El Athletic superó el trámite en Helsinki, nunca peligró la clasificación con la renta de 6-0 en San Mamés, pero volvió a evidenciar su extrema debilidad defensiva que le convierte en un equipo de pim-pam-pum. Ojalá que los de Bielsa vean pronto la luz al final del túnel.
Con el chaparrón de desgracias deportivas y extradeportivas que estaba cayendo en Bilbao, el Athletic necesitaba pasar página y que saliera un sol de justicia. Los rojiblancos se aseguraron así el pase a la fase de grupos de la Europa League ante un rival que parecía de regional. Como en el Mayo del 68, debajo de los adoquines está la playa.
La temporada que tiene ante sí Bielsa es un gran interrogante laberíntico por mor de la salida de sus grandes estrellas. Un proyecto que la temporada pasada el rosarino dejó consolidado, ahora se halla en reconstrucción. Hoy, contra el equipo finlandés, el Athletic tiene la oportunidad de acabar con el enrarecido clima. Un laberinto, al fin y al cabo, no es más que una maraña de lineas rectas. Que los leones metan la directa para meterse en la liguilla de la Europa League.
