante de Ciudadanos, que “donde triunfa la inmersión lingüística estamos volviendo a la aldea” (‘Nació Digital’). Para la Punset, el esfuerzo de recuperar el valenciano es infructuoso o, lo que es peor, si triunfa es solo para mal. Pues nada, empecemos a hablar todos en inglés.